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sábado, 11 de septiembre de 2021

ORACIÓN DEL BEATO JUAN GABRIEL PERBOYRE A JESÚS

       
FRANCÉS
«Voilà, ô mon divin Sauveur, que, malgré mon indignité, je vais vous donner un être que Vous n’avez pas, l’être sacramentel. Eh bien, je vous prie et vous conjure d’opérer en moi la même merveille que je vais opérer sur ce pain en vertu des pouvoirs que Vous m’avez confiés. Lorsque je dirai: “Ceci est mon corps”, dites aussi de votre indigne serviteur: “Ceci est mon corps”. Faites par votre toute-puissance et votre infinie miséricorde que je sois changé et tout transformé en Vous. Que mes mains soient les mains de Jésus, que me yeux soient les yeux de Jésus, que ma langue soit la langue de Jésus; que tous mes sens et tout mon corps ne servent qu’à vous glorifier; mais surtout transformez mon âme et toutes ses puissances; que ma mémoire, que mon intelligence, que mon cœur, soient la mémoire, l’intelligence et le cœur de Jésus; que mes opérations, mes sentiments soient semblables à vos opérations, à vos sentiments, et que, de même que votre Père disait de vous: “Je vous ai engendré aujourd’hui”, vous puissiez le dire de moi et ajouter aussi comme votre Père céleste: “Voici mon fils bien-aimé, l’objet de mes complaisances”. Oui, détruisez en moi tout ce qui n’est pas de Vous; faites que je ne vive plus que de Vous, en Vous et pour Vous, afin que je puisse dire aussi de mon côté comme votre grand Apôtre: “Ce n’est plus moi qui vis, c’est Jésus-Christ qui vit en moi”».
   
TRADUCCIÓN
«He aquí, oh mi Divino Salvador, que, a pesar de mi indignidad, voy a daros un ser que Vos no tenéis: el ser sacramental. Os pido y os conjuro que obréis en mí la misma maravilla que voy a operar sobre este pan en virtud de los poderes que me habéis confiado. Luego que yo diga: “Este es mi cuerpo”, decid también de vuestro indigno servidor: “Este es mi cuerpo”. Haced por vuestra omnipotencia y divina misericordia que sea cambiado y transformado en Vos mismo. Que mis manos sean las manos de Jesús, que mis ojos sean los ojos de Jesús, que mi lengua sea la lengua de Jesús; que todos mis sentidos y mi cuerpo sirvan solo para glorificaros. Pero sobre todo, transformad mi alma y todas mis potencias, para que mi memoria, mi inteligencia y mi corazón sean la memoria, la inteligencia y el corazón de Jesús. Que mis operaciones y sentimientos sean semejantes a vuestras operaciones y sentimientos, y que así, como vuestro Padre dijo de Vos: “Yo te he engendrado hoy”, Vos podáis decirle de mí y agregar también como vuestro Padre celestial: “Este es mi hijo bien amado, en quien tengo mis complacencias”. Sí, destruid en mí todo lo que no sea de Vos, haced que no viva más que de Vos, en Vos y para Vos, a fin que pueda decir también de mi parte como vuestro gran Apóstol: “Ya yo no soy quien vive, es Jesucristo quien vive en mí”».
   
FRANÇOIS VAURIS CM: Le disciple de Jésus ou Vie du VénérablePerboyre (El discípulo de Jesús, o Vida del Venerable Perboyre). París, Librería de Adrien le Clerc y Cía. 1853, pág. 322. Traducción propia

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