Los obispones brasileños, que estuvieron reunidos para su 60.ª Asamblea General (que produjo el análisis comunista y llorica de la situación del Brasil) en el auditorio Noé Sotillo del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, que incluyó un retiro espiritual de fin de semana.
En esta ocasión, cantaron “Bella Ciao” para el Nuncio en Brasil, el italiano Giambattista Diquattro, arzobispón titular pro hac vice de Giru Mons (probablemente Yerroum, Argelia), acompañados de panderos, tambores y un acordeón, interpretado por Fernando Arêas Rifan, obispón titular de Cedamusa (Argelia) y administrador de la Administración Apostólica Personal San Juan María Vianney (= los traidores de Campos).
Por si no lo ubicáis, Rifan es el único con sotana…
El vídeo fue publicado el 21 de Abril por el usuario de Twitter Ioannes Casmuro. La canción surgió a fines del siglo XIX en los arrozales del Po como “Alla mattina appena alzata” entre las mondine (trabajadora estacional encargada de trasplantar los brotes de arroz), y contrario a la creencia popular, NO ERA UNA CANCIÓN DE LOS PARTISANOS que tantas masacres y desmanes cometieron en la Italia de guerra y posguerra, sino que fue publicada en 1953 en la revista “La lapa” y la versión del actor ítalo-francés Yves Montand (nombre artístico de Ivo Livi Simoni) de 1963 se hizo famosa al ser presentada en el “Festival de dos mundos” de Espoleto al año siguiente. Distintas versiones se han popularizado por la serie de Netflix “La casa de papel” y han sido interpretadas en protestas izquierdistas de distintos países.
Fernando Arêas Rifan fue ordenado sacerdote con el Rito Romano Tradicional el 8 de Diciembre por 1974 por Mons. Antonio de Castro Mayer en la diócesis de Campos (Brasil). Ingresó a la Unión Sacerdotal San Juan María Vianney en 1981, y fue sacerdote asistente en las consagraciones de Écône en 1988. Bajo Licinio Rangel, intervino en las negociaciones iniciadas por aquél con la Roma Modernista, siendo “instalado” obispón el 18 de Agosto de 2002 por el cardenal Darío Castrillón Hoyos (si bien se usó el Rito Romano Tradicional, Rifán es INVÁLIDO porque Castrillón fue “instalado” con el rito montini-bungniniano el 18 de Julio de 1971 por el nuncio en Colombia Angelo Palmas), y sucediéndolo en Diciembre de ese año. Su historia de apaciguamiento ha sido muy amplia: como sacerdote, Rifan hizo todo para que Mons. Antonio de Castro Mayer se distanciara del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira y de la TFP; como obispón, ha introducido el Novus Ordo en la Administración Apostólica, ha concelebrado con los obispones novusorditas (y con Bergoglio), y ha defendido el motu “Traditiónis custódes” que lo va a perjudicar.
Habría que analizar ,porque creo que estuvo Licinio Rangel como co-consagrante entonces Rifan sería Obispo .
ResponderEliminarAdmitiendo en gracia de discusión que haya validez porque estuvo presente Licinio Rangel (consagrado por Mons. Bernard Tissier de Mallerais), no obstante en ese caso estaría en ilicitud.
EliminarPero hay que tener claro que, en la práctica romana, los co-consagrantes son asistentes del obispo consagrante para garantizar la validez para determinadas ceremonias, a saber: después de ayudar a colocar el libro de los Evangelios sobre los hombros del electo, se unen al consagrante imponiendo las manos sobre su cabeza, y diciendo sobre él las palabras «Áccipe Spíritum Sanctum» [Recibe el Espíritu Santo], pero la validez reside en que el consagrante (que debe ser un obispo VÁLIDO) diga el Prefacio, cuyas palabras esenciales para la validez, como declaró ex cátedra el Papa Pío XII, son «Comple in sacerdóte tuo ministérii tui summam, et ornaméntis totíus glorificatiónes instrúctum, cœléstibus ungüénti rore santífica» [Completa en tu sacerdote la suma de tu ministerio y, provisto de los ornamentos de toda glorificación, santifícalo con el rocío del ungüento celeste]. Y si bien Darío Castrillón Hoyos dijo las palabras, al ser él inválido como se indicó en el artículo, hizo simulación y la ceremonia fue írrita y vacía (nadie puede dar lo que no tiene), y por ende Areas Rifan como obispo es tan inválido como Bergoglio o como el “arzobispo” anglicano de Canterbury.