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lunes, 30 de septiembre de 2024

DESAPARECE RELIQUIA DE CARLO ACUTIS EN FERIA AGRÍCOLA (Y SE QUEDA SIN CATEDRAL)


Un mechón de cabello perteneciente al chico de póster y “beato” Carlo Acutis Salzano (cuya “canonización” se espera para el próximo 2025) desapareció de una mesa donde estaba expuesta en el Concurso Nacional de Arado en Ratheniska (condado de Laois, Irlanda) la semana pasada, informó Irish Times.

La “reliquia”, conservada en una pequeña caja negra de 2,5 centímetros, había sido llevada al evento por el presbítero fray Brian Shortall OFM Cap., director del Apostolado del Padre Pío y párroco de San Francisco de Asís en el distrito dublinés de Priorswood, junto con reliquias del Padre Pío, como parte de una gira para promoción vocacional.
   
«Se la llevaron sin querer, no se la “robaron”», trató de tranquilizar el angustiado presbítero, que había dado la espalda a las reliquias. «Había mucha gente allí. Había otras reliquias y cuadros. Estábamos celebrando una exposición con Vocations Ireland. Gente joven, gente de mediana edad, gente mayor, acudiendo a los puestos y stands, un ambiente maravilloso, un tiempo estupendo. La dejé al lado del mitón de San Padre Pío, y me giré un momento y cuando volví a girarme ya no estaba. Entonces busqué y entré en pánico, y probablemente alguien lo tomó pensando que estaba en oferta, así de simple».
   
«Fui a seguridad y les conté la historia, y me aconsejaron que fuera a una de las estaciones de radio que estaban transmitiendo allí. Hablé en la emisora Midlands 103; y luego lo publiqué en mis propias redes sociales. Dije que alguien debió haberlo tomado por error. No hay nada dramático ni traumático. No quiero ningún sensacionalismo al respecto. Es lamentable que digan “robado” y “hurtado”. No me gusta eso, no fue así», dijo el presbítero, quien espera iluso que ella pueda ayudar: «Probablemente Carlo Acutis quería ir a bendecir a alguien y ya está. Eso es todo, no hay nada más que decir al respecto. Es una pena. Lo principal es que queremos recuperarlo. Tal vez la reliquia haya dado consuelo a alguien, y quizá ahora que eso está hecho, podamos recuperarla para dar consuelo a un grupo más amplio de personas».
   
Sin embargo, un portavoz de la Garda, la policía irlandesa, dijo: «No hay informes de ningún incidente que coincida con esta descripción en nuestros registros en este momento». 
   
El mechón de cabello, donado a la parroquia de Santa Ana en Sligo por Antonia Salzano, madre y principal promotora del culto a Carlo, es una de las dos reliquias de Acutis que se encuentra en Irlanda. La otra, una parte del pericardio, estuvo de gira por varias parroquias de Dublín, Meath y Laois a comienzos de mes.
   
Por otra parte, reliquias de Santa Bernardita Soubirous, la vidente de Lourdes, se encuentran de gira desde el 4 de Septiembre en las parroquias de las 26 diócesis de Irlanda hasta comienzos de Noviembre.
   
El hecho representa un golpe (simbólico pero contundente) al “culto” del denominado “influencer de Dios” después que ni siquiera entrase en la terna final para elegir el nombre de la nueva catedral de Christchurch (Nueva Zelanda), que fue nombrada el 4 de Agosto como Santísimo Sacramento (en maorí Te Hāhi Matua o te Hākarameta Tapu Rawa), igual que la anterior catedral que fue demolida tras el terremoto de 2011. Los otros candidatos en la terna fueron San Francisco de Asís y San Juan Bautista.

SAN MIGUEL ARCÁNGEL: LA PROFECÍA DE SU BATALLA CONTRA EL DIABLO (PRÉDICA 4) POR Mons. FERNANDO ALTAMIRA

Sermón predicado por el Ilmo. Sr. Obispo D. Fernando Altamira, Superior de la Sociedad de Santa María, el Domingo 29 de Septiembre de 2024 (XIX Domingo después de Pentecostés).
   
Para seguir el orden:
  1. LA PROFECÍA Y LOS TIEMPOS ACTUALES (Prédica n.º 1). Domingo 18 de Agosto, XIII después de Pentecostés.
  2. LA PROFECÍA Y LOS TIEMPOS ACTUALES (Prédica n.º 2). Domingo 25 de Agosto, XIV después de Pentecostés.
  3. FRANCISCO Y EL FALSO PROFETA DE LAS ESCRITURAS (Prédica n.º 3). Domingo 22 de Septiembre, XVIII después de Pentecostés.
     

AUMENTAN MATRIMONIOS “NUEVA ERA” EN IRLANDA


El Instituto Iona informó hoy 30 de Septiembre que una cuarta parte de todas las bodas que se celebraron en Irlanda el año pasado fueron en gran medida de carácter “Nueva Era”. Las ceremonias cristianas representaron algo más de un tercio del total.
  • En 1994 se celebraron 15.200 matrimonios católicos, que representaron el 91,5% del total. El año pasado, esa cifra había descendido a sólo el 34,3% de todas las ceremonias, con 7.256.
  • Los matrimonios en la Iglesia anglicana de Irlanda cayeron en ese mismo tiempo del 2,6% del total al 1,1%.
  • En 2023, un grupo llamado “Entheos” celebró 623 bodas, muchas más que las 242 celebradas por la Iglesia de Irlanda. Esta religión inclusiva y aconfesional fue fundada por una tal Karen Dempsey (conocida como “La sacerdotisa calva”) durante el cierre de Covid en 2020.
  • Una organización llamada “Unión Espiritualista de Irlanda” es el mayor proveedor de bodas entre personas del sexo opuesto después de la Iglesia católica, es decir, 1.604 o el 7,8% de todos los matrimonios del año pasado. Si se incluyen las bodas celebradas por otras organizaciones similares, representan casi una cuarta parte del total, y la cifra va en aumento.
  • Las organizaciones pueden llamarse ampliamente “Nueva Era” y a veces rechazar deliberadamente la religión organizada y las ceremonias preestablecidas (por lo que el estudio sugiere que la Oficina Central de Estadísticas de Irlanda debe replantear el uso de “Otras denominaciones religiosas” para categorizar a estas organizaciones), prefiriendo en cambio ceremonias y espiritualidades individualistas y a la medida.
El estudio fue redactado por la columnista Breda O’Brien, que comenta: «A menos que las iglesias encuentren una forma de responder, es probable que las tendencias actuales empeoren desde su punto de vista y muy probablemente se extiendan también a los funerales a su debido tiempo».

domingo, 29 de septiembre de 2024

LUTERO MUTILANDO LA BIBLIA

Para sostener su doctrina de la sola Fe, el monje maldito Martín Lutero/Ludero pretendió eliminar la epístola de San Santiago el Menor que lo condenaba (igual que la epístola de San Pablo a los Hebreos, la de San Judas y el Apocalipsis de San Juan), pero su intento no resultó (aunque entre los luteranos sigue siendo tenida como Antilegómeno o libro impugnado). Con todo, dejó las siguientes citas, criticándolo a este en particular:
«Hay que distinguir entre libros y libros. Por lo tanto, el evangelio de Juan es el evangelio único, excelente, verdadero y principal, y es con mucho, mucho para ser preferido sobre los otros tres y colocado muy por encima de ellos. Así también, las epístolas de San Pablo y San Pedro superan con creces a los otros tres evangelios, Mateo, Marcos y Lucas.

En una palabra, el evangelio de San Juan y su primera epístola, las epístolas de San Pablo, especialmente la de los Romanos, los Gálatas y los Efesios, y la 1.ª epístola de San Pedro, estos son los libros que te manifiestan a Cristo y te enseñan todo lo que necesitas para la salvación; aunque no conozcas ningún otro libro. La epístola de Santiago, delante de éstas, no es más que una epístola de paja [„Epistel aus Stroh“], pues no presenta ningún carácter evangélico. Pero más de esto en otros prefacios.

[…]
  
Aunque esta epístola de Santiago fue rechazada por los antiguos, lo alabo y lo considero un buen libro, porque no establece doctrinas de hombres sino que promulga vigorosamente la ley de Dios. Sin embargo, para expresar mi propia opinión al respecto, aunque sin perjuicio de nadie, no lo considero como un escrito de un apóstol; y mis razones siguen.

En primer lugar, está rotundamente en contra de San Pablo y de todo el resto de las Escrituras al atribuir justificación a las obras. Dice que Abrahán fue justificado por sus obras cuando ofreció a su hijo Isaac; aunque en Romanos IV, San Pablo enseña lo contrario que Abrahán fue justificado sin obras, solo por su fe, antes de haber ofrecido a su hijo, y lo prueba Moisés en Génesis XV, 6. Ahora bien, aunque esta epístola podría ser de ayuda y una interpretación ideado para esta justificación por las obras, no puede defenderse en su aplicación a las obras de la declaración de Moisés en Génesis XV, 6. Porque Moisés está hablando aquí sólo de la fe de Abrahán, y no de sus obras, como demuestra San Pablo en Romanos IV, 3 ss. Esta falta, por tanto, prueba que esta epístola no es obra de ningún apóstol.

En segundo lugar, su propósito es enseñar a los cristianos, pero en toda esta larga enseñanza no menciona ni una sola vez la Pasión, la resurrección o el Espíritu de Cristo. Nombra a Cristo varias veces; sin embargo, no enseña nada sobre él, sino que sólo habla de la fe general en Dios. Ahora bien, es oficio de un verdadero apóstol predicar la Pasión y resurrección y oficio de Cristo, y poner el fundamento de la fe en él, como dice el mismo Cristo en Juan XV, 27: “Daréis testimonio de mí”. Todos los auténticos libros sagrados coinciden en que todos ellos predican e inculcan a Cristo. Y esa es la verdadera prueba mediante la cual juzgar todos los libros, cuando vemos si inculcan o no a Cristo. Porque todas las Escrituras nos muestran a Cristo, Romanos 3; y San Pablo no conocerá nada más que a Cristo, 1 Corintios 2. Todo lo que no enseña a Cristo no es apostólico, aunque San Pedro o San Pablo enseñen. Nuevamente, cualquier cosa que predique a Cristo sería apostólica, incluso si Judas, Anás, Pilato y Herodes lo estuvieran haciendo.

