miércoles, 31 de marzo de 2021

CONTRA EL AMBICIONAR OTRO ESTADO, O ENTRAR EN EJERCICIOS QUE NO LE CORRESPONDEN

«No apruebo que una persona, ligada por un deber o vocación, se pare a desear otro género de vida que no sea conforme con su oficio, ni se meta en ejercicios incompatibles con su estado actual, porque esto disipa el corazón y le hace andar flojo y tibio en los ejercicios a que está obligado». (SAN FRANCISCO DE SALES, en SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, Práctica del amor a Jesucristo, cap. VIII, § 12).

sábado, 27 de marzo de 2021

BREVE “Doléndum profécto”

Dom Prósper Guéranger, el célebre abad de Solesmes y autor de “El Año litúrgico”, “Origen, Significado y Progresos de la Medalla de San Benito” e “Instituciones litúrgicas”, escribió durante las deliberaciones del Concilio Vaticano I el libro “La monarquí­a pontificia”, en respuesta al libro “Del Concilio general y de la Paz religiosa” del obispo Henry Louis Charles Maret, de tendencia neogalicana y anti-infalibilidad. El Papa Pío X redactó el Breve “Doléndum profécto” el 12 de Marzo de 1870, aprobando la obra de dom Gueranger y agradeciéndole el escrito, donde luego de examinar la Sagrada Escritura, la Tradición y la historia, como también la doctrina de los Concilios y los Santos, concluye que toda la evidencia apunta a favor de la doctrina de la infalibilidad pontificia ex cáthedra.
   
Por primera vez, traemos el texto completo de este Breve pontificio en latín (tomado de Acta Sanctæ Sedis V, págs. 532-533) y castellano, que constituye una acusación a los sostenedores de la postura “Reconocer y resistir”, que son en nuestros días lo que los neogalicanos del siglo XIX, los cuales, para conservar la apariencia, proclaman a voz en cuello que son católicos porque reconocen al Papa, pero al mismo tiempo se niegan a acatar sus juicios cuando estos les afectan, acusando a los sedevacantistas de ser “ultramontanos”, título por demás honroso para un Católico que defiende la verdad frente a quienes usurpando una autoridad que no tienen, han introducido contra esta doctrinas y prácticas llamativas y extrañas.
   
BREVE “Doléndum profécto”

LATÍN
Dilécto fílio Próspero Guéranger, e Congregatióne Benedictína Galliárum, Abbáti Solesmensi.
   
PIUS PP IX.
   
Dilécte fili, salútem et Apostólicam Benedictiónem. 
    
Doléndum profécto est, dilécte fili, nonnúllos esse inter Cathólicos, qui hoc nómine gloriántur, vitiátis pénitus imbúti princípiis, ádeo præfrácte istis adhǽrent, ut, non modo plane subjícere nésciant intelléctum advérso hujus Sanctæ Sedis judício, commúni étiam Episcopórum assénsu et commendatióne roboráto: sed imo censéntes, societátis humánæ progréssum et felicitátem illis omníno niti, Ecclésiam inclináre conéntur ad senténtiam suam, séque solum sapére arbitráti, réliquam omnem Catholicórum famíliam áliter sentiéntem ultramontánæ partis nómine designáre non erubéscant.
   
Quam quídem insániam eo compéllunt, ut divínam ipsam Ecclésiæ constitutiónem refíngere aggrediántur et exígere ad recentióres civílis regíminis modos; quo suprémi Rectóris et a Christo præpósiti facílius déprimant auctoritátem, cujus prærogatívas expavéscunt. Quamóbrem perniciósas quásdam doctrínas sǽpius improbátas audácter in medium proferunt, uti indubias aut saltem plane liberas; corradunt e veteribus earum propugnatóribus captiúnculas históricas, mutíla scriptórum testimónia, calúmnias Románis Pontifícibus affíctas, sophísmata quǽvis, eáque ómnia sepósitis omníno sólidis arguméntis quíbus cénties explósa sunt, impudentíssime regérunt; eo spectántes, ut ánimos commóveant, súæque factiónis hómines et imperitórum vulgus advérsus commúnem cœterórum senténtiam incítent.

Quo sane incépto, præter damnum invéctæ perturbatiónis fidélium, et detractárum ad trívia gravissimárum quæstiónum, insipiéntiam audáciæ parem deploráre cógimur. Nam, si fírmiter cum cœ́teris Cathólicis tenérent, œcuménicam sýnodum a Spíritu Sancto regi, solóque ejus afflátu definíre ac proponére quæ credénda sunt, númquam in ánimum inducérent, vel ea definíri posse, uti de fide, quæ reveláta révera non sunt, aut obsint Ecclésiæ; vel humánas artes impediménto esse posse Spíritus Sancti virtúti, quomínus ea, quæ reveláta sunt et Ecclésiæ utília definiántur. Vetítum certe non ducérent, ea qua decet ratióne, propóni Pátribus difficultates, quas huic aut illi definitióni obstáre arbitrántur, ut lucídior e disceptatióne véritas emergéret; at uno hujus acti stúdio, prorsus abstinérent ab ártibus quíbus captári solent in comítiis populi suffrágia, tranquíllique et reveréntes expectárent supérnæ illustratiónis efféctum.

Utilíssimam ígitur óperam Ecclésiæ te impendísse censúimus, qui præcípua ex ejúsmodi scriptis refellénda suscepísti, eórumque simultátem, violéntiam et artes, ea soliditáte demonstrásti, eo nítore, ea sacræ archæologíæ sciéntiæque cópia, ut plúrima páucis compléxus, præstígium omne sapiéntiæ abjudicáveris iis, qui senténtias involvébant sermónibus imperítis; restitútaque veritáte fídei, juris, et históriæ, cujus indóctisque fidélibus consúmeris. Pergrátum ítaque tibi ob oblátum volúmen profitémur ánimum; éxitumque fáustum et amplíssimum ominámur lucubratióni tuæ. Ejus vero áuspicem et patérnæ Nostræ benevoléntiæ pignus Apostólicam Benedictiónem tibi peramánter impertímus.
    
Datum Romæ apud S. Petrum die 12 mártii 1870, Pontificátus Nostri anno XXIV. PIUS PP. IX
    
TRADUCCIÓN
A Nuestro querido hijo Próspero Guéranger, de la Congregación benedictina de Francia, abad de Solesmes.
   
PÍO PAPA IX

Querido hijo, Salud y Bendición Apostólica.

Ciertamente es una cosa lamentable, amado Hijo, que sea posible encontrar incluso entre los Católicos hombres que, mientras se glorían en este nombre, se muestran completamente imbuidos de principios corruptos y se adhieren a ellos con tal terquedad que no pueden someter su mente con docilidad al juicio de la Santa Sede cuando ese juicio se les opone, incluso cuando la opinión común y la recomendación del episcopado lo han corroborado. Y lo que es más, cuando el progreso y la felicidad de la sociedad dependen de estos principios, se esfuerzan por acercar a la Iglesia a su forma de pensar. y creyendo tercamente que sólo ellos son sabios, no se avergüenzan de dar el nombre de “partido ultramontano” a toda la familia católica que piensa lo contrario.
    
Esta locura llega a tal exceso, que intentan ellos rehacer hasta la divina constitución de la Iglesia y adaptarla a las formas modernas de los gobiernos civiles, a fin de abatir más fácilmente la autoridad del Jefe supremo que Cristo le ha encargado y cuyas prerrogativas temen. Uno les ve pues destacar con audacia, como indubitables o por lo menos completamente libres, ciertas doctrinas muchas veces reprobadas, repetir siguiendo a los antiguos defensores de estas mismas doctrinas disputas históricas, pasajes mutilados, calumnias lanzadas contra los Romanos Pontífices y sofismas de toda clase. Ellos  ponen con imprudencia todas estas cosas sobre la mesa, sin tener cuenta alguna de los argumentos por los cuales han sido rechazados cientos de veces. Su fin es agitar los espíritus, y excitar a las gentes de su facción y la plebe ignorante contra el sentimiento comúnmente profesado.
     
