Ni bien creado cardenal, el inglés Arthur Roche, prefecto del Dicasterio deuterovaticano para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, dio una entrevista a The Tablet y National Catholic Reporter, donde censuró a los seguidores de la Misa tradicional por “oponerse obstinadamente” a lo que “la Iglesia ha decretado, lo cual es muy grave”. Roche dijo:
«El concilio es la más alta legislación que existe en la Iglesia. Si lo rechazas, te estás situando en los márgenes, en el borde de la Iglesia, te estás volviendo más protestante que católico. Después de dos guerras mundiales que se iniciaron en el corazón de la Europa cristiana, era obvio que se necesitaba una enorme reforma dentro de la Iglesia. Esa reforma se está dando, pero es un proceso lento porque hay quienes están dando largas al respecto y no sólo dando vueltas sino oponiéndose obstinadamente a lo que la Iglesia realmente ha decretado. Eso es un asunto muy grave. Al final, la gente tiene que preguntarse: ¿soy realmente católico o soy más bien protestante?».
Dejemos de lado que el rito montini-bugninano no es lo mismo que
“Sacrosánctum Concílium” pidió, y que es ilícito para un católico
resistir los decretos solemnes de los concilios o las directrices
universales del Sumo Pontífice a quien reconoce, para centrarnos en este
párrafo.
Roche llama «protestante» en sentido peyorativo a los tradicionalistas, algo irónico si recordamos que
- El decreto “Unitátis redintegrátio”, en su sección 3.ª dice:
«Los hermanos separados [= protestantes] practican no pocos actos de culto de la religión cristiana, los cuales, de varias formas, según la diversa condición de cada Iglesia o comunidad, pueden, sin duda alguna, producir la vida de la gracia, y hay que confesar que son aptos para dejar abierto el acceso a la comunión de la salvación. Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la gracia y de la verdad que se confió a la Iglesia».
- El rito de ordenación modernista es tan semejante al de los anglicanos que cae en la misma condena de nulidad que aquél recibió en “Apostólicæ Curæ”.
- El Novus Ordo Missæ de Montini-Bugnini (cuyo primer antecedente fue el servicio luterano celebrado por Andrés Bodestein el 25 de Diciembre de 1521) fue creado teniendo como asesores a seis pastores protestantes, y que incluso los mismos protestantes reconocen que se sienten cómodos con éste.
- Las relaciones con el protestantismo han sido cordiales en las últimas seis décadas (a partir del 2 de Diciembre de 1960), y que inclusive Bergoglio llamase a Martín Lutero/Ludero «Testigo del Evangelio», y confesar que en una ocasión presidió personalmente un servicio luterano en Buenos Aires.
Y sobre todo (y esto debe recordarlo bien Míster Roche porque estuvo ahí) que él participó en el rezo de las Vísperas anglicanas en la Basílica de San Pedro el 13 de Marzo 2017, ¡dando la homilía!
Procesión para las Vísperas anglicanas en la Basílica de San Pedro (13 de Marzo de 2017). Roche es el de hábito coral morado.
Como veis, a Roche (y también a todo novusordita y pseudotradi que osare equiparar el sedevacantismo con el protestantismo) le cae la popular frase inglesa de origen quijotesco «The pot calling the kettle black» (original: «Dijo la sartén a la caldera: ‘Quítate allá, ojinegra’», Don Quijote de la Mancha, segunda parte, cap. LXVII). O mejor, aprovechando la riqueza del español para insultar: «EL BURRO HABLANDO DE OREJAS».
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