ASISTENCIA A LOS CULTOS NOVUSORDITAS EN PENSILVANIA CAYÓ UN 78% EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

   

«Dios, ¿estás ahí? La Iglesia Conciliar está desmoronándose a mi alrededor y no puedo impedirlo», se lamenta Lawrence Thomas Persico Gush, obispón de Erie (Pensilvania), quien, como muchos otros obispones alrededor del mundo, han visto la asistencia a la otrora cacareada “Nueva Misa” inválida fabricada después del Anticoncilio Vaticano II prácticamente desaparecer ante sus ojos.

  

La diócesis de Erie (Pensilvania) es como tantas diócesis en los Estados Unidos y en todo el mundo. La asistencia a la inválida (falsa) “Misa moderna” se ha reducido en casi un 80 por ciento en treinta años. Durante el mismo período, se cerraron más de 60 parroquias en su diócesis. Ya hubo cierre de 23 parroquias en 2016. Sin embargo, la caída de feligreses ha continuado sin cesar. El obispón Lawrence Thomas Persico Gush admitió: «El número de católicos practicantes [sic; no son católicos, sino herejes conciliares] en nuestra diócesis ha disminuido drásticamente [en un 46 por ciento], al igual que el número de pr[esbíteros] activos disponibles para servir en parroquias».

   

Lo irónico de la situación es que la población de Erie ha disminuido solo un 7 por ciento durante ese período, mientras que el número de conciliares que asisten al Novus Ordo disminuyó un 78 por ciento. No se trata de una pérdida de población y mucho menos del Virus de la China Roja. Un gran número de feligreses conciliares están abandonando cada vez más el fraude que es la Secta del Nuevo Orden, que ciertamente no es la Iglesia Católica y no tiene Misa o Sacramentos válidos. [Parte de la información para este Comentario proviene de Catholic World News].

   

Católicos tradicionales, en un mensaje lleno de despiertismo, el obispón Persico habló de «extender un sentido de bienvenida y pertenencia a todos», incluyendo sin duda a los sodomitas, lesbianas, transexuales, bígamos y herejes. Aparentemente, Persico espera, al igual que Francisco Bergoglio, reemplazar las hordas que salen de la Pseiudoiglesia con la escoria moral de la sociedad.