viernes, 29 de marzo de 2024

CANTALAMESSA CONTRA EL EVANGELIO DE SAN JUAN

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
   
Dos apóstatas de la Fe Católica coluden: Bergoglio nombró al cardenal Cantamessa para ser su predicador papal para la Cuaresma.
Ahora Cantalamessa, delante de Bergoglio y su curia, negó la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y la inerrancia e historicidad de la Biblia.
El Vaticano de Bergoglio pulula de apóstatas, marxistas, ateos y sodomitas.
  
Adicional a ser el propio Francisco Bergoglio un apóstata de la Fe Católica, él se rodea de una gavilla de socios apóstatas. Recientemente, uno de estos herejes ha sido expuesto públicamente: Raniero Cantalamessa Giovannini OFM Cap., un capuchino a quien Bergoglio le dio oficialmente el “imprimátur” conciliar creándolo cardenal en 2020. A instancias de Bergoglio, Cantalamessa está adoctrinando a los prelados de Bergoglio en la apostasía como el predicador designado por Bergoglio para la Cuaresma de 2024.
    
Cantalamessa concluyó sus sermones de Cuaresma el 25 de Marzo de 2024 con un jolgorio. Negó públicamente, ante un Bergoglio que lo aprobaba y su curia, la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y la inerrancia e historicidad de la Sagrada Escritura. San Juan Apóstol y Evangelista del Cuarto Evangelio, el amigo más cercano de Nuestro Señor, que caminó con él todos los días durante tres años, relató en su Evangelio (XIV, 5-6) que el apóstol Santo Tomás le preguntó a Cristo: «¿Cómo podemos conocer el camino?», a lo que Nuestro Señor proclamó: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí» Cantalamessa, orgullosamente haciéndose mayor que el Discípulo Amado, afirma que Cristo nunca dijo eso. ¡¿Qué?!
Entonces, parece que esa neo-Iglesia apóstata del Novus Ordo, habiendo negado la Sagrada Tradición, una de las dos fuentes de la Revelación Pública (La Verdad Divina), ha pasado a negar la otra fuente, la Sagrada Escritura (La Biblia). No es de extrañar. La Iglesia Conciliar ciertamente NO es la Iglesia Católica. El bergogliano Cantalamessa afirma que estas declaraciones no fueron hechas por el “Jesús histórico”, sino que San Juan Apóstol simplemente mintió y los inventó [Parte de la información para este Comentario proviene de Catholic World News].
   
Católicos tradicionales, al aprobar oficialmente la bendición de las “parejas” sodomitas, es decir, el “matrimonio homosexual”, Bergoglio ya ha perdido a gran parte de la Iglesia ortodoxa oriental, que abiertamente lo llama hereje de la fe cristiana. Incluso el Papa de la primera Iglesia cristiana, los coptos de Alejandría (Egipto), donde San Marcos era Patriarca, ha rechazado a Bergoglio como un hereje de la fe cristiana. Al negar la inerrancia y la historicidad de la Biblia, Bergoglio ahora está perdiendo a los protestantes y evangélicos. Si no ha quedado claro para los neoconservadores neoconservadores y pseudotradicionalistas despistados desde 1964 que la Iglesia Conciliar y sus pretendientes pseudopapas ciertamente NO son la Iglesia Católica, las otras dos grandes denominaciones cristianas, la Ortodoxa Oriental y la Protestante/Evangélica han visto la verdad inconfiable y han rechazado a Bergoglio incluso como un cristiano básico. Por supuesto que no lo es. En su propio libro admite que es marxista, lo que equivale a un ateo.

jueves, 28 de marzo de 2024

SUSPENDIDO PRESBÍTERO APARICIONISTA QUE ACUSA A BERGOGLIO DE “USURPADOR”

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
  
El presbítero John Mary Foster MDM se enfrenta a Francisco Bergoglio llamándolo públicamente “usurpador”, mientras se une a más y más fieles conciliares que están comenzando a ver la luz que los católicos tradicionales vieron ya en 1964, cuando el Anticoncilio Vaticano II fundó la falsa Iglesia Novusordita, que ciertamente NO es la Iglesia Católica, por lo que sus papas no son verdaderos Papas.
   
Ciertamente parece que cada vez más “católicos” conciliares están empezando a abrir los ojos y darse cuenta de que Francisco Bergoglio no es un verdadero Papa (tampoco lo fueron Juan XXIII bis Roncalli, Pablo VI Montini, Juan Pablo II Wjotyła o Benedicto Ratzinger). El 13 de arzo de 2024, el presbítero John Mary Foster O’Connor, “instalado” en 1987 y fundador de la neoiglesiana Misión de la Divina Misericordia (siendo en sí misma la Divina Misericordia una “devoción” espuria de la Deuterovaticanidad), llamó públicamente a Bergoglio un “usurpador” como reclamante al papado. Foster afirmó que él había recibido “mensajes proféticos” a tal efecto. Venga, ¿por qué no? La Iglesia Conciliar está llena de tantos falsos “milagros eucarísticos” y falsas “apariciones” que todo vale.
   
Foster declaró eso en un mensaje de 17 páginas titulado “Debemos obedecer a Dios” que la Iglesia Conciliar está afrontando «una crisis extrema». Foster concluye: «Normalmente, obedecer a Dios incluye obedecer a las autoridades de la Iglesia. Pero estamos viviendo una crisis sin precedentes. Dios nos está diciendo que el Trono de San Pedro está ocupado por un usurpador, y no deberíamos someternos a él ni a los que están llevando a cabo sus injustos designios». En este caso Foster tiene razón en los hechos. Hasta un reloj dañado da bien la hora dos veces al día [Parte de la información para este Comentario proviene del Servicio de Noticias Crux].
    
Católicos tradicionales, Foster, por supuesto, debía ser silenciado por la Corporación Neoiglesiana dirigida por Bergoglio, así que fue suspendido por Gustavo García Siller M.Sp.S., él mismo un usurpador del arzobispado de San Antonio en Tejas. García Siller dijo que estaba tratando de impedir «mayor confusión y grave escándalo». Vamos, ese caballo hace mucho que salió del establo. La Iglesia Conciliar, fundada en 1964 en el Anticoncilio Vaticano II, la cual ciertamente NO es la Iglesia Católica, está tan confundida que ni siquiera tiene una verdadera Misa, verdaderos Sacramentos, verdadera doctrina o verdadera moral: todo es confuso, y todas las opiniones contradictorias son aceptadas en la espuria Iglesia “ecuménica” del Novus Ordo.

BERGOGLIO RIGORISTA INSATISFECHO LLAMANDO A «LIBERARSE DEL RIGORISMO Y LA INSATISFACCIÓN».

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

Francisco estaba en buena forma en la Misa Crismal del 28 de marzo, pronunciando una homilía de 22 minutos.
   
Como de costumbre, no presidió la Eucaristía crismal (lo hizo el marginado Vicario de la diócesis de Roma, el cardenal Angelo De Donatis), sino que se sentó a un lado. Él quiere que todos los presbíteros presidan exclusivamente en el rito montini-bugniniano, pero él mismo parece estar harto de ello.
   
En la homilía habló de sí mismo: «Cuánto necesitamos liberarnos de resistencias y recriminaciones, de egoísmos y ambiciones, de rigorismos e insatisfacciones, para encomendarnos e interceder ante Dios».
   
Agradeció a los presbíteros (1.800 presentes), a quienes suele atacar, «por sus corazones abiertos y dóciles», lo que significa que deberían “obedecer” su arbitrariedad.
      
«Gracias por sus fatigas y gracias por sus lágrimas», añadió.

MÁS PRUEBAS DESMIENTEN QUE LA SÁBANA SANTA SEA UN “FRAUDE MEDIEVAL EUROPEO”

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

El lino utilizado para hacer el lienzo del Sudario de Turín se cultivaba en el Levante Occidental, que cubre los territorios modernos de Tierra Santa, el Líbano, y las partes occidentales de Jordania y Siria.
   
Este es el resultado de las nuevas pruebas isotópicas encargadas por el arqueólogo estadounidense William Meacham (秦維廉) y llevadas a cabo en el Laboratorio de Isótopos Estables de la Universidad de Hong Kong.
    
Meacham es miembro de la junta de la Asociación de Educación e Investigación del Sudario de Turín (STERA). Obtuvo permiso para probar cinco de los siete hilos en posesión del grupo, procedentes de la “pieza Raes”, una muestra tomada por el profesor Gilbert Raes (1914 - 2001) de la Universidad de Gante (Bélgica) en 1973 para estudios de tejido.
    
Las pruebas confirmaron que el polen en el lino indicaba una presencia en el Mediterráneo Oriental.
    
Además, la corona de espinas que se ve en el sudario tiene la forma de un casco y no de un círculo romano, característico de Asia Menor y el Levante. El uso de monedas en los ojos en la imagen del sudario coincide con un ejemplo documentado de un entierro en Judea del siglo II.
   

VÍA CRUCIS SOBRE LA SANTA MISA

Tomado de RADIO SPADA.
   
De un amigo sacerdote, este hermoso Vía Crucis meditado sobre el Santo Sacrificio de la Misa.
    
ORACIÓN PREPARATORIA
Jesús, toda tu vida ha estado dirigida hacia la cruz, este acto sublime de justicia y caridad, de sabiduría y misericordia. Para mí, toda mi vida debe estar orientada hacia la Santa Misa, que me da la oportunidad de nutrir y ejercitar las hermosas virtudes de la fe y la esperanza, pero también de la justicia y la caridad.
   
Para vivir mejor mi Misa, vengo, oh Jesús, a acompañaros en vuestro Vía Crucis. Concédeme la gracia de acercarme a las disposiciones de Santa María Magdalena, de San Juan y especialmente de Nuestra Señora de los Siete Dolores.
   
Oh Jesús, te ofrezco de antemano todos los méritos de tu sacrificio, por todas tus intenciones y las de la Virgen.
    
I ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte.
Oh Jesús, en tu agonía viste todos mis pecados y me viste incapaz de remediarlos, por eso te ofreciste repararlos ante la justicia divina. Frente a Pilato aceptaste tu injusta sentencia porque en lo más profundo de tu corazón te declaraste culpable en mi lugar.
  
¡Oh Jesús, sin embargo yo soy el culpable! En tu bondad, sólo me pides que te acompañe y me lo pides de rodillas, como durante el lavatorio de los pies de los apóstoles.
   
Oh Virgen, cuando recite el Confíteor al comienzo de la Misa, concédeme la gracia de llenar mi corazón de verdadero dolor por mis pecados y de la firme voluntad de participar generosamente en su expiación.
    
