Propósito: Obtener el verdadero conocimiento de Jesucristo
Durante este período nos emplearemos en estudiar a Jesucristo. ¿Qué se tiene que estudiar de Jesucristo?
Durante este período nos emplearemos en estudiar a Jesucristo. ¿Qué se tiene que estudiar de Jesucristo?
- Primero: El Hombre-Dios, su gracia y gloria; después sus derechos en el dominio soberano sobre nosotros; ya que, habiendo renunciado a Satanás y al mundo, tomamos a Jesucristo como nuestro Señor.
- Segundo: Su vida interior; las virtudes y los actos de su Sagrado Corazón; su asociación con María y los misterios de la Anunciación y Encarnación, durante su infancia y vida oculta, en la fiesta de las bodas de Caná y en el Calvario.
DÍA VIGESIMOSÉPTIMO
Lección: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, Nums. 61-62 "JESUCRISTO: EL FIN ÚLTIMO DE TODA DEVOCIÓN, Y EN PARTICULAR, DE LA CONSAGRACIÓN TOTAL"
Jesucristo Nuestro Señor, verdadero Dios y verdadero hombre, debe ser el fin último de nuestras devociones; de no ser así, serían éstas falsas y engañosas. Jesucristo es el Alfa y el Omega, el comienzo y fin de todas las cosas.
No trabajamos, como dice el Apóstol, más que por hacer perfecto a todo hombre en Jesucristo porque sólo en Él reside toda plenitud de la Divinidad y todas las demás plenitudes de gracia, de virtudes y de perfecciones; porque sólo en Él estamos bendecidos con toda bendición espiritual; porque Él es:
- El único maestro que debe enseñamos,
- El único Señor de quien debemos depender,
- El único Jefe a quien debemos pertenecer,
- El único Modelo a que debemos imitar,
- El único Médico que nos puede sanar,
- El único Pastor que debe alimentamos,
- El único camino por donde debemos andar,
- La única Verdad que debemos creer,
- La única vida que debe vivificamos, y
- Nuestro único Todo en todas las cosas que debe bastamos.
No se ha pronunciado bajo el Cielo otro nombre que el de Jesús por el cual debemos ser salvos. Dios no ha puesto otro fundamento de nuestra salvación, de nuestra perfección y de nuestra gloria, más que a Jesucristo; por tanto, todo edificio que no está construido sobre esta piedra firme, está levantado sobre movediza arena, y más o menos tarde caerá infaliblemente.
Con Jesucristo y en Jesucristo lo podemos todo: podemos dar toda honra y gloria al Padre en unidad del Espíritu Santo, hacemos perfectos y ser para el prójimo buen olor de vida eterna.
Si, pues, nos entregamos a la hermosa devoción hacia la Virgen Santísima, es sólo para establecer más perfectamente el amor de Jesucristo, y de hallar un medio fácil y seguro de hallar a Jesucristo. Como ya lo he demostrado, y aún demostraré más adelante, pues esta devoción nos es necesaria para hallar a Jesucristo perfectamente, para amarle tiernamente y para servirle fielmente.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, que sois un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Jesús, esplendor del Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús resplandor de la luz eterna, ten piedad de nosotros.
Jesús, Rey de la gloria, ten piedad de nosotros.
Jesús, sol de justicia, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo de María Virgen, ten piedad de nosotros.
Jesús amable, ten piedad de nosotros.
Jesús admirable, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios fuerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, Padre del siglo venidero, ten piedad de nosotros.
Jesús, Ángel del gran consejo, ten piedad de nosotros.
Jesús poderosísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús pacientísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús obedientísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de corazón, ten piedad de nosotros.
Jesús, amante de la castidad, ten piedad de nosotros.
Jesús, amador nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios de la paz, ten piedad de nosotros.
Jesús, Autor de la vida, ten piedad de nosotros.
Jesús, Ejemplar de las virtudes, ten piedad de nosotros.
