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jueves, 18 de julio de 2024

OBISPÓN CORRUPTO DEMANDA A MUJER QUE LE REPROCHÓ SU MALA ADMINISTRACIÓN, Y PERDIÓ

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
El “dictador” Kevin William Vann Jones, obispón del condado de Orange (California), parece estar llorando a mares después de que un juez del Tribunal Superior fallara en su contra por acosar a una de sus neoiglesianos que lo reprochó por apropiación indebida de fondos caritativos independientes.
Vann recibió la orden de pagar 2’000.000 de dólares en honorarios judiciales a la anciana y declaró ilegal su despido de la junta caritativa.
¿Dónde está el tan cacareado “amor” en la Iglesia Conciliar?
    
Uno sabe que las cosas se están poniendo mal cuando los obispones deuterovaticanos comienzan a demandar a sus propios miembros. Pero últimamente la justicia de Dios ha estado alcanzando a los obispos no consagrados (falsos) de la Iglesia Conciliar. Kevin William Vann Jones, el obispón del condado de Orange en California, intentó expropiar dinero para su propio proyecto de una fundación benéfica independiente. Vann necesita muchos dólares para restaurar su Taj Mahal, una restaurada catedral de cristal, comprada en 2011 por 57’500.000 de dólares [80’310.939,85 dólares en 2024] a la organización del teleevangelista Robert Harold Schuller Beltman.
    
Suzanne Nunn, una mujer devota que era administradora de la organización benéfica, se quedó perpleja y envió un correo electrónico expresando sus objeciones. Se negó a disculparse con el obispón porque «todas y cada una de las palabras» del correo electrónico en cuestión eran ciertas, dijo. El obispón “dictador” decidió demandar a la anciana por difamación, a pesar de que estaba cuidando a su marido Charles que sufría demencia. Durante más de tres años, el obispón nunca dejó de acosar a la pobre mujer. Incluso despidió a toda la junta directiva de la organización benéfica por no entregarle el dinero.
    
Aunque Francisco Bergoglio hizo oídos sordos a la apelación de Nunn, un juez del Tribunal Superior de California no lo hizo. Desestimó la demanda del obispón y se unió desde el estrado a las críticas de Nunn sobre la conducta escandalosamente ilegal del obispón. Le ordenó al obispón que pagara los gastos legales de Nunn por la cantidad de 2’000.000 de dólares. El obispón probablemente recibió una cantidad igual de gastos legales, probablemente subsidiados con el cepillo de colectas de sus neoiglesianos. El juez también revocó el despido de toda la junta por parte del obispón por haber sido ilegal.
    
Es el propio Bergoglio quien ha inspirado estas acciones dictatoriales y poco caritativas. Como se informó recientemente en estos Comentarios, ha robado el 90 por ciento de los fondos donados a la colecta del Óbolo de San Pedro de todo el mundo, la colecta que se supone debe ayudar a los pobres más necesitados, para dárselos a su propio bolsillo como gastos operativos para mantener su corrupto Vaticano [Parte de la información para este Comentario proviene de Los Angeles Times].
    
Católicos tradicionales, el caso Nunn demuestra una vez más que el clero de la Iglesia Conciliar es un fraude e hipócrita. ¿Por qué la Iglesia Conciliar siempre habla de “amor”, pero nunca lo practica? El arzobispo Vann ha malgastado 2’000.000 de los fondos de sus propios neoiglesianos en una venganza contra una mujer mayor que sólo buscaba justicia. Los prelados de la Nueva Iglesia ya no leen la Biblia, o al menos no practican sus enseñanzas. El obispón Vann aparentemente ignora la parábola de la mujer perseverante, en la que Nuestro Señor advierte a un hipócrita como él: «¿Y creeréis que Dios dejará de hacer justicia a sus escogidos que claman a Él día y noche, y que ha de sufrir siempre que se les oprima? Os aseguro que no tardará en vengarlos de los agravios» (San Lucas XVIII, 7-8 / Versión de Mons. Félix Torres Amat).

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