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miércoles, 23 de febrero de 2022

EL PASADO ESPAÑOL DE ESTADOS UNIDOS

Por Manuel Pérez Villatoro para ABC (España).
   
   
Gálvez en la batalla de Pensacola (Augusto Ferrer-Dalmau)
    
La doctora en historia Carrie Gibson recibe a ABC alegre y con un café entre las manos. Si el encuentro hubiera durado una mañana entera, la norteamericana se habría pasado cada minuto de ella sonriendo. Esa es una de las muchas características que llaman la atención de la colaboradora del diario ‘The Guardian’ y la cadena ‘BBC’. Su español no es perfecto, comenta, pero un recurso tan popular como el ‘Google translate’ le permite mantener casi sin interrupciones una conversación compleja en un idioma que, por desgracia, es ajeno para muchos de sus compatriotas. Según afirma con cierto desconsuelo, ella fue una de las pocas niñas de su clase que se interesó en las raíces españolas que forjaron Estados Unidos.
    
«Solo nos enseñaron vuestro arte. Para nosotros erais un país barroco, pero nada más», desvela.
    
Por eso acaba de publicar ‘El Norte’ (Edaf, 2022); porque, como bien explica a este diario, ya era hora de poner sobre la mesa el pasado hispano que, cual columna, sustentó Estados Unidos. Y es que, aunque es cierto que se ha escrito mucho sobre el tema, también lo es que esa ingente cantidad de material estaba disgregado en una infinidad de manuales; a trozos, cual puzle al que había que dar forma. Aunque, según insiste, lo suyo no es solo recopilar datos, sino analizar las repercusiones que cada uno de esos eventos ha tenido en la identidad del norteamericano y en la evolución del país. De paso, Gibson se zambulle en debates como el verdadero origen del estadounidense o la extraña tendencia que ensalza el papel de Gran Bretaña en la formación del país.
    
   
Una hora y pico de entrevista da para mucho. Gibson se muestra transparente. No tiene problemas en mostrar la cara y la cruz del Imperio español. Huye de la Leyenda Rosa porque, le pese a quien le pese, cree que ningún imperio ha sido perfecto. «Sé que me va a traer problemas en España, pero me limito a explicar lo que he encontrado en mis investigaciones», confirma.
    
¿Qué es ser estadounidense?
Es una pregunta muy difícil que forma parte de otra cuestión más amplia: ¿qué es ser americano? Se ha vendido la idea de que consiste es ser blanco, protestante... Pero no es así. Los inmigrantes que hoy en día forman Estados Unidos hablan idiomas diversos y no son caucásicos. Hay un golfo conceptual entre la idea de ser estadounidense y la realidad. Para nacionalizarse, mi abuela dejó de hablar italiano; por eso en mi familia se ha perdido. Eso es una pena. El país está formado por un crisol de culturas y nacionalidades.
    
Sorprende que se haya generalizado esa idea, cuando EEUU cuenta con raíces españolas.
Es complicado. La Leyenda Negra se extendió durante el siglo XIX, pero no llegó a calar en la sociedad de Estados Unidos porque, por entonces, no había muchos emigrantes españoles en el país. La mayoría eran mexicanos o italianos. Pero los expertos que escribieron la historia en esa época sí estaban influidos por la idea. Llama la atención que, a la par que hablaban de las barbaridades de los conquistadores, extendieran también la heroicidad de personajes como Ponce de León o Coronado. Al final, sus escritos han calado.
    
¿Cómo estudiaste España en el colegio?
Es curioso. No aprendimos nada de la cultura y el pasado. Solo nos enseñaron vuestro arte. Para mi, el país era sinónimo de una región barroca. En los noventa, la llegada de mexicanos hizo que nos abriéramos más a su civilización. Eso hizo que estudiáramos pinceladas de ambas zonas. Todavía lamento que no nos enseñaran las raíces españolas que existen en nuestro país.
     
¿Qué imagen se tiene de los españoles en Estados Unidos?
Ha evolucionado. En el Oeste la gente siempre ha sabido la historia de los españoles y recuerdan a personajes como Fray Junípero Serra. El padre Kino, que ahora tiene una estatua en el Capitolio, era un símbolo de las raíces europeas y de la civilización occidental. Ahora, por el contrario, es visto como una efigie del colonialismo. Otro ejemplo: cuando Nuevo México tuvo que luchar por convertirse en un Estado porque en Washington no consideraban a su población capaz de gobernarse, desarrollaron el discurso de que tenían raíces hispanas y contaban con una rica cultura. Eso es muy diferente a lo que decía la Leyenda Negra. Pero en los sesenta, los indígenas extendieron la idea de que los españoles eran unos asesinos que se habían aprovechado de la población.
    