Además del mal que hacen al causar problemas entre los fieles y llevando las cuestiones más graves a las discusiones de calle, ellos Nos reducen a deplorar en su conducta una sinrazón igual a su audacia. Si ellos creyesen firmemente, con los otros católicos, que el Concilio ecuménico es gobernado por el Espíritu Santo, que es únicamente por la inspiración de este Espíritu divino que él define y propone lo que debe ser creído, no les hubiera venido jamás al pensamiento que puedan ser definidas cosas no reveladas o dañinas para la Iglesia, y no se imaginarían que las maniobras humanas pueden disminuir la virtud del Espíritu Santo e impedir la definición de las cosas reveladas y útiles a la Iglesia. Ellos no se persuadirían que haya sido impedido proponer a los Padres en la manera conveniente, y en el fin de hacer destacar con más claridad la verdad por la discusión, las dificultades que ellos les habrían opuesto a tal o cual definición. Si ellos se condujeran por este motivo, se abstendrían de todos aquellos artificios con los que se captan los sufragios en las asambleas populares, y esperaran, en la tranquilidad y el respeto, el efecto que debe producir la ilustración suprema.
      
Es porque Nos consideramos que has prestado un muy verdadero servicio a la Iglesia al emprender la refutación de las principales aserciones que se encuentran en los escritos publicados bajo esta influencia; poniendo al descubierto el espíritu de odio, la violencia y el artificio que reina en ellos, has hecho esta obra con tal solides, tal claridad y tal abundancia de argumentos basados en la antigüedad sagrada y en la ciencia eclesiástica que, reuniendo tantas cosas en pocas palabras, has arrasado todo prestigio de sabiduría en todos los que habían desarrollado sus pensamientos bajo discursos desprovistos de razón. Restableciendo la verdad de la fe, del buen derecho y de la historia, has tomado a cargo el interés de los fieles, tanto los que poseen la instrucción como los de aquellos que no la tienen. Nos te expresamos Nuestra gratitud particular por el homenaje que Nos has hecho de este libro, y Nos presagiamos un feliz y muy grande suceso en fruto de tus vigilias. Como augurio de este éxito, y como prenda de Nuestra benevolencia, Nos te concedemos con vivo afecto la Bendición Apostólica.
   
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 12 de Marzo de 1870, año vigesimocuarto de Nuestro Pontificado. PAPA PÍO IX.

MODERNISMO, PROTESTANTISMO, BUDISMO Y AMERICANISMO: MEZCLA ANTIGUA, PERENNE (Y CÓMODO DISPARATE)

Traducción del artículo publicado por RADIO SPADA.
   
«[…]
   
¡Ingenuos e hipócritas! A las crisis provenientes por la duda no se remedia sino con el conocimiento de la verdad, o al menos de los motivos que nos aseguran de la verdad. Y hasta que no retornéis al aborrecido intelectualismo, vuestra crisis será verdaderamente insanable porque os faltará siempre el ubi consístam. Es inútil: la mente esta hecha por la verdad y no se descansa sino en la verdad. Y por cuanto los nuevos Pilatos finjan no saber aún qué cosa sea la verdad y busquen desfigurar el antiguo concepto, no llegarán sino a hacerse compadecer una vez más. El buen sentido gritará alto a todos: “No te preocupes de ellos, sino mira y pasa”. Como parmente se reirá de todos sus esfuerzos por reducir la revelación divina a la evolución de la conciencia moral a través de los siglos, donde puede concluir que la fe es el sentido moral de lo divino, y que las pruebas de la fe se deben pues buscar dentro y no fuera de nosotros. Son ilusiones y locuras por mentecatos. No, la revelación sobrenatural no nos viene de dentro sino de fuera; y los criterios que nos aseguran de la verdad de esta revelación no consisten ya en aquellos hechos subjetivos o sentimentales que varían según los hombres y los caprichos de los individuos, sino en aquellos hechos objetivos, reales e históricos que todos conocen y que ninguna crítica podrá nunca negar.
    
Es conocido a qué tiende todo este movimiento anticristiano. Se querría llevar a la Iglesia a un cristianismo menos rígido e inflexible, a un cristianismo aligerado por ciertos dogmas, y más aún de ciertas leyes morales, a un cristianismo en resumen que sepa rendirse y conciliarse con las ideas y exigencias del mundo y del tiempo en que se vive [1]. Estamos en tiempos de libertad, y el pensamiento y la conciencia deben ser libres en sus movimientos y no afrontar imposiciones de fuera. “Nada, dicen, puede penetrar en el hombre si no brota y no corresponde en modo alguno a una necesidad de expansión: no hay para él verdad fija y precepto admisible que no sea en modo alguno autónomo y autóctono” [2].
    
Y he aquí por qué en nuestros días muchos, si no muchísimos, prodigan sus entusiasmos al budismo y llegan incluso a preferirlo al Cristianismo, como hace el prof. Luigi Luzzatti en su reciente libro [3]. El budismo, se sabe, está vacío de contenido dogmático y deja por ello la máxima libertad de pensamiento y de conciencia a sus seguidores. ¡Por tanto es preferible al Cristianismo! Otros, por la misma razón, prefieren el protestantismo al Catolicismo. El protestantismo se apoya sobre el libre examen, y deja plena libertad a sus adeptos de creer lo que quiera, mientras que la Iglesia Católica, con sus dogmas y sus leyes, atasca y tiraniza la conciencia. La prohibida calumnia repetida no es mucho por Giovanni Sforzini, por Giorgio Bartoli y por todos aquellos sacerdotes y frailes que fueron a engrosar las filas de los protestantes. En fin, otros, aunque sin ir al protestantismo, aunque sin salir de la Iglesia Católica, se disponen a preparar en el seno de esta aquella novedad de corriente de pensamiento y de ideas que permita a aquellos que están fuera entrar sin someterse bajo las horcas caudinas del bagaje dogmático y moral, y conceda a los que están dentro de quedarse sin renunciar a las nuevas aspiraciones y exigencias de los tiempos modernos [4].
   
Y, va sin decir, para todos estos los dogmas no son sino elaboraciones del pensamiento humano, sin otro contenido que el sentimiento religioso, que es el germen del cual por sucesivas evoluciones habrían venido todos los dogmas de los cuales se ha cargado la Iglesia Católica en su camino.
   
Ahora todo esto es simplemente ridículo. O vosotros creéis en la divinidad de Cristo y de su religión, y luego no os queda sino acoger las enseñanzas y los preceptos, pero no está más en vuestra facultad reducirlos, mutilarlos o adaptarlos a vuestros caprichos: o no creáis, y entonces no tendréis más necesidad de ningún cristianismo ancho: podéis refutarlo en bloque sin tantas hipocresías. Luego no es sino hipocresía poner al cristianismo primitivo contra el catolicismo actual, como si el cristianismo de entonces consistiese todo en el sentido moral y religioso de los neocríticos. El recurso al cristianismo primitivo, del resto, es uno de los lugares comunes demasiado abusados. También los protestantes querían hacer creer que su reforma consistiese en un retorno al puro y genuino cristianismo de los primeros tiempos. Pero todos saben cómo iban y cómo van las cosas. Y también sin evocarnos a las conocidas confutaciones de los apologistas católicos, la misma crítica histórica de nuestros días, aunque surtida con entendimientos del todo negativos, ¿no está constreñida a reconocer que muy distinta es la verdad de los hechos? [5]. Y es precisamente el estudio sobre los orígenes históricos del Cristianismo el que determinó entre los mismos protestantes aquel movimiento de retorno a la Iglesia Católica, que va engrosándose siempre más. ¿Quizá un Edward Manning, un John Henry Newman, un Oswald Hunter y tantos y tantos otros que representaban lo más granado de la ciencia y de la crítica histórica en las Iglesias disidentes, no han examinado antes de su conversión todos los argumentos a los que hoy apelan nuestros críticos? Pero, no obstante el tirón que sentían en su corazón al abandonar la religión de sus padres, ellos han venido a la Iglesia Católica porque han visto que solamente aquí está la única verdadera religión de Cristo. ¿Y cómo no, si la misma Iglesia de las catacumbas se nos presenta con el mismo credo, con los mismos sacramentos, con la misma jerarquía? Leed a Giovanni Battista De Rossi, a Mariano Armellini, a Orazio Marucchi y a cuantos estudiaron las catacumbas romanas, y veréis si no es así [6].
   