Jesús, Celador de las almas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, Refugio nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, padre de los pobres, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro de los fieles, ten piedad de nosotros.
Jesús, buen Pastor, ten piedad de nosotros.
Jesús, luz verdadera, ten piedad de nosotros.
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de nosotros.
Jesús, Bondad infinita, ten piedad de nosotros.
Jesús, Camino y Vida nuestra, ten piedad de nosotros.
Jesús, Gozo de los Ángeles, ten piedad de nosotros.
Jesús, Rey de los Patriarcas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Maestro de los Apóstoles, ten piedad de nosotros.
Jesús, Doctor de los Evangelistas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Fortaleza de los Mártires, ten piedad de nosotros.
Jesús, Luz de los Confesores, ten piedad de nosotros.
Jesús, Pureza de las Vírgenes, ten piedad de nosotros.
Jesús, Corona de todos los Santos, ten piedad de nosotros.
Sénos propicio; perdónanos, Jesús.
Sénos propicio; escúchanos, Jesús.
De todo mal, líbranos Jesús.
De todo pecado, líbranos Jesús.
De tu ira, líbranos Jesús.
De las asechanzas del diablo, líbranos Jesús.
Del espíritu de la fornicación, líbranos Jesús.
De la muerte eterna, líbranos Jesús.
Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos Jesús.
Por el misterio de tu santa Encarnación, líbranos Jesús.
Por tu Natividad, líbranos Jesús.
Por tu infancia, líbranos Jesús.
Por tu divinísima vida, líbranos Jesús.
Por tus trabajos, líbranos Jesús.
Por tu Agonía y Pasión, líbranos Jesús.
Por tu Cruz y desamparo, líbranos Jesús.
Por tus Angustias, líbranos Jesús.
Por tu Muerte y sepultura, líbranos Jesús.
Por tu Resurrección, líbranos Jesús.
Por tu Ascensión, líbranos Jesús.
Por tu institución de la santísima Eucaristía, líbranos Jesús.
Por tus gozos, líbranos Jesús.
Por tu gloria, líbranos Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros, Jesús.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
Oremos: Oh Señor Jesucristo, que dijiste: “Pedid y recibiréis; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá”: rogámoste que nos concedas, como te pedimos, el afecto de tu divinísimo amor, para que con todo el corazón, con palabras y obras, te amemos, y de alabarte nunca cesemos.
Sí, que a mí me hace falta María, delante de Vos y en todas partes; me hace falta para calmar vuestra justa cólera, pues tanto os he ofendido y todos los días os ofendo; me hace falta para detener los eternos y merecidos castigos con que vuestra justicia me amenaza, para pediros, para acercarme a Vos y para daros gusto; me hace falta para salvar mi alma y la de otros; me hace falta, en una palabra, para hacer siempre vuestra voluntad, buscar en todo vuestra mayor gloria.
¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el universo esta misericordia que habéis tenido conmigo! ¡Si pudiera hacer que conociera todo el mundo que si no fuera por María estaría yo condenado! ¡Si yo pudiera dignamente daros las gracias por tan grande beneficio! María está en mí.
Hæc facta est mihi (María es toda para mí). ¡Oh, qué tesoro! ¡Oh, qué consuelo! Y, de ahora en adelante, ¿no seré todo para Ella? ¡Oh, qué ingratitud! Antes la muerte, Salvador mío queridísimo, que permitáis tal desgracia, que mejor quiero morir que vivir sin ser todo de María. Mil y mil veces, como San Juan Evangelista al pie de la cruz, la he tomado en vez de todas mis cosas.
¡Cuántas veces me he entregado a Ella! Pero si todavía no he hecho esta entrega a vuestro gusto, la hago ahora, mi Jesús querido, como Vos queréis la haga. Y si en mi alma o en mi cuerpo veis alguna cosa que no pertenezca a esta Princesa augusta, arrancadla, os ruego arrojadla lejos de mí; que no siendo de María, indigna es de Vos.