II ESTACIÓN: Jesús es cargado con su cruz.
Como Isaac, Jesús recibe de su Padre el madero de su sacrificio. Con ardor y determinación lo abraza y lo lleva en sus hombros porque quiere con todas sus fuerzas nuestra salvación.
  
Al levantar la patena durante el ofertorio, el sacerdote actualiza esta disposición del Salvador de ofrecerse a todos los sufrimientos para pagar la deuda de mis pecados: "Recibe, Santo Padre, esta hostia inmaculada que se ofrece por mis innumerables pecados, ofensas y negligencia".
  
Oh María, déjame ofrecerme de todo corazón a sufrir en cuerpo y alma lo que la Providencia quiera, para participar en la expiación de mis pecados. Tan pronto como aparezca la cruz, oh mi buena Madre, ayúdame a abrazarla con determinación, como Jesús, recordándome mi ofertorio.
     
III ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez.
Jesús se mueve lentamente. Cada movimiento es para él un verdadero martirio, porque su carne sagrada fue horriblemente desgarrada durante los azotes.
   
Oh Jesús, me doy cuenta de que muchas de mis caídas provienen de escuchar excesivamente los deseos de la carne, que siempre me empujan al egoísmo: es la pereza, la glotonería, la sensualidad. Entonces entiendo que debo mortificar mi carne para avanzar en el camino de la virtud.
  
Oh mi dulce Salvador, quiero comenzar esta mortificación en la Santa Misa. Quiero renunciar a mi comodidad manteniendo una posición digna y discreta, aunque me cueste, y vistiéndome con modestia y respeto en verano y en invierno.
     
IV ESTACIÓN: Jesús se encuentra con su Santísima Madre.
La Santísima Virgen desapareció durante el ministerio público de su divino Hijo, pero por su sacrificio está allí. Quiere estar a su lado cuando sus apóstoles, sus amigos, hayan desaparecido. Jesús soporta su pasión por su madre, como por nosotros. Su presencia lo anima a ser fuerte y seguir adelante con su sacrificio.
  
En cuanto a nosotros, debemos sacar de la Misa la convicción profunda de que Nuestra Señora está presente en el camino de nuestra salvación, este camino que asciende, durante el cual no debemos escucharnos a nosotros mismos, sino esforzarnos siempre por progresar. Y podemos hacerlo si encontramos la mirada alentadora de nuestra buena Madre.
   
Un día sin esfuerzo, sin rendirnos, es un día en el que marchamos en el lugar. Y no vamos a ninguna parte.
     
V ESTACIÓN: Simón ayuda a Jesús a llevar su cruz.
Jesús, Dios Todopoderoso, quiere ser ayudado en el Vía Crucis para mostrarnos un camino para reparar nuestros pecados: "las obras de misericordia".
   
San Pedro escribe: “Sobre todo, tened ardiente caridad los unos por los otros, porque la caridad cubre multitud de pecados”. En la Misa podemos ejercer esta misericordia primero orando fervientemente por aquellos que han sido probados, por la conversión de los pecadores, por el alivio de las almas en el purgatorio; y luego, podemos encontrarnos con la mirada de Jesús que nos pide ser un Simón de Cirene visitando o levantando a una persona concreta.
   
¡Oh Jesús, tengo tanto para expiar mis pecados! Así que gracias por ofrecerme esta manera fácil de reducir mi deuda.
    
VI ESTACIÓN: Santa Verónica limpia el rostro de Jesús.
Santa Verónica, con mucho respeto, limpia el rostro del Salvador, sucio de sangre y sudor. Y a cambio, Nuestro Señor imprimió su sagrado rostro en su velo, para mostrarle que había purificado totalmente su alma, y ​​que allí sólo quedaba la caridad.
  
Ante nuestros ojos, el honor de Dios es pisoteado por la multiplicación de los pecados. En la Misa, como Santa Verónica, podemos borrar muchas afrentas ofreciendo al Padre: la adoración infinita de su divino Hijo para reparar la indiferencia y el deseo de independencia de los hombres, la acción de gracias infinita de los hombres para reparar la ingratitud de los hombres, la expiación de los Víctima divina para reparar los pecados de los hombres.
   
Oh Jesús, sé que a cambio purificarás mi corazón.
    
VII ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez.
El cansancio de Jesús es tal que vuelve a caer. Particularmente presentes en su mente están las palabras de odio de Caifás, las palabras de cobardía de Pedro y Pilato, las palabras imprudentes de la multitud.
   
Oh Jesús, me doy cuenta de que muchos de mis defectos están ligados a mi lenguaje: palabras de mentira o de vanidad, palabras de calumnia o de dureza, palabras inútiles o de orgullo. Entiendo que necesito realmente mortificar mi lengua y, contracorriente, los movimientos de mi corazón, para ponerme en el camino de la salvación.
   
Oh mi dulce Salvador, quiero comenzar esta mortificación en la Misa. Renuncio a hablar en la iglesia, que es un lugar sagrado, un lugar de oración; También me esforzaré por hacer una sola voz con los fieles para las oraciones y los cantos.
    
VIII ESTACIÓN: Jesús consuela a las hijas de Israel.
“La Pasión derrite con amor los corazones más duros”, dice San Buenaventura. ¡Pobre de mí! ¡Oh Jesús, mi fe y mi caridad duermen bien en la Misa! Sé que en el momento de la consagración se hace presente el único sacrificio del Viernes Santo, y estoy lejos de derramar lágrimas de compasión, como aquellas mujeres de Israel.
  
Para que los méritos de la Pasión de Jesús nos purifiquen, necesitamos más que compasión, necesitamos contrición. Por eso el Salvador invita a estas mujeres a llorar por sus pecados y los de sus hijos.
   
En la Misa, delante de la divina Víctima, el sacerdote se golpea el pecho con el "nobis quóque peccatóribus". En ese momento pedimos a la Virgen que toque nuestros corazones, que los abra para que fluyan lágrimas de contrición por nuestros pecados y por los que hemos hecho cometer a nuestros prójimos. De esta manera la Sangre de Jesús puede purificarnos.
    
IX ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez.
Jesús está al límite de sus fuerzas, y vuelve a caer. En toda su pasión, lo miran como un animal enjaulado. ¡Qué humillación! Las miradas están fijas en él y los comentarios de la multitud lo abruman.
  
Oh Jesús, sé que muchos de mis defectos están ligados a mi mirada: disipación, avaricia, juicios críticos, celos, impureza, pérdida de tiempo... Comprendo que debo verdaderamente mortificar mi mirada para avanzar en el camino de la virtud.
   
Oh mi dulce Salvador, quiero iniciar esta mortificación de los ojos durante la Misa. Me aseguraré de combatir la curiosidad por los ruidos, actitudes y ropa de los demás; Intentaré mantenerme bien sereno para permitir que mi alma ore con más fervor.
   
X ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestidos.
Al llegar al Gólgota, antes de ser crucificado, Jesús es despojado de un sufrimiento horrible porque todas sus heridas se reabren.
  
En el momento del juicio particular y del juicio general, también nuestra alma quedará desnuda ante Dios y ante los hombres. Y será una terrible humillación. Ahora cubrimos nuestra vida con un manto de “buena apariencia” para mantener la estima de nuestros seres queridos, pero luego, junto a nuestros pecados, se manifestarán nuestras malas intenciones que han contaminado tantas de nuestras buenas obras. Fue la vanidad, el egoísmo, el rencor, la cobardía, el respeto humano lo que motivó nuestras actitudes, no la preocupación por el bien de las almas y la gloria de Dios.
   
Oh Jesús, quiero empezar por llenar mi alma de intenciones nobles y justas antes de ir a Misa, también durante la misa y al salir.
   
XI ESTACIÓN: Jesús es crucificado.
Jesús ahora quedará inmovilizado en la cruz por enormes clavos que le causan un dolor terrible. Ya no tiene posibilidad de moverse para encontrar una posición menos dolorosa o de ahuyentar las moscas que vienen a chuparle la sangre.
   
Oh Jesús, me doy cuenta de que muchas faltas están ligadas al capricho, a la imaginación: pérdida de tiempo, negligencias, cosas mal hechas u omitidas, impaciencia, desánimo, quejas... Me resulta muy difícil ser riguroso, disciplinado, someter mi Voluntad a un programa, actividades, horarios. Me dejo guiar demasiado por lo que me gusta en lugar de someterme a lo planeado y también a la voluntad de Dios.
  
Oh Jesús, veo que en la Misa el sacerdote repite siempre los mismos gestos, en el mismo orden. El sacerdote no escucha sus estados de ánimo, sus preferencias. ¡No hay imaginación! Yo también quiero clavar mi voluntad a la de Dios.
   
XII ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz.
Oh Jesús, al final de este Vía Crucis me siento muy pecador, muy miserable, muy culpable. ¡Tantos errores a los que presté poca atención porque soy superficial!
   
Oh Jesús, morirás lentamente en el altar de tu sacrificio. Tu cuerpo sufre el dolor más agudo, de la cabeza a los pies, tu alma experimenta una larga agonía en la soledad. ¡Cuánto sufrimiento! Quisiera derramar abundantes lágrimas de arrepentimiento a tus pies como María Magdalena.
   
¡Oh Jesús mío, perdón y misericordia! Tu primera palabra en la cruz me tranquiliza: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Por eso vengo a imploraros con dolor, pero con confianza, repitiendo el libera nos con que concluye el Canon de la Misa: "Por favor, líbrame, Señor, de todos los males, de todo el dolor que he tenido que soportar durante mis pecados pasados ​​y presentes, y por los méritos de tu precioso sacrificio, ayúdame, en el futuro, a no volver a caer."
   
XIII ESTACIÓN: Jesús es puesto en brazos de su Madre.
En la Anunciación, la Virgen había aceptado revestir al Salvador de su propia carne, de una carne capaz de sufrir. En el templo de Jerusalén, ella lo había ofrecido y se ofreció con él a todos la voluntad del Padre, para completar la obra de la Redención.
   
Hoy el Padre le devuelve la Víctima divina asesinada para que pueda alimentar a sus hijos, todos los bautizados. En el altar, la presencia de la Virgen está representada por la patena. Después del ofertorio, permanece oculta hasta el
momento en que el sacerdote rompe la hostia consagrada, lo que significa la presencia de la Virgen al pie de la cruz que recibe a la Víctima divina para entregárnosla, a través de la Sagrada Comunión, para alimentar nuestra almas con los
méritos y virtudes de Jesús.
   
Oh mi buena Madre, te ruego que pongas siempre mi alma en comunión mediante la verdadera contrición, la fe viva, el respeto profundo, la caridad intensa, para que nada se pierda del tesoro de gracias que me dan.
  