[…]»
    
Mons. GIUSEPPE BALLERINI GARLASCHELLI, Obispo de Pavía. La crisis del pensamiento moderno y las bases de la Fe. Roma, Pustet, 1910.

NOTAS
[1] El Cristianismo convirtió el mundo a sí: ahora se querría convertir el Cristianismo al mundo.
[2] Il Programma dei Modernisti. Risposta all’enciclica di Pio X “Pascéndi Domínici Gregis” (El Programa de los modernistas: Respuesta a la encíclica de Pío X “Pascéndi Domínici Gregis”). Ernesto Buonaiuti, Umberto Fracassini. Roma, Sociedad Internacional Científico-Religiosa, 1908, pag. 91.
[3] La libertà di coscienza e di scienza (La libertad de conciencia y de ciencia), Milán, Fratelli Treves, 1909.
[4] En su carta sobre el americanismo, León XIII escribía: «El fundamento sobre el que se fundan estas nuevas ideas es que, con el fin de atraer más fácilmente a la sabiduría católica a aquellos que disienten de ella, la Iglesia debe acercarse un poco más a la humanidad de este siglo ya maduro, aflojar su antigua severidad y hacer algunas concesiones a los gustos y opiniones recientemente introducidas entre los pueblos. Muchos piensan que estas concesiones deben ser hechas no sólo en asuntos de disciplina, sino también en las doctrinas que conforman el “depósito de la fe”. Ellos sostienen que sería oportuno, para ganar las voluntades de aquellos que disienten de nosotros, omitir ciertos puntos de la doctrina como si fueran de menor importancia, o moderarlos de tal manera que no conservarían el mismo sentido que la Iglesia constantemente les ha dado».
[5] Ver: L’Église naissante et le Catholicisme (La Iglesia naciente y el Catolicismo) de Pierre Batiffol, tercera edición, 1909, París, Lecoffre.
[6] Ver: Le Catacombe romane e il Protestantesimo (Las Catacumbas romanas y el Protestantismo), del comendador Orazio Marucchi.

LAS SIETE PALABRAS DE MARÍA SANTÍSIMA

Ejercicio dispuesto por fray Pedro José Orcillez OFM, publicado en México por Ignacio Lovis Morales en 1840, con aprobación eclesiástica.
  
PRÓLOGO DEL AUTOR
Siete palabras habló Jesucristo nuestro Señor redimiéndonos en la Cruz; y siete veces habló su Sacratísima Madre en la cruz penosa de esta vida. No diremos por esto, que no habló más, sino que las otras serían unísonas a estas, puesto que los evangelistas las callaron, no escribiendo más que estas siete.
  
Dos con el ángel San Gabriel en Nazaret para efectuarse el muy alto Misterio de la Encarnación.
  
Dos en la Visita que le hizo a su Prima Isabel.
   
La quinta, cuando halló a su divino Niño de doce años en el Templo, habiéndole buscado apesadumbradísima por el espacio de tres días.
  
Habló sexta vez en las bodas de Caná de Galilea, movida a compasión por la escasez en que la casa se veía.
   
Y finalmente habló con la más útil advertencia a los serviciales de aquel convite.

Recomendar lo importante de este devocionario, sería agraviar a la universal ternura de los cristianos fieles, que aplauden a María Santísima justamente como al Principal Asilo y Refugio de todas nuestras necesidades.
    
Para conseguir de tan Soberana Madre la merced que pretendiere su devoto, debe entrar en esta práctica con total fe y confianza en el valimiento de tan Poderosísima Señora: y no dude que verá cumplido su deseo convenientemente y saludable para su alma.
   
Sea así a cuantos hicieren este santo ejercicio, que dispuesto por mí (indigno Franciscano), lo consagro a la Concepción Inmaculada de la Purísima Madre de Dios, como su más humilde y vil esclavo.
   
Fr. Pedro José Orcillez.
   
PIADOSO EJERCICIO EN MEMORIA Y OBSEQUIO DE MARÍA SANTÍSIMA POR LAS SIETE VECES QUE HABLÓ. COMO REFIERE EL SAGRADO EVANGELIO
    

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
       
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Muy arrepentido estoy de haber pecado, benignísima María, alabo de Dios la singular clemencia, y me confundo horrorizado de mis descarríos. He ofendido a un Pastor cuidadoso por que no me extraviase de las sendas de la santidad y justicia: he ofendido a un médico, tan solícito de mi salud, a un Esposo, tan amante de mi alma, a un Padre, tan tierno para mí, en una palabra, e ofendido a todo un Dios. Vos, María, que sois la gran medianera de los infelices pecadores, tened piedad de mí. He aquí a vuestros pies, un miserable, que a vos acude y os pide misericordia. Es verdad, que por mis ingratitudes a Dios y a vos, merecía que ambos me condenaseis, más yo estoy persuadido de que nunca rehusáis ayudar al que con la debida confianza se encomienda a vos. Pues ¡Oh criatura la más excelente de las manos de la Omnipotencia! Supuesto que superior no hay más que Jesucristo, y en vuestra comparación son pequeños los más agigantados astros del Cielo, ¡Oh Santa de los Santos! ¡Oh María, abismo de gracia! Socorred a un infeliz que la ha perdido, por su culpa, y solo por su grave culpa. Yo sé que sois tan amada de la Beatísima Trinidad, que nada os niega, se también, que vos gustáis de emplear vuestra magnificencia, en remediar a los desdichados delincuentes. Ea pues, haced ver cuan galana es la recomendación que obtenéis para con Dios, alcanzándome una luz y un incendio divino, que desasiéndome de todo afecto terreno, me una solamente a Dios. Hacedlo, Señora, que vos lo podéis conseguir, hacedlo por amor de aquel Dios que os ha constituido tan Poderosa, tan Suprema, y tan Misericordiosa. Así lo espero. Amén.

DÍA PRIMERO
PRIMERA PALABRA: «¿Cómo será esto, porque yo no conozco varón?» (Lc. 1, 34).
La primera vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Lucas en el capítulo primero de su sagrada historia: «El Ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una Virgen desposada con un varón, que se llamaba José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María: Y habiendo entrado el Ángel a donde estaba, dijo: “Dios te salve, llena de gracia: el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres”. Y cuando ella oyó esto, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación fuese esta. Y el Ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: He aquí, concebirás en tu seno, y parirás un Hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el Trono de David su padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre. y no tendrá fin su reino”. Y dijo María al Ángel: “¿Cómo será esto, porque yo no conozco varón?”».
  
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Mi Inmaculada Señora: Yo me alegro al vero enriquecida de tanta pureza. Doy alabanzas, y procuraré darlas siempre al Universal Criador, por haberos preservado de toda imperfección. Quisiera, que el mundo en general os conociese y os confesase por aquella bella Aurora sin falta, adornada de los divinos resplandores, por aquella Arca escogida de salud, libre del común naufragio del pecador, por aquella inocente y tersa Paloma, cual os declaró vuestro celestial Esposo, por aquel Huerto cerrado que fue la delicia de Dios, por aquella Fuente sellada, en la cual jamás entró cosa alguna que la enturbiase, y en fin, por aquella Rosa, que brotando entre las espinas de los descendientes de Adán, de donde todos naces manchados por desgraciado origen, vos fuiste la Única, Pura y toda digna de vuestro Criador. ¡Ah, agraciadísima María! Vos, que sois tan apreciada en el acatamiento del Altísimo, no os desdeñéis de mirar con vuestros piadosos ojos las miserias a que me han reducido mis propios desordenes. Aquel Dios que os ha escogido para Hija, Madre y Esposa suya, y por eso os prefirió en su estimación a todo cuanto ah criado y puede criar, ¿Qué favor os negará jamás? Pues en mis presentes tribulaciones, os repetiré con San Buenaventura: ¡Oh Salud de los que os invocan! Salvadme. Así sea.
   