¡Oh, Espíritu Santo! Concededme todas las gracias, plantad, regad y cultivad en mi alma el árbol de la vida verdadero, que es la amabilísima María, para que crezca y florezca y dé con abundancia el fruto de vida.
¡Oh, Espíritu Santo! Dadme mucha devoción y mucha afición a María; que me apoye mucho en su seno maternal, y recurra de continuo a su misericordia, para que en ella forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural, crecido y vigoroso hasta la plenitud de su edad perfecta. Amén.
O JESU VIVENS IN MARÍA
Oh Jesús, que vives en María, ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén.
ORACIONES
LETANÍA DEL ESPÍRITU SANTO
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un sólo Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, procedente del Padre y del Hijo, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la Verdad, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo de la Sabiduría, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo del entendimiento, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo de la fortaleza, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo de la piedad, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo del buen consejo, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo de la verdadera ciencia, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo del santo temor de Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la caridad, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la alegría, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la paz, ten piedad de nosotros.
Espíritu de las virtudes, ten piedad de nosotros.
Espíritu de toda la gracia, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la adopción de los hijos de Dios, ten piedad de nosotros.
Purificador de nuestras almas, ten piedad de nosotros.
Santificador y guía de la Iglesia Católica, ten piedad de nosotros.
Distribuidor de los dones celestiales, ten piedad de nosotros.
Conocedor de los pensamientos y de las intenciones del corazón, ten piedad de nosotros.
Dulzura de los que comienzan a servirte, ten piedad de nosotros.
Corona de los predestinados, ten piedad de nosotros.
Alegría de los Ángeles, ten piedad de nosotros.
Luz de los Patriarcas, ten piedad de nosotros.
Inspiración de los Profetas, ten piedad de nosotros.
Palabra y sabiduría de los Apóstoles, ten piedad de nosotros.
Victoria de los Mártires, ten piedad de nosotros.
Ciencia de los Confesores, ten piedad de nosotros.
Pureza de las Vírgenes, ten piedad de nosotros.
Unción de todos los Santos, ten piedad de nosotros.
Sednos propicio. Perdónanos, Señor.
Sednos propicio. Escúchanos, Señor.
De todo pecado, líbranos Señor.
De todas las tentaciones y acechanzas del demonio, líbranos Señor.
De toda presunción y desesperación, líbranos Señor.
Del ataque a la verdad revelada, líbranos Señor.
De la envidia de la gracia fraterna, líbranos Señor.
De toda obstinación e impenitencia, líbranos Señor.
De toda negligencia y liviandad de espíritu, líbranos Señor.
De toda impureza de la mente y del cuerpo, líbranos Señor.
De todas las herejías y errores, líbranos Señor.
De todo mal espíritu, líbranos Señor.
De la muerte súbita y eterna, líbranos Señor.
Por tu eterna procedencia del Padre y del Hijo, líbranos Señor.
Por la milagrosa concepción del Hijo de Dios, líbranos Señor.
Por tu descendimiento sobre Jesús bautizado, líbranos Señor.
Por tu santa aparición en la transfiguración del Señor, líbranos Señor.
Por tu venida sobre los discípulos del Señor, líbranos Señor.
En el día del juicio, líbranos Señor.
Nosotros pecadores, te rogamos óyenos.
Para que nos perdones, te rogamos óyenos.
Para que te dignes vivificar y santificar a todos los miembros de la Iglesia, te rogamos óyenos.
Para que te dignes concedernos el don de la verdadera piedad, devoción y oración, te rogamos óyenos.
Para que te dignes inspirarnos sinceros afectos de misericordia y de caridad, te rogamos óyenos.
Para que te dignes crear en nosotros un espíritu nuevo y un corazón puro, te rogamos óyenos.
Para que te dignes concedernos verdadera paz y tranquilidad de corazón, te rogamos óyenos.
Para que nos hagas dignos y fuertes, para soportar las persecuciones por amor a la justicia, te rogamos óyenos.
Para que te dignes confirmarnos en tu gracia, te rogamos óyenos.