XIV ESTACIÓN: Jesús es colocado en el sepulcro.
Ante los ojos de la Virgen, el cuerpo sin vida y desgarrado del Salvador descendió al sepulcro.
   
La Santísima Virgen es un alma contemplativa: “Conservó todos estos acontecimientos en su memoria y los retransmitió a su corazón”. Las tres horas de agonía de Jesús en la cruz le parecieron, en ese momento, una eternidad. Pero ahora se da cuenta de que todo fue demasiado rápido, por eso quiere seguir, en el tiempo, viviendo estas horas de redención.
  
También para nosotros el drama que se desarrolla en nuestros altares, la comunión, pasa demasiado rápido. Por eso es importante prepararse a través de una buena meditación o un vía crucis y, a lo largo del día, repetir actos de contrición, petición, agradecimiento y amor. Y luego recibimos de la Misa la firme determinación de pronunciar un fiat generoso ante todas las adversidades.
   
ORACIÓN FINAL
Jesús mío, ¡qué te daré por tanto amor, por tanta bondad, por tanta misericordia! No soy nada, sólo soy una criatura pecadora, pero recuerdo, oh mi dulce Salvador, que dijiste: “Hay más alegría en el corazón de Dios por un pecador que hace penitencia, que por noventa y nueve justos que no es necesario”.
 
Así, oh Jesús, te ofrecí, durante este Via Crucis, la alegría de purificar, fortalecer, llenar de gracias, de buena voluntad, mi alma pecadora. Y es una alegría muy grande para mí querer renovar. Oh mi buena Madre, mantenme en la humildad y la contrición, para que Nuestro Señor tenga siempre la alegría de colmarme de sus divinas bendiciones, porque "hay más felicidad en dar que en recibir".

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

miércoles, 27 de marzo de 2024

LA “MEMORIA DEMOCRÁTICA” CONTRA HERMANDAD DE LA SEMANA SANTA EN MÁLAGA

El Sábado de Pasión, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Clemencia (antigua Cofradía Nacional del Santísimo Cristo Mutilado) salió en su correspondiente Estación de penitencia en el marco de la Semana Santa en Málaga, lo que ocasionó gran polémica ante los socialistas porque la hermandad salió con su antiguo guion (estandarte bordado que encabeza la procesión):
   
  
La polémica con el guion radica porque su escudo ha sido etiquetado como “franquista” solo por contener el águila de San Juan y la Medalla del mutilado por la Patria, una condecoración creada por el gobierno del Generalísimo para los soldados del Bando Nacional que resultaron mutilados en la Guerra Civil.
  

La portavoz de la coalición Con Málaga (integrada por Izquierda Unida, Podemos, Más País, Verdes Equo, Alianza Verde e Iniciativa) y activista feminista María Antonia “Toni” Morillas González exigió la apertura de una investigación a la hermandad por contrariar la Ley de “Memoria Democrática”, que proscribió todo símbolo franquista en una suerte de venganza porque el Bando rojo perdió la guerra. La investigación fue abierta por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, una dependencia del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática del régimen de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y dirigida actualmente por Fernando Martínez López.
   
La Hermandad de la Clemencia fue fundada como la Cofradía Nacional del Santísimo Cristo Mutilado el 16 de Febrero de 1939 alrededor del crucifijo tallado entre 1678 y 1716 por el escultor Jerónimo Gómez de Hermosilla para la parroquia del Sagrario de la catedral, y cuyos pies fueron cercenados por los rojos durante los disturbios vandálicos de 1936. La hermandad (que tuvo como primer hermano mayor a José Millán Astray, el fundador de la Legión Española) ha sido de las más perseguidas por los epígonos de los republicanos y un clero traidor y arrodillado en la “Transición”: el entonces obispón malacitano Ramón Buxarrais Ventura los suspendió de procesionar en 1976, limitando su culto a la parroquia del Sagrario; y en 2020, a instancias del presbítero Alfonso Arjona Artacho (quien en pleno cabildo de 2018 amenazó en nombre del Obispado con la destrucción de la imagen titular), la cofradía presidida por Manuel Sánchez Salcedo encargó al profesor Juan Manuel Miñarro la reconstrucción de la imagen, borrando completamente con su pasado y valiendo que la imagen fuese llamada en su momento como “Santísimo Cristo de la Amnesia”.

GALANTINO, BOTADO COMO BOLSA (Y eso que era protegido de Bergoglio)

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
    

Francisco Bergoglio desplazó al obispón Nunzio Galantino, el ex presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, como una patata caliente, escribió Messa in Latino el 26 de marzo.
  • En diciembre de 2013, el pequeño monseñor Nunzio Galantino, obispón de Casano en el Jonio, fue nombrado secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana.
  • Ganó la simpatía de Francisco con sus vergonzosas palabras sobre las «caras inexpresivas» de los defensores del Derecho a la Vida que «rezan el Rosario frente a las clínicas».
  • Como secretario general, Galantino rápidamente eclipsó al entonces presidente, el cardenal Angelo Bagnasco, por ser el representante de la ideología de Bergoglio.
  • A Bergoglio no le gustaba Bagnasco porque no era lo suficientemente hereje.
  • En junio de 2018, Francisco nombró a Galantino presidente de la Administración Patrimonial de la Sede Apostólica, una función clave en la Curia Romana.
  • Pero algo salió mal: Galantino nunca se convirtió en cardenal, ni siquiera en arzobispo.
  • Menos de dos meses después de que Galantino cumpliera 75 años (los cumplió el 16 de agosto), Francisco lo envió a la jubilación, un tratamiento que Francisco reserva para aquellos que considera sus “enemigos”.
  • Galantino quería que el laico Fabio Gasperini le sucediera (Gasperini era el secretario de la APSA, pero no lo quieren en el Vaticano por quejarse de que su sueldo era bajo en comparación al ídem de la Secretaría para la Economía –donde estuvo el difunto Pell–. Inclusive, lo señalan como el detetminador de la “directriz de los apartamentos”), pero Francisco disgustó a Galantino al nombrar al presbítero salesiano Giordano Piccinotti.
  • A diferencia de Galantino, Francisco hizo de Piccinotti un arzobispo en tres meses.
  • Ahora dicen en el Vaticano que si hay una «cara inexpresiva», es la de Galantino (que en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, dijo el 24 de Julio de 2016 en la homilía: «Sodoma se salvó porque habían justos –así sea muy pocos–, y porque Abrahán es hombre de oración, y no acusaba a nadie», cuando la Sagrada Escritura dice exactamente lo contrario).


EL CALVINISMO NEOCATECUMENAL

Traducción del artículo publicado en OSSERVATORIO SUL CAMMINO NEOCATECUMENALE SECONDO VERITÀ.
   
Detalle de un garabato kikiano: “el alma” está totalmente “en los brazos del diablo”…
   
He tenido recientemente un intercambio de mensajes con una mujer que aquí llamaré “A”, estadounidense y que estuvo en el Camino por casi quince años. Entre muchas cosas, hablando de los Novísimos, emergió un aspecto chocante de lo que el Camino Neocatecumenal enseña respecto al pecado y la gracia.
    
Nota: la cuestión de las «las ovejas y las cabras» concierne al Evangelio de San Matel (cfr. Mt 25, 31-33):
«Cuando venga, pues, el Hijo del hombre con toda su majestad, y acompañado de todos sus ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria; y hará comparecer delante de él a todas las naciones; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, poniendo a las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda».
Nota: la esjatología es la ciencia teológica de las «postrimerías», esto es, sobre el destino definitivo y final de las personas y de lo creado.

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«¿Qué has aprendido respecto a la esjatología y específicamente respecto al Purgatorio y al Juicio final»
De hecho, no mucho sobre el Purgatorio. No hubo ninguna explicación en términos claros. No era un tema que [los denominados “catequistas” del Camino] han tratado en gran detalle, eso es todo. Diría que el Purgatorio era algo implícito. El Juicio final era más referido a tu último juicio al fin de la vida, pero no me parece que fuese formalmente enseñado algo contra las enseñanzas de la Iglesia. Cristo Juez es un icono bastante común… ¿Pero por qué me preguntas del Purgatorio y del Juicio final?
   
«…Has mencionado el “icono” de Kiko sobre el Juicio final, bueno, fue copiado de un autor ruso del siglo XV, pero en la versión de Kiko es del todo ausente la figura del cordero, dejando solo un pequeño número de cabras».
En cuanto a las ovejas y las cabras… me parece que estás tocando la cuestión de la confusa dicotomía neocatecumenal respecto a las almas escogidas por Dios y a la incapacidad del individuo de ser perfecto. Para ellos no existen niveles intermedios: eres al mismo tiempo un preelecto y un “incapaz de no pecar”. Ninguna gradualidad. En el Camino nunca me fue dada una explicación de la diferencia entre el pecado mortal y el pecado venial: incluso el más remoto juicio en los pensamientos era considerado grave como el sexo prematrimonial. Era todo igualmente malo y vergonzoso. Así su definición de santidad no consideraba el alma que se ha comprometido a practicar las virtudes y a pecar menos (puesto que sería imposible en cuanto somos todos pecadores), sino que consideraba simplemente el haber reconocido sus propias debilidades, su propio status de pecador y su propia indignidad, abandonándose todo a la misericordia de Dios. Por tanto, diría, que no hay allí ovejas porque serían una ilusión.
   
«Había notado mucho tiempo ha que el concepto de “gracia santificante” y el estar “en estado de gracia» están ausentes de las catequesis neocatecumenales, y lo que me dices parece aclarar el motivo… Es como si Kiko y los denominados “catequistas” son considerados el carisma y la gracia, lo que tal vez explica por qué se ocupan de menospreciar la verdadera gracia actual y santificante». 
De hecho hay una línea confusa entre el mensaero y la gracia misma. Por demás, la causa que los hermanos de comunidad señalan como motivo de un punto de inflexión de su vida moral, no está en los sacramentos, sino en la misma comunidad. Ahora, está demostrado científicamente que la comunidad e interacción social son la “cura” para las manías, ansiedad, depresión, y otros problemas. Así, en cierto sentido, se sienten liberados de los demonios, pero sin recibir una guía clara sobre cómo hacer permanecer la propia alma en un estado de gracia santificante. Fue algo que me tenía con mucha confusión cuando estaba creciendo, y sí que soy una persona que estudia y es capaz de escuchar. Ahora sé cómo permanecer en estado de gracia (a través de la confesión frecuente y la comunión devota), pero antes no tenía mucha claridad sobre esto. Estaba aquel su continuo repetir que siempre estaba desagradando a Dios, que en ciertas ocasiones podría también ser verdad, pero cuán verdaderamente útil es insistir siempre en ello.
    
