LATÍN
Salve a nobis, Deípara María, venerándus totíus orbis thesáurus, lampas inexstinguíbilis, coróna virginitátis, sceptrum rectæ doctrínæ, templum indissolúbile, locus ejus qui loco capi non potest, mater et virgo, per quam is benedíctus in sanctis Evangéliis nominátur, qui venit in nómine Dómini.
Salve, quæ imménsum incomprehensúmque in sancto virgíneo útero comprehendísti; per quam sancta Trínitas glorificátur et adorátur; per quam pretiósa Crux celebrátur et in univérso orbe adorátur; per quam cœlum exsúltat; per quam Ángeli et Árchángeli lætántur; per quam dǽmones fugántur; per quam tentátor diábolus cœlo décidit; per quam prolápsa creatúra in cœlum assúmitur; per quam univérsa creatúra, idolórum vesánia deténta, ad veritátis agnitiónem pérvenit; per quam sanctum baptísma obtíngit credéntibus; per quam exsultatiónis óleum, per quam toto terrárum orbe fundátæ sunt Ecclésiæ, per quam gentes adducúntur ad pœniténtiam.
Et quid plura dicam? per quam unigénitus Dei Fílius iis, qui in ténebris et in umbra mortis sedébant, lux resplénduit; per quam prophétæ prænuntiárunt; per quam Apóstoli salútem géntibus prædicárunt; per quam mórtui exsuscitántur; per quam reges regnant, per sanctam Trinitátem. Ecquis hóminum laudabilíssimam illam Maríam pro dignitáte celebráre queat? Ipsa et mater et virgo est; o rem admirándam! Miráculum hoc me in stupórem rapit. Quis umquam audívit ædificatórem prohibéri ne próprium templum, quod ipse constrúxerit, inhabitáret? Quis ob id ignomíniæ sit obnóxius quod própriam fámulam in matrem ascíscat?
Ecce ígitur ómnia gaudent; contíngat autem nobis ut uniónem revereámur et adorémus, ac indivísam Trinitátem tremámus et colámus, Maríam semper Vírginem, sanctum vidélicet Dei templum, eiusdémque Fílium et sponsum immaculátum láudibus celebrántes: quóniam ipsi glória in sǽcula sæculórum. Amen.
TRADUCCIÓN
Dios te salve, María, Madre de Dios, tesoro veneradísimo de todo el orbe, antorcha inextinguible, corona de virginidad, cetro de recta doctrina, templo indestructible, habitación de Aquél que es inabarcable, Virgen y Madre, por quien nos ha sido dado Aquél que es llamado bendito por excelencia, y que ha venido en nombre del Padre.
Salve a ti, que en tu santo y virginal seno has encerrado al Inmenso e Incomprehensible. Por quien la Santísima Trinidad es adorada y glorificada, y la preciosa Cruz se venera y festeja en toda la tierra. Por quien exulta el Cielo, se alegran los ángeles y arcángeles, huyen los demonios. Por quien el tentador fue arrojado del Cielo y la criatura caída es llevada al Paraíso. Por quien todos los hombres, aprisionados por el engaño de los ídolos, llegan al conocimiento de la verdad. Por quien el santo Bautismo es regalado a los creyentes, se obtiene el óleo de la alegría, es fundada la Iglesia en todo el mundo, y las gentes son movidas a penitencia.
¿Y qué más puedo decir? Por quien el Unigénito Hijo de Dios brilló como Luz sobre los que yacían en las tinieblas y sombras de la muerte. Por quien los Profetas preanunciaron las cosas futuras. Por quien los Apóstoles predicaron la salvación a los gentiles. Por quien los muertos resucitan y los reyes reinan, por la Santísima Trinidad.
¿Quién de entre los hombres será capaz de alabar como se merece a María, que es digna de toda alabanza? Es Virgen y Madre, ¡oh cosa maravillosa! Este milagro me llena de estupor. ¿Quién ha oído decir que al constructor de un templo se le prohiba habitar en él? ¿Quién podrá ser tachado de ignominia por el hecho de que tome a su propia Esclava por Madre?
Así, pues, todo el mundo se alegra (...); también nosotros hemos de adorar y respetar la unión del Verbo con la carne, temer y dar culto a la Santa Trinidad, celebrar con nuestros himnos a María, siempre Virgen, templo santo de Dios, y a su Hijo, el Esposo de la Iglesia, Jesucristo Nuestro Señor. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Salve a ti, que en tu santo y virginal seno has encerrado al Inmenso e Incomprehensible. Por quien la Santísima Trinidad es adorada y glorificada, y la preciosa Cruz se venera y festeja en toda la tierra. Por quien exulta el Cielo, se alegran los ángeles y arcángeles, huyen los demonios. Por quien el tentador fue arrojado del Cielo y la criatura caída es llevada al Paraíso. Por quien todos los hombres, aprisionados por el engaño de los ídolos, llegan al conocimiento de la verdad. Por quien el santo Bautismo es regalado a los creyentes, se obtiene el óleo de la alegría, es fundada la Iglesia en todo el mundo, y las gentes son movidas a penitencia.
¿Y qué más puedo decir? Por quien el Unigénito Hijo de Dios brilló como Luz sobre los que yacían en las tinieblas y sombras de la muerte. Por quien los Profetas preanunciaron las cosas futuras. Por quien los Apóstoles predicaron la salvación a los gentiles. Por quien los muertos resucitan y los reyes reinan, por la Santísima Trinidad.
¿Quién de entre los hombres será capaz de alabar como se merece a María, que es digna de toda alabanza? Es Virgen y Madre, ¡oh cosa maravillosa! Este milagro me llena de estupor. ¿Quién ha oído decir que al constructor de un templo se le prohiba habitar en él? ¿Quién podrá ser tachado de ignominia por el hecho de que tome a su propia Esclava por Madre?
Así, pues, todo el mundo se alegra (...); también nosotros hemos de adorar y respetar la unión del Verbo con la carne, temer y dar culto a la Santa Trinidad, celebrar con nuestros himnos a María, siempre Virgen, templo santo de Dios, y a su Hijo, el Esposo de la Iglesia, Jesucristo Nuestro Señor. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
SAN CIRILO DE ALEJANDRÍA. Homilía 4.ª en el Concilio de Éfeso. En Migne, Patrología Græca 77, cols. 995-996
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.