lunes, 8 de mayo de 2023

HUONDER: «FRANCISCO ME DIJO QUE LA FSSPX NO ES CISMÁTICA». ¿DE QUÉ VALE?

Traducción del artículo publicado en NOVUS ORDO WATCH.
   
EL OBISPO HUONDER DICE QUE FRANCISCO LE DIJO QUE LA FSSPX NO ES CISMÁTICA. ¿QUÉ VALE ESO?
Una revisión informativa de la realidad…
  

Está siendo tendencia un vídeo del obispo del Novus Ordo retirado Vitus Huonder (* 1942).
   
Huonder, otrora ordinario de Coira (Suiza), ha estado respaldando a la Fraternidad de San Pío X de algunos años para acá. La Fraternidad, abreviada ‘SSPX’ en Estados Unidos y Canadá, y ‘FSSPX’ en el resto del orbe, fue fundada en 1970 por el Arz. Marcel Lefebvre para entrenar sacerdotes para la Misa Latina Tradicional y promover la Fe Católica Romana como había sido conocida y enseñada hasta el Concilio Vaticano II (1962-1965).
   
Los ‘lefebvristas’ comenzaron con plena aprobación eclesiástica, pero luego incurrieron en un status canónico irregular por desacuerdos con el Vaticano modernista, todo el camino cuesta arriba hasta la excomunión automática para los directamente involucrados en la consagración no autorizada de obispos en 1988, que el ‘papa’ Juan Pablo II denunció inmediatamente como un “acto cismático”.
   
Por aproximadamente diez años, las relaciones entre los líderes de la FSSPX y el Vaticano permanecieron congeladas, pero a finales de los 1990s, se dieron los pasos iniciales en aras de una eventual reconciliación.
  
En 2015, el ‘cardenal’ Gerhard Ludwig Müller  de la Congregación vaticana para la Destrucción de la Fe le pidió al ‘Obp.’ Huonder ir a conocer a los lefebvristas tanto teológica como personalmente, con el resultado (no planeado) que el ordinario suizo devendría no solo muy afecto a la FSSPX sino que básicamente acabó coincidiendo con ellos. Cuando su mandato diocesano acabó en 2019, Huonder decidió retirarse a una de las casas de la Fraternidad, presuntamente con la aprobación tácita del ‘papa’ Francisco (Jorge Bergoglio).

Desde entonces, Huonder (cuya consagración episcopal de 2007 en el rito Novus Ordo debe ser considerada inválida) no se ha abstenido de realizar funciones litúrgicas para la FSSPX, como la reciente ‘consagración’ de los santos óleos en Alemania, lo cual tiene horrendas repercusiones para las administraciones de la confirmación y la extremaunción en que se usen estos óleos inválidos.
  
«LA GRAN HERIDA»
El 24 de Abril de 2023, Huonder publicó la primera parte de una serie de tres vídeos titulada “La gran herida”. Titulado “Mi viaje a la FSSPX”, este episodio inicial muestra a Huonder explicando cómo acabó en la Fraternidad San Pío X, un paso inusual para un obispo del Novus Ordo:
   
(Subtítulos en inglés disponibles haciendo clic al icono de la rueda dentada).
      
Hablando en alemán con un leve acento suizo, Huonder hace una presentación calmada y amable que sin duda tendrá un gran impacto en muchos.
    
En el minuto 12:08, Huonder dice (original alemán con nuestra traducción):
«Der Grund zum Handeln war für den Erzbischof in erster Linie das Heil der Seelen, ebenso die Erhaltung der Reinheit des Glaubens. Denn der Glaube ist der Weg zum Heil; er darf daher nicht verfälscht werden. Von diesem Grundsatz aus muss die Bruderschaft und ihr Gründer betrachtet und beurteilt werden. In diesem Sinn hat sich Papst Franziskus mir gegenüber geäußert und gesagt: Sie sind keine Schismatiker».
TRADUCCIÓN
«Para el arzobispo, la razón principal y más importante para actuar fue la salvación de las almas, como también la salvaguardia de la pureza de la fe. Porque la Fe es el camino de la salvación, lo cual es porque esta no debe ser cambiada. Es desde esta premisa que deben ser vistos y evaluados la Fraternidad y su fundador. En este sentido, el Papa Francisco me habló y dijo: “Ellos no son cismáticos”».
Hasta aquí las palabras textuales del Sr. Huonder.
     