Pero este Santiago no hace más que conducir a la ley y a sus obras. Además, junta las cosas de manera tan caótica que me parece que debe ser algún hombre bueno y piadoso, que tomó algunos dichos de los discípulos de los apóstoles y los arrojó por escrito. O quizás haya sido escrito por alguien basándose en su predicación. Él llama a la ley una “ley de libertad”, aunque Pablo la llama ley de esclavitud, de ira, de muerte y de pecado.

Además, cita los dichos de San Pedro: “El amor cubre multitud de pecados”, y nuevamente: “Humillaos bajo la mano de Dios”; también el dicho de San Pablo en Gálatas 5: “El Espíritu codicia contra la envidia”. Y, sin embargo, llegado el momento, Santiago fue ejecutado por Herodes en Jerusalén, antes que San Pedro. Parece entonces que este autor llegó mucho después de San Pedro y San Pablo.
    
En una palabra, quería protegerse de aquellos que confiaban en la fe sin obras, pero no estaba a la altura de la tarea en espíritu, pensamiento y palabras. Él destroza las Escrituras y por lo tanto se opone a Pablo y a todas las Escrituras. Intenta lograr, insistiendo en la ley, lo que los apóstoles logran al estimular a la gente a amar. Por lo tanto, no lo incluiré en mi Biblia entre los verdaderos libros principales, aunque no impediré que nadie lo incluya o lo ensalce como quiera, porque por lo demás hay muchas buenas palabras en él. Un hombre no es hombre en las cosas mundanas; ¿Cómo, entonces, podría este solo hombre valer contra Pablo y todo el resto de las Escrituras?». Biblia de Martín Lutero, tomo VI, pág. 10. Prefacio a “Das Newe Testament Deutzsch” (El Nuevo Testamento alemán) septiembre de 1534. En “Luther's Works”, Vol.  35, 362, 394-397) [Por los antiguos se refiere a Eusebio, San Jerónimo y Teodoro de Mopsuestia].

«Santiago (II, 26) dice que Abrahán fue justificado por las obras. Por tanto, la justificación no es por la fe.
 
El maestro Enrique responde: Santiago está hablando de las obras como efecto de la justificación, no como su causa.

El doctor Lutero dice: Esa epístola de Santiago nos causa muchos problemas, porque los papistas [=católicos] la abrazan sola y dejan de lado todo lo demás. Hasta ahora me he acostumbrado a tratarla e interpretarla según el sentido del resto de las Escrituras. Porque juzgaréis que nada de ello debe ser expuesto en contra de la Sagrada Escritura manifiesta. En consecuencia, si no admiten mis interpretaciones, también las convertiré en escombros. [Hablando en alemán:] Casi tengo ganas de tirar a Santi a la estufa, como hizo el sacerdote de Kalenberg».
~ Martin Luther, Examen de licenciatura de Enrique Schemedenstede, 7 de Julio de 1542. “Luther's Works”, Vol. 34, 317. Se refiere a la anécdota del predicador Antonio Corvino que, cuando fue visitado por la duquesa consorte Isabel de Brandeburgo, él calentó la habitación con las estatuas de madera de los apóstoles. La estatua de Santiago fue la última, y cuando el predicador la empujó dentro de la estufa exclamó: «Ahora inclínate, Santiago, debes entrar en la estufa; no importa si eres el Papa o todos los obispos, la habitación debe calentarse»)

«Deberíamos descartar la Epístola de Santiago de esta escuela [Witemberg], porque no cuenta mucho. No contiene ni una sílaba sobre Cristo. Ni una sola vez menciona a Cristo, excepto al principio (Stgo. I, 1; II, 1). Sostengo que lo escribió un judío que probablemente escuchó acerca de los cristianos pero nunca encontró ninguno. Como escuchó que los cristianos dan gran importancia a la fe en Cristo, pensó: “¡Espera un momento! Me opondré a ellos e instaré a solo las obras”. Esto lo hizo. No escribió una palabra sobre la pasión y la resurrección de Cristo, aunque esto es lo que todos los apóstoles predicaron. Además, no hay ningún orden ni método en la epístola. Ahora habla de la ropa y luego escribe sobre la ira y está pasando constantemente de uno a otro, presenta una comparación: “Como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así la fe sin las obras está muerta” (Stgo. II, 26). ¡Oh María, madre de Dios! ¡Qué terrible comparación es esta! ¡Santiago compara la fe con el cuerpo cuando más bien debería haber comparado la fe con el alma! Los antiguos también reconocieron esto y por lo tanto no reconocieron esta carta como una de las epístolas católicas»
~ Martin Luther, verano-otoño de 1542, anotado por Gaspar Heydenreich (Conversaciones de sobremesa), “Luther's Works”, Vol. 54, 424-425

Muchos afirman con mucha probabilidad que esta epístola no es del apóstol Santiago, y que no es digna de un espíritu apostólico; aunque, cualquiera que haya sido su autor, ha llegado a ser considerado como autoritativo " La cautividad babilónica de la Iglesia, 1520 (LW 36:118).como también a Erasmo y al cardenal Tomás de Vío Cayetano.

Una postura que, solo mencionando a los protestantes, fue rechazada por Melanchton y Juan Calvino, que dijo:
Si Santiago parece más reacio a predicar la gracia de Cristo de lo que debería serlo un apóstol, debemos recordar que no debemos esperar que todos pasen por el mismo terreno John Calvin, The Epistle of James, ed. and trans. D. W. Torrance and T. F. Torrance, Calvin’s Commentaries 3 (Grand Rapids: Eerdmans, 1959), 259.

BIENAVENTURADO LORENZO RUIZ DE MANILA, PROTOMÁRTIR FILIPINO EN JAPÓN

   
En el siglo XVII en la ciudad de Nagasaki, Japón, dieciséis mártires derramaron su sangre por Cristo. Era un grupo formado por misioneros dominicos provenientes de Europa y de Asia, que en diferentes años y circunstancias, predicaron la fe cristiana en las Islas Filipinas, Formosa y en el Japón. En una forma maravillosa manifestaron la universalidad de la fe cristiana y con el ejemplo de su vida y de su muerte esparcieron la semilla para los futuros trabajos misionales de la Iglesia. Entre ellos estaba Lorenzo Ruiz.
   
El Venerable Lorenzo Ruiz (en chino 李樂倫, Lǐ Yuèlún), es el primer mártir filipino. Lorenzo tiene mucho que enseñarnos en estos tiempos de prueba. Nació en Manila, alrededor de 1600, su padre era chino y su madre tagala. Trabajó como escriba en la parroquia dominica de Bindono, y fue miembro de la Cofradía del Santo Rosario. Se casó con Rosario, una tagala, y tuvieron tres hijos. Fue acusado injustamente del asesinato de un español, y el 10 de junio de 1636 huyó de las Islas Filipinas con la ayuda de los padres dominicos, que creyeron en su inocencia.
   
El barco fue al Japón donde Lorenzo y sus compañeros Antonio González de León y Miguel González del Rosario de Aozaraza (españoles), Guillermo Courtet (francés; en religión Tomás de Santo Domingo), Vicente Luis de la Cruz Shiwozuka y Lázaro de Kioto (japoneses; el primero era sacerdote, y el último había sido desterrado por leproso), predicaron la fe en Nagasaki. Hacía 40 años, el 5 de febrero de 1597, veintiséis cristianos, incluyendo a San Felipe de Jesús, fueron colgados en cruces sobre una colina en las afueras de Nagasaki. Otra vez en 1637 hubo una persecución contra los cristianos y ellos fueron arrestados.
   
Lorenzo y sus compañeros sufrieron torturas increíbles, por ejemplo, les metieron agujas bajo las uñas. Colgado de los pies en una fosa en un tormento llamado tsurushi (釣殺し, en español horca y hoya), el gobernador le ofreció la libertad si él renunciara su fe. Le respondió: “Soy cristiano y me quedo cristiano aun hasta el punto de morir. Ofrezco mi vida solamente a Dios. Aun si tuviera mil vidas, las ofrecería a Él. Por eso vine al Japón, para dejar mi tierra nativa como cristiano y morir aquí como cristiano, ofreciendo mi vida únicamente a Dios”. Ego Cathólicus sum, et ánimo prompto parátoque pro Deo mortem obíbo. Si mille vitas habérem, cunctas ei ófferrem.
   
Después de varios días de tortura, Lorenzo falleció el 29 de septiembre de 1637.

sábado, 28 de septiembre de 2024

VISITA VATICANA A LA FRATERNIDAD SAN PEDRO


El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (antigua Congregación para los Religiosos) está abriendo una Visita Apostólica de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro. Así lo informó esta con el siguiente comunicado de fecha 26 de Septiembre y publicado ayer:
Comunicado de prensa de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro
Friburgo, 26 de septiembre de 2024
  
La Fraternidad Sacerdotal San Pedro (FSSP) fue informada recientemente por el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica sobre la apertura de una visita apostólica a la Fraternidad. Como el propio prefecto de este Dicasterio aclaró al Superior general y a sus asistentes durante un encuentro en Roma, esta visita no tiene su origen en los problemas de la Fraternidad, sino que pretende permitirle saber quiénes somos, cómo somos y cómo vivimos, para poder brindarnos la ayuda que podamos necesitar.
   
La última visita apostólica ordinaria de la Fraternidad fue realizada en 2014 por la Comisión Ecclésia Dei. El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica se ha encargado desde hace tres años de la FSSP y de otros antiguos institutos Ecclésia Dei, y ahora le corresponde velar por ellos.

La identidad de los visitadores aún no ha trascendido. Tampoco se saben las razones, máxime porque supuestamente «todo va bien» con ellos. Pero lo más probable es que hallen algún motivo para intervenirlos y novusordizarlos del todo.
   