Se concluye con las Letanías Lauretanas.
   
TRISAGIO MARIANO
    
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
  
Dios te Salve, María, Virgen,
Gran Señora y Soberana,
De los cielos y de la tierra
Por ser Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
          
Llena de gracia, y por eso
Gabriel con estas palabras
Te saluda reverente
Como a Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
      
El Señor es contigo, así
Tu virtud es tan realzada
Que justamente decimos
Que eres Santa, Santa, Santa,
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
Bendita tú entre las mujeres,
Tú, Señora, te aventajas,
Humillando a la serpiente
Con ser Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
  
Bendito es el fruto Sacro
Que producen tus entrañas,
Por cuyo excelso destino
Eres Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
De tu vientre, Jesús nace
Y así bienaventurada
Te llamarán las naciones
Por ser Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
    
Santa María, sin duda eres,
Y con eminencia tanta,
Que entre los mayores Santos
Tú eres Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
Madre de Dios verdadero,
Madre pura, Madre intacta,
Madre en todo singular,
Madre Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
Ruega por nosotros, pues
En ti fía nuestra esperanza,
Como que eres de clemencia
Fuente Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
Los pecadores a Ti
Incesantemente claman;
Y en ti su Abogada tienen
Fiel y Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
    
Ahora, pues, que en esta vida
Tanto riesgo nos asalta,
Dígnate de oírnos propicia,
María Santa, Santa, Santa.
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
     
Y en la hora de nuestra muerte
Tu Patrocinio nos valga,
Para lograr bendecirte
Siempre Santa, Santa, Santa
Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
    
Amén, Jesús y María,
Amén, Madre y Abogada,
Amén, Divina Señora;
Amén, Santa, Santa, Santa.
 Hija dilecta del Padre,
Del Hijo Madre sagrada,
Del Espíritu Divino
Prenda Santa, Santa, Santa.
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Oración para todos los días. 
   
SEGUNDA PALABRA: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra» (Lc. 1, 38).
La segunda vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Lucas en el capítulo primero de su sagrada historia: «El Ángel le dijo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y te hará sombra la virtud del Altísimo. Y por eso lo Santo, que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, Isabel tu parienta, también ella ha concebido un hijo en su vejez: y este es el sexto mes para ella, que es llamada la estéril: porque no hay cosa alguna imposible para Dios”. Y dijo María: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”».
   
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Santa e Inmaculada Virgen María: criatura la más humilde para sí, y la más preferida para Dios. Vos fuiste tan pequeña en vos misma, pero tan recomendada en la estimación del Señor, que os exaltó hasta escogeros por Madre suya. Vos dijisteis, que erais su esclava, y él os estableció Reina de los cielos y tierra. Quisiera rendir dignas alabanzas a aquel Dios, que así os ha ennoblecido, y se ha intimado con vos, de modo, que ya no se puede imaginar más. Digno es ciertamente de Virtud, Divinidad, Sabiduría, Fortaleza, Honra y Gloria el Cordero, por quien fuiste colmada de prerrogativas inmensas, como planta benditísima que han dado al mundo Fruto tan primoroso y tan Santo. Sois la verdadera Madre de Dios, hecho hombre, Jesucristo, y por eso, Madre de los pecadores. ¡Purísima Madre de nuestro Dios y Salvador! Rogad ahora, interceded continuamente a vista de tantas amarguras y peligros que padecemos, e instad en la hora de nuestra muerte, cuando estamos a punto de salir de este mundo, y ser presentados al Tribunal de Dios justísimo, Remunerador, por los méritos de Jesucristo, Redentor nuestro, y por vuestra valiosísima intercesión, lleguemos al día, en que, sin sombra alguna, os alabemos perpetuamente. Así sea.

Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.
      
DÍA TERCERO
Por la señal…
Oración para todos los días.
    
TERCERA PALABRA: «Y entrando María en casa de Zacarías, María, saludó a Isabel…» (Lc. 1, 45).
La tercera vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Lucas en el capítulo primero de su sagrada historia: «En aquellos días levantándose María, fue con aceleración a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel». 
   
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
María, Virgen Inmaculada y Bendita, pues que vos sois el benignísimo universal conducto de todos los favores divinos, y soy la Esperanza mía y la Esperanza de todos, doy siempre gracias al Altísimo que os ha dado a conocer, y que me ha hecho saber el medio de que eh de valerme, para alcanzar los dones celestiales, y santificarme. Este medio sois vos, y por eso os apresurasteis en visitar y purificar a la casa de Isabel, ea pues, visitad, y visitad luego a mi alma. No tardéis, os ruego, clementísima Señora, vos sabéis mejor que yo, cuan necesitada esta ella, y cuanto adolece de muchos males, afectos desordenados, pecados cometidos, perversas costumbres, síntomas muy graves de una muerte eterna. Nunca os separasteis de mí, y mis necesidades serán socorridas, y mi alma libre de todos sus males. Yo no pretendo, no soy digno de que vos en este mundo me visitéis con vuestra presencia visible, como lo habéis verificado con muchos siervos vuestros, pero no ingratos como yo, quiero, si, deseo y pido, veros en vuestro Reino del cielo, para amaros allí más y más, y rendiros gratitud eterna por los muchísimos beneficios que de vos eh recibido, y mientras viva en este miserable mundo espero recibir. Así sea.

Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.
 
DÍA CUARTO
Por la señal…
Oración para todos los días.
   
CUARTA PALABRA: «Mi alma engrandece al Señor…» (Lc. 1, 46-55).
La cuarta vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Lucas en el capítulo primero de su sagrada historia: «Y cuando Isabel oyó la salutación de María, el infante dio saltos en su vientre: y fue llena Isabel del Espíritu Santo: y exclamó en alta voz, y dijo: “Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y de dónde esto a mí, que la Madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí, luego que llegó la voz de tu salutación a mis oídos, el infante dio saltos de gozo en mi vientre. Y Bienaventurada que creíste, porque cumplido será lo que te fue dicho de parte del Señor”. Y dijo María: “Mi alma engrandece al Señor; y mi espíritu se regocijó en Dios mi Salvador. Porque miró la bajeza de su esclava: pues ya desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho cosas grandes el que es Todopoderoso, y santo su nombre. Y su misericordia de generación en generación para los que le temen. Hizo esfuerzo en su brazo: esparció a los soberbios del pensamiento de su corazón. Destronó a los poderosos; y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos: y a los ricos dejó vacíos. Recibió a Israel su siervo renovado de su misericordia. Así como habló a nuestros padres Abrahán y su descendencia por los siglos”».
 
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Grande, Excelsa y Gloriosísima María, postrados al calce u umbrales de vuestro Trono, os adoramos desde este valle de lágrimas- nosotros nos complacemos de la inmensa gloria con que os ha engrandecido la Trinidad Beatísima: todas las naciones os proclamarán Bienaventurada. ¡María felicísima, no os olvidéis de nosotros! cuanto más inmediata estáis al que ha obrado en vos grandes prodigios, tanto más podéis contra nuestras calamidades. En vuestra misma elevación os encargáis perfectamente de nuestras miserias, por lo cual es forzoso, que os compadezcáis, y nos socorráis más. En tanta alegría vuestra, consoladnos a nosotros. sois nuestra Madre ¡Madre dulcísima! ¡Madre amabilísima! Conseguidnos la pureza de nuestras almas, alcanzadnos el santo amor de Dios, y buena muerte. Así sea.

Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.
   
DÍA QUINTO
Por la señal…
Oración para todos los días.
    