REACCIONES PREDECIBLES DE DISTINTAS ORILLAS
Pronto, el alegado comentario de Francisco que los lefebvristas no son cismáticos atrajo la atención en internet, con los partidarios de la FSSPX usándolo como una suerte de porra «¡Mira, el Papa coincide en que somos católicos!», mientras que los oponentes de la Fraternidad cuestionan la veracidad de la información de Huonder o el significado de la consideración bergogliana [incluso, el redactor en jefe de Kath.ch, el informativo oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de Suiza, pidió una investigación canónica contra Huonder, N. del T.].

Así, el apologista de la FSSPX Kennedy Hall, que acaba de publicar su más reciente libro, FSSPX: La Defensa, no tardó en usar la nueva como una corroboración para su postura. A la visconversa, el apologista del Novus Ordo Michael Lofton desafió inmediatamente el relato, afirmando ser una mala representación de las palabras de Huonder decir que Francisco no cree que la FSSPX esté objetivamente en cisma.
   
Según Lofton, Francisco quiso decir solamente que la FSSPX no está en cisma desde el punto subjetivo. Si bien esta puede ser una conjetura legítima, Lofton no puede probarla. Ítem, pensamos que sería darle a Bergoglio demasiado crédito pensar en primera instancia que él tenga algún uso para tales distinciones (subjetivo vs. objetivo), distinciones que son simplemente demasiado rígidas, demasiado escolásticas, no suficientemente dinámicas. También, como adherente de la eclesiología del Vaticano II, uno puede preguntarse para empezar qué significado tiene la noción de cisma para el falso papa. Él definitivamente no está terriblemente preocupado sobre ello.
   
Con respecto a la postura de Hall, obviamente es de esperar que él se concentre en una aparente confirmación ‘papal’ de lo que él mismo ha estado argumentando. Aun así, hay un punto de crítica diferente que debería surgir, y es el curioso hecho que algunas personas no ven problema en usar las presuntas palabras de Francisco como una evidencia de su status como buenos católicos.
   
Francamente, un apoyo del apóstata más destructivo que el mundo haya conocido no es algo que un católico quisiera poner en su resumen teológico. Por favor, perdonad la analogía, pero un sello bergogliano de aprobación equivale teológicamente a un practicante de abortos certificando las credenciales de una partera.
   
¿Es demasiado áspero? No lo es. Revisemos al menos una pequeña fracción de los hechos aplicables.
    
JORGE BERGOGLIO, ¿FARO DE LA ORTODOXIA Y PRINCIPIO DE UNIDAD?
Primero que todo, será bueno recordar que al estar en comunión con Francisco, necesariamente se está unido con otras personas que él reconoce están unidas con él. Eso incluye personajes como Georg Bätzing, Helmut Dieser, Robert McElroy, Timothy Radcliffe, James Martin, Reinhard Marx, Franz-Josef Bode, Richard Rohr, Blase Cupich, y John Stowe, para empezar.
   
Con respecto a declarar que los cismáticos son católicos en plena comunión, los partidarios de la FSSPX deberían recordar muy bien que en 2018 Francisco declaró regularizada simplemente a la jerarquía paralela de la cismática Iglesia Comunista China, tornándolas así como “pastores legítimos católicos” y apuñalando por la espalda a la heroica Iglesia clandestina perseguida.
   
En lo que concierne al registro teológico de Bergoglio, sería imposible hacerle justicia en una sola publicación como esta. La lista de sus errores teológicos, herejías, blasfemias e impiedades es prácticamente infinita. Sin embargo, proporcionaremos algunos de los ejemplos más memorables. ¿Los recuerdas?
   
El ‘Papa’ Francisco bendice uniones adúlteras y alienta a los travestis en sus desórdenes.
   
