Emergieron más detalles sobre la renuncia apresurada del obispón francés Michel Santier a la diócesis de Créteil (sufragánea de la archidiócesis de París).
En la década de 1990, cuando era presbítero y gurú del movimiento carismático que atraía a muchos jóvenes, practicó lo que se dio en llamar «confesiones de striptease», reveló el diario Libération el 19 de Octubre.
El fundador del movimiento ¡Alégrate! (Santier) pidió a los jóvenes adultos, incluido uno que más tarde se convirtió en presbítero, que se quitaran sus ropas delante del tabernáculo, un artículo de ropa por pecado, y que al final les daría la absolución. Curiosamente, los hombres se conformaron.
Según el arzobispo de Ruán y primado de la Normandía, Dominique Julien Claude Lebrun Facque, varios participantes en tales “confesiones” se han presentado ante el: «Ayer miércoles 19 de Octubre, después de haber oído directamente a una de estas víctimas, envié inmediatamente un reporte al Dicasterio para la la Doctrina de la Fe vía la Nunciatura Apostólica. No hay duda que el dicasterio conducirá una nueva investigación a la vista de revelaciones que acentúan la gravedad de los hechos por los que el obispo Michel Santier es acusado», declaró el 20 de Octubre en un comunicado.
Santier presentó su renuncia a Bergoglio en simultáneo a la denuncia presentada por el entonces arzobispón de París Michel Aupetit el 5 de Diciembre de 2019. En la renuncia (que Bergoglio le aceptó el 6 de Junio de 2020, pero el cual le pidió que continuara hasta el 9 de Enero del año siguiente), Santier detallaba los abusos que había cometido.
El caso Santier (y el caso del sacerdote-presbítero y director de coro retirado de la diócesis de Versalles Jean-Jacques Villaine –cuyo funeral se realizó apenas el 18 de Octubre a puerta cerrada, como parte de las sanciones que fueron reveladas después de su muerte a los 88 años de edad–), se conocen después del informe de la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (CIASE en francés), que reveló que entre 1950 y 2020, 216.000 menores (de los cuales el 80% eran niños, en su mayoría de 10 a 13 años) fueron víctimas de abuso sexual por presbíteros, religiosos y diáconos, y que tales abusos representaban el 4% del total de casos presentados en la sociedad francesa. La reacción ante estos casos fue por lo general defender la institución, y cuando habían sanciones, eran mantenidas en secreto.
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