Para que nos recibas en el número de tus elegidos, te rogamos óyenos.
Para que te dignes atendernos, te rogamos óyenos.
Espíritu de Dios, te rogamos óyenos.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, envíanos el Espíritu Santo.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, mándanos el Espíritu prometido del Padre.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, mándanos el Espíritu prometido del Padre.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, danos el buen Espíritu.
Espíritu Santo, óyenos.
Espíritu Paráclito, Escúchanos
Antífona: Envía tu Espíritu y todo será creado, y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios, que
aleccionaste a los corazones de tus fieles con la ciencia del Espíritu
Santo, haz que, guiados por este mismo Espíritu, saboreemos las dulzuras
del bien, y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.
AVE MARIS STELLA
Salve, del mar Estrella,
Salve, Madre sagrada
De Dios y siempre Virgen,
Feliz puerta del Cielo.
Feliz puerta del Cielo.
Tomando de Gabriel
El Ave, Virgen alma,
Mudando el nombre de Eva,
Paces divinas trata.
La vista restituye,
Las cadenas desata,
Todos los males quita,
Todos los bienes causa.
Muéstrate Madre, y llegue
Por Ti nuestra esperanza
A quien, por darnos vida,
Nació de tus entrañas.
Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
Libres de culpa, infunde
Virtud humilde y casta.
Vida nos presta pura,
Camino firme allana;
Que quien a Jesús llega,
Eterno gozo alcanza.
Al Padre, al Hijo,
Al Santo Espíritu alabanzas;
Una a los tres le demos,
Y siempre eternas gracias. Amén.
LETANÍA DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
Jesús, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, que sois un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Jesús, esplendor del Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús resplandor de la luz eterna, ten piedad de nosotros.
Jesús, Rey de la gloria, ten piedad de nosotros.
Jesús, sol de justicia, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo de María Virgen, ten piedad de nosotros.
Jesús amable, ten piedad de nosotros.
Jesús admirable, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios fuerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, Padre del siglo venidero, ten piedad de nosotros.
Jesús, Ángel del gran consejo, ten piedad de nosotros.
Jesús poderosísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús pacientísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús obedientísimo, ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de corazón, ten piedad de nosotros.
Jesús, amante de la castidad, ten piedad de nosotros.
Jesús, amador nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios de la paz, ten piedad de nosotros.
Jesús, Autor de la vida, ten piedad de nosotros.
Jesús, Ejemplar de las virtudes, ten piedad de nosotros.
Jesús, Celador de las almas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Dios nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, Refugio nuestro, ten piedad de nosotros.
Jesús, padre de los pobres, ten piedad de nosotros.
Jesús, tesoro de los fieles, ten piedad de nosotros.
Jesús, buen Pastor, ten piedad de nosotros.
Jesús, luz verdadera, ten piedad de nosotros.
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de nosotros.
Jesús, Bondad infinita, ten piedad de nosotros.
Jesús, Camino y Vida nuestra, ten piedad de nosotros.
Jesús, Gozo de los Ángeles, ten piedad de nosotros.
Jesús, Rey de los Patriarcas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Maestro de los Apóstoles, ten piedad de nosotros.
Jesús, Doctor de los Evangelistas, ten piedad de nosotros.
Jesús, Fortaleza de los Mártires, ten piedad de nosotros.
Jesús, Luz de los Confesores, ten piedad de nosotros.
Jesús, Pureza de las Vírgenes, ten piedad de nosotros.
Jesús, Corona de todos los Santos, ten piedad de nosotros.
Sénos propicio; perdónanos, Jesús.
Sénos propicio; escúchanos, Jesús.
De todo mal, líbranos Jesús.
De todo pecado, líbranos Jesús.
De tu ira, líbranos Jesús.
De las asechanzas del diablo, líbranos Jesús.
Del espíritu de la fornicación, líbranos Jesús.
De la muerte eterna, líbranos Jesús.
Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos Jesús.