La tensión hacia la santidad y la búsqueda de la perfección a lo largo del propio peregrinaje terreno, son conceptos totalmente ausentes en el Camino. Para ellos es “o todo o nada”, y el concepto de “perfección” (en el sentido de imitación virtuosa de Cristo), es simplemente considerado imposible. Esto es extremadamente contradictorio. Es importante distinguir entre pecado venial y mortal, entre la gracia santificante y la gracia actual (la gracia para actual). Están fuertemente convencidos de necesitar la gracia actual para poder hacer cualquier cosa, pero el concepto de gracia santificante está prácticamente ausente, si no del todo.
    
Al ignorar o negar la realidad de la gracia santificante, Kiko Argüello y el Camino Neocatecumenal están peligrosamente cercanos a la enseñanza calvinista de la “depravación total del hombre”. En esa óptica, las almas no tienen necesidad de santificarse porque la santidad viene “imputada” solo por Dios.

TRIDUO AL SANTO NIÑO DE ATOCHA

Triduo publicado junto a la Novena dispuesta en 1841 por don Calixto Aguirre, de Guanajuato, en acción de gracias por un milagro recibido. Reimpresa en Guadalajara por la Casa Pérez Ruiz, sin fecha conocida.
   
NOTA: Los hechos milagrosos referidos en esta Novena sólo merecen una fe humana, mientras que la Iglesia no dé su fallo sobre ellos, según lo dispuesto por Su Santidad Urbano VIII.
   
ADVERTENCIA
Aunque en todos los tiempos se puede rezar esta utilisima devoción, no obstante, está destinada para miércoles, jueves y viernes de cada semana, por ser estos días dedicados a la memoria de la Preciosa Sangre que este Santísimo Niño en su crecida edad, derramó por la salud de todo su pueblo.

TRIDUO DEDICADO AL MILAGROSÍSIMO SANTO NIÑO DE ATOCHA
   

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN
A Ti, hermosísimo Niño de Atocha, a Ti ocurro porque en Ti está depositada toda mi esperanza y en Tí creo firmemente hallar consuelo en lo que vengo a pediros postrado a vuestras plantas, porque sé claramente que Vos sois mi Creador, mi Padre, mi Redentor, mi Conservador y Autor de todo lo que soy; a Ti me postro ante tu divina presencia, confiado en que me has de perdonar siempre que a tus puertas llegue arrepentido; Tú, tiernisimo Niño de Atocha, Tú eres el que siempre estás con los brazos abiertos para recibir a todo el que llegue atribulado y lleno de aflicciones; Tú eres quien le consuelas en ellas, volviéndolas todas gozos y bienes, y por Ti espero alcanzar lo que necesito, pues bien sabes las necesidades y trabajos que me rodean en esta ocasión; que restaure yo tu amistad, pues con ansias vivas yo lo deseo; dame tu gracia, porque ya, buen Pastor, llegó la hora feliz que venga a Ti arrepentido, me parece que hasta donde pueda mi corazón, detesto mis pecados; ya llego cual David, a que me levantes de la fatal caída de mis enormes culpas.
    
Perdóname, Rey Supremo; apresúrate, poderosísimo Niño de Atocha, a indultar a este infeliz pecador, y vuelve a tu gracia a esta pobre alma, pues sólo en Ti está mi esperanza. Yo, piadosisimo Niño, te presento mis trabajos en satisfacción de las ofensas que contra tu clemencia he cometido, y vivo confiado en que por la poderosa intercesión de tu amada Madre Santa María de Atocha me has de perdonar y dar tiempo para hacer penitencia de manera que, derramando cual otro Pedro, torrentes de lágrimas logre mi corazón desagraviarte, para poder así lavar y purificar tantos y tan monstruosos crimenes que he cometido; escucha mis clamores, benignisimo Niño de Atocha, no me arrojes de tu presencia, no me retires de tu Divino Espíritu, no apartes de mí tu Santo Rostro; fija en mí esos tus hermosísimos ojos, para poder gozar de tu amable compañía en la celestial mansión de la gloria. Amén.
    
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Infinito, Supremo e Inmenso Niño de Atocha, Omnipotente Conservador de todo lo crea-do y único ser de mi destino, gobernador de todo lo que desde el principio del mundo ha  existido, existe y existirá hasta la consumación de los siglos. Poderosísimo Niño de Atocha, ante cuya soberanía y grandeza el más encumbrado querubín se postra y cubre el rostro de temor; a Ti se presenta, ¡Oh amado Niño!, este vil insecto, el más pequeño y asqueroso que la tierra habita, deseando desenojarte y buscando el medio más posible para conseguirlo, refugiándose bajo el amparo de tu querida Madre Santa María de Atocha, y presentándote por intercesora la hermosura de su rostro, lo amable y eficaz de sus palabras y el crecido amor que hasta la muerte te tuvo; por aquellos tiernos sentimientos con que hablaba y estrechaba en sus brazos en tu descendimiento y por el dolor que sintió en su Corazón al ponerte en el sepulcro, te pido, amorosísimo Niño de Atocha, te apiades de mi corazón, pues eres misericordioso y en tu clemencia confío que has de atender mis quejas, que has de aceptar mis lágrimas y has de oír benigno mis ruegos, remediando mis tribulaciones: mira, soberano Niño de Atocha, de Ti depende mi felicidad, y con sólo querer haces cuanto quieres; mira, adorado Niño, que Tú sólo con tres dedos sostienes el vasto universo, mira que soyhechura de tus prodigiosas manos y en Ti está mi consuelo y alegría, no me desampares bondadoso Niño, y en la terrible hora que me espera, asísteme para que saliendo de este Valle de Lágrimas, consiga ver tu rostro apreciable, alabandote para siempre en la gloria. Amén. 
   
Aquí se rezan tres Credos con Gloria Patri y la Jaculatoria siguiente: 
A vuestra querida Madre 
Pongo por intercesora 
Oye, Niñito de Atocha, 
Mis ruegos en aquesta hora, 
Dad consuelo a mi aflicción, 
Atiende a mi protectora.
Que me dé un feliz despacho 
Ruégale, Sacra Señora. 

DÍA PRIMERO
¡Oh agraciadisimo Niño de Atocha! que habiendo nacido por el amor de los hombres, quisiste en tu crecida edad sufrir tantos baldones y vituperios; yo te saludo, Bien mío, amantisimo Niño, yo te bendigo y alabo: en este primer día te ofrezco estos tres Credos con Gloria Patri y Jaculatoria, en memoria de aquel copioso sudor de Sangre, terrible tristeza, y mortal agonía que padeciste en el Huerto de Getsemaní, te suplico por los grandes trabajos y aflicciones que en tu Pasión y cárcel padeciste, nos concedas lo que solicito y en este día te imploro, confío en tu piedad y clemencia, poniendo por medianera a tu amabilísima Madre Santa María de Atocha, en cuyas purisimas manos pongo mi solicitud, en una de ellas estás sentado cual en silla de potestad; y por el gran dolor que tuvo cuando te despediste y separaste para ir a padecer, en cuyo recuerdo de tal despedimento tengo yo siempre mis potencias y sentidos, para que logre por ellas gozarte en la patria celestial, por los siglos de los siglos. Amén. 
    
Aquí se hace la petición, y se leerá el milagro y después la oración que está al fin.

PRIMER MILAGRO
En el año de 1839, en el mes de Junio, hallábase la niña María Justa Rufina García de cinco años de edad, gravemente mala de flujo de sangre por boca y narices, el cual hacía tres años que lo tenía sin hallar remedio en lo temporal; y mirándola su padre con gran tristeza, Jorge García y su madre Juliana Aguilar, tan agravada de aquella enfermedad, y ya cansados de tantas medicinas que le aplicaban invocaron con veras de su corazón al Santo Niño de Atocha, diciéndole que como le hiciera la maravilla de darle salud a dicha niña, ponerle en su retablo en el Santuario de Plateros el presente milagro, en testimonio de tan singular prodigio, quedando en breve tiempo la niña buena y sana de todo, pues médico tan singular medicinó su mal. 
   
OFRECIMIENTO PARA DESPUÉS DE LA PETICIÓN
Amabilisimo Niño de Atocha, Divino Redentor del mundo, encanto y alegría del orbe, Maestro de los hombres, amantísimo Jesús, en cuya Ascención portentosa, serenos los astros, alegres los ángeles, extáticos de admiración los Apóstoles, os vieron subir a los cielos, portentísimo Niño de Atocha, os damos los plácemes porque Vos sois el infinito, el incomprensible, el consolador de todas las creaturas, pues confisan todos los católicos tu divinidad y así publican muchos hombres tus portentos y maravillas cuya publicación te ele-va y engrandece en la eternidad de tu humildad en que te dejaste crucificar por nosotros. ¡Oh agraciadísimo Niño de Atocha! ¡Oh Niño triunfante! ¡Oh Niño Poderoso! Victorioso Rey que volando sobre las alas de los querubines, fuiste por tu propia virtud colocado en el excelso trono a la diestra del Altísimo Padre, exaltando asi nuestra naturaleza contra el sobebio infernal dragón. Dámoste, gallardo Niño de Atocha, segundos parabienes, repitiendo con los coros angélicos las alabanzas que te cantaron las almas de los justos que te acompañaron en tan feliz día, e igualmente te presentó al portentoso e inestimable gozo y repetidas alabanzas de María Santísima, tu amadísima Madre Santa María de Atocha, para que por estos méritos reunidos con los de santos Apóstoles y Profetas, tenga la felicidad de lograr y merecer un feliz despacho de lo que en estos tres dias te he pedido y que Tú sabes lo necesito. Apiádate de mí, Niño de Atocha, pues eres mi consuelo y todo mi ser depende de Ti; a Ti, purisimo Niño, te pido remedies todas mis necesidades, no solo a mí sino a todos mis prójimos, principalmente a los afligidos y atribulados que en el mismo conflicto estuvieron, socórrenos a todos, consuélanos, pues sólo Tú eres el consolador amoroso de las almas. A Ti ocurríamos, Divino Manuel de Atocha, todos los necesitados, y a Ti suplicamos con tu dulce advocación des salud a nuestro Santísimo Padre el Sumo Pontífice, y también te suplico les des paz, quietud y reposo al pueblo cristiano, no olvidándote amado Niño de mi vida, de las almas que se hallan en el Purgatorio; dales el descanso perpetuo que les deseamos, pues eres tan propicio en tus misericordias para con nosotros Te pedimos con eficacia que a los pobres agonizantes los saques en paz de este triste valle, levándolos a gozarte en las celestiales moradas, y a nosotros ayúdanos, socórrenos, ampáranos, para que asistidos de tu divina gracia, tengamos la dicha de acompañarte en la bienaventuranza de la gloria. Amén. 

