Tomado de APOSTOLADO CABALLERO DE LA INMACULADA.
En la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina de Roma, regentada desde 1993 por la ecumenista Comunidad de San Egidio, hay seis capillas que custodian “memorias” de “católicos”, protestantes y “ortodoxos” asesinados por odio a la fe en las últimas décadas. Por ejemplo, cartas del pastor luterano Paul Schneider ejecutado por predicar en un campo de concentración, y la biblia de Clemente Shabaaz Bhatti, el ministro cristiano de Pakistán asesinado por su labor a favor de las minorías religiosas y acusado por los musulmanes de blasfemia.
Durante la “Liturgia de la Palabra”, celebrada por Francisco, intervinieron también parientes y amigos de tres de los numerosos “testigos de la fe”, cuya memoria se conserva en la iglesia de la Isla Tiberina: Karl Schneider, hijo de Paul, pastor luterano ejecutado en 1939 en el campo de Buchenwald porque había definido los objetivos del gobernante Partido Nacionalsocialista Alemán como «inconciliables con las palabras de la Biblia», y Roselyne, hermana del P. Jacques Hamel, asesinado por dos militantes del autoproclamado EI en Ruán de Francia el 26 de julio de 2016, cuando acababa de simular el servicio Novus Ordo.
En la homilía
que diera Francisco Bergoglio (cuya traducción a la lengua de Cervantes
los neoconsuchos de Secrétum no pudieron encontrar, partida de flojazos
estos), dijo las siguientes palabras: “los campos de refugiados –muchos
de ellos– son campos de concentración, para toda la gente que está
allí”, que han suscitado la furia del grupo de presión autodenominado
Comité Judío Estadounidense, que ese mismo día expidió el siguiente comunicado:
COMITÉ JUDÍO ESTADOUNIDENSE CRITICA LA REFERENCIA DELPAPAFRANCISCO A LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
22 de abril de 2017-Nueva York
El Comité Judío Estadounidense [AJC] criticó alPapaFrancisco por haber llamado a los lugares en Europa donde los migrantes y refugiados están, “campos de concentración”. ElPapahizo sus observaciones durante una visita hoy a una basílica de Roma donde encontró migrantes y recordó su propia visita a la isla griega de Lesbos.“Las condiciones en las que los migrantes viven actualmente en algunos países europeos pueden ser difíciles, y merecen una mayor atención internacional, pero ciertamente no son campos de concentración”, dijo David Harris, presidente del AJC. “Los nazis y sus aliados erigieron y usaron los campos de concentración para el trabajo esclavo y el exterminio de millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial. No hay comparación con la magnitud de esa tragedia”.
Refiriéndose a los lugares en Europa donde se encuentran detenidos los migrantes y refugiados, elPapadijo: “Estos campos de refugiados, tantos son campos de concentración, llenos de gente”.“Respetuosamente instamos alPapaa reconsiderar su lamentable elección de palabras”, dijo Harris. “La precisión del lenguaje y de los hechos es absolutamente esencial cuando se hace referencia histórica, sobre todo cuando se trata de una figura mundial tan prominente y admirada”.
En limpio podemos sacar dos cosas: la primera es que desde Juan Pablo II
ha aparecido el “Ecumenismo de los mártires”, enarbolado ad náuseam
por Francisco Bergoglio y reflejado en el icono que actualmente preside
la infausta basílica tiberina, donde aparecen retratados personajes tan
variopintos como el luterano Dietrich Bonhoeffer, Oscar Arnulfo Romero,
el obispo copto etíope Abuna Petros Haile Maryam y Giuseppe Girotti Proetto OP (quien acuñó
la tristemente célebre frase “hermanos mayores” para referirse a los
judíos):
La segunda, sobre la pretensión estúpida e inútil del AJC de que
Francisco Bergoglio reconsidere sus palabras so pretexto de “La
precisión del
lenguaje y de los hechos [que] es absolutamente esencial cuando se
hace referencia histórica”. Además de parecer ellos estar predicando
moral en calzoncillos (porque si en algo los judíos contemporáneos se
destacan es precisamente por el Holocuento),
decimos que es inútil y estúpida esa pretensión porque en los cuatro
años y contando que el antipapa Bergoglio regenta la Secta
Deuterovaticana NUNCA SE HA RETRACTADO DE LAS BLASFEMIAS Y ASNADAS QUE
DICE, NI DE APOYAR A LOS MARXISTAS Y PEDÓFILOS QUE LO RODEAN.
No se entienda por ello que estamos negando que han habido asesinatos y
genocidios a lo largo de la historia reciente. Simplemente, se trata de
recordar que no toda muerte puede clasificarse como martirio, porque
sólo existe tal en el Catolicismo; y nadie fuera de la Iglesia puede
salvarse, ni aún diciendo morir por Cristo:
“[La sacrosanta Iglesia Romana] Firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse participe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles [Mt. 25, 41], a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia, que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia Católica”. (Papa Eugenio IV, Bula Cantáte Dómino. Concilio de Florencia, 14 de Febrero de 1442)
Alguno habrá que por esto venga a “misericordiarnos” tildándonos de blasfemos, supersticiosos, apologistas del odio y demás lindezas, y “caritativamente” emplazándonos ante el Tribunal de Dios. Sepan esos cipayos mendicantes y delicuescentes que NO LES TENEMOS MIEDO, y que seguiremos combatiendo contra el mundo y el correctismo político.