La FSSP fue fundada el 18 de Julio de 1988 en la Abadía de Hauterive (Friburgo, Suiza) por doce sacerdotes y veinte seminaristas encabezados por el sacerdote-presbítero Josef Meinrad Bisig que estaban descontentos y escandalizados por las consagraciones episcopales realizadas por el arzobispo Marcel Lefebvre en Écône el 30 de Junio, abandonando la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y a la autoridad de Karol Józef Wojtyła Katzorowski, quien dos días después de las consagraciones publicó el motu próprio “Ecclésia Dei adflícta” y les otorgó su aprobación el 18 de Octubre, gracias a la intervención del entonces cardenal Joseph Ratzinger. En el año 2000, en medio de una controversia sobre si podían celebrar y concelebrar con el rito montini-bugniniano o solo usar el misal roncalliano, el cardenal Darío Castrillón Hoyos intervino eligiendo como superior al padre Arnaud Devillers en remplazo de Bisig, que fue exiliado como rector del seminario Nuestra Señora de Guadalupe en Denton (Nebraska, Estados Unidos). Su actual superior es el presbítero John Marcus Berg, reelegido el 8 de Julio como sucesor del polaco Andrzej Komorowski.
  
ACTUALIZACIÓN (30 de Septiembre): A la vista de esto, el Dicasterio emitió el siguiente comunicado, insólito porque nunca emiten comunicado anunciando visita apostólica o reaccionando a un anuncio de tal (traducción tomada de SECRETUM MEUM MIHI):

TRADUCCIÓN
DICASTERIO PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA
    
COMUNICADO DE PRENSA
   
Ciudad del Vaticano, 30 de septiembre de 2024
   
SpR n. 5 A-15/2024
   
El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que tiene la competencia de “promover, animar y regular la práctica de los consejos evangélicos, en el modo en que se vive en las formas reconocidas de vida consagrada, y también en relación con la vida y la acción de las sociedades de vida apostólica en toda la Iglesia latina” (Prædicáte Evangélium, n. 121), en fecha 12 de septiembre de 2024 ha anunciado una visita apostólica a la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, con el fin de profundizar en el conocimiento de esta Sociedad de Vida Apostólica de derecho pontificio y ofrecerle la ayuda más oportuna en el camino del seguimiento de Cristo. Tal Visita Apostólica se produce en el contexto del proceso de acompañamiento de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica su momento erigidos por la Pontificia Comisión Ecclésia Dei, los cuales, con el Motu Proprio del Papa Francisco Traditionis Custodes (16 de julio 2021), han pasado a ser competencia de este Dicasterio.
    
(Fdo.) João Braz Card. De Aviz
     Prefecto                 
   
(Fdo.) Sor Simona Brambilla MC
               Secretario (sic)

MENOS FIELES EN BANCAS, PERO MÁS DINERO A LAS ARCAS CONCILIARES DE AUSTRIA

   
La Conferencia Episcopal de Austria presentó el 18 de Septiembre sus estadísticas correspondientes al año 2023. En sus datos, Austria cerró el año con 4.638.842 católicos, un 1,9% menos (85.163 personas) en comparación con los 4.733.085 del 2022.
   
La disminución de cifras de 2023 (que es ligeramente menor respecto a los 90.975 del 2022) no solo fue por las personas que decidieron darse de baja, sino también por la diferencias entre bautismos y defecciones y los nuevos ingresos o readmisiones.
   
De otra parte, Austria presentó un total de 39.488 bautismos (45.706 en el 2022), reducción también ligada a la disminución de nacimientos en el país, que según Statistics Austria, alcanzaron los 77.605 en 2023 (6,1% menos que en 2022).
   
La asistencia a los servicios religiosos se ha mantenido relativamente estable, con con 321.821 y 347.891 fieles contabilizados en dos domingos de censo, superando las de 2022 (309.000 y 366.000 feligreses), aunque aún más bajos que las cifras de 2019 (497.000 y 533.000). Y la participación por radio, televisión e internet sigue siendo alta, de entre 800.000 y un millón de sintonizantes regulares, según encuestas de ORF y ServusTV.
   
También han disminuido los presbíteros en Austria, contándose 3.320 en 2023 mientras que en el 2022 eran 3.403, distribuidos así:
  • Diocesanos: 1649 en 2023 (1692 en 2022), de los cuales 153 están en el extranjero (un aumento respecto a los 145 que estaban fuera del país en 2022).
  • Extranjeros en Austria: 456 en 2023 (485 en 2022).
  • Religiosos: 1.215 en 2023 (1226 en 2022).
Los diáconos permanentes también han bajado, pasando de 767 en 2022 a 753 en 2023. Y en cuanto a los laicos en servicio pastoral a tiempo completo (incluyendo asistentes pastorales, líderes comunitarios o empleados en campos profesionales especiales como la pastoral hospitalaria), la cifra disminuyó de 1.414 en 2022 a 1.409 en 2023.

Por otra parte, el resumen de gestión eclesiástica informa que los ingresos de las diócesis llegaron a 696,2 millones de euros en 2023, sobrepasando los 670,5 millones del año anterior.
   
De estos ingresos, 511,03 millones provienen de contribuciones eclesiásticas [= impuesto eclesiástico, que desde los tiempos de Hitler es de 1% anual], significando un 73,4%. Los beneficios que el Estado paga como compensación a los daños nazis ascendieron a 61,5 millones de euros (8,8% de los ingresos), y los 123,6 millones restantes (17,8% de los ingresos) provienen de la gestión de activos, alquileres, servicios y subvenciones.
   
Los gastos ascendieron a 729,8 millones de euros (en 2022 fueron 688,4 millones), de los cuales se destinaron a gasto de personal de los 8.482 empleados del servicio diocesano 447 millones de euros (61,3%), discriminados así:
  • Empleados laicos (275 millones de euros; en 2022, 262,5 millones).
  • Clérigos (105,6 millones; en 2022, 101,7 millones).
  • Las prestaciones pensionales (que representa el 23,6% de gastos en esta sección) disminuyeron a 66,4 millones de euros, mientras que en 2022 se gastaron 68,8 millones en este rubro.
Los costes de construcción y mantenimiento ascendieron a casi 47 millones de euros en 2023 representando el 6,4% del gasto; y las subvenciones a parroquias y entidades, costes de mantenimiento, materiales y otros gastos ascendieron a más de 235,8 millones de euros frente a los 213,2 millones de 2022, constituyendo el 32,3% restante.
   
Las diócesis que más ingresos tuvieron fueron la Archidiócesis de Viena (146,2 millones de ingresos, de los que 111,8 millones provienen del impuesto), la diócesis de Linz (138,4 millones de ingresos, de los que 101,7 millones provienen del impuesto) y la diócesis de Graz-Seckau (117,7 millones de ingresos, de los que 75,2 millones provienen del impuesto).

DESAYUNANDO CON POBRES ESCOGIDOS A DEDO


Durante su estancia en Bruselas, Francisco Bergoglio desayunó el sábado con 10 inmigrantes y personas sin hogar elegidos a dedo en la iglesia de San Gil. Tomaron café y croissants.
    
La comida fue organizada por el fraile franciscano congoleño Benjamín Kabongo Ngeleka, de 55 años.
   
La parroquia suele ofrecer «El café de la mañana», desayunos gratuitos a la gente de la calle y a los migrantes.
     
Después de comer en la iglesia, Bergoglio se dirigió a otra iglesia, la Basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg, Bruselas, para una reunión con obispones, presbíteros y religiosos. Asistieron unas 2.600 personas.

CINCO DE PRESBÍTEROS ABUSADORES

Noticias tomadas de distintas fuentes:
   
1.º EL SALVADOR: CONDENADOS DOS PRESBÍTEROS POR ABUSO DE MENORES (UNO DE ELLOS EN AUSENCIA).
   

El presbítero Víctor Manuel de Jesús Campos Alvarenga (derecha) fue condenado por el Tribunal Segundo de Sentencia de Sonsonate a 12 años de prisión por violar a una menor de 15 años mientras era párroco de La Resurrección en la ciudad de Sonsonate en el año 2012, y a pagarle alrededor de 1.500 dólares como compensación.

Según la Fiscalía General de la República, Campos Alvarenga le escribía al teléfono de la menor para ganarse su confianza a través de “felicitaciones” por su trabajo en la comunidad. Posteriormente la manipuló psicológicamente para que no contara a nadie sobre la violación
   
Por su parte, la defensa de la víctima (cuya identidad se mantuvo en reserva) anunció que apelará la sentencia, ya que a su parecer el crimen merecía una pena mayor.
   
Esta es la tercera condena que se registra en El Salvador a un presbítero por delitos sexuales contra menores, de al menos nueve casos conocidos en los últimos 11 años.
  
En Julio de 2024, el presbítero laicizado Jesús Orlando Erazo Gálvez fuera condenado in abséntia por el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque a 14 años de prisión por violar a una menor, en hechos ocurridos en el municipio San Cristóbal (dpto. Cuscatlán) en Diciembre de 2022. El caso fue dado a conocer por el arzobispón de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en Febrero de 2023, después que Erazo Gálvez se presentó ante el tribunal canónico y rindiera su declaración de los hechos. Desde entonces, no se conoce su paradero.
    
La otra condena fue en Marzo de 2019 al presbítero José Adonay Chicas Campos, párroco de Nuestra Señora del Plar de Zaragoza (municipio La Libertad Este). Él fue condenado por el Tribunal de Sentencia de Santa Tecla (actualmente en La Libertad Sur) a 16 años de prisión por los delitos de remuneración por actos sexuales o eróticos y agresión sexual en menor e incapaz agravada, toda vez que agredió a una menor durante dos años y le daba $5 o hasta $20 para que no dijera nada. Chicas Campos, de 63 años fue laicizado el 7 de Julio de ese año.
   
2.º ESPAÑA: JESUITAS RECONOCEN “COMPORTAMIENTOS NO ADECUADOS” POR UN PRESBÍTERO.
  

La Comunidad de Grupos Católicos Loyola, una comunidad vinculada a los jesuitas en el barrio madrileño de Salamanca, recibieron una carta del superior provincial de España Enrique Puiggròs Llavinés SJ en la cual se reconoce que el presbítero Jaime Moreno Rexach, quien había trabajado en dicha comunidad, fue denunciado por abuso mientras ejercía allí.
   