QUINTA PALABRA: «Hijo, ¿por qué lo has hecho así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo angustiados te buscábamos» (Lc. 2, 41-52).
La quinta vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Lucas en el capítulo segundo de su sagrada historia: «Y sus padres (de Jesús) iban todos los años a Jerusalén en el día solemne de la Pascua. Y cuando tuvo doce años, subieron ellos a Jerusalén, según la costumbre del día de la fiesta, y acabados los días, cuando se volvían, se quedó el Niño Jesús en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtiesen. Y creyendo que él estaba con los de la comitiva, anduvieron camino de un día, y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos. Y como no le hallase, se volvieron a Jerusalén, buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el Templo, sentado en medio de los Doctores, oyéndolos y preguntándoles. Y se admiraban grandemente todos los que le oían, de su inteligencia y de sus respuestas. Y cuando le vieron, se maravillaron. Y le dijo su Madre: “Hijo, ¿por qué lo has hecho así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo angustiados te buscábamos”». 
    
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Madre Inmaculada, Santísima María, después de que Jesucristo, mi única esperanza. No fue infeliz Job, perdiendo cuanto tenía, haciendas, hijos, salud, honras, hasta bajar desde la opulencia a un muladar, más tenia a Dios consigo, y por eso, aun entonces, era verdaderamente dichoso. Vos buscabais a vuestro Niño en Jerusalén, pero sabias, con la Mística Esposa, que se apacienta entre los lirios, y esos vuestros pensamientos y afectos del todo humildes, puros y perfectísimos al completo beneplácito de Dios, son azucenas, que tanto, tanto, han convidado, a que habite en vos el Divino Esposo. Dejadme suspirar a mí por él, y a innumerables pecadores que no le aman, y por nuestras ofensas le hemos perdido. La piedad que vos tenéis de los miserables, y el valimiento que poseéis para con la Trinidad Beatísima, superan, sin alguna duda, al número y a la malicia de todos mis deméritos. El cielo y la tierra testifican, que no se pierde el que de vos es protegido. Olvídense todos de mí, como no os olvidéis vos ¡Oh Madre de amor! Decidle a Dios, que yo soy vuestro, interesaos por mí, y yo seré salvo, con esta seguridad vivo, y en ella quiero morir. Así sea.
    
Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.
    
DÍA SEXTO
Por la señal…
Oración para todos los días. 

SEXTA PALABRA: «No tienen vino» (Jn. 2, 1-3).
La sexta vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Juan en el capítulo segundo de su sagrada historia: «Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea: y estaba allí la Madre de Jesús. Y fue también convidado Jesús, y sus discípulos a las bodas. Y llegando a faltar vino, la Madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”».
  
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Madre de Dios, María, mi Inmaculada Señora: de la misma suerte que se presentará a una gran Reina un pobrecito despreciable, yo recurro a Vos. No quiero ocuparme, poderosísima Abogada de los hombres, en pediros gracias puramente temporales, que no me causarían alegría verdadera, ni prosperidades del mundo, que solo servirían de satisfacer a mi amor propio. Os pido una fe viva, que me haga obrar, y que me determine a su sufrido todo por la causa de Dios, una confianza firme en él, que jamás sea confundida, un amor de Dios, que no puedan apagar todas las aguas de las tribulaciones y adversidades de esta vida, y una caridad para con el prójimo, que nos tenga a todos estrecha y santamente unidos en Jesucristo. Os pido, por último, una victoria completa del mundo, un desapego perfecto de mi mismo, un espíritu humilde y corazón puro. Así sea.

Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.
    
DÍA SÉPTIMO
Por la señal…
Oración para todos los días.
    
SÉPTIMA PALABRA: «Haced cuanto Él os dijere» (Jn. 2, 4-5).
La séptima vez que oímos hablar a María Santísima es, como refiere el evangelista San Juan en el capítulo segundo de su sagrada historia: «Y Jesús le dijo: “Mujer, ¿qué nos va a mi y a ti? Aún no es llegada mi hora”. Dijo la Madre de él los que servían: “Haced cuanto Él os dijere”». 
   
Se rezan tres Aves Marías de la forma siguiente:
  
℣. Glorifiquemos a María Santísima, Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo.
℟. Ensalzada sea la Beatísima Trinidad, por las ínclitas prerrogativas que concedió a María Santísima. Ave María.
   
Y de la misma forma las dos siguientes.
   
ORACIÓN
Bendita eternamente seáis, Purísima Madre de Dios, a vos clamamos implorando tu protección, solo para poder seguir vuestros pasos, imitando vuestros ejemplos, a vos suspiramos gimiendo y llorando, y puestos a vuestro amparo, esperamos conseguir la gracia de nuestra conversión, muy justamente os llamamos Madre de Misericordia, principio de la vida, y consuelo de nuestras almas. Con estos afectos nos acogemos a Vos, para pediros aquellas gracias que sabéis necesitamos: derramadlas muy particulares sobre las sagradas personas del Sumo Pontífice y demás prelados que gobiernan la Iglesia, sobre esta nación tan singularmente favorecida de vos. Apagad el fuego de la guerra, que arde en tantas partes del mundo, y que divide hasta a los jefes cristianos, pero ayudados más bien a apagar el voraz incendio de nuestras pasiones, y el combate interior que ejercitan en lo más secreto de nuestro corazón. Dadnos paz con los enemigos del Estado, pero con preferencia a esta, auxiliadnos a recobrar la paz con Dios, si la hemos perdido, o a mantenernos en ella, si somos tan dichosos que la tengamos, y merezcamos aumentarla cada día más y más. Así sea.
   
Se concluye con las Letanías Lauretanas y el Trisagio Mariano.

viernes, 26 de marzo de 2021

ORACIÓN EN MEMORIA DE LA MUERTE DE CRISTO, PARA LOS VIERNES

   
LATÍN
A sexta hora tenébræ factæ sunt super univérsam terram usque ad horam nonam. Pater noster.
Et circam horam nonam clamávit Jesus voce magna, dicens: Eli, Eli, lamma sabactháni? hoc est: Deus meus, Deus meus, ut quid dereliquísti me? Pater noster.
Jesus autem íterum clamans voce magna, emísit spíritum. Pater noster.
    
℣. Christus factus est pro nobis obœ́diens usque ad mortem.
. Mortem autem crucis.
   
Orémus:
   
ORATIO
Dómine Jesu Christe, qui pro redemptióne mundi crucis patíbulum ascendísti et Sánguinem tuum pretiósum in remissiónem peccatórum nostrórum fudísti: te humíliter deprecámur, ut post óbitum nostrum Paradísi jánuas nos gaudénter introíre concédas. Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancti Deus per sǽcula sæculórum. ℞. Amen.
    
TRADUCCIÓN
A la hora sexta se hicieron las tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora nona. Padre nuestro.
Cerca de la hora nona clamó Jesús con alta voz diciendo: Eli, Eli, lamma sabactháni?, esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Padre nuestro.
Luego Jesús, clamando otra vez con alta voz, entregó su espíritu. Padre nuestro.
    
℣. Cristo por nosotros se hizo obediente hasta la muerte.
. Y muerte de cruz.
   
Oremos:
   
ORACIÓN
Oh Señor Jesucristo, que por la redención del mundo ascendiste al patíbulo de la cruz, y derramaste tu Sangre preciosa para remisión de nuestros pecados: te suplicamos humildemente nos concedas que después de nuestra muerte entremos gozosos a las puertas del Paraíso. Tú que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos de los siglos. ℞. Amén.
   
Colléctio precum ad usum Clericórum Seminárii Archiepiscopális Pragénsis (Colección de oraciones para el uso de los clérigos del Seminario Arzobispal de Praga). Nový Jičín, Imprenta de Kryl & Scotti, 1930. Imprimátur por Mons. Francisco Javier Kordač Šulcov, Arzobispo de Praga, el 16 de Abril de 1930.

VATICANO: BERGOGLIO RECORTA LOS SALARIOS

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO, ampliado en algunas partes.
   
