Elementos tomados de distintas fuentes:
El vicario general del Arzobispado de Tarragona Juan Águila Chavero estuvo presente el pasado domingo 14 de Abril en un acto conmemorativo a la 2.ª República Española organizado por comunistas y separatistas en el cementerio municipal de Barcelona.
En el evento, Águila (y también su superior Juan Planellas y Barnosell, quien no lo desautorizó, sino que se excusó por “agenda llena” y prometió ir el año próximo) hizo “MEA culpa” en nombre de la Iglesia española por apoyar a Franco en la Guerra Civil frente a la República y los separatismos vasco y catalán que martirizó a decenas de miles sacerdotes, religiosas y laicos (entre ellos el obispo auxiliar tarraconense Manuel Borrás Ferré, fusilado NO OBSTANTE SER LEAL A LA REPÚBLICA COMO EL CARDENAL VIDAL Y BARRAQUER –que se salvó in extrémis–; o el sacerdote Cayetano Clausellas Ballvé y el padre de familia de once hijos Antonio Tort Reixchas, asesinados por la Generalitat del masón, eugenista y racista Luis Companys y cuya “beatificación” fue recientemente aprobada por el Vaticano) y quemó y saqueó iglesias y conventos desde su proclamación ese domingo de 1931.
Y para añadir insulto a la ofensa, el Arzobispado de Tarragona publicó en catalán un extenso comunicado donde, entre otras sandeces exculpatorias, dice:
«Terminado el conflicto bélico se desató una ola represiva, incluida la condena a muerte, contra las autoridades y militantes republicanos y ciudadanos de izquierdas, promovida por las mismas autoridades franquistas.Sin embargo, la Iglesia Católica, humanamente y patrimonialmente dañada por el conflicto bélico y social, esperaba restablecer todo lo que había perdido y, salvo honestas excepciones, hipotecó su libertad de acción pastoral a cambio de una protección que la llevó a silenciar lo que el Evangelio reclamaba.Pedir perdón, por tanto, es una cuestión de justicia, que ayudará a la Iglesia católica a recuperar su dignidad y que, sin duda, la acercará más al Evangelio».
La realidad es que ninguno de los sacerdotes y obispos hizo parte de los tribunales que investigaron, juzgaron y condenaron los crímenes de guerra de los republicanos; y que después de la guerra y aun hasta los años 70 (cuando, en nombre del antiespañol Vaticano II y su “aggiornamento”, le dieron la espalda y se arrodillaron –y no precisamente para rezar– ante la Democracia liberal) los obispos españoles (y hasta el Vaticano) pidieron al Generalísimo que fuera clemente con los vencidos (y, posteriormente, con los terroristas del ETA-pm y el FRAP), obteniéndola las más veces, por lo que si se puede decir que alguien «hipotecó su libertad de acción» fue EL PROPIO GOBIERNO. Incluso, Juan XXIII bis Roncalli (con antepasados del navarro Valle del Roncal, una zona republicana), elogió a Franco diciendo: «Da leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es un buen católico… ¿Qué más quieren?» (cosa que no se puede decir in illo témpore de Azaña o Alcalá Zamora, ni en hogaño de Rajoy o de Sánchez –por no hablar de Juanca o de Felipón–).
Águila Chavero, “instalado” presbítero el 4 de Noviembre de 2001, fue uno de los 450 “clérigos” que suscribieron a la “Declaración sobre el Referendo de Autodeterminación” del 1 de Octubre de 2017 e hizo colgar del campanario de su parroquia de San Juan Bautista de Valles un cartel amarillo con el lema “Llibertat” para los sediciosos Puigdemont, Junqueras i restant raça. Lo cual fue bastante “mérito” para que el arzobispón Planellas lo nombrase vicario general “de la pastoral”, en cuya ceremonia de posesión el 8 de Junio de 2023 acudió a posesionarse en vaqueros y camiseta polo.
Españoles, ¿a estos vendidos es que les marcáis la cruz en la planilla de la renta? Respondedles esto a su campaña “× tantos”: «Andá a pedirle a tu sugar date en La Moncloa».
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