Él instruye a sus presbíteros que nunca le nieguen la absolución a un penitente, sin importar las circunstancias, y dice que la fornicación duradera con una y la misma persona constituye un “verdadero matrimonio”, y esto es evidente por la “fidelidad” de las personas.
   
Él afirma que los pecados de la carne son «los pecados menos graves», al contrario que el proselitismo, que él considera «el pecado más grave que un misionero puede cometer».

Sus actos magisteriales incluyen la blasfemia descarada, como la idea que Dios quiere que haya una diversidad de religiones, y su enseñanza que Dios a veces quiere que las personas cometan adulterio (ver ‘Exhortación Apostólica’ Amóris Lætítia, n. 303). Por otra parte, él advierte que golpear a una mujer es “blasfemia”.
   
Él enseña que los luteranos son miembros del Cuerpo Místico de Cristo y regala un cáliz eucarístico a un ministro luterano para usarlo en sus inválidos servicios de comunión.
   
Bergoglio alienta a los budistas en el budismo, los musulmanes en el islam, y a los judíos en el judaísmo. Él cree que los católicos necesitan a los protestantes y da las reliquias más sagradas de la Iglesia a herejes y cismáticos.
   
Para asegurar que no ofenda los sentimientos de nadie (excepto los de los católicos), él omite la bendición papal y pone a los ateos muertos en el Cielo.
   
Este ‘Papa’ dice que las calamidades naturales no son el resultado de Dios Padre castigándonos, sino que es la ‘Madre Tierra’ en una rabieta.
   
Él no evangeliza a los jóvenes sino que parlotea tonterías con ellos. Cuando le pregunta sobre por qué Dios permite que los inocentes sufran, afirma falsamente que «no hay respuesta».
   
Cuando él da diez consejos para una vida feliz, ninguna de ellas tiene nada que ver con la religión o lo sobrenatural.
   
   
La única vez que él menciona el Infierno es para negarlo, hacer chistes, o advertir a la mafia.
   
   
Oh, y mientras él la agrega, también redefine el concepto de verdad.
   
Que alguien todavía piensa que, incluso después de diez años, Bergoglio debería aún dársele el famoso beneficio de la duda, él ha hecho claro que no le importa si alguien dice que él es hereje, y desdeña las acusaciones de herejía, especialmente cuando son hechas contra él. Oh, y por supuesto, dice que Martín Lutero “no se equivocó” sobre la justificación (lo que implica que en cambio el Concilio de Trento erró al condenar las herejías luteranas).
   
Por encima y más allá de todo eso, Bergoglio no es exactamente una persona confiable. Al contrario, muy frecuentemente se expresa en formas que admiten más de una interpretación, o le dice diferentes cosas a personas diferentes; y cuando se reúne con gente en privado, no emite después un comunicado con los contenidos de la reunión sino en cambio les permite a sus interlocutores causar escándalo haciendo las declaraciones más agrestes sobre “lo que el Papa les dijo a ellos”, mientras él mismo guarda un silencio irreverente.
   
Y ahora este faro de la Fe y la moral, este garante de la ortodoxia, esta roca contra la cual no prevalecerán las puertas del Infierno, que está comprometido con la verdad y nada más que la verdad, presuntamente ha dicho que la Fraternidad San Pío X no es cismática.

Felicidades, lefebvristas.
  
BERGOGLIO Y LA FRATERNIDAD SAN PÍO X
Nunca un caso está más lejos de ser resuelto como cuando el ‘Papa’ Francisco hace un pronunciamiento respecto a él.
   
