Los que propenden por “acuerdos” con la Roma Modernista deben comprender que esos acuerdos les generan obligaciones y que deben cumplirlas para seguir disfrutando de su patente de corso como “tradicionalistas en plena comunión”. Aquí un ejemplo práctico de este “derecho de piso”:
En la archidiócesis de San Pablo-Mineápolis (Estados Unidos), la parroquia Todos los Santos en la ciudad de Mineápolis, administrada desde el año 2013 por la Fraternidad Sacerdotal San Pedro, tendría que cumplir con el permiso del arzobispón local en permitir que un contrayente luterano reciba la “comunión” en el matrimonio para cumplir las directrices ecuménicas establecidas por la archidiócesis, a saber:
«Si bien es recomendado por algunas diócesis que los matrimonios [mixtos] sean celebrados fuera de la liturgia eucarística, los documentos más recientes indican que bajo ciertas condiciones, el obispo local puede extender el permiso para compartir la eucaristía con un cónyuge no católico» [ARCHIDIÓCESIS DE SAN PABLO-MINEÁPOLIS, Documento “Lutheran-CatholicMarriage” (Matrimonio luterano-católico), 4 de Junio de 1995].
Debe preguntarse ahora a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que se ufana porque los obispones Vitus Huonder, Joseph Edward Strickland Hart y Atanasio Antonio Schneider Trautmann ORC (el uno en uso de retiro, los otros en servicio activo) dijeron que «no son cismáticos» a diferencia de los «odiados y odiosos» sedevacantistas, que constantemente advierten y les recuerdan que tales capitulaciones son una traición y no les garantizarán nada, ¿ESTARÉIS DISPUESTOS A IMPLEMENTAR MEDIDAS COMO ESA?
No sé si debería uno siquiera importarle lo que piensen estos obispones.
ResponderEliminarPero por otro lado, los obispos sedevac no le saben a la propaganda entonces igual y es mala prensa.
Lo que los obispones piensen no tiene nada de importancia, pero hay que mostrar para que se vea quién es el enemigo, cuáles son sus armas, y saber cómo se ha de combatir. Y en este caso (el de Strickland), es evidente que él (igual que el antisedevacantismo) tienen un enredo intelectual y moral.
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