¿Sigue todavía vigente la idea de que fueron los ingleses los que pusieron los pilares de la cultura estadounidense?
A finales del siglo XIX los historiadores locales afirmaban que las raíces norteamericanas se hallaban en Inglaterra. A partir de los años treinta el paradigma cambió gracias a algunos expertos que iniciaron una corriente que ha logrado poner en cuestión este arquetipo y busca sacar a la luz la verdad. Pero, al mismo tiempo, en la mitología fundacional sigue vigente la idea de los británicos como pilar básico. Es una lástima que no se sepa que en el Oeste hubo españoles antes de que nacieran los Estados Unidos. Mi esperanza con ‘El Norte’ es que el lector se dé cuenta de que no solo los ingleses, los protestantes y los blancos se hallan en las raíces del colonialismo, sino que hubo también otras tantas culturas como la hispana.
    
La autora, durante la entrevista - 
EDAF
   
¿Qué diferencias hubo entre el imperio español y el británico?
La diferencia fue la cantidad de gente. Los españoles no quisieron emigrar a zonas como el norte de Nueva España y parte de la Florida porque había mucha resistencia nativa y era difícil sobrevivir. Apostaron por el sur: Río de la Plata, Perú, Nueva España… A cambio, los ingleses llegaron en masa y fundaron colonias en el norte de los Estados Unidos. En común tuvieron la falta de personas para colonizar. La Iglesia fue importante en el caso español. En Florida solo existía San Agustín como fortaleza, pero muchas misiones. Esta época de imperialismo de Inglaterra, España, Holanda y Francia formó el mundo moderno. Empezó con Colón y dura hasta ahora. Hoy estamos en el momento de reflexionar, saber qué pasó… Las consecuencias viven en el mapa de los Estados Unidos.
    
Nuevos estudios afirman que el oro que salió de las Américas fue ínfimo…
No podemos caer tampoco en la Leyenda Rosa. El uso de esclavos en las minas es más importante que la cantidad de oro que se fue o se quedó. Y lo mismo pasa con el nacimiento de la encomienda. En España muchos defienden el imperialismo. Estoy de acuerdo en que fue parte de la historia. Yo no opino. Busco saber cuáles fueron las repercusiones, cómo pudo existir aquello, cómo se entiende el mundo a partir de ello… Sé que causaré controversia, pero es mi finalidad.
     
Entonces… ¿qué ha sido España para los EEUU?
La realidad es que los EEUU no piensan en España en términos culturales. El público no tiene claro en su mente la diferencia entre un mexicano y un español. Yo quiero que, cuando la gente lea este libro, entienda la conexión entre ambos países. Que la hay. No es una cosa abstracta; es un resultado, 40’000.000 personas que hablan español. Es una pena que no haya quedado nada más allá de la película de Bardem. Los británicos tienen un espacio más pronunciado en la sociedad. Se les ve como el origen; los amigos que combatieron junto a ellos en la Segunda Guerra Mundial.
    
¿Qué cosas crees que deberían recordarse de España en EEUU?
Para empezar, el tema de los conquistadores. Si yo le pregunto a alguien qué sabe de Ponce de León, me responderá algo relacionado con la fuente de la eterna juventud. Me gustaría que se supieran más cosas. Lo mismo pasa con la Guerra de la Independencia de los EEUU, en la que se obvia siempre a Bernardo de Gálvez. El problema es que hubo una época de gran antihispanismo en la prensa por motivos políticos, y eso ha provocado que se eclipse la cultura y la memoria hispana.
    
¿Qué influencia ha tenido esta prensa en el antihispanismo?
Ha influido en la creación de 'fake news'. La guerra entre medios provocó un aumento de noticias contra España en una época en la que las relaciones entre ambos países no era buena.
    
El fuerte Mosé es quizá uno de los episodios que se podrían recordar…
Fort Mosé’ fue un territorio español de esclavos libres en Florida. Este tipo de comunidades eran mucho más numerosas en territorios de la Corona. Es una historia muy interesante incluso a la hora de analizar las leyes españolas en el Nuevo Mundo. En algunos de sus territorios, los esclavos podían utilizar el sistema legal para acusar a sus dueños de excederse o haberles tratado mal. Esta historia era muy desconocida en Estados Unidos, y yo intento sacarla a la luz.
    
¿Protegía el sistema legal español a los esclavos?
Entre comillas. La base de las normas eran las Siete Partidas, nacidas en el siglo XIII en Castilla. Esta normativa, a su vez, provenía del Imperio romano.
    
Hablas también de una curiosa expedición española a Nutca…
Sí. Otro ejemplo de hasta dónde llegó el Imperio español. Ocurrió durante un momento de tensión entre España e Inglaterra. Sorprende que pisaran un terreno tan alejado de sus colonias originales. Daría para otro libro.
    
¿Una reflexión final?
Este libro tiene un mensaje concreto. La sociedad de Estados Unidos debe entender que su país es parte de América Latina. Y también que se ha formado gracias a su relación con España. Lo mismo sucede a la inversa: Estados Unidos no es una idea abstracta ubicada al otro lado del Atlántico, es algo real, parte del pasado del Imperio. Hay una historia más amplia que podemos recuperar.

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