El dinero de Francisco Bergoglio no vale el papel en que está impreso.
Como el Vaticano está al borde de la bancarrota, Bergoglio ha recortado los viáticos de los cardenales y los salarios de los empleados religiosos y seglares por medio de un Motu Próprio, en el cual indica que sin esos recortes el Vaticano se iría a la bancarrota.
Para enfrentar este déficit, Bergoglio ha “convertido” inmoralmente (robado) dinero de su estafa del Óbolo de San Pedro, al cual los fieles contribuían, creyendo falsamente que el dinero va para los pobres.
   
El 23 de Marzo de 2021, apareció nueva evidencia que la iglesia conciliar está hundiéndose en la bancarrota, cuando Francisco Bergoglio publicó un decreto Motu Próprio golpeando inmediatamente la asignación de los cardenales, como también los salarios de los empleados religiosos y seglares del Vaticano.

El Motu Próprio dice en su tenor literal:
CARTA APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO DEL SUMO PONTÍFICE FRANCISCO SOBRE LA CONTENCIÓN DE GASTOS PARA EL PERSONAL DE LA SANTA SEDE, LA GOBERNACIÓN DEL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO Y OTRAS INSTITUCIONES VINCULADAS
   
Un futuro económicamente sostenible requiere hoy, entre otras decisiones, la adopción de medidas relativas a los salarios del personal.
   
a) Ante el déficit que desde hace varios años caracteriza la gestión económica de la Santa Sede;
b) teniendo en cuenta el empeoramiento de esta situación tras la emergencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19, que ha afectado negativamente a todas las fuentes de ingresos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano;
c) teniendo en cuenta que los costes de personal constituyen una partida importante de gastos en el presupuesto de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano;
d) considerando que, incluso en presencia de una adecuada capitalización de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, es necesario garantizar la sostenibilidad y el equilibrio entre ingresos y gastos en la gestión económica y financiera actual;
e) considerando necesario proceder en este sentido según criterios de proporcionalidad y progresividad;
f) con el objetivo de salvaguardar los puestos de trabajo actuales;
g) habiendo obtenido la opinión competente de la Secretaría de Economía y tras haber examinado cuidadosamente todas las cuestiones relativas a esta cuestión, establezco lo siguiente:
   
Artículo 1. Remuneración de los cardenales:
§1 A partir del 1 de abril de 2021 la remuneración cualquiera que sea su denominación, pagada por la Santa Sede a los cardenales se reducirá en un diez por ciento (10%) con respecto a la última retribución recibida.
   
Artículo 2. Remuneración de los demás superiores:
§1 A partir del 1 de abril de 2021, las remuneraciones, cualquiera que sea su denominación, netas y excluidas las remuneraciones adicionales acordadas en el correspondiente contrato, pagadas por la Santa Sede y el Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano a las personas clasificadas en los niveles salariales C y C1, se reducirán en un ocho por ciento (8%) con respecto a la última remuneración pagada.
    
Artículo 3. Remuneración de los clérigos y religiosos:
§1 A partir del 1 de abril de 2021, las remuneraciones pagadas por la Santa Sede y el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano a los clérigos y a los miembros de los Institutos de Vida Consagrada o de las Sociedades de Vida Apostólica, clasificados en los niveles salariales C2 y C3 y en los diez niveles funcionales no ejecutivos, se reducirán en un tres por ciento (3%) respecto a la última remuneración pagada.
    
Artículo 4:
§1 La reducción mencionada en los artículos 1, 2 y 3 no se aplicará si el interesado demuestra que no puede hacer frente a los gastos fijos relacionados con su propia salud o la de sus familiares hasta el segundo grado de parentesco. Las condiciones de aplicación del presente artículo se evaluarán anualmente. Se presentará la documentación pertinente:
a) a la Secretaría de Economía para los empleados que dependen administrativamente de ella;
b) a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano para sus empleados;
c) a la Institución a la que pertenecen para los empleados de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Instituciones mencionadas en el art. 6;
   
Artículo 5. Incrementos de antigüedad de dos años:
§1 En el período comprendido entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2023, se suspende el devengo de los incrementos bienales de antigüedad para las personas mencionadas en los artículos 2 y 3 y para el personal con contratos de los niveles funcionales 4 a 10, ambos incluidos, de la Santa Sede, de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y de los entes cuyas remuneraciones sean pagadas por la Santa Sede o por el Estado de la Ciudad del Vaticano.
   
Artículo 6. Otras entidades:
§1 Las disposiciones de los artículos precedentes se aplican también al Vicariato de Roma, a los capítulos de las basílicas papales del Vaticano, de Letrán y  Liberiana, a la Fábrica de San Pedro y a la basílica de San Pablo Extramuros.
    
Artículo 7:
§1 La Secretaría de Economía, de acuerdo con la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y previa consulta a la Caja de Pensiones, a la Caja de Asistencia Sanitaria y a otras entidades interesadas, adoptará las medidas de aplicación del presente decreto.
    
Ordeno que lo establecido tenga efecto inmediato, pleno y estable, derogando también todas las disposiciones incompatibles, y que este decreto sea publicado en “L’Osservatore Romano” del 24 de marzo de 2021 y posteriormente en el Acta Apostolicæ Sedis.
   
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 23 de marzo de 2021, noveno día [sic] del Pontificado.
   
FRANCISCUS

Bergoglio escribió que sin estos recortes (que intenta justificar con la plandemia del coronavirus), el Vaticano irá a la bancarrota. Solo para el 2021, se espera ver un déficit de 600’000.000 de dólares. Tan mal están las finanzas del Vaticano que Bergoglio ha “convertido” inmoralmente (robado) dinero de las donaciones de caridad por los fieles a su estafa del Óbolo de San Pedro, creyendo falsamente que el dinero va para los pobres.
   
A partir del 1 de Abril de 2021, los cardenales que trabajan en el Vaticano verán su “asignación” anual de 72.000 dólares recortada en un 10 por 100. Otros prelados y empleados del Vaticano verán sus ingresos recortados en un 8 por 100. Los aumentos para algunos prelados y empleados fueron suspendidos por dos años. Más de la mitad del presupuesto vaticano se va en pagos de salarios. [Parte de la información para este Comentario proviene de National Catholic Register].

Verdaderos Católicos, la “conversion” (esto es, robo) inmoral por Francisco Bergoglio del dinero de caridad aportado por los conciliares solo hará que la situación empeore. Ya las donaciones al Óbolo de San Pedro han ido bajando por años, y todos los 300 obispones de los Estados Unidos está siendo demandados por fraude al promocionar el fondo, que ya no va destinado principalmente a propósitos de caridad. Hay una gran omisión en el Motu Próprio bergogliano: ¡UN RECORTE EN SU SALARIO!

NOVENA EN HONOR A SAN BENITO DE PALERMO

Novena dispuesta por un devoto del Santo, y reimpresa a costa de don Nicolás José de Villagordo en Murcia, en 1749. Licencia eclesiástica conferida por Mons. Manuel Rubín de Celis, Protonotario Apostólico, Provisor y Vicario General del Obispado de Cartagena-Murcia, el 12 de Mayo de 1749. El Acto de contrición proviene del Arte mística especulativa y práctica, compuesta por el Padre Fray Diego de la Madre de Dios OFM Disc., impresa en Salamanca en 1713. Puede rezarse en cualquier momento del año, especialmente en preparación a su fiesta litúrgica el 4 de Abril.
    
