El presidente de la Conferencia Episcopal Española Juan José Omella y Omella se sumó a la “tradición” conciliar de conmemorar el “día mundial” de cualquier causa o cosa que le pongan. Bien, hoy 3 de Marzo, quiso conmemorar el Día Mundial de los Defectos de Nacimiento (establecido por la ONU el 3 de Marzo de 2015 frente a los miles de casos de malformaciones congénitas presentados por la epidemia del Zika el año anterior), el arzobispón de Barcelona quiso sumarse a la conmemoración trinando lo siguiente:
«Desde el momento en que nacemos, todos merecemos la vida. Todos somos seres humanos. Todos merecemos respeto. Todos somos especiales. Todos tenemos debilidades. Todos somos hijos de Dios y hermanos los unos de los otros #DíaMundialdelosDefectosCongénitos».
Ante el trino, las reacciones de los laicos (y algún que otro presbítero) no se hicieron esperar, recordándole la doctrina que predican ellos y que esgrimen contra el aborto, y es que la vida comienza desde la concepción. Por lo que Omella borró su trino para publicar otro, que va así:
«Desde el momento en que somos concebidos, todos merecemos la vida. Todos somos seres humanos. Todos merecemos respeto. Todos somos especiales. Todos tenemos debilidades. Todos somos hijos de Dios y hermanos los unos de los otros #DíaMundialdelosDefectosCongénitos».
Pero igual, sigue un error en el tuit de Omella: Todos somos criaturas de Dios desde la concepción, pero solo los bautizados en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica somos hijos de Dios. Sesenta años atrás, decir que «todos somos hijos de Dios» daría lugar a suspender la catequesis de 1.ª Comunión.
El episodio recuerda cuando el 9 de Enero el arzobispón de Chicago Blaise Cupich Mayhan trinó en su cuenta de Twitter «Como cristianos, nuestra misión es construir una cultura dedicada a
proteger la santidad de toda vida humana en cada etapa de su desarrollo
desde el nacimiento hasta la muerte natural. Continuemos orando por los
vulnerables y dando voz a los que no tienen voz», pero posteriormente borró cambiando «desde el nacimiento» por «desde la concepción» (lo que no lo libró de la monumental rechifla que recibió durante su discurso en la Marcha por la Vida ese día).
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