LA RESPUESTA CLAUDICANTE DE LOS OBISPONES ESTADOUNIDENSES AL DOCUMENTO ANTICATÓLICO DEL FBI

Noticia tomada de distintas fuentes.

  

  

El cardenal de Nueva York Timothy Michael “Vaca que ríe” Dolan Radcliffe, presidente de la Comisión para la Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, publicó el 16 de Febrero un comunicado en respuesta al documento interno del FBI indicando la vigilancia a los “Católicos Tradicionalistas Radicales” en el área de Richmond (Virginia), el cual va en el siguiente tenor:

«Permitidme primero ser claro: cualquiera que abrace el racismo o promueva la violencia está rechazando la enseñanza católica sobre la dignidad inherente de todas y cada una de las personas. La USCCB condena rotundamente tal extremismo y apoya plenamente el trabajo de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para mantener seguras a nuestras comunidades.

   

Estoy de acuerdo con mi hermano, el obispo Barry Knestout [de Richmond, N. del T.], en que el documento filtrado era, sin embargo, “preocupante y ofensivo” en varios aspectos, como su perfil religioso y su dependencia de fuentes dudosas, y me alegro de que haya sido rescindido. Alentamos a las autoridades federales encargadas de hacer cumplir la ley a que tomen las medidas adecuadas para garantizar que los aspectos problemáticos del memorando no se repitan en el trabajo de ninguna de sus agencias en el futuro».

  

Según Life Site News, el comunicado de Timothy Dolan (no relacionado con el difunto obispo sedevacantista Daniel L. Dolan) simple y llanamente se hace eco del comunicado del obispón de Richmond Barry Christopher Knestout Lucci, distinguiendo entre la Fraternidad Sacerdotal San Pedro y los grupos aludidos en el documento con la manida fórmula «No están en plena comunión con la Iglesia Católica Romana»:

«Personas de todos los grupos religiosos han encontrado durante mucho tiempo refugio en las protecciones constitucionales de nuestra gran nación. Todos buscamos compartir el don de Dios de la vida, disfrutar los frutos de la libertad que ofrece nuestra nación y ayudarnos unos a otros para asegurar el bien común.

    

Me alarmé al leer los informes escritos a fines de la semana pasada sobre el contenido del memorando interno creado por la Oficina de Campo de Richmond del Negociado Federal de Investigaciones. También me sorprendió conocer la mención de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro (FSSP), una orden religiosa que celebra la forma tradicional de la Misa católica. La FSSP ha servido con devoción durante muchos años a las parroquias de nuestra comunidad católica y a los fieles de nuestra diócesis que aprecian esta forma de misa católica en nuestra diócesis.

   

El documento filtrado debería ser preocupante y ofensivo para todas las comunidades de fe, así como para todos los estadounidenses. Agradezco al Fiscal General de Virginia y a los 19 fiscales generales que han pedido al gobierno que publique todos los materiales relacionados con la producción de este memorando. Si existe evidencia de extremismo, debe eliminarse, pero no a expensas de la libertad religiosa. La preferencia por las formas tradicionales de culto y la adhesión estricta a las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia, la sexualidad humana y la dignidad de la persona humana no equivalen a extremismo.

   

La libertad religiosa es un asunto importante reconocido cada Junio por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) en la que mis hermanos obispos y yo valoramos y celebramos la Semana de la Libertad Religiosa. Más recientemente, el 16 de Enero de 2023, EE. UU. celebró el Día de la Libertad Religiosa con el Presidente de Libertad Religiosa de la USCCB, el cardenal Timothy M. Dolan, y señaló que “no hay libertad sin la verdad”. Espero que lleguemos a la verdad del memorando publicado la semana pasada.

   

Nuestra fe y nuestra Iglesia nos instruyen a ser un pueblo de paz y defender la dignidad humana. No aprobamos la violencia. Como escribió el Papa Francisco en su carta de 2017 para la celebración del Día Mundial de la Paz, “la violencia profana el nombre de Dios” y “… el nombre de Dios no puede usarse para justificar la violencia. Sólo la paz es sagrada”.

   

Hago un llamado a todos los representantes nacionales de la Mancomunidad de Virginia en la Cámara y el Senado para que ejerzan su función de supervisión, condenen públicamente esta amenaza a la libertad religiosa y garanticen que tales delitos contra el libre ejercicio de la religión protegido constitucionalmente no ocurran. de nuevo. El racismo, la intolerancia religiosa, la violencia y la discriminación no tienen cabida en nuestra Iglesia ni en nuestras enseñanzas».

  

Barry Christopher Knestout, obispón de Richmond, y su madre Caroline Mae Lucci 

  

Barry Christopher Knestout Lucci nació el 11 de Junio de 1962, hijo del ex agente de Seguridad Nacional y “diácono permanente” Thomas Knestout y su esposa Caroline Mae Lucci (ambos fallecidos). Fue “instalado” presbítero el 24 de Junio de 1989 por James Aloysius Hickey, y obispón el 29 de Diciembre de 2008 por  el cardenal Donald Wuerl, ambas con el inválido rito montini-bugniniano. Conocido en Washington como “vice Wuerl”, fue promovido a la sede de Richmond el 12 de Enero de 2018. Knestout es controversial por su cercanía con el hoy laicizado Theodore McCarrick (cuyo secretario personal fue entre 2003 y 2004). Cuando fue instalado obispón, Knestout dijo con orgullo que quiso honrar a McCarrick en sus armas episcopales.

El memorando titulado “El interés de los extremistas violentos por motivos raciales o étnicos en la ideología católica tradicionalista radical casi seguramente presenta nuevas oportunidades de mitigación” publicado por la oficina del FBI en Virginia y presenta como objetivo a los grupos Catholic Family News, The Remnant, Centro de Fátima, Tradition in Action, Esclavos del Inmaculado Corazón de María, Culture Wars, In the Spirit of Chartres, Christ or Chaos, y Catholic Apologetics International. El informe usa como referencia un libelo difamatorio del grupo de presión izquierdista “Centro Legal para la Pobreza Sureña” (que por tantos años había sido rechazado como referencia por el ente investigador), y tres artículos anticatólicos publicados en los sitios izquierdistas Salon y Atlantic.

  

Al ser revelado el documento por el exagente Kyle Seraphim, y frente a las críticas suscitadas, el FBI se “retractó” del mismo afirmando que no cumplía con los “estrictos estándares” del negociado. Seraphim dijo al respecto en su cuenta de Twitter: «El FBI no confirma la información, pero lo confirmaron. Porque fueron interpelados. No porque NUNCA lo aprobarían. Lo aprobaron, y están avergonzados. Esta es la única manera».