En 2021, cuando Francisco publicó el edicto Traditiónis Custódes aplastando la Misa Tradicional, también publicó una carta explicatoria anexa. En esa carta, el pseudopapa escribió:
«Son evidentes para todos las razones que movieron a san Juan Pablo II y a Benedicto XVI a conceder la posibilidad de utilizar el Misal Romano promulgado por san Pío V, editado por san Juan XXIII en 1962, para la celebración del Sacrificio Eucarístico. La facultad, concedida por un indulto de la Congregación para el Culto Divino en 1984 [Congregación para el Culto Divino, Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales “Quáttuor abhinc annos”, 3 de Octubre de 1984: AAS 76 (1984) 1088-1089] y confirmada por San Juan Pablo II en el Motu proprio Ecclesia Dei de 1988 [Juan Pablo II, Carta Apostólica en forma de Motu Próprio “Ecclésia Dei”, 2 de julio de 1988: AAS 80 (1998) 1495-1498], estaba motivada sobre todo por el deseo de favorecer la recomposición del cisma con el movimiento guiado por Mons. Lefebvre. La petición dirigida a los obispos de acoger generosamente las “justas aspiraciones” de los fieles que pedían el uso de ese Misal, tenía por tanto una razón eclesial para recomponer la unidad de la Iglesia» (Fuente; subrayas agregadas).
   
En 2016, Francisco dijo en una entrevista con el periódico francés La Croix que los adherentes de la FSSPX «son católicos [!] en camino a la plena comunión», lo que sea que eso signifique.
   
Poco después, el Obp. Bernard Fellay, entonces Superior General de la Fraternidad San Pío X, en una entrevista a Ed Pentin, en la cual explicó que Francisco considera que la FSSPX sea Católica, añadiendo que la doctrina no es importante para él. Su Excelencia debe haber sido candorosamente inconsciente de las implicaciones irónicas de estas palabras.
   
Es verdad que Bergoglio se ha esforzado en ser amable con la FSSPX, incluso antes que usurpando la Cátedra de San Pedro en 2013. Pero, considerando todo lo demás que sabemos sobre él, sería ingenuo pensar que esto demuestra algún tipo de afecto de parte suya para con los “católicos pre-Vaticano II”.
   
Un análisis más sensato toma en cuenta que en el ejercicio diario de su presunto oficio, Francisco muestra un odio obsesivo por la Misa Latina Tradicional y por la creencia y praxis católica tradicional. Cuando está en pleno control, brega severamente con aquellos que él sospecha albergan un “criptolefebvrismo” y que no son lo suficientemente progresistas para su gusto.
   
Por tanto, una teoría más razonable es que Francisco ha mostrado una gran amabilidad para con la FSSPX precisamente porque todavía no tiene pleno control sobre ellos. Por ende, necesita cortejarlos de alguna forma, y sabe que ellos también tienen un interés en ser aceptados por él, puesto que necesitarán más obispos antes que sea tarde, y una consagración episcopal sin aprobación ‘papal’ resulta en excomunión automática.
   
Francisco es un político y estratega muy astuto. Las personas harían bien en no subestimarlo.
  
LA ECLESIOLOGÍA DE LA FSSPX SE ENCUENTRA CON LA ECLESIOLOGÍA DEL VATICANO II
Uno pensaría que no debería ser tan difícil determinar si cierta fraternidad sacerdotal es católica o cismática. ¿Rechazan o no la sumisión al Romano Pontífice, y/o rehúsan estar en comunión con otros miembros de la Iglesia? Ese sería el enfoque teológico al asunto.
   
Para prepararte por un intento de respuesta, te aconsejamos que te ajustes el cinturón porque esto nos llevará a los más profundos abismos del Absurdistán eclesiológico.
   
Tratar de determinar el status de la Fraternidad San Pío X frente a la ‘Santa Sede’ Novus Ordo es básicamente una tarea imposible. La razón para ello es que ni la Iglesia del Vaticano II ni la FSSPX adhieren a la eclesiología católica tradicional, de la cual se toman los conceptos de cisma y unidad católica. Ambas partes sostienen visiones distorsionadas de esto, como se sigue:
   
Los lefebvristas, siguiendo a su fundador, creen en una Iglesia Católica que también, a veces, es una falsa iglesia, o al menos posee elementos de una falsa iglesia; y ellos se declaran estar en comunión con la verdadera Iglesia (en la medida que esta es la verdadera Iglesia) y fuera de la comunión con la falsa iglesia (en la medida que lo es tal). Ellos también demuestran una y otra vez que ellos mismos, y no Roma, se consideran los árbitros finales de su propia ortodoxia y unión con la Santa Sede (excepto, tal vez, que la Santa Sede coincida con su juicio).
   