NOVENA DEL PRODIGIOSO SAN BENITO DE PALERMO O DE SAN FILADELFO, HIJO DE LA MÁS ESTRECHA OBSERVANCIA DE N. P. SAN FRANCISCO, EN LA REFORMA DE SICILIA

   
Para que la práctica de este santo ejercicio sea con el fruto espiritual que se desea, podrá prepararse el que hiciere la Novena confesando y comulgando en el primer día; y si no pudiere, procurará purificarse con un fervoroso acto de contrición: empleándose en cada uno de los días en imitar alguna de las muchas virtudes de la Santa, y poniendo especial cuidado en la mortificación de los sentidos, y puesto de rodillas delante de su Altar o Imagen, levantará el corazón a Dios y, ofreciéndole con encendido afecto todas sus obras, se persignará con la señal de la Cruz, y dirá la oración siguiente:
 
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador y Redentor mío, pésame con todo mi corazón de haberos ofendido, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas cosas, porque sois mi Dios, mi Señor, mi Creador, mi Redentor, mi Salvador, mi Glorificador, último Fin sobrenatural de mi alma, Sumo e infinito Bien, digno de ser infinitamente amado: Señor, pequé contra vuestra Divina Majestad, pésame con todo mi corazón de todo cuanto os he ofendido y propongo firmísimamente con vuestra Divina Gracia enmienda en todo, y de nunca más pecar; y de apartarme de todas las ocasiones que puedan ser ofensa vuestra: propongo de confesarme enteramente, y de cumplir la penitencia que me fuere impuesta; y de satisfacer, y restituir si alguna cosa debiere: por vuestro amor perdono de todo mi corazón a todos mis enemigos y a los que me hubieren agraviado y ofendido; ofrezcoos mi vida, obras, y trabajos con los vuestros, en satisfacción de todos mis pecados: así como os lo suplico, así confío y espero en vuestra infinita Bondad y Misericordia, que por vuestra Sacratísima Pasión y Muerte me los perdonaréis, y me daréis vuestra Gracia y vuestros auxilios, para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte, y me llevaréis a vuestra Gloria, donde os ame y os alabe eternamente. Amén.
     
DÍA PRIMERO – 26 DE MARZO
MEDITACIÓN: FE DE SAN BENITO DE PALERMO
ORACIÓN
Dios y Señor Omnipotente, Amantísimo Padre de las almas, que por redimirlas veniste al mundo a padecer y morir por ellas, dejando para su remedio tantas virtudes y sacramentos, y vistiéndolas en la puerta de todos (que es el Bautismo) en el precioso hábito de la fe, por medio de la cual lleguen todos a veros y gozaros en la claridad de vuestra gloria: cuán magnifico te mostraste con tu fiel siervo San Benito de Palermo, en infundirle esta virtud con tan singular influencia, que en medio de sus oscuridades la confesaba con tal firmeza, que no parecía creer lo que no veía, sino adorar lo que tocaba, de que le nacía el ardiente celo de que todos los paganos se convirtiesen, derramando por esto cada día copiosas lágrimas con grandísimo desconsuelo. Yo os alabo y magnifico por este favor que le hiciste, y te pido ilustres mi entendimiento con una tan viva y firme fe, que de ella no me aparten las muchas tentaciones que contra ella me arma el demonio, para que así llegue a veros y gozaros en compañía de mi abogado San Benito, en la claridad de vuestra gloria. Amén.
  
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare.
  
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh glorioso Padre mío San Benito de Palermo! Negro Divino que fuiste blanco de los cariños de todo un Dios, rayo luminoso de la santa Iglesia, que iluminas con luces y resplandores de su doctrina y ejemplos, Flor rarísima entre las plantadas en los jardines de la gloria, portento el más raro de milagros, defensor acérrimo de la Fe católica, Negro admirable en penitencias, centro y custodia del más fino amor, yo doy al Altísimo infinitas gracias porque te hizo en todo tan singular y peregrino, y te pido, ¡oh glorioso Santo mío!, me alcancéis de su Majestad el que yo sea verdadero imitador de tus virtudes, y el favor que te pido en esta novena, si es que conviene para mayor gloria de Dios, honra tuya y provecho espiritual de mi alma. Y por último te pido que me asistas para que pueda merecer de mi Dios el perdón de mis pecados en esta vida, y que después la finalice con una dichosa muerte, para poder llegar a acompañaros en la Gloria. Amén.
  
GOZOS
  
Pues eres, Negro prodigioso,
Blanco de Dios infinito:
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.

   
En Sicilia floreciste
Como clavel misterioso,
Haciéndote más hermoso
La fe, que ciego creíste.
Pues tal favor recibiste
Del Dios todopoderoso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
     
No pareció tu fe obscura,
Pues lo mismo que creías
Se pensó claro veías,
Con vista sencilla y pura;
Y pues así te asegura
De la fe lo tenebroso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
Siempre que a Dios recibías,
Tanto en la fe profundabas,
Que arrobado te quedabas
Y el Señor te suspendía.
Sin duda te sumergía
En un deliquio amoroso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
La caridad en tu pecho
En vivas llamas ardía,
Siempre absorto te traía,
Y en sus incendios deshecho.
Siempre hallaba blando lecho
En vos el amor hermoso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
Tanto en este amor crecías
Meditando en Dios atento,
Que abrasabas el Convento.
Si fuera no te salías,
Siempre el corazón traías
Hecho volcán amoroso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
Lo dulce de la oración
Lo comenzaste a gustar
Desde que supiste andar,
Tú por tu propia elección
No tenías locución
Y ya orabas cuidadoso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
Fuera de ti te sacaba
Este amor tan soberano,
Solo su poder y mano
Era quien te conservaba.
Dando voces te llevaba
Por los montes presuroso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
Si a orar a los montes ibas,
Parecía los quemabas;
Si a la Iglesia, la abrasabas
Con estas llamas tan vivas,
Pues muestras tan expresivas
Das de santo religioso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
   
En la oración alcanzaste
De la profecía el don,
La ciencia en tu corazón
Perfectamente encerraste:
En todo te acreditaste
El negro más prodigioso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
  
A los ciegos dabas luz,
Pies y manos al tullido;
Lengua al mudo, al sordo oído,
Y a todo enfermo salud.
El estudio de la cruz
Te hizo médico famoso.
Alcánzanos, San Benito,
De la gloria el fin dichoso.
   
℣. Ruega por nosotros, ¡oh padre San Benito de Palermo!
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN
Omnipotente Dios y Señor, que en tus adorables designios eliges a lo más sencillo del mundo para confundir a los soberbios, pues reconozco este don en San Benito de Palermo, mira con bondad a este hijo tuyo que, pidiendo la intercesión del Santo, te presenta las necesidades de alma y cuerpo... Atiende las peticiones que te elevo presentándotelas por intermedio de San Benito. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
   
