El cabildo de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza removió la cruz y parte de la inscripción de la placa conmemorativa de la peregrinación de los Caballeros de España en 1939.
La placa de plata tallada decía lo siguiente en dos recuadros: en el izquierdo: «Dos mil quinientos peregrinos de Barcelona postrados en este día a los pies de la Milagrosa Virgen del Pilar», y en el derecho: «Le presentamos esta humilde ofrenda en acción de gracias por la liberación y la victoria. Año de la victoria 23-VII-1939». La segunda inscripción fue borrada, dejando la primera sin más contexto.
Los “Caballeros de España” fueron los organizadores de la peregrinación de 1939 desde la Ciudad Condal, ciudad desde la cual tres años antes partió el avión trimotor Fokker F-VII EC-PPA modificado piloteado por el alférez Manuel Gayoso Suárez que lanzó las bombas sobre la basílica.
La remoción se produce tras una denuncia presentada por un visitante del templo por presunta exaltación franquista, en contravención a la Ley de Memoria Democrática. Si bien el partido Junta Aragonista (perteneciente a la coalición de Sumar) apoyó la denuncia en una sesión de las Cortes, la consejera de Cultura del Gobierno de Aragon respondio que no tenía competencia, dado que se derogó la ley aragonesa sobre la materia.
El gobierno central, por medio de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática dirigido por Ángel Víctor Torres, asumió el estudio del caso, pero antes de que se tomara cualquier veredicto, el Cabildo removió la placa de su propia cuenta.
En tal sentido, hay opiniones que señalan que también están en el punto de mira las dos bombas sin detonar expuestas en la basílica desde 1936, acompañadas por la leyenda: «Dos de las tres bombas arrojadas sobre el S.T.M. del Pilar el 3 de agosto de 1936».
En 2023, el Cabildo ya había ocultado las tres líneas «Civíli bello Pátria liberáta, fel(íciter) parta victória» de la inscripción latina situada junto al órgano del altar mayor, cuyo texto traduce: «Tras la guerra de liberación de la Patria y obtenida felizmente la victoria, los fieles cristianos de toda España, agradecidos a la Bienaventurada María Virgen del Pilar por atender sus votos, con filial amor y en piadosa penitencia la visitan como peregrinos mientras celebran exultantes el XIX centenario de su venida en los años 1939-1940 del nacimiento de Cristo».
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