Tres Salves a su Santísima Madre Santa María de Atocha, para alcanzar del Santo Niño lo que se solicite, y luego la letania de los Santos:

℣. Señor, ten piedad de nosotros.
℞. Señor, ten piedad de nosotros.
℣. Cristo, ten piedad de nosotros.
℞. Cristo, ten piedad de nosotros. 
℣. Señor, ten piedad de nosotros.
℞. Señor, ten piedad de nosotros.
   
℣. Cristo, óyenos.
℞. Cristo, óyenos.
℣. Cristo, escúchanos.
℞. Cristo, escúchanos.
    
℣. Dios, Padre Celestial.
℞. Ten piedad de nosotros.
℣. Dios Hijo, Redentor del mundo.
℞. Ten piedad de nosotros.
℣. Dios Espíritu Santo.
℞. Ten piedad de nosotros.
℣. Santa Trinidad, que sois un sólo Dios.
℞. Ten piedad de nosotros.
   
℣. Santa María.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Madre de Dios.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Virgen de vírgenes.
℞. Ruega por nosotros.
   
℣. San Miguel.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Gabriel.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Rafael.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todos los santos Ángeles y Arcángeles.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados.
℞. Rogad por nosotros.
    
℣. San Juan Bautista.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San José.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todos los santos Patriarcas y Profetas.
℞. Rogad por nosotros.
    
℣. San Pedro.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Pablo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Andrés.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Santiago el Mayor.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Juan.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santo Tomás.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Santiago el Menor.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Felipe.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Bartolomé.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Mateo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Simón.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Judas Tadeo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Matías.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Bernabé.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Lucas.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Marcos.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todos los santos Apóstoles y Evangelistas.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Todos los santos Discípulos del Señor.
℞. Rogad por nosotros.
   
℣. Todos los santos Inocentes.
℞. Rogad por nosotros.
℣. San Esteban.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Lorenzo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Vicente.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santos Fabián y Sebastián.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Santos Juan y Pablo.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Santos Cosme y Damián.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Santos Gervasio y Protasio.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Todos los santos Mártires.
℞. Rogad por nosotros.
    
℣. San Silvestre.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Gregorio.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Ambrosio.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Agustín.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Jerónimo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Martín.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Nicolás.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todos los santos Pontífices y Confesores.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Todos los santos Doctores.
℞. Rogad por nosotros.
   
℣. San Antonio Abad.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Benito.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Bernardo.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santo Domingo de Guzmán.
℞. Ruega por nosotros.
℣. San Francisco de Asís.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todos los santos Sacerdotes y Levitas.
℞. Rogad por nosotros.
℣. Todos los santos Monjes y Eremitas.
℞. Rogad por nosotros.
    
℣. Santa María Magdalena.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Ágata.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Lucía.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Inés.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Cecilia.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Catalina de Alejandría.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Santa Anastasia.
℞. Ruega por nosotros.
℣. Todas las santas Vírgenes y Viudas.
℞. Rogad por nosotros.
  
℣. Todos los Santos y Santas de Dios.
℞. Interceded por nosotros.
   
℣. Sednos propicio.
℞. Perdónanos, Señor.
℣. Sednos propicio.
℞. Escúchanos, Señor.
      
℣. De todo mal.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De todo pecado.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De tu ira.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De súbita e imprevista murte.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De las acechanzas del diablo.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De toda ira, odio y mala voluntad.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Del espíritu de fornicación.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De relámpagos y tempestades.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Del flagelo de los terremotos.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De la peste, el hambre y de la guerra.
℞. Líbranos, Señor.
℣. De la muerte eterna.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por el misterio de tu santa Encarnación.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu Advenimiento.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu Natividad.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu Bautismo y tu santo Ayuno.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu Cruz y Pasión.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu Muerte y Sepultura.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu santa Resurrección.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por tu admirable Ascensión.
℞. Líbranos, Señor.
℣. Por el descendimiento del Espíritu Santo Paráclito.
℞. Líbranos, Señor.
℣. En el día del Juicio.
℞. Líbranos, Señor.
    
℣. Nosotros, pecadores.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que nos perdones.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que concedas tu indulgencia.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conducirnos a la verdadera penitencia.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes regir y conservar a tu Santa Iglesia.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conservar en la santa Religión a todos los órdenes eclesiásticos.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conceder la paz y la verdadera concordia entre los reyes y los príncipes cristianos.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conceder la paz y la unidad a todo el pueblo cristiano.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes llamar a la unidad de la Iglesia a los que están en el error, y conducir a todos los infieles hacia la luz del Evangelio.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes confortarnos y conservarnos en tu santo servicio.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes elevar nuestro espíritu hacia los deseos celestiales.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conceder a nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes librar de la muerte eterna nuestras almas, y las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes darnos y conservar las cosechas de la tierra.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes conceder el descanso eterno a todos los Fieles difuntos.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Para que te dignes escucharnos.
℞. Te rogamos, óyenos.
℣. Hijo de Dios.
℞. Te rogamos, óyenos.
   
℣. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
℞. Perdónanos, Señor.
℣. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
℞. Escúchanos, Señor.
℣. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
℞. Ten piedad de nosotros, Señor.
   
℣. Cristo, óyenos.
℞. Cristo, óyenos.
℣. Cristo, escúchanos.
℞. Cristo, escúchanos.
   
℣. Señor, ten piedad de nosotros.
℞. Señor, ten piedad de nosotros.
℣. Cristo, ten piedad de nosotros.
℞. Cristo, ten piedad de nosotros. 
℣. Señor, ten piedad de nosotros.
℞. Señor, ten piedad de nosotros.
      
Padre nuestro, que estás en los Cielos, santificado sea el tu Nombre. Venga a nos el tu Reino. Hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
    
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
    
DÍA SEGUNDO
Por la Señal…
Acto de contrición, Oración para todos los días, tres Credos gloriados y la Jaculatoria.
   
Dulcísimo Niño de Atocha, que quisiste en tu crecida edad ser llevado ante los jueces y ser cruelmente azotado; yo, vida de mi vida, te saludo; yo, pacientísimo Niño, te bendigo, te alabo y te presento estos tres Credos con Gloria Patri y Jaculatoria, en memoria de aquel acerbísimo dolor que sintió tu inocente Corazón yendo con el santo madero cargado en tus delicados hombros por la calle de la Amargura te encontraste con tu Santísima Madre, yo te pido, delicadísimo Niño de mi corazón, que por las benditas lágrimas que tus ojos derramaron, me concedas lo que en este segundo día te repito, pues a tu piedad imploro; y bien sabes las necesidades, las aflicciones y trabajos que me afligen, y espero, preciosísimo Niño de Atocha, que tendré por Ti buen éxito en mi indicado fin, valiéndome del recuerdo que os hago, y juntamente os presento el igual dolor que en este encuentro padeció la soberana Reina, en cuyas divinas manos pongo mi entendimiento para que lo ilustres con la divinidad de tus luces para que siempre en Ti espere la felicidad de gozarte en la celestial Jerusalén del cielo. 
   
SEGUNDO MILAGRO
En el año de 1837, el día 7 de Febrero, en la mina de Barreno, le aconteció a Luciano García la desgracia de que estando mirando disparar unos barrenos, de una de ellos saltó una piedra y le dio en el pecho, y lo derribó en tierra, echando sangre por boca y narices, pues pasó dicha piedra por entre medio de los demás barreteros que le acompañaban, sin causar mal a otros, sino al mencionado García, quien mirándose en aquel estado, invocó de todo corazón al Santo Niño de Atocha quien le asistió en aquel peligro en que se vio, y en breves horas quedó bueno, sin sentir ni tener resultados de gravedad que lo postraran en cama, y en recompensa de tan raro prodigio, le puso al Santo Niño en su Santuario, su retablo, en el que se hallan él y los demás barreteros, dándole infinitas gracias por tan singular maravilla y tan noble suceso.
  
El Ofrecimiento, las tres Salves y la Letanía de los Santos se dirán todos los días.
    
DÍA TERCERO
Por la Señal…
Acto de contrición, Oración para todos los días, tres Credos gloriados y la Jaculatoria.
   
¡Oh amantísimo Niño de Atocha!, que en tu crecida edad quisiste que te clavaran en la cruz; yo te saludo, alma de mi alma; Inocente Cordero te bendigo y alabo, y te ofrezco estos tres Credos con Gloria Patri y Jaculatoria, en memoria de aquellas terribles agonías que en cuanto hombre padeciste, me sea concedido lo que pido en este tercero y último día del triduo, en el que os he hecho recuerdo de tu Santísima Pasión, confiado en tu misericordia, espero que lo alcanzaré, por lo cual que tuvo tu divina Madre al tiempo que sus purisimos ojos te vieron expirar, uniendo también aquellas tres necesidades que padeció esta bellísima Señora al pie de la Santa Cruz, en cuyas benignas manos pongo mi voluntad,para que siempre por Ti inflamada, no tenga mi espíritu más que desear, sino el feliz momento de reunirme a Ti para siempre y gozarte en la gloria. Amén.

TERCER MILAGRO
En el año de 1838, por el mes de Julio día 18, hallábase María Clara Rangel gravemente enferma de parto, del cual quedó mucho tiempo enferma; y habiéndole aplicado cuantos remedios fueron posibles que se conocían eran eficaces para el restablecimiento de la salud, y no pudiendo conseguirla, ocurrió a recomendarse a invocar de todo corazón al Santo Niño de Nuestra Señora de Atocha, quien en breve tiempo le sanó y restableció la salud; reconociendo ta mencionada Rangel tan inaudito beneficio le puso en el Santuario de Plateros su retablo, para certificar con él a todo devoto o afilgido que invocare al Santo Niño en cualquiera tribulación o necesidad en que se hallare, espere de su poderosa mano que no quedará sin alcanzar lo que solicite.
  
El Ofrecimiento, las tres Salves y la Letanía de los Santos se dirán todos los días.

martes, 26 de marzo de 2024

GRANDEZA Y HONOR

«Son muchos los hombres viles, pero junto a ellos, junto a esos cuya bajeza es una blasfemia de vida, existen otros: todos aquellos, los que vemos y los que no vemos, que no son así y que, por no serlo, salvan al mundo y al honor de vivir» (LEÓN DEGRELLE).

LAS INTERCESIONES “POLÍTICAMENTE CORRECTAS” ALEMANAS DEL VIERNES SANTO

Imagen ilustrativa (Christoph Schönborn OP. Catedral de San Esteban de Viena, Viernes Santo de 2020).