La Comunidad de Grupos Católicos Loyola nació en Noviembre de 1949 cuando el padre Eduardo Granda y Granda SJ dirigió un retiro de estudiantes del Instituto Ramiro de Maestu de Madrid. Tres años después, inició la rama femenina con las alumnas de San José de Cluny y Nuestra Señora de Loreto, además de las amigas, hermanas y novias de los del grupo fundador. En 1958 fueron erigidos como la Congregación “Nuestra Señora de la Anunciación y San Luis Gonzaga” en la Casa Profesa, y al año siguiente, se mudaron a un nuevo piso al que denominaron “Círculo Castiglione” por la patria de San Luis Gonzaga (y de ahí “El Círculo”, otra denominación para el movimiento). Finalmente, en 1880 se crearon grupos de catequesis, que conformaron la Comunidad de Grupos Loyola, que fue reconocida por el Arzobispado de Madrid en 1996 y por el Ministerio de Justicia al año siguiente. 
   
De entre “El Grupo” nació la vocación presbiteral de Moreno Reixach, que ingresó a la Compañía en 1969. En el año 1987 asumió la dirección espiritual al morir el padre Granda, y por tal rol había tenido contacto regular con niños, jóvenes y adultos, acompañándolos en retiros y actividades espirituales.
  
La carta, conocida por EL DIARIO, dice que, en el año 2015, se recibieron dos denuncias contra Moreno Rexach por «comportamientos inadecuados» no especificados durante su tiempo como guía espiritual del grupo hasta el año 2009, con sede en el barrio de Salamanca. Posteriormente se presentaron otros cuatro testimonios. 
  
La Provincia de España de la Compañía (surgida en 2014 por la fusión de las provincias jesuíticas de Aragón, Bética, Castilla, Loyola y Tarraconense) señaló que el término el término «abusos» abarca conductas muy diversas, y en este caso se trataba de comportamientos inapropiados en el ámbito del acompañamiento espiritual, sin entrar en detalles ni valorar los otros cinco testimonios.
   
La investigación realizada en 2015, acabó con una restricción a Moreno Rexach (a la sazón director del Servicio Jesuita para los Refugiados y representante del Patronato de la Fundación Hogar San José) de cinco años, que incluía la prohibición de ejercer actividades pastorales con menores o participar en actividades de los Grupos Loyola. Nada más, ni se tomaron medidas frente a las denuncias relacionadas con adultos. Tampoco se sabe de su paradero desde entonces.
   
Aun así, Puiggròs Llavinés (quien asumió como provincial en el año 2023), dijo que a pesar de los actos de Moreno Rexach, no se podía negar su entrega y servicio presbiterial:
«Aunque ahora duela esta revelación y la sombra que representa, no anula mucho de lo que en la vida de Jaime también ha sido entrega, servicio y el deseo de acertar al compartir el evangelio. Como provincial actual de Jaime, en nombre de la Compañía de Jesús os pido perdón, como ya en su momento hicimos con las víctimas»,
especialmente porque desde el comienzo de la investigación interna, mostró «una firme voluntad de revisar sus conductas del pasado y sus raíces profundas».
   
“El Grupo” removió el nombre de Moreno Rexach de su sitio web, remplazándolo con un simple “J. M.”.

3.º ARGENTINA: VATICANO REHABILITA A PRESBÍTERO LAICIZADO EN DOBLE INSTANCIA, DESAUTORIZANDO A OBISPÓN DE RÍO CUARTO.
   

El presbítero Ariel Alberto Príncipi, oriundo de Laboulaye (Argentina) y perteneciente a la diócesis de la Villa de la Concepción del Río Cuarto, había sido sentenciado en segunda instancia el 8 de Abril de 2024 por el Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires a la expulsión del estado presbiteral por varias denuncias de abuso de menores cuando era párroco de Nuestra Señora de Itatí en La Carlota en el contexto de unas supuestas “oraciones de sanación”, ratificando una sentencia del ídem de Córdoba con fecha 2 de Junio de 2023.
   
Pero sucedió que Príncipi presentó un recurso extraordinario ante el Vaticano, el cual inició un proceso el 5 de Julio, que concluyó el 20 de Septiembre casando la sentencia, informó Infovaticana.
   
De acuerdo con un comunicado firmado por el Sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, Édgar Franklin Peña Parra, Príncipi estará bajo la especial vigilancia de un obispón ordinario, y no podrá tener contacto con menores, ni ejercer ministerio pastoral en la Renovación Carismática ni mucho menos ejercer como párroco o capellán. Solo podrá celebrar o concelebrar en privado.
    
El obispón de Río Cuarto, Adolfo Armando Uriona F.D.P. (el cual en Febrero de 2006, cuando fue obispón de Añatuya, fue acusado por una joven de haberla puesto la mano en su pierna mientras viajaba de San Juan a Mar del Plata, y sobreseído en Mayo de 2009) se limitó a publicar el comunicado del Vaticano el día 23 en el sitio web de la Agencia Informativa Católica Argentina. Ello a pesar que el día anterior dijo; «La expulsión fue dispuesta por dos tribunales. Sólo estamos esperando la notificación del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que tiene que venir desde el Vaticano».
    
4.º COLOMBIA: LAICIZADO PRESBÍTERO ACUSADO DE ABUSO (AUNQUE SU DIÓCESIS HA ENCUBIERTO A OTROS MÁS).
   

El presbítero colombiano Jaime Vargas Ruiz, de 53 años de edad, fue reducido al estado seglar por la diócesis de Socorro y San Gil (Santander) tras ser investigado por presuntamente abusar de un menor de 16 años en el año 2007.
    
La decisión se tomó el pasado 16 de Julio por el Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Bogotá después de concluir un proceso interno de cuatro años en donde «Se establece como pena la expulsión del estado clerical del sacerdote Jaime Vargas Ruiz al haber sido encontrado culpable de delíctum contra sextum cum minóre». Además, el tribunal ordenó que la diócesis debía pedirle perdón a la víctima y «Ofrecer acogida, escucha y acompañamiento, así como la disponibilidad para atender los requerimientos necesarios para adelantar un proceso de sanación espiritual y/o psicológica».
   
Según contó el denunciante al portal El Frente, los hechos ocurrieron en una finca propiedad de Vargas Ruiz en Chitaraque (Boyacá), mientras él estaba asignado a la parroquia San Judas Tadeo en Bogotá. La víctima rompió su silencio, presentando la denuncia ante la Fiscalía y el obispón de Socorro y San Gil Luis Augusto Campos Flores en el año 2020.
   
De acuerdo a la investigación del periodista Juan Pablo Barrientos, Vargas Ruiz (instalado presbítero el 28 de Noviembre de 2001), era una persona poderosa en la diócesis: Había sido ecónomo [= tesorero], canciller diocesano [= notario] y presidente del Tribunal eclesiástico en la diócesis de Socorro y San Gil. Llegó en 2019 al santuario de María Auxiliadora en San Gil (Santander), donde se hizo famoso por sus “misas de sanación”.

La diócesis comunicó que la expulsión es una medida definitiva, en línea con las políticas de «tolerancia cero» ante este tipo de delitos. Pero resulta que hasta ese momento, el obispón Luis Augusto Campos Flórez había ignorado al sobreviviente, quien tuvo que interponer derechos de petición y acciones de tutela [= recurso de amparo] para acceder al expediente.
   
Vargas Ruiz además se enfrenta desde el año 2023 a un juicio seglar ante el Juzgado Penal del Circuito de Moniquirá (Boyacá) por el delito de acto sexual violento. De ser hallado culpable, recibiría una pena de hasta 9 años de prisión.
   
Al parecer, Vargas Ruiz no es el único presbítero que duró encubierto en la diócesis, puesto que Casa Macondo supo de otros cinco más:
  1. Roberto Asdrúbal Arenas Díaz (instalado el 26 de Noviembre de 1997): había sido denunciado en 2017 por abuso ante la Fiscalía seccional en San Gil. Actualmente es el vicario parroquial de la catedral de San Gil.
  2. Sady Ferney Cárdenas Niño: había sido investigado en 2011 por el hoy cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien archivó el caso antes de irse como obispón de Montelíbano en el departamento de Córdoba (aunque igual fue expulsado en 2017 supuestamente «por causal distinta al abuso de menores»). Actualmente es profesor en varios colegios públicos de Santander.
  3. Jaime Bueno Quintero (instalado el 12 de Diciembre de 1988): había sido denunciado por abusar de una niña cuando era párroco del corregimiento de Cite en Barbosa. Actualmente es capellán del batallón Galán del Ejército en Socorro, por tanto está bajo la protección del Obispado Castrense.
  4. Carlos Alberto Reyes Alfonso: De la diócesis de Barrancabermeja, fue denunciado en 2020 ante la Fiscalía y la Diócesis de Socorro y San Gil por actos sexuales abusivos. Según su ordinario Ovidio Giraldo Velásquez, está suspendido.
  5. Jesús Expedito Suárez Pardo: Fue suspendido en 2019 por la archidiócesis de Galveston-Houston (donde se hallaba incardinado desde 1994) al conocerse una denuncia de abuso a una menor en 1980, que resultó embarazada de una niña. Poco después, emergió otro caso de 1988, en donde además le exigió a la víctima abortar cuando supo que esta esperaba un hijo de él.
5.º BÉLGICA: POR HOMENAJEAR A SACERDOTE-PRESBÍTERO VIOLADOR, OBISPÓN NO PODRÁ CONCELEBRAR CON BERGOGLIO EN BRUSELAS.
   

Patrick Hoogmartens (izquierda), obispón de Hasselt (Bélgica) desde 2004, debía concelebrar con Francisco Bergoglio el servicio de clausura (con la “beatificación” de la Venerable Sor Ana de Jesús –en el siglo Ana de Lobera y Torres– OCD) de su viaje a Bélgica el 29 de Septiembre en el estadio Rey Balduino de Bruselas. O al menos eso hasta que dio a conocer el 24 de Septiembre que no participará en ello.