Esto puede verse, por ejemplo, en la carta que el Superior General de la FSSPX y otros superiores enviaron al ‘cardenal’ vaticano Bernard Gantin el 6 de Julio de 1988, en respuesta a la declaración de su excomunión:
Écône, 6 de Julio de 1988.
  
Eminencia,
  
Reunidos en torno a nuestro Superior General, los Superiores de los Distritos, Seminarios y casas autónomas de la Sociedad Sacerdotal San Pío X tenemos a bien expresarle respetuosamente a Vd. las siguientes reflexiones.
  
Usted pensó bien, por su carta del 1 de Julio, al informar a sus Excelencias el Arzobispo Marcel Lefebvre, el Obispo Antônio de Castro-Mayer, y los cuatro Obispos que ellos consagraron el 30 de Junio, en Écône, de la excomunión latæ senténtiæ. Dejamos a Vd. juzgar por sí mismo el valor de tal declaración, viniendo de una autoridad que, en su ejercicio, rompe con todos sus predecesores hasta el Papa Pío XII, en el culto, enseñanza y gobierno de la Iglesia.
  
En cuanto a nosotros, estamos en plena comunión con todos los Papas y Obispos antes del Concilio Vaticano II, celebrando precisamente la Misa que ellos codificaron y celebraron, enseñando el Catecismo que ellos compusieron, de pie contra los errores que ellos muchas veces condenaron en sus encíclicas y cartas pastorales. Dejamos a Vd. juzgar en qué lado de la ruptura será encontrado. Nosotros estamos extremadamente entristecidos por la ceguera de espíritu y la dureza de corazón de las autoridades romanas.
  
Por otra parte, nunca deseamos pertenecer a este sistema que se llama a sí mismo la Iglesia Conciliar, y se define a sí misma con el Novus Ordo Missæ, un ecumenismo que lleva al indiferentismo y la laicización de toda la sociedad. Sí, nosotros no tenemos parte, nullam partem habémus, con el panteón de las religiones de Asís; nuestra propia excomunión por un decreto de Su Eminencia o de otra Congregación romana sólo sería la prueba irrefutable de esto. Nada mejor pedimos que ser declarados fuera de la comunión con este espíritu adulterino que ha estado soplando en la Iglesia por los últimos 25 años; nada mejor pedimos que ser declarados fuera de esta impía comunión de los impíos. Nosotros creemos en el Único Dios, Nuestro Señor Jesucristo, con el Padre y el Espíritu Santo, y siempre permaneceremos fieles a Su única esposa, la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana.
   
Ser públicamente asociados con esta sanción que es infligida sobre los seis Obispos Católicos, Defensores de la Fe en su integridad y entereza, sería para nosotros un sello de honor y una señal de ortodoxia ante los fieles. Ellos de hecho tienen un estricto derecho a conocer que los sacerdotes que les sirven no están en comunión con una iglesia impostora, promotora de la evolución, el pentecostalismo y el sincretismo. En unión con estos fieles, hacemos nuestras las palabras del Profeta: “Præparáte corda vestra Dómino et servíte Illi soli: et liberábit vos de mánibus inimicórum vestrórum. Convertímini ad Eum in toto corde vestro, et auférte deos aliénos de médio vestri - Abrid vuestros corazones al Señor y servidle a Él solo: y Él os librará de las manos de vuestros enemigos. Convertíos a Él de todo corazón, y apartad de entre vosotros los dioses extranjeros” (I Reyes 7, 3).
  
Confiando en la protección de Aquella que ha aplastado a todas las herejías en el mundo, le aseguramos a Su Eminencia nuestra dedicación a Aquél que es el único Camino de Salvación.
  