El Instituto Litúrgico Alemán (en adelante DIL, por sus iniciales alemanas) y sus pares en Austria y la Suiza germanohablante, publicaron una adición a las “Intercesiones Generales” en la liturgia del Viernes Santo.
   
Según el misal montini-bugniniano, «En una grave necesidad pública, el obispo diocesano puede permitir o mandar que se añada alguna intención especial» (Missale Romanum, editio typica tertia, p. 314, n.13), por lo que el DIL presentó, en remplazo de la intercesión IX (Por los gobernantes):
Pro tribulátis in témpore contágii (Por los gobernantes)
Orémus et pro ómnibus rempúblicam moderántibus, ut Deus et Dóminus noster mentes et corda eórum secúndum voluntátem suam dírigat ad veram ómnium pacem et libertátem (Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, para que Dios nuestro Señor, según sus designios, los guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres).
 
Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:
Omnípotens sempitérne Deus, in cuius manu sunt hóminum corda et jura populórum, réspice benígnus ad eos, qui nos in potestáte moderántur, ut ubíque terrárum populórum prospéritas, pacis secúritas et religiónis libértas, te largiénte, consístant. Per Christum Dóminum nostrum (Dios todopoderoso y eterno, en tu mano están los corazones de los hombres y los derechos de los pueblos, mira con bondad a los que nos gobiernan, para que en todas partes se mantengan, por tu misericordia, la prosperidad de los pueblos, la paz estable y la libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Señor). Amén.
  • IX-a Por la gente en zonas de guerra y por aquellos en el poder
    Oremos por todos aquellos que sufren la guerra y el terror, la violencia y la injusticia (en Ucrania, Medio Oriente y otras regiones del mundo); por todos aquellos que están huyendo y han sido despojados de su patria; por las mujeres y los hombres que tienen responsabilidad en los países del mundo, por todos aquellos que trabajan para proteger a los débiles y perseguidos, y buscan formas de superar la división y el conflicto.
        
    Pongámonos de rodillas. Podéis levantaros.
      
    Oración en silencio. Prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, tú eres el Dios de justicia y de paz. Cambia el corazón de quienes piensan y hacen el mal para que se abstengan del odio y la violencia y protejan los derechos de las personas y los pueblos. Fortalece la voluntad de reconciliación para que todas las personas puedan vivir en seguridad y paz. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
  • IX-b Por la cohesión de nuestra sociedad
    Oremos por todos los que contribuyen a la cohesión de nuestra sociedad; por todos los que están preocupados por el futuro; por las mujeres y los hombres que se comprometen a trabajar juntos en ciudades y pueblos, y que no guardan silencio cuando las personas son excluidas y discriminadas.
        
    Pongámonos de rodillas. Podéis levantaros.
      
    Oración en silencio. Prosigue el sacerdote: Dios todopoderoso y eterno, tú creaste a las personas para que se respeten y trabajen por la vida en esta tierra. Ayuda a todos a desarrollar los dones y talentos que les has dado. Que superemos todas las divisiones basadas en el origen y la religión, el pueblo y la lengua, para que el derecho y la justicia puedan florecer entre nosotros. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Nada más falta que publiquen una oración contra el partido AfD tan odiado por la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de Católicos Alemanes. Lo claro es que en el novusordismo, se vive como en los tiempos después de la muerte de San Josué: «En aquellos días no había rey o magistrado supremo en Israel: sino que cada cual hacía lo que le parecía mejor» (Jueces XXI, 24/Versión de Mons. Félix Torres Amat).
  
Sobra decir que estos del DIL no pueden meterse con la Liturgia Católica tradicional, que desde San Gregorio Magno ha conservado las Intercesiones generales del Viernes Santo como un baluarte contra las innovaciones del lazarista masón Aníbal Bugnini Ranieri, innovaciones que empezaron con la infame “reforma de 1951-1955” hasta llegar al misal montini-bugniniano de 1969, que permiten abusos como el anterior expuesto.

SAN CÁSTULO, MÁRTIR DE LA FE

   
Durante el reinado de Diocleciano, el papa San Cayo estuvo grandemente preocupado por la seguridad de los cristianos en Roma. Cástulo, un celoso cristiano que era camarero del emperador, se ofreció a arreglar todo lo necesario para que hubiera servicios religiosos en el mismo palacio del emperador, ya que este lugar no se prestaba para investigación alguna; y aún más, Cástulo albergó a los cristianos en su propia casa, adjunta al palacio, y les procuró un lugar para sus reuniones. 
   
No contento con servir así a la Iglesia, él y su amigo Tiburcio recorrieron Roma convirtiendo hombres y mujeres al cristianismo y llevándoles ante el papa para que fueran bautizados.
   
Posteriormente fue traicionado por un apóstata cristiano llamado Torcuato. Llevado ante Fabiano, prefecto de la ciudad, fue cruelmente atormentado y después arrojado a un foso cubierto con arena. 
  
Un cementerio descubierto en 1672, y una iglesia en la Vía Labicana llevan el nombre de San Cástulo; a su vez se conoce este nombre por las Actas de San Sebastián, que mencionan a un San Cástulo como esposo de Santa Irene (la mujer que curó las heridas y posteriormente sepultó a San Sebastián). Sus reliquias, trasladadas en el siglo VIII a Moosburgo, se encuentran desde 1604 en la iglesia de San Martín en Landshut, y tuvo particular veneración en Frisinga.
  
ORACIÓN
Concédenos, te suplicamos, Dios todopoderoso: para que nosotros, que celebramos el natalicio de tu bienaventurado San Cástulo Mártir, por su intercesión, seamos fortalecidos en el amor de tu nombre. Por J. C. N. S. Amén.

lunes, 25 de marzo de 2024

ÚLTIMA ENTREVISTA DE MONS. LEFEBVRE

Traducción del artículo publicado en LA PORTE LATINE (Fraternidad San Pío X - Distrito de Francia).
 
En ocasión del vigésimo aniversario de la fundación de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, Monseñor Lefebvre quiso responder a las preguntas que nosotros le habíamos presentado. «No es solamente una cuestión de liturgia, aunque sea importante, que nos separa de Roma, sino una cuestión de Fe». Se resalta también cómo el prelado destruye las calumnias que fueron formuladas contra él a propósito de los documentos conciliares sobre la libertad religiosa y «la Iglesia en el mundo de hoy».
  
FIDELITER - Luego de las consagraciones no hubo más contactos con Roma; luego como usted había contado, el cardenal Silvio Oddi le llamó por teléfono diciendo: «Es necesario arreglar las cosas. Pida un pequeño perdón al Papa, y él está dispuesto a acogerlos». Entonces, ¿por qué no probar este último enfoqe y por qué le parece imposible?
Monseñor Lefebvre – Es absolutamente imposible en el clima actual de Roma, que se vuelve cada vez peor. No podemos hacernos ilusiones. Los principios que dirigen actualmente a la Iglesia conciliar son más y más abiertamente contrarios a la doctrina católica.
 
Ante la Comisión de los derechos humanos de las Naciones Unidas, el cardenal Casaroli declaró recientemente (20 de febrero de 1989): «quiero también detenerme un poco en un aspecto específico de la libertad fundamental de pensar y obrar según la propia conciencia: la libertad religiosa… La Iglesia católica y su Pastor Supremo, que ha hecho de los derechos del hombre uno de los grandes temas de su predicación, nunca ha dejado de recordar que, en un mundo hecho por el hombre y para el hombre, toda la organización de la sociedad no tiene sentido sino en la medida que ella hace de la dimensión humana una preocupación central». ¡Oír esto en la boca de un cardenal! ¡Él no habló de Dios!

Por su parte el cardenal Ratzinger, presentando un documento interminable sobre las relaciones entre el Magisterio y los teólogos (Instrucción Donum veritátis), afirma él «por primera vez con esta claridad» que «hay decisiones del Magisterio que no pueden ser una última palabra sobre la materia en cuanto tal» sino «una especie de disposición provisional… Su núcleo sigue siendo válido, pero los detalles particulares sobre los cuales han influido las circunstancias de los tiempos pueden necesitar rectificaciones ulteriores. A este respecto uno puede señalar las declaraciones de los papas del siglo pasado. Las decisiones antimodernistas han prestado un gran servicio, pero ahora están superadas» (Declaración del 27 de junio de 1990. En L’Osservatore Romano –edición semanal francesa–, 9 de julio de 1990, pág. 9). Et voila!, la página del modernismo fue pasada! Estas reflexiones son insensatas.
  
Finalmente, el Papa es más ecumenista que nunca. Todas las ideas falsas del Concilio continúan desenvolviéndose, se reafirman cada vez con más claridad. Se ocultan cada vez menos. Es por tanto absolutamente inconcebiblie que uno pueda aceptar colaborar con semejante jerarquía.
  
FIDELITER – ¿Piensa que la situación se deterioró más después de las conversaciones que usted –antes de las consagraciones– había tenido y terminaron con la redacción del protocolo del 5 de mayo de 1988?
Monseñor Lefebvre – ¡Ciertamente! Por ejemplo, el hecho de la Profesión de Fe, que ahora es exigida por el Cardenal Ratzinger desde comienzos del año 1989. Es un hecho muy grave. Pues pide, a todos los que se unieran o que podrían hacerlo, que hagan una Profesión de Fe en los documentos del Concilio y en las reformas postconciliares. Para nosotros es imposible.
   
Será necesario continuar esperando antes de prever una perspectiva de acuerdo. Por mi parte, creo que sólo el Buen Dios puede intervenir, visto que humanamente no se ve posibilidad de que Roma modifique el rumbo.

Durante quince años dialogamos para intentar devolver la Tradición a su lugar de honra, en el lugar que le corresponde en la Iglesia. Nos chocamos con la continua negación. Lo que ahora Roma concede a favor de la Tradición es sólo un gesto puramente político, diplomático, para forzar las adhesiones. Pero no es una convicción en beneficio de la Tradición.
  
FIDELITER - Cuando uno ve que Dom Gérard Calvet OSB y la Fraternidad San Pedro han obtenido el conservar la liturgia y el catecismo, sin –dicen ellos– haber concedido nada, algunos que están en problemas de hallarse en una situación difícil con Roma, pueden ser tentados a la larga de alinearse a ellos por agotamiento. «Ellos llegaron bien, dicen, a entenderse con Roma sin haber dejado nada».
Monseñor Lefebvre – Cuando ellos dicen que no han dejado nada, es falso. Ellos dejaron la posibilidad de contrarrestar a Roma. Ellos no pueden decir nada. Ellos deberían callarse estando regalados los favores que les han sido concedidos. Ellos están imposibilitados ahora de denunciar los errores de la Iglesia conciliar. Todos adhirieron dulcemente, será por la profesión de fe que es demandada por el cardenal Ratzinger. Yo creo que Dom Gérard está para hacer publicar un pequeño libro redactado por uno de sus monjes sobre la libertad religiosa, y que va a intentar justificarla.
    