La causa, según la prensa belga, es por dedicarle un mensaje laudatorio al sacerdote-presbítero Paul Schollaert, fallecido en Lovaina el 12 de Septiembre a la edad de 83 años. Schollaert, compositor de renombre en Bélgica y contribuyente a “Zingt Jubilate” (el himnario oficial de la Iglesia Conciliar de Flandes), de textos e himnos para el septenario de la Virgen “Vara de Jesé” en Hasselt, y del canto “Geen dolers, maar pelgrims” (No vagabundos, sino peregrinos) con motivo del cincuentenario de la diócesis de Hasselt en el año 2017.
    
Sucedió que, ante el homenaje hecho por Hoogmartens, un sobreviviente de abuso le recordó que Schollaert había sido mencionado en el informe de la Comisión Halsberghe (precursora de la Comisión  Adriaenssens) como acusado de abuso sexual en los años 70. Presuntamente, los hechos ocurrieron en el año 1972 en el Instituto Lovaina Lemmens (actual Escuela de Artes LUCA, campus de Lemmens), donde Schollaert fue director del coro y profesor. y el caso se cerró en 2002 con acuerdo entre las partes y compromiso de discreción. Su expediente fue hallado en el marco de la Operación Cáliz.
    
«Tras la muerte de un sacerdote, se ha difundido más ampliamente en nuestro sitio web un pasaje de mi carta de condolencia a la familia, en la que expresaba mi aprecio por el difunto. Entiendo que no fui lo suficientemente considerado y que herimos a una víctima de abuso. Lo siento mucho por eso. He pedido disculpas a la víctima y al señor Rik Devillé [presbítero y fundador del Grupo de Trabajo de Derechos Humanos de la Iglesia], quien me facilitó el número de teléfono de la víctima a tal efecto», dijo Hoogmartens a la Agencia de Noticias Belga.
   
Otra consecuencia imprevista de la revelación de los crímenes de Schollaert es que el coro que cantará en el servicio Novus Ordo dominical no interpretará el “Magníficat” compuesto por él, a pesar de aparecer su nombre y el himno en los 40.000 folletos impresos para la ocasión.
  

EL BAILE DE MARIPOSAS PARA BERGOGLIO

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
     

Francisco Bergoglio viajó a Luxemburgo, lluvioso y ventoso, para una visita de ocho horas el 26 de Septiembre, antes de volar a Bélgica esa misma noche, donde permanecerá hasta el 29 de Septiembre.
   
A bordo del avión, Bergoglio (de quien la oficina de prensa del Vaticano dijo el lunes que sufría un ligero resfriado) mencionó que no se sentía con fuerzas para recorrer el pasillo del avión para saludar a todos individualmente, como suele hacer. Dio las gracias a los periodistas que le acompañaban: «Estoy a su disposición».
   
En Luxemburgo, Bergoglio dijo a los líderes políticos En el “Círculo de la Ciudad” que la tasa de natalidad del país debe aumentar: «Por favor, tengamos más hijos. No digo más niños y menos perritos, pero sí más niños» (para evitar que lo critiquen otra vez por criticar a quienes tienen perros o gatos y no hijos –como el presidente argentino Javier Milei–).
   
Tras el almuerzo y antes de entrar en la catedral Nuestra Señora de Luxemburgo, Bergoglio y algunos ayudantes se detuvieron a tomar un café expreso en la cafetería “Gruppetto”, posando para amistosas fotos con los lugareños y dejó 100 euros de propina. De camino, conoció y bendijo a una mujer embarazada.
   
En la catedral (a cuyo efecto bajaron la imagen de Nuestra Señora Consoladora de los Afligidos, patrona de la ciudad y el Gran Ducado de Luxemburgo), Bergoglio dio las gracias al país por ser siempre un «hogar acogedor» para los inmigrantes.
   
En un espectáculo de danza en la catedral, frailes franciscanos, jóvenes y niños representaron una escena del musical “Laudato Sii”. Una niña de aproximadamente diez años bailó disfrazada de mariposa morfo azul andina (Morpho peléides) macho.
   

Al final de la audiencia, el cardenal Jean Claude Hollerich Wester SJ, arzobispón de Luxemburgo, anunció que, tras una colecta en la diócesis, los fieles habían reunido 176 mil euros para donarlos a la organización benéfica de Bergoglio. Este, en cambio, decidió donarlo a la Cáritas local, golpeada por el robo de 61 millones por su directora financiera Stéphanie Friob y remplazada por “Hëllef um Terrain” (Ayuda en Terreno; en neerlandés HUT), una organización del gobierno que entrará en operación el 1 de Octubre. De esta organización, Hollerich se quejó la semana anterior: «no hay nada cristiano en ella» (como si en la Iglesia Conciliar a la que él pertenece o en la Cáritas hubiese algo cristiano).
   
El 27 de septiembre, Bergoglio se reunió con obispones, presbíteros y líderes religiosos belgas en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, antes de encontrarse con estudiantes de la Universidad “Católica” de Lovaina (la flamenca y la francesa) y con un grupo de refugiados. El domingo presidirá una eucaristía en el estadio Rey Balduino de Bruselas.

UNA PRIMERA CRÍTICA AL CONCILIO

De NEW LITURGICAL MOVEMENT hemos tomado estos dos artículos (aquí y acá) publicados por Robert Joseph Dwyer, segundo obispo de Reno (Nevada) entre 1952 y 1996 y posteriormente arzobispo de Portland (Oregón) hasta su muerte en 1976, el cual fue uno de los mayores críticos de las innovaciones litúrgicas del Vaticano II, situándose a las antípodas de un Fulton Sheen que las acogió de par en par.

     
“LA LITURGIA HA SIDO DESMANTELADA”
    
En las remotas cavernas de la memoria, la imagen parpadea a la luz de las velas: Mario en las ruinas de Cartago. Hemos olvidado hace tiempo qué sombrío texto de Historia Antigua pretendía ilustrar, pero la figura del general romano, triunfante al fin sobre el poder púnico, contemplando los restos de la guerra, meditando sobre los frutos de la victoria en el Mar Muerto, nunca se ha desvanecido del todo.
   
El otro día, la imagen se renovó con un relato de la broma familiar a expensas de un turista con pistola y cámara: “La señora C. Humphrey Jones en las ruinas de Cartago (las ruinas están a la izquierda)”.
    
Pero, por desgracia, otra imagen se superpone a la del conquistador desconcertado en nuestra ilustración contemporánea. Es la de la Madre Iglesia sentada entre las ruinas de la liturgia. No está menos desconsolada, no está menos tristemente pensativa.
    
Hace unos seis años había llegado a ese punto de su Renovación en el que parecía incuestionable y sin reparos que podía convocar en su ayuda, en su monumental tarea de reinterpretar el mensaje cristiano al mundo moderno, todos los servicios del arte litúrgico y del drama, todos los tesoros de la ciencia bíblica y de la tradición patrística, todas las riquezas de la música y de la literatura sagrada, para realzar el acto supremo del culto divino, el Santo Sacrificio de la Misa. Seguramente esa era la confiada expectativa de los Padres conciliares cuando aclamaron con abrumadora afirmación la Constitución sobre la Liturgia.
    
En la euforia de ese momento, las dudas cancerosas y los recelos cascarrabias se dejaron de lado con desdén. Todo iría bien, nos aseguramos, y todas las cosas irían bien, como había predicho con tanta calma la beata Juliana de Norwich. Todo lo que se necesitaba era un toque de genio para reunir todas las artes de expresión y exposición para lograr la perfecta interpretación de la liturgia en todos los idiomas bajo el sol y para todas las culturas vivas conocidas por el hombre. Todos hicimos devotamente nuestro acto de fe en la disponibilidad inmediata de ese toque de genialidad.
   
Documentos insípidos
En este punto, y gracias a la bendición de la retrospección, cometimos sin duda nuestro primer error, pues hay épocas y épocas en la historia del hombre, la historia de su cultura, en las que el genio toca la liturgia, y otras, por desgracia, en las que simplemente no lo hace. Es como si las líneas de comunicación, que transmiten fielmente sus mensajes, se cortaran de repente.
    
No es necesario, al leer los textos litúrgicos que nos han sido impuestos, sospechar la pluma envenenada del hereje o el guante de terciopelo que cubre el puño enfundado de la conspiración comunista que actúa a través de los canales de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Basta con notar que el toque del genio ha desaparecido hasta ahora de estos documentos que nos llegan con tal regularidad e insipidez monótonas, que parecen sugerir una sustitución total del oro por escoria.
   
No fue así en épocas pasadas, cuando Basilio, Juan Crisóstomo y Gregorio formularon los textos y establecieron los modelos para la oración de la Iglesia, tanto de Oriente como de Occidente. No fue así cuando aquellos maestros desconocidos de la melodía rítmica idearon y desarrollaron el canto litúrgico, el músico más noble que jamás haya cantado el hombre, ni tampoco fue así cuando el florecimiento de la polifonía enriqueció el tesoro musical de la liturgia con obras de dignidad y gracia clásicas.
   
El Renacimiento y Trento endurecieron la liturgia en moldes quizás demasiado rígidos e inflexibles, pero la nota auténtica de dignidad y grandeza no faltó en absoluto. Con el Barroco, la liturgia abandonó los austeros confines del santuario para mezclarse con las multitudes que abarrotaban la nave y los pasillos laterales, para sufrir, al menos en algunos aspectos, un proceso de vulgarización, pero por mucho que la liturgia necesitara remodelación y reforma a medida que se acercaban nuestros días, todavía era reconocible como una obra original de genio religioso. No fue en absoluto un desastre.
   
Hay que señalar la enfermedad de la traducción de la liturgia a la lengua vernácula. Si nos centramos exclusivamente en nuestra experiencia inglesa, se reconoce comúnmente que sólo una o dos veces en un milenio tenemos derecho a esperar un traductor de la capacidad de Thomas Cranmer. Cualesquiera que sean sus otros méritos o deméritos, poseía el don de la expresión noble y la fraseología cautivadora, capaces de moldear el idioma que nuestros antepasados ​​han hablado durante estos 400 años y más. Y si bien no tuvo rivales católicos que disputaran su maestría, estableció un modelo al que necesariamente debían aproximarse o confesar públicamente su incompetencia.
   
