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sábado, 16 de diciembre de 2023

NO VA MÁS LA “COMUNIDAD DE LOYOLA”


La “Comunidad de Loyola”, fundada en 1984 por Ivanka Hosta y el presbítero exjesuita (hoy diocesano) Marko Iván Rupnik Kaučič, acusado de abusos sexuales y de conciencia, fue disuelta oficialmente por el Dicasterio para la Vida Religiosa, informó la archidiócesis de Liubliana (Eslovenia) en un comunicado. El proceso de liquidación durará un año.

La visita canónica [= comisariamiento] había sido realizada en 2020 por el pbro. Amedeo Cencini FCC, sor Marisa Adami SFF y Victor Iván Papež OFM tras una investigación ordenada por el vicariato de Roma luego de la visita del arzobispo de Liubliana (Eslovenia) Stanislav Zore Poljanšek OFM en 2019. En la visita canónica se constataron:
  • Abusos de autoridad, conciencia y gestión por parte de la fundadora y superiora general (“Primera hermana responsable” según las constituciones) Hosta, y
  • Fallas graves constitucionales como
    • No distinguir el fuero interno del fuero externo.
    • Irrespeto a la libertad personal
    • Obediencia entendida como saber interpretar los deseos de la fundadora.
La comunidad había sido fundada en 1984 por algunas mujeres miembros de la Comunidad de Vida Cristiana (clandestina en la antigua Yugoslavia –de la que Eslovenia era parte–) que eran dirigidas espiritualmente por Rupnik, y en 1993 (un año antes de constituirse canónicamente por decreto del arzobispón de Liubliana Alojzij Šuštar Kukenberger el 29 de Agosto de 1994) tuvieron la primera división: cuando empezaron a conocerse los abusos de Rupnik, fue apartado como director espiritual de facto de la comunidad, pero él y otras cuatro religiosas (entre ellas Maria Campatelli) se fueron a Roma para formar el Centro “Ezio Alleti”. Ivanka Hosta impuso la omertá (silencio absoluto) sobre el particular.

Ivanka había sido inicialmente suspendida de sus funciones, y al concluir la investigación por el Vicariato de Roma, fue destituida e inhabilitada para cualquier cargo o función de gobierno, incluida la dirección espiritual, fue enviada a Braga (Portugal) y se le prohibió mantener cualquier comunicación directa o indirecta con miembros y exmiembros de la comunidad por tres años (cada semestre deberá rendir informe), y peregrinar una vez al mes por un año a un santuario mariano orar por las víctimas de Rupnik y su otrora comunidad.

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