Deo Gratias!
ResponderEliminar“Gracias por estar aquí y por la oración en esta Iglesia de los mártires. Pensemos en la crueldad, la crueldad que hoy se cierne sobre mucha gente; la explotación de la gente… La gente que llega en barcazas y se quedan en países generosos como Italia y Grecia que les acogen, pero luego los tratados internacionales no dejan… Si en Italia cada municipio acogiera a dos inmigrantes habría espacio para todos. Y que esa generosidad del Sud, de Lampedusa, de Sicilia, de Lesbos se pueda contagiar un poco al norte. Sí, somos una civilización que no tiene hijos, pero también cerramos las puertas a los inmigrantes. Eso se llama suicidio. Oremos”. (Antipapa Francisco I, Discurso de despedida de San Bartolomé en la Isla Tiberina, 22 de Abril de 2017)
ResponderEliminarEscuchá bien Francisquito, pedazo de imbécil: ¿Por qué no les decís a los europeos que vivan su fe cristiana, que se casen, que manden los anticonceptivos al carajo y que tengan hijos, en vez de estarle diciendo a las familias católicas que dejen de (cito tus palabras) “parir irresponsablemente como conejos”? Porque al paso que están las cosas, tu querida Europa muy pronto se volverá Eurabia.
Dietrich Bonhoefer estuvo en contra del exterminio de los judíos en la Alemania nazi, pero no por el ejemplo de Martín Lutero, que pasó de criticar en 1523 a la Iglesia Católica por la forma en que trataba a los judíos mediante su artículo “Jesucristo nació judío”:
ResponderEliminar“Nuestros estúpidos, los papas, lo obispos, los sofistas y los monjes, esos brutos de testa de burro, han tratado hasta ahora a los judíos de tal forma que cualquier buen cristiano se podría hacer judío. Si yo fuera judío y viera a unos imbéciles bribones como ésos dirigiendo la religión cristiana y pronunciando directrices de la misma antes preferiría ser un cerdo que un cristiano. Porque han tratado a los judíos como si de anatemas se tratara, que no tienen nada en común con la humanidad. Siguen calumniándolos, y les arrebatan el dinero incluso después de que se han bautizado como cristianos. No les han enseñado ni la doctrina cristiana ni la manera de vivir cristiana. Se han limitado a colocarlos bajo el papismo y el monaquismo. Cuando ven que los argumentos de los judíos tienen el fundamento firme de las Sagradas Escrituras y que los argumentos de los cristianos sólo son una verborrea desprovista de sustancia sin nada de las Sagradas Escrituras, ¿puede resultar posible que sean de corazón buenos cristianos?. He oído decir a judíos conversos temerosos de Dios que si no hubieran tenido en estos días el privilegio de escuchar las noticias de los evangelistas, habrían continuado toda su vida siendo judíos disfrazados de cristianos… Tengo la esperanza de que muchos judíos, si son tratados de manera amistosa e instruidos en las Sagradas Escrituras, pasen a ser cristianos dignos”.
al programa expuesto en “Acerca de los judíos y sus mentiras” en el año 1543, y que Hitler seguiría casi a la letra:
“¿Qué podemos hacer nosotros, los cristianos, con esa gente rechazada y maldita, los judíos, a los que no podemos aguantar, porque se encuentran en medio de nosotros y sabemos mucho de sus mentiras, sus perversiones y sus maldiciones?…. Y no permiten que los convirtamos. Si deseamos salvar a alguno del fuego y de las cenizas tenemos que emplear una enorme amabilidad junto con la oración y el temor de Dios… Voy a ofrecer una sincera sugerencia:
- Primero, prender fuego a las sinagogas y sepultar lo que no pueda quemarse, para que nadie pueda ver de las mismas ni piedra ni resto.
- Segundo, hay que despojarles de sus casas y destruirlas, porque tal y como hemos averiguado, realizan en ellas los mismo actos que en las sinagogas, alojándolos después bajo alguna techumbre o en un establo de vacas, como si fueran gitanos, para que se enteren de que no son señores en nuestro país, como pretenden, sino que se encuentran en exilio y cautiverio.
- Tercero, hay que quitarles los libros de oraciones y los libros del Talmud.
- Cuarto, prohibir a los rabinos que enseñen, so pena de recibir castigos corporales y la muerte.
- Quinto, prohibir totalmente a los judíos andar por los caminos.
- Sexto, prohibir sus negocios usurarios y arrancarles todo el dinero y los objetos valiosos de oro y plata, dejándolos en depósito…;
- Séptimo, dar a los judíos y las judías jóvenes y sanos, mazos, azadas y husos para que se ganen el pan con el sudor de su frente. Sin duda, existen razones para temer que serían capaces de hacernos daños si fueran siervos nuestros o trabajaran para nosotros.
Seamos entonces tan sensatos como los pueblos de Francia, de España, de Bohemia y expulsémoslos para siempre del país.”