Liturgistas incompetentes
Y en su mayor parte, quienes fueron comisionados o inspirados para traducir la liturgia a la lengua vernácula para el mundo católico de habla inglesa habían hecho un trabajo encomiable, si no brillante [1]. Por qué su trabajo, presente y disponible, fue ignorado y dejado de lado, e incluso mencionado con contumelia por la generación actual de Martin Mar-Texts [2] es un misterio que escapa a nuestro entendimiento.
   
La liturgia necesitaba una reforma en 1965; no había ningún llamado a desmantelarla. Se pretendía que la lengua vernácula mejorara al latín, no que lo suplantara. No era, enfáticamente, la intención de los Padres del Concilio desechar el canto gregoriano, o alentar la secularización banal de la música de la Iglesia, hasta el punto de superar ahora en crudeza las peores aberraciones de los pentecostales aulladores.
   
Se esperaba que los textos litúrgicos, junto con las lecturas bíblicas para la Misa y el Oficio Divino, se tradujeran de manera que reflejaran la belleza y la flexibilidad de nuestra lengua en la alabanza y el culto a Dios. Si algún Padre conciliar -de esto podemos dar fe- que saliera del aula de San Pedro el día en que se proclamó la Constitución sobre la Liturgia, hubiera visto en visión las calamidades litúrgicas que nos han sobrevenido en este corto espacio de tiempo, es concebible que hubiera tenido un ataque al corazón en ese momento.
   
El primer error, entonces, fue depender del Dábitur Vobis [3], una confianza temeraria en que no faltaría el toque del genio. El segundo, en una alianza incómodamente estrecha, fue permitir que la interpretación y la implementación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia cayera en manos de hombres que eran inescrupulosos o incompetentes. Este es el llamado “Establecimiento Litúrgico”, una Vaca Sagrada que actúa más como un Elefante Blanco que pisotea los fragmentos de una liturgia destrozada con pesado abandono. [4]
   
El tercer error, tan destructivo como cualquiera de los anteriores, fue la genial suposición de que se podría aprobar una “experimentación” generalizada, con alguna esperanza de mantener la línea a partir de entonces. Esto no significa condenar la experimentación; es útil y necesaria de vez en cuando, bajo ciertas circunstancias controladas.
   
Pero la amplia permisividad concedida o incluso alentada por la Sagrada Congregación y por varios comités de la Conferencia Episcopal, ha llevado a lo que debe describirse, sin exagerar, como un estado de caos. Cada hombre es ahora su propio liturgista, así como es su propio Papa; la Comisión Litúrgica Parroquial, compuesta, en su mayor parte, por gente buena y bien intencionada cuya competencia litúrgica está al nivel del jardín de infantes, legisla para todo el mundo como si fuera la Sagrada Congregación misma. O tal vez, lo que no es en absoluto impensable, con mucha mayor seguridad y autoridad:
   
¿Cuánto tiempo, crees, tardará otro Hércules en limpiar estos establos de Augías?
   
NOTAS
[1] Dwyer se refiere a las primeras traducciones de la década de 1960, las cuales fueron todas remplazadas por la cursi tontería del ICEL cuando el Novus Ordo salió. Él también puede estarse refiriendo a las muchas traducciones que existieron en los misales de fieles por muchas décadas antes del Concilio.
[2] Esta parece ser una referencia a “Martin Mar-prelate”, “el nombre usado por el autor o autores anónimos de los siete tratados de Marprelate que circularon ilegalmente en Inglaterra en los años 1588 y 1589. Su objetivo principal era un ataque al episcopado de la Iglesia Anglicana” (Fuente).
[3] Ver Lucas 11, 9: “Petíte, et dábitur vobis” (Pedid, y se os dará).
[4] Este es el párrafo citado por Michael Davies en su libro La nueva misa del Papa Pablo, con algunas diferencias menores que no alteran el significado.
  
*****
   
“DIEZ AÑOS QUE SACUDIERON A LA IGLESIA”
   
¿Qué sucede cuando una institución, ya sea un cuerpo religioso, un estado-nación o lo que sea, se separa deliberadamente de sus raíces históricas y culturales? Según los registros, rara vez han podido sobrevivir, pues el impacto es demasiado grande y el trauma demasiado devastador.
   
Pueden tratar desesperadamente de renovar esas raíces, de recuperarlas mediante algún truco de magia o de sustituirlas por algo que parezca equivalente, pero, a menos que una institución de ese tipo tenga algún tipo de garantía divina, las posibilidades de éxito son, como las azafatas de las aerolíneas nunca dejan de asegurarnos en tono tranquilizador, extremadamente remotas.
    
Hacia el final de la Segunda Sesión del Concilio Vaticano, a finales de noviembre de 1963, la Constitución sobre la Sagrada Liturgia fue votada triunfalmente por una abrumadora mayoría de los Padres reunidos. Cuando salimos en tropel de la basílica de San Pedro ese día, extendiendo nuestra mancha de amaranto sobre el gran atrio, una euforia palpable recorrió todo el cuerpo. Por fin se había logrado algo: se había concretado un punto del asunto que nos había convocado a Roma.
    
Los miembros de la Comisión que había redactado la Constitución y la había guiado a través de las duras pruebas del debate y la modificación estaban obviamente eufóricos, y el miembro norteamericano más destacado, el difunto arzobispo Paul Hallinan de Atlanta, fue el destinatario entusiasta de cordiales y hasta jubilosas felicitaciones.
    
Buena diversión
Todo se hizo en broma y nadie, y menos aún los redactores y promotores de la Constitución en cuestión, tenía la menor idea, por no decir la intención, de alterar las líneas vitales culturales de la Iglesia Católica Romana.
   
Tampoco había, en una lectura sincera, nada en el texto o en el espíritu del documento que sugiriera la más mínima desviación del pasado histórico de la liturgia, sus tradiciones sagradas, sus usos venerables.
    
Hubo, por supuesto, una relajación de ciertas restricciones. La lengua vernácula debía compartir con el latín el papel de la comunicación litúrgica, pero de ninguna manera debía reemplazarla. Se introduciría una mayor simplicidad en el ritual.
    
Aunque el término aún no había alcanzado tanta prominencia como lo haría un año más tarde, la liturgia debía hacerse más “relevante” para el hombre contemporáneo, con sus preocupaciones cada vez más seculares.
    
¿Quién hubiera soñado aquel día que en pocos años, mucho menos de una década, el pasado latino de la Iglesia quedaría prácticamente borrado, que quedaría reducido a un recuerdo que se desvanecería en la distancia? La idea nos habría horrorizado, pero parecía tan fuera del ámbito de lo posible que resultaba ridícula. Así que nos reímos [1].
    
Como nota personal, nos asaltaron algunas dudas con respecto a la lengua vernácula, en forma de ciertos temores de que pudiera llevarnos a comparaciones odiosas entre aquellos prelados y sacerdotes que leen bien y tienen todas las artes de la elocución, que tienen el don de representar su papel con dignidad y convicción, los suenenses y los sheen, y aquellos no tan felizmente dotados, hasta llegar a los pobres tipos que sólo pueden balbucear cosas tan ininteligibles en inglés o swahili como en la antigua lengua de la Iglesia.
    
Con la diferencia de que nadie esperaba entenderlos en latín, mientras que el objetivo de la lengua vernácula era hacer que la liturgia, una vez más, fuera relevante. Pero después de haber expresado este indigno temor y de habernos dicho que nos fuéramos a un rincón y escondiéramos la cabeza por vergüenza de albergar una idea tan antidemocrática, nos sumimos en un silencio escarmentado.
    
Y cuando llegó el momento de la votación, como dijo Sir Joseph Porter, KCB, “siempre votamos cuando nos lo pedía nuestro partido; nunca pensamos en pensar por nosotros mismos”. De esa manera, puede ahorrarse un mundo de problemas.
    
Corte cultural
Diez años después, ¿qué resultados vemos? El resultado, claro y contundente, es que la Iglesia occidental se ha desvinculado casi por completo de sus raíces culturales, la tradición latina de Occidente.
    
El latín está prácticamente prohibido en la liturgia y también en los cursos de estudio requeridos para los candidatos al sacerdocio.
    
Cada vez son menos las misas en latín sancionadas o aprobadas por los ordinarios locales, y cada vez son menos los seminaristas y sacerdotes jóvenes que tienen ahora algo más que un conocimiento superficial de la lengua que alimentó la devoción de innumerables generaciones de cristianos y dio a la teología y a las demás ciencias sagradas una lengua común, de modo que, aunque de manera imperfecta, era posible la comunicación.
   
La Iglesia, que durante tanto tiempo había conservado conscientemente el latín como vínculo de unidad, había decidido de repente descartarlo como un estorbo inútil.
    
Nueva melodía
Con este rechazo, y como consecuencia casi inevitable, también se fue por la ventana todo el magnífico patrimonio musical de la Iglesia. Porque cuando cambias de idioma, también cambias de canción.
   
Los exiliados judíos que colgaban sus arpas junto a las aguas de Babilonia, hace tanto tiempo, hicieron ese descubrimiento.
    
El Papa Pablo VI, el otro día, hizo un ferviente llamado a la recuperación de algunas partes de la Misa en latín, el Kyrie, el Gloria, etc., con la obvia esperanza de salvar algo de nuestro inmenso tesoro musical, una de las glorias de la realización cristiana; pero si sus palabras tendrán peso, si su “cri du cœur” (súplica apasionada) será escuchado, es una incógnita.
    
No, seguramente, hasta que muchas mentes se den cuenta de cuán drásticamente nos hemos despojado de nuestra riqueza cultural.
    
Menos inmediatamente relacionado con el pasado latino, pero en estricta relación, está todo el violento rechazo artístico del pasado. No es una cuestión de que el arte contemporáneo sea bueno o malo; Se trata de que repudie, a menudo con desprecio, aquellos principios y tradiciones que dieron sustancia y significado al arte, visual o táctil.
    
La creación de un antiarte, el único y lastimoso orgullo de las escuelas contemporáneas, es un pobre alimento para las almas hambrientas y sedientas de algo más grande que ellas mismas, algo de belleza y nobleza. Pero nos dejamos llevar por la multitud, porque también nosotros hemos perdido el rumbo.
   