Desde el punto de vista de las ideas, ellos viraron tan dulcemente y acabaron admitiendo las ideas falsas del Concilio, porque Roma les concedió algunos favores para la Tradición. Es una situación muy peligrosa.
     
En el curso de la audiencia que le fue concedida a Dom Gérard y a una delegación de los monjes de Barroux, el Papa les expresó el deseo de verlos evolucionar siempre hacia adelante. Nada está oculto. El hecho de que se sometan aún más al arzobispo y que tomen posición de no hacer que las reformas conciliares sean subestimadas porque les ha concedido las excepciones a la regla litúrgica del Concilio. Deberían también hacer un esfuerzo por atraer a los que no están todavía en la obediencia al Santo Padre.
  
Estas son las invitaciones pressantes que les son hechas, y este es precisamente el fin de los privilegios que les han sido acordados.
    
Por esto es que Dom Gérard le escribió a la Madre Anne-Marie Simoulin [Priora de las Dominicas del Santo Nombre de Jesús], al Padre Innocent-Marie [en el siglo François Chassagne, de los Dominicos de Avrillé], a los Capuchinos de Morgon y a otras personas para intentar tocarme. A su regreso de Roma, él lanzó esta ofensiva para intentar convencer a todos ellos que no prestaran sus huellas y se alinearan con Roma.
      
Todo lo que se concedió a los que se adhirieron, sólo fue hecho con el objetivo de procurar que todos los que adhieren o están vinculados a la Fraternidad cambien y se sometan a Roma.
  
FIDELITER – Dom Gérard retomó también así el papel que le fue devuelto a Mons. Camille Perl.
Monseñor Lefebvre – Tuve la ocasión de ver al menos tres cartas que Mons. Perl envió en respuesta a las personas que le habían escrito. Son siempre la misma cosa. Él hizo absolutamente hacer un esfuerzo por aquellos que no han comprendido la necesidad de alinearse al Papa y al Concilio. Es una pena, escribió, constatar que no hayan más alineaciones.

FIDELITER - Usted dijo cuando señaló a Dom Gérard y a los demás: «Nos traicionáis. Ahora estáis dando la mano a los que están demoliendo la Iglesia, a los liberales, a los modernistas». ¿Eso no es un poco duro?
Monseñor Lefebvre – No. Ellos me llamaron hace quince años. No fui yo quien los buscó. Fueron ellos mismos los que vinieron a mí para pedirme apoyo, de hacer las ordenaciones, la amistad de nuestros sacerdotes en aquellos tiempos de la apertura de todos nuestros prioratos, para ayudarlos financieramente. Ellos todos se han servido de nosotros tanto como pudieron. Todo se hizo de buen corazón y generosamente. Estaba feliz de hacer esas ordenaciones, de abrir nuestras casas para que ellos pudieran beneficiarse de la generosidad de nuestros benefactores… Y después, de golpe, me telefonean que no necesitan más de nosotros, que todo se acabó. «Nosotros iremos al arzobispo de Aviñón. Ahora estamos de acuerdo con Roma. Hemos firmado un protocolo».
    
No fue con un corazón alegre que tuvimos dificultades con Roma, no fue por placer que tuvimos que luchar. Lo hicimos por principios, para mantener la fe católica. Y estuvieron de acuerdo con nosotros. Ellos colaboraron con nosotros. Y luego, de repente, abandonan la verdadera lucha para aliarse con los demoledores con el pretexto de que les conceden algunos privilegios. Esto es inaceptable.
     
Prácticamente han abandonado la lucha de la fe. Ya no pueden atacar Roma.
   
Esto también es lo que hizo el Padre Louis Marie de Blignières. Él cambió completamente. Él que había escrito un libro para condenar la libertad religiosa, escribe ahora en favor de la libertad religiosa. Esto no es serio. No se puede decir más sobre hombres como estos, que no han comprometido la cuestión doctrinal.
  
Pienso en todo caso que ellos cometen un grave error. Pecaron gravemente al actuar como han hecho, conscientemente con una desenvoltura inverosímil.
      
Había oído decir que los monjes tenían la intención de abandonar Le Barroux diciendo que no podían vivir más en una atmósfera de mentira. Me pregunto cómo pueden quedarse hasta el presente en esta atmósfera.
     
Lo mismo aquellos que están con Dom Augustin-Marie Joly [en el siglo Maurice Camille Francois Joly, fundador del monasterio benedictino de San José de Claraval en Martigny (Suiza) en 1972, trasladado en 1976 a Flavigny del Ozerain en la Costa de Oro francesa. Su monasterio, que combinaba la Regla de San Benito con la espiritualidad ignaciana, fue reconocido por el obispo de Dijón el 2 de Febrero de 1988, cuatro años después de abandonar a Mons. Lefebvre (a quien recurrió en 1982 para las ordenaciones sacerdotales). El 21 de Marzo de 1992, el monasterio fue elevado a abadía y Joly recibió la bendición abacial, renunciando en Diciembre del año siguiente. Murió en 2006. N. del T.]. Ellos eran incluso más tradicionalistas que nosotros, y al presente están vueltos al otro lado. Para todos los jóvenes que están allá, es espantoso pensar en tal reversa. Ellos entraron al monasterio para estar verdaderamente en la Tradición. Era la Tradición más segura, la más firme, inclusive más que la Fraternidad. Ellos pensaban estar protegidos para siempre. Y después retornaron completamente su vestido… y se quedaron. Esto es inexplicable.
  
FIDELITER - Prácticamente el Padre de Blignières, el Abbé de Nantes y Dom Gérard le han acusado de mentir cuando había asegurado que no había firmado dos documentos del Concilio: Dignitátis humánæ sobre la libertad religiosa, y Gáudium et Spes. La revista Sedes sapiéntiæ ha reproducido un documento sacado de los archivos del Vaticano donde figura su nombre escrito por su mano. ¿Qué pasó exactamente y qué es este documento?
Monseñor Lefebvre – Esta idea de interpretar las firmas significando una aprobación de los documentos conciliares ha nacido en el cerebro malintencionado del Padre de Blignières.
     
Las aprobaciones o rechazos de los documentos eran evidentemente realizados para cada documento en particular. El voto era secreto, realizado sobre fichas individuales, y había un lápiz especial que permitía el cálculo electrónico de los votos. Las fichas eran recogidas por los secretarios, de la mano de cada votante.
     
Las grandes hojas que circulaban de mano en mano entre los Padres del Concilio y donde cada uno ponía su firma no tenían ningún sentido de voto a favor o en contra, sino que significaban nuestra presencia en cada sesión de votos para los cuatro documentos.
  
Debería realmente tomar como veletas a los Padres que votaron contra los textos, haciendo creer que habrían aprobado lo que habían rechazado una media hora antes.
   
Vemos que hay poner atención a la imaginación de aquellos que son veletas y que adoran lo que habían quemado previamente, como el Padre de Blignières, Dom Gérard y la veleta por excelencia que es el Abbé de Nantes.
  
FIDELITER - Algunos fieles se sienten tentados a mantener buenas relaciones con los que se han unido, o incluso a asistir a la misa o a las ceremonias que celebran, ¿cree que hay algún peligro en ello?
Monseñor Lefebvre – Siempre he advertido a los fieles, por ejemplo, contra los sedevacantistas. También dicen: la misa está bien, nosotros vamos.
   
Sí, hay misa. Está bien, pero también está el sermón; está el ambiente, las conversaciones, los contactos antes y después, que nos permiten cambiar poco a poco nuestras ideas. Es, por tanto, un peligro y por eso, en términos generales, creo que es un todo. No sólo vamos a misa, frecuentamos un ambiente.
   
Evidentemente hay gente atraída por las hermosas ceremonias que también acude a Fontgombault, donde se ha reanudado la antigua misa. Se encuentran en un clima de ambigüedad que, en mi opinión, es peligroso. Una vez que nos encontramos en esta atmósfera, sujetos al Vaticano, sujetos en última instancia al Concilio, terminamos ecumenistas.
    
FIDELITER - El Papa es muy popular. Moviliza a las multitudes, quiere reunir a todos los cristianos en el ecumenismo, que según él es la piedra angular de su pontificado. A primera vista, puede parecer una idea noble querer reunir a todos los cristianos.
Monseñor Lefebvre – El Papa quiere crear unidad fuera de la fe. Es una comunión. ¿Una comunión para quién? ¿A que? ¿En que? Ya no es una unidad. Esto sólo puede hacerse en la unidad de la fe. Esto es lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Por eso hubo misioneros, para convertir a la fe católica. Ahora ya no necesitas convertir. La Iglesia ya no es una sociedad jerárquica, es una comunión. Todo esta mal. Es la destrucción de la noción de Iglesia, del catolicismo. Esto es muy grave y explica por qué muchos católicos abandonan la fe.
     
Cuando sumamos a esto todas las declaraciones escandalosas que se hicieron con ocasión del sínodo sobre el sacerdocio, declaraciones como las de los cardenales [Albert] Decourtray y [Godfried] Danneels, nos preguntamos cómo puede haber todavía católicos.
     
Después de Asís y después de declaraciones similares, entendemos que hay mucha gente que acude a los mormones, a los testigos de Jehová o a otros lugares. Pierden la fe, eso es normal.
    
FIDELITER - A propósito del sínodo, el cardenal [Aloísio] Lorscheider, al anunciar que dos brasileños casados habían sido ordenados sacerdotes, pidió que se estudie la posibilidad de ordenar a hombres casados “de vida probada”.
Monseñor Lefebvre – Todo esto va dirigido contra el celibato de los sacerdotes. El Sínodo que se celebrará en África será probablemente un paso hacia la abolición del celibato sacerdotal, si el Buen Dios no interviene primero.
    
FIDELITER - Citamos como ejemplo el desarrollo del catolicismo y el aumento considerable del número de vocaciones en los países africanos, particularmente en Zaire, donde hay varios centenares de seminaristas.
Monseñor Lefebvre – Pero hay que ver cómo se les forma. En estos países del Tercer Mundo hay muchos niños y ser sacerdote es un avance social. Lamentablemente, esto no es un verdadero progreso para el catolicismo.
     
