Noticia tomada de GLORIA NEWS. Comentario propio.
Betty Sanguin, de 86 años, se suicidó por eutanasia en una “ceremonia íntima” en el interior de la Iglesia protestante Unida de Churchill Park de Winnipeg (Canadá) el 9 de marzo, según un jubiloso Broadview.org (29 de abril).
En la primavera de 2021, a la suicida se le diagnosticó ELA, tras lo cual decidió suicidarse expresando su deseo de que “el procedimiento” tuviera lugar en su iglesia.
El equipo directivo de la iglesia aprobó por unanimidad la petición. Llamaron al acto maligno una “ceremonia de cruce”.
La ministra local Dawn Rolke ofreció una “bendición” expresando su creencia de que hubo una “presencia abrumadora de espíritu [maligno] durante la ceremonia”.
Un recordatorio: Lo que ocurre hoy en una iglesia protestante ocurrirá mañana en una católica.
COMENTARIO: La Iglesia Unida de Canadá fue fundada en 1925 cuando se fusionaron la Iglesia Metodista de Canadá, la Unión Congregacionañ de Ontario y Quebec, el 70% de las congregaciones de la Iglesia Presbiteriana en Canadá, y la Asociación de Iglesias Locales de la Unión (movimiento predominantemente de las provincias de la Pradera canadiense). Años después, el 1 de Enero de 1968, a esta se uniría la conferencia canadiense de la Iglesia Evangélica Hermanos Unidos (la conferencia estadounidense se fusionó con la Iglesia Metodista para formar la Iglesia Metodista Unida. En Filipinas, las congregaciones de esta iglesia se unieron a la Iglesia Metodista Filipina, la Iglesia Cristiana (Discípulos), la Iglesia Presbiteriana, la Iglesia Congregacional, la Iglesia Evangélica Unida de Cristo, la Iglesia Evangélica Nacional y algunos segmentos de la Iglesia Evangélica Metodista En Las Islas Filipinas para formar la Iglesia Unida de Cristo en Filipinas en 1948). Actualmente, es la denominación protestante más grande de Canadá, aunque sus cifras a 2019 apenas pasan los 388.363 miembros (su pico en membresía fue de 1’064.000 en 1964).
La IUC ha sido fuertemente criticada en varios artículos del diario National Post: (19 de agosto de 2009: “La Iglesia Unida es ciega al verdadero sufrimiento”; 14 de agosto de 2009: “El futuro incierto de la Iglesia Unida”), y el columnista Charles Lewis en su artículo “The split in the United Church” (La división en la Iglesia Unida), publicado el 14 de mayo de 2011, establece que la membresía a esta denominación está disminuyendo en forma sostenida a causa del enfoque de “gran carpa” de la iglesia hacia los creyentes, aceptando incluso a los ateos como miembros; falta de ortodoxia doctrinal (incluso demasiada libertad para los ministros que pueden cuestionar la existencia de Dios, la divinidad de Cristo o la autoridad de la Biblia, como fueron los casos de la ministra Margaret Ann “Gretta” Vosper Johnston y el Moderador general William Frederick Allen “Bill” Phipps Stinson –que como dato de color, murió cinco días antes que la señora Sanguin–), y demasiado énfasis en las causas sociales (aborto, eutanasia –que ellos mismos apoyaron en 2016, cuando se extendió a enfermedades no terminales–, ideología de género, ambientalismo, indigenismo, et álibi aliórum plurimórum) lo que hace que la Iglesia Unida sea indistinguible de muchos grupos seculares activistas.
Si ya de plano se sabía que por ser hereje protestante Betty Sanguin iba a parar al Infierno, con mayor razón lo es al apelar al suicidio. Y por más que Aleteia quiera hacer dorar la píldora recordando la wojtyliana carta Salvífici dolóris del 11 de Febrero de 1984, ese es el camino que seguirá la Secta deuterovaticana, que al igual que la Iglesia Unida de Canadá, se ha vuelto una activista secular mientras ve disminuir anualmente las cifras de sus miembros. Ya los obispones de Alemania y Nueva Zelanda expresaron su respaldo a sendas iniciativas legislativas de sus países, y el jesuitón Luis Francisco Ladaria Ferrer (en nombre de Francisco Bergoglio) disuadió a los obispones estadounidenses el negarle las inválidas galletas y el Kool Aid a los conciliares que apoyen tales políticas.
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