Y el mismo rechazo, no sólo de nuestras raíces culturales y estéticas, sino de nuestros fundamentos filosóficos y teológicos, es la reacción y la realidad del momento. ¿Quién sería hoy sorprendido citando a un teólogo más antiguo que Karl Rahner o a un filósofo más antiguo que Bernard Lonergan?
   
La sustitución del tomismo por el teilhardismo, si no es completa en nuestras escuelas, seminarios y universidades, está a un paso de triunfar. Pero se nos insiste demasiado en que somos un disco agrietado, viciado por una fijación.
   
¿Tiene algo de importante todo esto? ¿Importa que la Iglesia haya sido conducida por el camino del rechazo, lentamente al principio y por etapas imperceptibles, luego cada vez más rápidamente y finalmente a una velocidad vertiginosa?
   
¿Importa que nosotros, como católicos, hayamos logrado separarnos de aquellas fuentes culturales que alimentaron a nuestros padres y dieron apoyo y seguridad a su fe? ¿Es inevitable que en este último tercio del siglo XX la mente católica busque un nuevo ambiente, nuevas asociaciones, nuevas raíces?
   
Sin duda el Dr. Leslie Dewart [2] y sus discípulos responderían a esto con un sí rotundo.
    
Pero antes de comprometernos más, y si todavía hay tiempo para la reflexión, ¿no sería bueno que nos apegáramos a las palabras de un gran Padre del Concilio, hoy casi olvidado, el difunto cardenal Michael Browne, que, en un momento decisivo del debate sobre la Constitución de la Iglesia, alzó su voz de advertencia con toda la riqueza del acento irlandés del latín: Caveámus, Patres, caveámus! ¡Prestemos atención, Padres, tengamos cuidado!
   
Nos pareció divertido entonces; tal vez lo tomemos un poco más en serio ahora.
   
NOTAS
[1] Pasaje citado por Michael Davies en Las Bombas de tiempo litúrgicas del Vaticano II.
[2] “Leslie Dewart (1922–2009) fue un filósofo canadiense y profesor emérito del Departamento de Filosofía y del Centro de Estudios de la Religión de la Universidad de Toronto… A finales de 1969, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano convocó una investigación para examinar las opiniones teológicas de los escritos de Dewart, en particular El futuro de las creencias. Sin embargo, las autoridades no tomaron ninguna medida condenatoria… Si bien Dewart no era teólogo, su filosofía sienta una nueva base para la teología católica contemporánea que no se basa en el fundamento epistemológico tradicional de la filosofía helénica. Sus ideas filosóficas son una “transposición consciente y reflexiva a otra clave” de la experiencia de la fe cristiana… Aunque no fue ampliamente reconocida en ese momento, la experiencia revolucionaria fue, de hecho, un proceso de “deshelenización”, como Dewart entiende el proceso a lo largo de sus escritos. Los pensadores concebirán a Dios, en un futuro de pensamiento deshelenizado, como una realidad existencial… La filosofía occidental, “alcanzada la mayoría de edad”, no experimenta el mundo como hostil, como lo hicieron los helenistas, sino más bien, como estimulante y desafiante y la filosofía occidental debe deshelenizar su interpretación de la experiencia en consecuencia. Esta deshelenización requiere el abandono de la escolástica, con el subsiguiente desarrollo de una reconceptualización consciente de la experiencia” (Fuente).

viernes, 27 de septiembre de 2024

DE LA BRUJERÍA, POR Mons. FERNANDO ALTAMIRA

Sermón predicado por el Ilmo. Sr. Obispo D. Fernando Altamira, Superior de la Sociedad de Santa María, durante la fiesta de los Santos Mártires Cipriano y Justina (Jueves 26 de Septiembre de 2024.
   

LA CRISIS DEL MISAL DE 1962

Traducción del artículo publicado por el Padre Patrick Pérez en 2007 en TRADITION IN ACTION.
  
LA CRISIS DEL MISAL DE 1962
   
Independientemente de lo que se diga sobre la Roma moderna, al menos hay algo que no ha cambiado: en sus documentos oficiales, Roma elige su lenguaje con cuidado y deliberadamente, y lo que no se dice puede ser a menudo tan importante como lo que se dice. Teniendo en cuenta este hecho, y el hecho de que quienes escriben documentos romanos en la actualidad están profundamente imbuidos de la mentalidad posconciliar, una condición de todos los indultos recientes concedidos para la celebración de la misa tradicional en latín debería despertar sospechas inmediatas en cualquier católico que aún conserve su capacidad de razonar.
  
Comenzando con Quáttuor Abhinc Annos (1984) y Ecclésia Dei (1988) de Juan Pablo II, y culminando con el reciente motu próprio Summórum Pontíficum (2007) de Benedicto XVI, en el que los respectivos Santos Padres conceden tan gentilmente el permiso para una Misa que ningún sacerdote necesita el permiso de nadie, incluido el del Papa, para ofrecerla en cualquier momento que así lo desee, los autores de estos documentos especifican que estos permisos son para celebrar la Misa utilizando el Misal de 1962, y solo el Misal de 1962. Considerando que entre esos documentos y la carta a los obispos que acompaña al último motu próprio, este requisito se especifica no menos de 15 veces.

“Me parece”, como dice Shakespeare por boca de Hamlet, “ella protesta demasiado”. Si se da permiso para el uso de la liturgia promulgada por el Concilio de Trento, ¿por qué debería importar si el Misal es de 1962 o de 1662? La razón aducida es que el Misal de 1962 fue la última “edición típica”, lo que implica que es, por lo tanto, el más “auténtico”, como si el Missále Románum fuera una especie de enciclopedia, siendo la edición más confiable la que está más actualizada.
     
Sostengo que hay más en esta condición de lo que la mayoría de los católicos sospechan, lo que es una manera educada de repetir lo que inmediatamente me dije a mí mismo al leer por primera vez Quáttuor Abhinc Annos en 1984: “Aquí hay algo raro”. Cuando comencé a comparar la edición típica de 1962 con ediciones anteriores del Misal, la naturaleza del “pez” pronto se hizo evidente. Lo explicaré tan brevemente como pueda sin violentar el tema.
    
Primeros signos de una reforma
Comparando las distintas ediciones del Misal de mi propia colección, incluyendo incluso una edición pre-tridenta (1558), lo primero que concluí es que son sustancialmente idénticas, salvo algunos pequeños detalles (la primera edición postridentina de 1570 añade algunas especificaciones rubricales de las que carecían sus predecesoras) y por la adición de algunos elementos festivos propios, lo que es de esperar. Esto se mantiene así hasta las ediciones típicas de 1955-56, publicadas bajo Pío XII. A partir de 1955 se hicieron cambios sin precedentes en el Misal, el primero de muchos que vendrían. Estos cambios dieron lugar al Misal de 1962, pero culminaron en el Missále Románum de Pablo VI en 1969, el Novus Ordo Missæ.
   
Los cambios al Misal decretados el 16 de noviembre de 1955 y que se hicieron obligatorios el 25 de marzo de 1956, tuvieron su origen inmediato varios años antes. Poco después de comentar (sobre las apariciones de Nuestra Señora en Fátima en 1917) “Esta persistencia de María sobre los peligros que amenazan a la Iglesia es una advertencia divina contra el suicidio de alterar la Fe en su liturgia…”, este mismo Pacelli, ahora Papa Pío XII, estableció en 1948 la Comisión para la Reforma Litúrgica (!), nombrando a un tal Padre Annibale Bugnini como su secretario. Recordemos ese nombre, pues el Padre, más tarde Arzobispo Bugnini, finalmente se revelaría como masón y sería denunciado ante Pablo VI, quien inmediatamente lo removió de sus puestos de autoridad en las comisiones vaticanas y lo envió lejos, para finalmente morir en el exilio en Irán. Todo esto, por desgracia, no antes de que él hubiera escrito e instigado alteración tras alteración de la liturgia de la Iglesia, incluso finalmente el propio Novus Ordo Missæ.
    
Cómo se hizo la reforma de la Semana Santa en 1955
Poco después de que se fundara la Comisión para la Reforma Litúrgica, llegó una solicitud de los obispos de Francia a través de su portavoz, el cardenal Liénart, para que se permitiera restaurar la Vigilia Pascual a la tarde en lugar de su celebración matutina. Está bien. Parece un poco fuera de lugar encender un nuevo fuego y llevar la vela triple mientras se cantan cantos de Lumen Christi a plena luz del día. Este permiso fue concedido en 1951.
    
Sin embargo, Bugnini y compañía apenas habían comenzado. La magnitud de lo que vino después difícilmente se puede exagerar. Fueron mucho más allá de simplemente cambiar la hora de la Vigilia Pascual. De alguna manera habían convencido al Papa de que toda la Semana Santa necesitaba ser restaurada a un uso más primitivo, y así básicamente habían descartado la Semana Santa tradicional (sin cambios desde el Misal pre-tridentino más antiguo que pude encontrar, pero, más importante aún, promulgada nuevamente en el Misal Tridentino de 1570 también por orden del Concilio de Trento y el Papa San Pío V) a favor de lo que le dijeron a Pío XII era la forma de Semana Santa en uso en la época de los santos Wilfredo (n. 634) y Beda (n. 672).
   
Ahora bien, resulta asombroso que el Papa haya aceptado esto después de haber emitido advertencias específicas contra esta práctica de volver a los usos litúrgicos primitivos en su encíclica Mediátor Dei (1947), y de haber llamado “malvados” a quienes deseaban hacerlo en ese mismo documento. Además, la afirmación de que sus ritos de Semana Santa “restaurados” existían en la época de los santos Wilfredo y Beda, o en cualquier otro momento de la historia, parece haber sido una invención total, completa y descarada. Los obispos razonaron correctamente que ni Pío XII ni nadie más era capaz de verificar la veracidad de esta afirmación, y el Papa parece haber confiado implícitamente en Bugnini y otros.
    