No digo que todo sea negativo. Pero todos son seminaristas conciliares, con la nueva misa, la introducción del tam-tam, la inculturación en la liturgia. ¿Qué religión tendrán? Ya no será la religión católica, sino una especie de sincretismo religioso con manifestaciones puramente externas. Es grave, porque es la demolición de todo el trabajo realizado por los misioneros.
     
FIDELITER - Más que una cuestión de liturgia, dice usted a menudo, es ahora una cuestión de fe la que nos opone a la Roma actual.
Monseñor Lefebvre – Ciertamente la cuestión de la liturgia y de los sacramentos es muy importante, pero no es la más importante. La cuestión más importante es la de la fe. Para nosotros está resuelta. Tenemos la fe de todos los tiempos, la del Concilio de Trento, del catecismo de San Pío X, de todos los concilios y de todos los papas anteriores al Vaticano II.
    
Durante años se intentó en Roma demostrar que todo en el Concilio estaba perfectamente conforme a la Tradición. Ahora se descubren. El cardenal Ratzinger nunca había hablado con tanta claridad. No hay Tradición. No hay más depósito para transmitir. La tradición en la Iglesia es lo que dice hoy el Papa. Deben someterse a lo que dicen hoy el Papa y los obispos. Para ellos ésta es la tradición, la famosa tradición viva, el único motivo de nuestra condena.
    
Ya no buscan demostrar que lo que dicen es coherente con lo que escribió Pío IX, con lo que promulgó el Concilio de Trento. No, todo eso ya pasó, está obsoleto, como dice el cardenal Ratzinger. Está claro y podrían haberlo dicho antes. No tenía sentido hacernos hablar o discutir. Ahora es la tiranía de la autoridad, porque ya no hay reglas. Ya no podemos referirnos al pasado.
   
En cierto sentido, las cosas se están volviendo más claras hoy. Siempre nos dan la razón. Estamos ante personas que tienen una filosofía distinta a la nuestra, otra manera de ver, que están influenciados por todos los filósofos modernos y subjetivistas. Para ellos no existe una verdad fija, no existe un dogma. Todo está evolucionando. Este es un concepto completamente masónico. Esta es verdaderamente la destrucción de la fe. ¡Afortunadamente seguimos confiando en la Tradición!
    
FIDELITER – Sí, pero está solo contra todos.
Monseñor Lefebvre – Sí, hay un gran misterio.

FIDELITER - En el último boletín “INTROIBO”, el padre André señala que aunque dicen la nueva misa, una decena de obispos dan esperanza. Son calificados de “obispos tradicionales” por el “directorio episcopal”.
Monseñor Lefebvre – Sí, pero todos son conciliares. Sólo Mons. de Castro Mayer y yo nos resistimos al Concilio y a sus solicitudes, mientras que durante el Concilio éramos 250 los que nos oponíamos a sus errores.
     
Me hice releer nuevamente la profecía de Nuestra Señora de Quito(1), donde a comienzo del siglo XVII, la Santísima Virgen María ha revelado a una santa religiosa la disolución de las costumbres y la crisis horrorosa que afecta actualmente a la Iglesia y su clero (2), anunciando también que un prelado se consagraría a la restauración del sacerdocio.
      
La Santísima Virgen ha anunciado esto para el siglo XX. Es un hecho. El Buen Dios ha previsto este momento en la Iglesia.
       
FIDELITER – Ha destacado que ha adquirido la convicción de que la obra que usted ha realizado es bendecida por el Buen Dios, porque en muchas ocasiones, ella habría podido desaparecer.
Monseñor Lefebvre – Sí, es cierto. Siempre hemos afrontado ataques, muy duros, muy dolorosos. Sé de personas que habían trabajado con nosotros, que fueron nuestros amigos y se han vuelto contra nosotros y verdaderamente se han convertido en enemigos. Esto es muy doloroso, pero no hay nada que hacer. Después de un tiempo nos damos cuenta de que aquellos que están enojados con nosotros y que intentan destruirnos, se están hundiendo y que continuamos, todavía debemos creer que la línea de fe y la Tradición tal como la hemos adoptado, tal como la seguimos, es imperecedera, porque esta es la Iglesia, y que Dios no puede dejar perecer a su Iglesia.
    
FIDELITER – ¿Qué puede decir a los fieles que esperan siempre en la posibilidad de un acuerdo con Roma?
Monseñor Lefebvre – Nuestros verdaderos fieles, los que comprendieron el problema y que justamente nos han ayudado a seguir la línea recta y firme de la Tradición y de la fe, temían las negociaciones que yo hice en Roma. Me decían que era peligroso y que perdía el tiempo. Sí, claro, yo esperé hasta el último minuto que en Roma me testimoniasen un poco de lealtad. No me pueden reclamar por no haber hecho lo máximo que podía. Por eso, ahora, a los que vienen a decirme: «Es necesario que usted se entienda con Roma», creo que puedo decirles que fui lo más lejos que podría haber ido.

FIDELITER – Usted responde: no tenéis que temer, porque nosotros estamos con la Tradición, con los concilios anteriores al Vaticano II, con todo lo que los papas anteriores a este han declarado…
Monseñor Lefebvre – Sí, es evidente, si inventáramos algo podríamos temer que nuestro invento no sobreviviera. Pero no estamos haciendo nada nuevo.
No hace mucho vi a un obispo, un amigo mío con quien trabajamos durante el Concilio y que en ese momento estuvo completamente de acuerdo conmigo. Y me dijo: «Es una lástima que esté en dificultades con Roma».

Respondí, «¿Cómo, usted, que luchó en el Concilio por las mismas razones que yo, puede sorprenderse ahora? Hemos tenido reuniones continuas juntos y con otros para tratar de mantener la línea de la Tradición en el Concilio. Y ahora ha abandonado todo eso. ¿Estaba mal lo que estábamos haciendo?

Vea los resultados del Concilio. ¿Puede darme algunos que sean buenos, que sean positivos? ¿Dónde y en qué área el Concilio y las reformas que trajo trajeron una renovación extraordinaria a la Iglesia?».

No pudo responder. No hay nada. Todo es negativo.

FIDELITER – ¿Y el carismatismo?
Monseñor Lefebvre – Es todavía negativo. Es el diablo, pues los carismáticos vienen a nosotros pidiendo exorcizarlos. Les hace creer que están poseídos por el diablo.
 
Ellos llaman al Espíritu. ¿Cuál espíritu? Hay algunos entre ellos que están de buena fe, sin duda, que se esfuerzan por orar, por hacer la adoración, sin duda, pero el demonio es maligno. Él suelta de un lado, del otro lo recupera.
  
No hemos terminado de luchar. Desapareceré, pero mis sucesores aún tendrán que combatir.
  
Pero el Buen Dios puede todo. En el plano político, era difícil de prever en uno o dos años lo que pasa actualmente. Uno no imaginaba que el telón de hierro caería, que la Alemania se reunificaría. Ahora se dice que la caída del imperio soviético está cerca.
    
Recibí una carta de un obispo ucraniano que quería tener contacto con nosotros, para que le ayude a editar un catecismo, porque ellos no tienen nada. Junto a otros pasó más de quince años en la cárcel soviética. Algunos de ellos están ahora libres.
     
Él encontró su diócesis en un estado espantoso, porque todo pertenece hoy en día a la Iglesia ortodoxa. Ellos lo han tomado todo. Luego, intentó recuperar lo que pudo, pero contra él está el Vaticano que está envenenado para este asunto. El regreso de estos obispos y de estos sacerdotes que quieren hacer revivir la Iglesia Católica en Ucrania molesta al Vaticano, que no quiere tener problemas con el Kremlin y con los ortodoxos. Esta renovación católica en Ucrania les molesta. Esto es lo que me escribió este obispo: «Hay verdaderamente un misterio que se cierne sobre nosotros respecto de la actitud de Roma».

¡Para nosotros no hay misterio!
  
FIDELITER – ¿Qué balance podemos hacer de la Fraternidad después de veinte años de existencia?
Monseñor Lefebvre – El Buen Dios quiso la Tradición. Estoy profundamente convencido de que la Fraternidad representa el medio que el Buen Dios quiso para conservar y mantener la fe, la verdad de la Iglesia y lo que aún se puede salvar en la Iglesia. Gracias también a los obispos que rodean al Superior general de la Fraternidad, que cumplen su papel indispensable de mantenedores de la fe, de predicadores de la fe y que comunican las gracias del sacerdocio y de la confirmación, la Tradición permanece inalterada y siempre es fuente fecunda. de la vida divina.
Todo esto es realmente muy consolador y creo que debemos dar gracias al Buen Dios y seguir custodiando fielmente los tesoros de la Iglesia, esperando que un día estos tesoros ocupen el lugar que les corresponde en Roma y que nunca debieron perderse.

Comentarios recogidos por André CAGNON

Fuente: Fideliter n.º 79 (Enero-Febrero de 1991).

NOTAS
«Finalmente, nuestro sacerdote encargado del priorato de Bogotá, en Colombia, me ha enviado un libro hecho sobre las apariciones de Bon Successo —del Buen Suceso— en una iglesia, una gran iglesia en Ecuador, en Quito, capital del Ecuador y de las apariciones que tuvieron lugar a una religiosa de un convento de Quito poco tiempo después del Concilio de Trento. Hace muchos siglos, como veis. Pues bien, la Santísima Virgen le dijo a esta religiosa —esto fue consignado, esta aparición ha sido reconocida por Roma, por las autoridades eclesiásticas puesto que han construido una magnífica iglesia para la Virgen donde, además, dicen los historiadores, el rostro de la Virgen habría sido terminado, el escultor estaba en plan de terminar el rostro de la Virgen cuando encontró que el rostro de la Virgen fue hecho milagrosamente, esta Virgen milagrosa desde entonces ha sido honrada con  mucha devoción por los fieles del Ecuador— y esta Virgen ha profetizado para el siglo XX, y ella dijo explícitamente: “A finales del siglo XIX y la mayor parte del siglo XX, los errores se propagarán más y más fuertemente en la Santa Iglesia, poniendo a la Iglesia en una situación de catástrofe absoluta, de catástrofe, y las costumbres se corromperán, y la Fe desaparecerá”. Parece que no podemos constatarlo y, me excuso de continuar hablando de esta aparición, pero ella habla de un prelado que se opondrá absolutamente a esta vague de impiedad preservando el sacerdocio, y haciendo buenos sacerdotes. Vosotros haréis la aplicación si quereis; yo no lo veré hacer, no puedo. Había estado estupefacto al leer estas líneas, no puedo negarlo, así como está, fue escrito, impreso, consignado en los archivos de esta aparición».
(2) Cf. FIDELITER n.º 66 (Noviembre-Diciembre de 1988).