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO – 27 DE MARZO
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: ESPERANZA FIRME DE SAN BENITO DE PALERMO
ORACIÓN
Omnipotente y Magnífico Señor, complemento y último fin de la esperanza, el cual alcanzan y logran todos los que esperan en vuestra largueza infinita para el remedio de todas sus necesidades, tanto espirituales y corporales: yo os doy infinitas gracias con todo el afecto de mi alma, porque adornaste de tan santa virtud al glorioso Abogado mío San Benito de Palermo, en grado tan heroico, como publican los insignes milagros que hacía con la sola esperanza que tenía en vuestra Divina Majestad, yo os suplico que por los méritos de este santo me concedáis una firme esperanza en vuestra infinita misericordia, con la cual logre el perdón de mis pecados, para que libre de ellos, consiga el fin de ella, que sois Vos, en la eternidad de la gloria. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA TERCERO – 28 DE MARZO
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: ARDIENTE CARIDAD DEL SANTO
ORACIÓN
Oh Dulcísimo Jesús, amantísimo dueño de las Almas, que por trato amarlas expusisteis por ella vuestra vida en el Madero de la Cruz, con un deseo ardientísimo de que todos le aprovecharan de tan eficaz medicina: yo os doy rendidas gracias por este singularísimo amor con que a los hombres amasteis y también porque pusisteis cual Reina entre las virtudes en la purísima alma de vuestro Siervo y mi protector San Benito, encendisteis en su corazón en grado tan intenso, que andaba siempre abrasado como el más encumbrado Serafín, y su cuerpo, en medio de su negrura, estaba a veces tan resplandeciente que no había quien mirase sin cegar, por los muchos rayos que este fuego despedía: concédeme Señor, que a imitación de este Santo os ame a Vos y a mis prójimos con ardiente caridad, para que permaneciendo en ella hasta la muerte, la pueda continuar en su compañía por los siglos de los siglos. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA CUARTO – 29 DE MARZO
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: ORACIÓN FERVOROSA DEL SANTO
ORACIÓN
Omnipotente y Soberano Señor, de quien procede todo bien, y de quien desciende todo don perfecto, y le comunicas a las Almas esposas tuyas por medio de la unión que reinen contigo la más perfecta caridad y amor, cuyas llamas enciendes en sus amantes corazones en la hoguera o fragua de la Oración, donde las comunicas tus secretos y tienes con ellas tus delicias: yo engrandezco tu santo nombre por lo mucho que en esto favoreciste a tu siervo San Benito, pues le levantaste a tan alto grado de Oración y contemplación que abstraído siempre de sus potencias, no parecía estar en sí sino solo en Ti, pues el fuego de tu amor, que subía a su esfera y levantaba su cuerpo por los aires, como si fuera ligera ave, y olvidado aun de su aliento, permanecía en ellos los días enteros y las noches, yo te pido me concedas el que olvidado yo de lo terreno, solo tenga mis regalos y delicias en Ti, tu solo eres quien puede ahuyentar sus deseos, para que así pueda volar a veros, libre de las prisiones de la carne, en la eterna morada de tu Gloria. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA QUINTO – 30 DE MARZO
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: CIENCIA INFUSA DEL SANTO
ORACIÓN
Dios y Señor infinito en atributos y perfecciones, en quien se encierra todo lo secreto y oculto de la más encumbrada sabiduría: yo te confieso, Padre Eterno, y te alabo, porque ocultaste estos secretos a los sabios y prudentes del mundo, y los revelaste a los párvulos que el mundo tiene por despreciados, y también porque entre todos se los comunicaste tan a tan manos llenas al más humilde y santo lego San Benito de Palermo que sin saber escribir ni leer, explicaba tan altamente todos los Misterios más ocultos de nuestra Santa Fe, y los punto más delicados de las Escrituras, siendo pasmo y admiración de los Maestros más graduados del mundo, al ver tanta ciencia y juntamente profecía en uno al parecer, tan flaco instrumento: y te pido, que pues el principio de la sabiduría es tu santo temor, me des que yo aprenda con perfección este principio, para que pueda alcanzar su fin, que es tu santo amor, en el cual persevere por los siglos de los siglos. Amén.
       
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
 
DÍA SEXTO – 31 DE MARZO
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: HUMILDAD PROFUNDA DE SAN BENITO DE PALERMO
ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, Cordero manso y humilde, que con tus palabras y ejemplos enseñaste a los hombres la verdadera humildad del corazón: yo os doy muchas y rendidas alabanzas por lo singular que en esta virtud le hiciste al glorioso San Benito de Palermo, pues siendo un Santo, que aunque Negro, era el blanco de los cariños de todos, se humillaba tanto que se tenía por el más miserable pecador de cuantos había en el mundo, de modo que no se hallaba contento si no se hallaba despreciado y abatido de todos; y no contento de los desprecios comunes, buscaba estratagemas para ser despreciado en las publicidades en que se hallaba; concédeme, oh Maestro de la humildad, que a imitación de este Santo, me humille y abata con un perfecto conocimiento de mis culpas, para que de este modo llegue a gozar la corona prometida a los humildes de corazón en vuestra Gloria. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
 
DÍA SÉPTIMO – 1 DE ABRIL
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: RIGUROSA PENITENCIA DEL SANTO
ORACIÓN
Oh Dios infinito y misericordioso Señor, que por tu mucha piedad quisiste enriquecer a tu Esposa la Santa Iglesia con el precioso riego de tu Sangre, vertida a fuerza de tan crueles azotes y tormentos como sufriste en tu Santísima Pasión, y quisiste que en tan crueles tormentos te imitase tan vivamente tu fidelísimo imitador San Benito de Palermo, quien teniendo tan poca compasión de su cuerpo, le traía siempre atormentado con tan crueles cilicios y disciplinas que apenas se veía su color negro, por las muchas y grandes llagas que en sus virginales carnes le dejaban, y sus ayunos, así de comida como de sueño, eran tales que algunas veces se le pasaban muchos días y noches sin dar a la naturaleza el cortísimo alivio de una hora, y cuando raras veces lo daba, era sobre la dura y desnuda tierra: concededme, Dios mío, que a imitación de este penitente Santo, haga yo verdadera penitencia de mis culpas, para lograr el perdón de todas ellas, y el fruto de tu preciosa y derramada Sangre en el eterno descanso de tu Gloria. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA OCTAVO – 2 DE ABRIL
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: EXTREMADA POBREZA DE SAN BENITO DE PALERMO
ORACIÓN
Dios y Señor poderosísimo, que por el amor de los hombres quisiste nacer en un pobre y despreciable Pesebre, y vivir y morir con tanta pobreza, que aun la mortaja para enterrarte fue preciso se buscase de limosna, para enseñar a sus escogidos y engrandecerles con el riquísimo tesoro de la pobreza de espíritu, y entre otros muchos escogiste al glorioso San Benito de Palermo, a quien quisiste tan pobre y desvalido no sólo de las cosas temporales, sino también de la carne y sangre, que se podía llamar entre los pobres el pobrísimo: concédeme, oh Maestro de las virtudes, que en esta tan singular imite yo a este glorioso Santo, para que desafiado mi corazón de las cosas temporales, solo tenga su confianza, donde está su verdadero tesoro, que es en la Gloria. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.
  
DÍA NOVENO – 3 DE ABRIL
Por la señal...
Acto de contrición.
      
MEDITACIÓN: VIRGINAL PUREZA DE SAN BENITO DE PALERMO
ORACIÓN
Esposo amantísimo de las almas puras, con las cuales tienes tus más tiernos y dulces coloquios, como se conoce cuánto amabas en mi abogado y Protector San Benito el cándido armiño de su pureza, pues se conservaba intacta y pura todo el tiempo de su vida, por lo cual mereció ser ángel en la pureza, y que estos soberanos espíritus le acompañasen en todos sus ejercicios y trabajos corporales haciendo sus oficios por él muchas veces, y también que los elementos le obedeciesen por lo bien concertados que traía los de su cuerpo, y que las Vírgenes en su muerte bajasen en lucidos escuadrones para acompañar su alma purísima en el camino de la Gloria: concédeme, oh Esposo amante, por los méritos de este portento de la gracia, el que yo viva siempre puro y casto en pensamientos, palabras y obras, para que así pueda volar a veros y gozaros en compañía de las vírgenes en vuestra Gloria eterna. Amén.
   
Ahora se rezará un Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri, y hecha breve pausa, para pedir al Santo lo que cada uno necesitare. La oración y los Gozos se rezarán todos los días.

EL ÁRBOL DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

El árbol de la vida (Berthold Furtmeyr, Miniatura del Misal de Bernardo de Rohr, arzobispo de Salzburgo, 1481-1482).
   
Puesto en Edén fue un árbol
Llamado de la ciencia del bien y el mal,
Del cual Dios a Adán so pena de muerte vedó
Alargar su mano y de su fruto comer.
  
Mas satanás, por siempre maldito,
Desterrado del Cielo que fue,
Con fin de atraer a su causa más séquito,
De ese árbol a Eva platicar en serpiente.
   
Ella, seducida por su aspecto delectable,
Comió y a su esposo Adán ofreció,
Por lo cual Dios en su indignación arrojó
Del paraíso, con sentencia perpetua.
   
Cinco milenios después, de ése arbol
Cuyo fruto la muerte reportó,
Se hizo salvífico en la cima
Del calaverado monte, en tierra árida.
   
En este nuevo, llamado Cruz,
Entre cielo y tierra trae paz
Con su muerte nuestro amado Jesús
Nos dio vida y eterna salvación.
  
A su pie nos llama pía
Para acoger el sacrificio
La gloriosa Santa María
Que en su corazón padeció.
   
Que confesemos y honremos contritos
El árbol santo de la Cruz conviene
Do fue expiado el primer pecado,
Y la redención llegó a su culmen.