Por el misterio de tu santa Encarnación, líbranos Jesús.
Por tu Natividad, líbranos Jesús.
Por tu infancia, líbranos Jesús.
Por tu divinísima vida, líbranos Jesús.
Por tus trabajos, líbranos Jesús.
Por tu Agonía y Pasión, líbranos Jesús.
Por tu Cruz y desamparo, líbranos Jesús.
Por tus Angustias, líbranos Jesús.
Por tu Muerte y sepultura, líbranos Jesús.
Por tu Resurrección, líbranos Jesús.
Por tu Ascensión, líbranos Jesús.
Por tu institución de la santísima Eucaristía, líbranos Jesús.
Por tus gozos, líbranos Jesús.
Por tu gloria, líbranos Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros, Jesús.
Jesús, óyenos.
Jesús, escúchanos.
Oremos: Oh Señor Jesucristo, que dijiste: “Pedid y recibiréis; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá”: rogámoste que nos concedas, como te pedimos, el afecto de tu divinísimo amor, para que con todo el corazón, con palabras y obras, te amemos, y de alabarte nunca cesemos.
Haz,
Señor, que siempre temamos y juntamente amemos tu santo Nombre, pues
nunca desampara tu Providencia a los que sólidamente arraigas en tu
amor: Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR, POR SAN LUIS MARÍA DE MONTFORT
Dejadme,
amabilísimo Jesús mío, que me dirija a Vos, para atestiguaros mi
reconocimiento por la merced que me habéis hecho con la devoción de la
Santa Esclavitud, dándome a vuestra Santísima Madre para que sea Ella mi
abogada delante de vuestra Majestad, y en mi grandísima miseria mi
universal suplemento. ¡Ay, Señor! tan miserable soy, que sin esta buena
Madre, infaliblemente me hubiera perdido.Sí, que a mí me hace falta María, delante de Vos y en todas partes; me hace falta para calmar vuestra justa cólera, pues tanto os he ofendido y todos los días os ofendo; me hace falta para detener los eternos y merecidos castigos con que vuestra justicia me amenaza, para pediros, para acercarme a Vos y para daros gusto; me hace falta para salvar mi alma y la de otros; me hace falta, en una palabra, para hacer siempre vuestra voluntad, buscar en todo vuestra mayor gloria.
¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el universo esta misericordia que habéis tenido conmigo! ¡Si pudiera hacer que conociera todo el mundo que si no fuera por María estaría yo condenado! ¡Si yo pudiera dignamente daros las gracias por tan grande beneficio! María está en mí.
Hæc facta est mihi (María es toda para mí). ¡Oh, qué tesoro! ¡Oh, qué consuelo! Y, de ahora en adelante, ¿no seré todo para Ella? ¡Oh, qué ingratitud! Antes la muerte, Salvador mío queridísimo, que permitáis tal desgracia, que mejor quiero morir que vivir sin ser todo de María. Mil y mil veces, como San Juan Evangelista al pie de la cruz, la he tomado en vez de todas mis cosas.
¡Cuántas veces me he entregado a Ella! Pero si todavía no he hecho esta entrega a vuestro gusto, la hago ahora, mi Jesús querido, como Vos queréis la haga. Y si en mi alma o en mi cuerpo veis alguna cosa que no pertenezca a esta Princesa augusta, arrancadla, os ruego arrojadla lejos de mí; que no siendo de María, indigna es de Vos.
¡Oh, Espíritu Santo! Concededme todas las gracias, plantad, regad y cultivad en mi alma el árbol de la vida verdadero, que es la amabilísima María, para que crezca y florezca y dé con abundancia el fruto de vida.
¡Oh, Espíritu Santo! Dadme mucha devoción y mucha afición a María; que me apoye mucho en su seno maternal, y recurra de continuo a su misericordia, para que en ella forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural, crecido y vigoroso hasta la plenitud de su edad perfecta. Amén.
O JESU VIVENS IN MARÍA
Oh Jesús, que vives en María, ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.