Así, en 1955, esta Semana Santa inventada fue promulgada oficialmente por Pío XII con el documento Máxima Redemptiónis bajo el título irónico “El Orden de la Semana Santa Restaurado”. Es interesante notar que el documento Máxima Redemptiónis del 16 de noviembre de 1955 habla principalmente de restaurar la Vigilia Pascual a su tiempo apropiado, con sólo una nota al final mencionando que las ceremonias habían sido modificadas un poco para restaurarlas a “lo que se conocía en los días de San Wilfredo y San Beda”. También es interesante notar el hecho de que, salvo algunas modificaciones muy menores, estos nuevos ritos de Semana Santa “calificaban” para ser incluidos en el nuevo Misal de Pablo VI virtualmente intactos.
    
En realidad, la introducción de nuevos ritos fue una prueba para ver si alguien reaccionaría negativamente; si Bugnini y la Comisión serían atrapados en sus mentiras, o si simplemente se aceptaría sin cuestionamientos sobre la base del enormemente popular Pío XII. Si no se planteaban objeciones, y si se mordía el anzuelo, Bugnini sabía que habría poca oposición seria a alterar la Misa misma.
    
De allí en adelante, un cambio tras otro...
A pesar de ser una flagrante violación del Quo Primum del Papa San Pío V, la bula que promulgaba el Misal Tridentino como el único aceptable en el Rito Latino y que prohibía el cambio de los ritos en él contenidos, o la adición de nuevos ritos en dicho Misal “a perpetuidad”, siendo la consecuencia de hacerlo nada menos que incurrir en la “ira de Dios Todopoderoso y de los Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo”, este nuevo Orden de Semana Santa fue publicado en todas partes y aceptado sin vacilación alguna. Se le había dado luz verde al “Hermano Buan” (el nombre en clave masónico de Bugnini) para continuar implementando su plan de destruir la Fe destruyendo la liturgia.
   
Desde entonces, los cambios se sucedieron tan rápidamente que el clero apenas podía seguirlos. Como dice Gertrudis en Hamlet, “Un dolor pisa los talones de otro, tan rápido se suceden”. Las colectas adicionales que se decían en la misa fueron abolidas, junto con la mayoría de las vigilias de los días festivos. Doce de las quince octavas (¡algunas de las cuales datan de la época de los santos Wilfredo y Beda!), así como los últimos evangelios propiamente dichos, y también la fiesta de la solemnidad de San José, Patrón de la Iglesia Universal, que fue reemplazada por la fiesta de “San José Obrero”, una especie de Primero de Mayo católico. ¡Todo esto (y más) en 1955! En 1958 se resucitó la “Misa dialogada” con la “Instrucción sobre la música sacra” de Pío XII, publicada el 3 de septiembre, justo un mes antes de su muerte. Es lógico pensar que Pío XII no era muy consciente de lo que estaba sucediendo en ese momento, ya que había estado gravemente enfermo durante algún tiempo.
    
Aunque esta “Misa dialogada”, en la que la congregación hace las respuestas que antes estaban reservadas a los monaguillos, e incluso recita algunas partes de la Misa que antes estaban reservadas al sacerdote (!), había sido permitida al menos en una ocasión, que sepamos, y bajo coacción, por el Papa Benedicto XV en 1922, no obstante representó una violación significativa de la práctica tradicional de la Iglesia y la teología de la Misa que sostiene que el derecho a hacer las respuestas de la Misa y servir en el altar es técnicamente un derecho que sólo disfrutan los clérigos. Por lo tanto, los monaguillos deben usar sotanas y sobrepellices que son la vestimenta clerical, para indicar que, aunque los varones laicos podían servir en la Misa cuando se les requería hacerlo, esto era a modo de excepción y están sustituyendo mediante indulto a los clérigos cuando no podían tenerlo. Una de las implicancias obvias de permitir que todos los fieles, incluidas las mujeres, dieran esas respuestas tradicionalmente reservadas a los hombres en las Órdenes, es que las mujeres podrían, de hecho, recibir también las Órdenes, ¡incluso el Sacerdocio!
    
Después de la muerte de Pío XII y la elección de Juan XXIII en 1958, los cambios continuaron sin cesar. En 1960, el Papa Juan nombró al P. Bugnini secretario de la Comisión Litúrgica Preparatoria para el próximo concilio que él había convocado. Desde entonces hasta 1962 se abolieron más fiestas, el Canon inmutable de la Misa (la palabra “canon” significa “inmutable”), fue cambiado por la inserción del nombre de San José, como para reparar algún descuido cometido por la Iglesia primitiva, que aparentemente no tenía suficiente devoción a San José, ya que no colocaron su nombre en el Canon. También se hicieron otros cambios de rúbrica, incluida la eliminación del Confíteor antes de la recepción de la Sagrada Comunión por los Fieles durante la Misa. Estos cambios tuvieron el efecto de adormecer las sensibilidades de los católicos, clérigos y laicos por igual, y acostumbrarlos a la novedosa idea de que nada estaba exento de cambio. Por supuesto, fueron diseñados para allanar el camino para la eventual introducción y aceptación del Novus Ordo Missæ.
     
Un ejemplo de esos cambios sin fundamento, la abolición del Confíteor
Solo como un ejemplo, consideremos la ya mencionada eliminación del 2.º Confíteor, como se le conoce comúnmente. Esto se hizo con la excusa de que el Confíteor ya se había dicho al comienzo de la Misa, por lo que recitarlo nuevamente en medio de la Misa calificaría como una "repetición inútil". Sin embargo, no es así. Verás, la Comunión de los Fieles no es necesaria ni, propiamente hablando, una parte de la Misa en absoluto. Cuando hay fieles que deben comulgar en una Misa, esto se logra mediante la inserción de un rito de Comunión, por así decirlo, en la Misa, similar al que se usaría para llevar la Sagrada Comunión a los enfermos. Este rito de recibir la Sagrada Comunión necesariamente comienza con un Confíteor. Tal es el orden apropiado de las cosas. El sacerdote no entra y se lanza directamente a dar a la persona o personas la Eucaristía sin algún tipo de rito penitencial que lo preceda.
    
La recitación del Confíteor durante las Oraciones al Pie del Altar es solo para el sacerdote y los otros ministros sagrados, o monaguillos según sea el caso. Eliminar el “2.º Confíteor” implicaría o bien que los fieles no tenían necesidad de él, o bien que la Comunión de los fieles era en realidad una parte de la Misa en lugar de ser lo que es, algo fuera de la Misa pero hecho dentro del contexto de la Misa, como lo son las lecturas en la lengua vernácula y el sermón. Hubo otros cambios hechos durante este período, pero creo que estos ejemplos son suficientes para ilustrar mi punto.
    
El derecho a no aceptar el Misal de 1962
En conclusión, deseo señalar que, con la posible excepción de los nuevos ritos de Semana Santa, ninguno de estos cambios es herético o contrario a los poderes del papado para llevarlos a cabo. Pío XII y Juan XXIII, sin duda, poseían el derecho jurídico, si no moral, de hacerlos. Siendo esto así, ¿no sería, entonces, un acto de desobediencia rechazar el Misal de 1962 para la celebración de la Misa tradicional en latín como afirman sus defensores? Afirmo que no sólo no es un acto de desobediencia rechazar este Misal y, de hecho, todas las versiones del Misal desde cuando se introdujo por primera vez el nuevo rito de Semana Santa, sino que es, de hecho, lo que la razón dictaría que uno debe hacer si realmente quiere volver a la tradición litúrgica de la Iglesia y/o defenderla.
   
Vélo de esta manera: todos estos cambios fueron ideados por Annibale Bugnini, un masón probado, cuya intención como miembro de esa sociedad secreta implantada en los escalones más altos del Vaticano era hacer el mayor daño posible a la Iglesia, a su fe y a la fe de sus miembros. Aunque lograría esto con mayor eficacia más tarde con la llegada del Novus Ordo Missæ, los cambios ya introducidos en el Misal de 1962 estaban, no obstante, destinados a ese mismo propósito. El Misal de 1962 está corrompido y es sustancialmente discordante con el Missále Románum promulgado en cumplimiento de los mandatos del Concilio de Trento por el Papa San Pío V. Tampoco se puede afirmar que ninguno de estos cambios es herético en su contenido como argumento a favor de su uso, porque tampoco el empleo de bailarinas de hula, fuegos artificiales y mariachis estrictamente hablando es herético en sí mismo, sino que pertenecen a esa clase de cosas nuevas y profanas que no pertenecen a la Misa.
    
Podría agregar que el hecho de que el Misal de 1962 fuera aceptado y/o usado por uno u otro prelado o sacerdote que eran en sí mismos buenos hombres de virtud no excusa su uso ahora a la luz de los hechos que acabo de presentar.
    
En definitiva, si uno puede justificar el uso del Misal de 1962 a pesar de todo esto, entonces no le queda ninguna razón válida para no aceptar y usar el Missále Románum de Pablo VI, que, según se afirma, tampoco contiene ninguna herejía específica (ya que la introducción original, que de hecho contenía una definición herética de la Misa, fue corregida), y fue introducido por un Papa que reinaba válidamente.
    
Este, creo, es el razonamiento que se encuentra detrás de los recientes documentos romanos que insisten en el uso del Misal de 1962 y de ningún otro. La celebración de la Liturgia inmemorial de Roma, tal como fue codificada por el Concilio de Trento, debería hacerse correctamente usando una edición del Misal que no varíe sustancialmente de la codificada por orden de ese mismo concilio. El Missále Románum de 1962 no sólo contiene cambios, sino cambios importantes y sustanciales que violan los mandatos de Quo Primum y toda la tradición litúrgica de la Iglesia.
   
Otra dificultad adicional es que, en el momento de escribir este artículo, nadie ha tenido los fondos, o quizás ni siquiera el interés, para reimprimir una edición del Misal anterior a la inclusión de estos cambios. Las reproducciones de la versión de 1962 son, por otra parte, relativamente baratas y abundantes. Si esta petición llega a un benefactor con los medios para emprender la costosa tarea de reimprimir una de las ediciones posteriores pero incorruptas, con mucho gusto ofrecería uno de mis Misales más antiguos, algunos de los cuales todavía están en la caja, para el proyecto.