Páginas

martes, 25 de julio de 2023

VATICANO RECONOCERÁ “MÁRTIRES” ACATÓLICOS

Noticia tomada de INFOVATICANA. Comentario propio.
   
LA COMISIÓN DEDICADA A LOS “MÁRTIRES DE NUESTRO TIEMPO” RECONOCERÁ TAMBIÉN A LOS NO CATÓLICOS
  

El Papa quiere detectar y reconocer a los mártires del siglo XXI con la Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe, con el objetivo de investigar y honrar también a aquellos perseguidos y asesinados debido a su fe en Cristo, aun de los no católicos.
     
Este nuevo organismo, que formará parte del Dicasterio para las Causas de los Santos y fue constituido en el marco del Jubileo 2025, «prestará atención a las historias de fe de los perseguidos y asesinados directamente por los regímenes», indica el padre Bogusław Turek CSMA, subsecretario del Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano, en entrevista concedida a ACI Prensa.
 
Las víctimas de los atentados de Pascua en Sri Lanka en 2019; las religiosas Luisa Dall’Orto y Maria De Coppi († 2022), asesinadas en Haití y Mozambique, respectivamente; y los crímenes de los sacerdotes Andrea Santoro († 2006) en Turquía y Jacques Hamel († 2016) en Francia son algunos de los ejemplos de posibles “nuevos mártires” de los últimos 25 años, cuyos testimonios podrían ser recogidos por la Comisión mencionada.
    
El propósito principal de la Comisión es recoger testimonios de aquellos que han derramado su sangre por su fe en Cristo. «El Papa Francisco ha dejado claro que esta búsqueda no se limita a la Iglesia Católica, sino que también incluirá a todas las confesiones cristianas. Es un llamado al ‘ecumenismo de la sangre’, reconociendo que la sangre derramada por Cristo une a todos los cristianos más allá de sus diferencias históricas», explicó Turek.
   
COMENTARIO: Es doctrina de fe católica que fuera de la Iglesia Católica no hay mártires cristianos (Pelagio II, carta “Dilectiónis vestræ” a los obispos cismáticos de Istria, año 585), sino que quienes están fuera de ella se condenan así digan morir por Cristo o hacer buenas obras (Concilio de Florencia, bula “Cantáte Dómino”, 4 de Febrero de 1442). Ahora, según dijo el cardenal Próspero Lambertini (después Papa Benedicto XIV) en su tratado De servórum Dei beatificatióne, et beatórum canonizatióne, libro III, cap. 20, 3,  “Si es verdaderamente mártir el que es invenciblemente hereje y muere por un artículo verdadero de fe”, sostiene la opinión que puede serlo coram Deo, sed non coram Ecclésia (ante Dios, pero no ante la Iglesia). Será coram Deo, siempre que esté dispuesto de modo habitual a creer todo lo que le propone la autoridad legítima, porque él no es culpable de acuerdo con las palabras de San Juan: Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado (XV, 22); pero no lo será coram Ecclésia, que no juzga sino de lo exterior, y, observando la herejía externa, se limita a conjeturar la herejía interna.
   
Y en los casos mencionados en el artículo, no se puede inferir que haya ignorancia invencible en todos ellos (que valga recordar, NO SALVA, porque la ignorancia es castigo por el pecado original), porque recibiendo y conociendo la Fe Católica tradicional, vivieron en la apostasía del Vaticano II y le sirvieron a ella, por lo que murieron fuera de la Iglesia Católica. Por lo que esa “Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe”, que sigue el “Ecumenismo de la sangre” planteado por Juan Pablo II Wojtyła en su encíclica “Ut unum sint” y propugnado por Bergoglio, no tiene asidero doctrinal, sus conclusiones son inválidas y no valen la partida presupuestal derivada de las donaciones, legados y diezmos de los fieles conciliares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.