P. Franz Schmidberger, Superior General
   
[Sigue la lista de co-firmantes]

(Fuente: “Carta Abierta al Cardenal Gantin”, en El Arzobispo Lefebvre y el Vaticano, págs. 136-138; cursivas propias del original; subrayas agregadas).
Ahora, uno puede, por supuesto, simpatizar con el clero de la FSSPX y su gente, considerando las frustraciones y luchas con las que tuvieron que lidiar frente a la apostasía de la Nueva Iglesia. Sin embargo, eso no tiene nada que ver con la presente discusión. No estamos interesados ​​en evaluar la buena voluntad personal, la santidad o la culpabilidad de los individuos, que de todos modos no nos corresponde juzgar. Más bien, sólo nos interesa evaluar, con bastante objetividad, la teología de los lefebvristas.
   
A la luz de la doctrina católica tradicional, la eclesiología presentada en su carta al ‘cardenal’ Gantin es un tren descarriado, y necesariamente, puesto que los autores intentan ajustar tanto la Iglesia Católica y la fraudulenta ‘Iglesia Conciliar’ en una y la misma entidad y luego se declaran estar en comunión con una parte pero no con la otra.
   
Por su parte, los modernistas del Vaticano II también tienen una eclesiología grotesca. Ellos creen que hay varios grados de comunión por los cuales los católicos y otras «iglesias cristianas y comunidades eclesiales» participan en la única Iglesia en alguna medida: los católicos plena y perfectamente, y los acatólicos parcial o imperfectamente. Así, los “elementos eclesiales” son de hecho presentes en la Fraternidad San Pío X, pero también están presentes en los Ortodoxos orientales, en los luteranos, y en prácticamente cualquier entidad que tenga un bautismo válido. Esta eclesiología del Vaticano II es explicada con gran detalle en los siguientes enlaces:
Uno puede ver fácilmente cómo la noción católica de cisma como rechazo a la sumisión al Romano Pontífice no ajusta perfectamente en ninguna de estas extrañas eclesiologías. Así, para intentar determinar si la FSSPX está en cisma, en el contexto de alguna de las posturas anterior descrita, no puede llegar sino a un absurdo teológico. Es como forzar a un bloque cuadrado entrar en un agujero redondo. Si puede hacerse, será solo dañando el agujero, o el bloque, o ambas.
   
La siguiente presentación sucinta ilustra un poco mejor este enigma.

Respecto a la FSSPX:
pero el problema es que
y por ende
  • la FSSPX se reserva el derecho de determinar cuándo la Roma que enseña, legisla y santifica es la Roma Eterna que debe ser obedecida, y cuándo es la Roma Modernista que debe ser resistida.

Respecto al Vaticano:
pero al mismo tiempo
entonces, ¿a quién le importa?

Así, podemos ver que ambas partes en este confuso conflicto están operando sobre la base de una eclesiología totalmente absurda, y por ende no sorprende que cuando intentas unir las dos posturas, consigues un absurdo en zancos. Eso es precisamente lo que continuamos presenciando en los debates sobre si la FSSPX está en cisma o no, y es por eso que el debate nunca llegará a ninguna parte.
  
El meollo del asunto es que uno puede encontrar de ambos lados fragmentos y piezas de evidencia en favor de cada postura. Es por eso que la FSSPX trata de mantener una doctrina esquizofrénica sobre la Iglesia, y el Vaticano es también una mezcolanza desesperada de teología extraña y contradictoria, con las propias declaraciones y acciones de Francisco llevando el absurdo al siguiente nivel.
   
Lo que esto significa en últimas es que el debate de nunca acabar sobre el preciso status canónico de la FSSPX respecto a la Iglesia del Vaticano II es una colosal pérdida de tiempo. Uno conseguiría mayor éxito en tratar de clavar yogurt a una pared.

1 comentario:

  1. En realidad el hereje formal y material del impostor Jorge Mario Bergoglio, lo menos que le interesa es la FSSPX y el autoproclamado tradicionalismo, sean estos lefebvristas o sedevacantes, más me atrevo decir que les tiene cierta simpatía como lo demostró mientra era arzobispo de Buenos Aires, si por él fuera, ya hace rato hubiese normalizado todo esto, pero leme al ala hiper modernista y al poder judaico mundial. por eso es que no lo hace, hemos de recordar que Bergoglio tiene otros jefes.

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