Desde VATICAN INSIDER-LA STAMPA
Richard Williamson, el obispo lefebvriano que había negado la existencia de las cámaras de gas, podría ser expulsado de la San Pío X. El superior de la Fraternidad, Bernard Fellay, había excluido la participación de Williamson en el capítulo general de los lefebvrianos, dedicado a las negociaciones con la Santa Sede. Pero ahora podría incluso llegar una sanción mucho mayor para el obispo negacionista. Lo sostiene el sitio alemán kreuz.net, que presenta los motivos que podrían llevar a esta decisión.
Posiblemente, en medio de la coyuntura
de los diálogos CV2-exFSSPX, Mons. Richard Williamson correrá con la
misma suerte de muchos sacerdotes y laicos de dicha congregación: LA
EXPUSLSIÓN
El mismo sitio, en julio de este año, había difundido un video en el que Williamson manifestaba su esperanza y su “sueño” de que el capítulo general de la Fraternidad se expresara en contra del superior Fellay y le destituyera.
En agosto, Williamson celebró una misa y administró el sacramento de la confirmación en un monasterio benedictino relacionado con la San Pío X en Brasil, a pesar de la prohibición que le había impuesto Fellay: un acto que fue muy criticado por el superior de la Fraternidad en Sudamérica, el padre Christian Bouchacourt. Según el estatuto de la San Pío X, en realidad, los obispos pueden impartir las confirmaciones solo si cuentan con la autorización del superior general, es decir Fellay. Otro motivo para la “sanción”, según kreutz.net sería la falta de obediencia del obispo a la orden de los superiores para que suspendiera una “newsletter” semanal a su cuidado.
Según el sitio alemán, Williamson estaría dispuesto a reunir a su alrededor a un nuevo grupo tradicionalista, con otros sacerdotes que dejen la Fraternidad San Pío X, e incluso a ordenar nuevos obispos. Es evidente que sería automáticamente excomulgado.
Como se recordará, en una entrevista televisiva en la que Williamson negaba la existencia de las cámaras de gas, difundida en ocasión de la cancelación de la excomunión a los obispos lefebvrianos por parte de Benedicto XVI en enero de 2009, había provocado notables polémicas incluso en el mundo hebreo. Polémicas a parte, después de que el Papa Ratzinger hubiera escrito una intensa carta a los obispos de todo el mundo, explicando los motivos de su gesto hacia los lefebvrianos.
Williamson fue, en estos meses, el más crítico en relación con el camino de reconciliación de la Fraternidad en vista de un posible regreso a la comunión con Roma. Tampoco hay que olvidar que una carta en contra del acercamiento a la Santa Sede, que Fellay está llevando a cabo, llevaba las fimas de Williamson y otros dos obispos, Alfonso de Gallareta y Bernard Tissier de Mallerais. En particular, este último, aunque de forma menos explícita que Williamson, está claramente en contra del acuerdo con Roma. La Santa Sede había establecido que las posturas individuales de los obispos se trataran al margen de las negociaciones.
La eventual expulsión de Williamson, con el consecuente nacimiento de una nueva ala de los lefebvrianos que aumentaría el ya variado y fragmentado panorama del ultra-tradicionalismo, podría hacer que fuera menos difícil el acercamiento de la San Pío X a la Santa Sede. La Pontificia comisión Ecclesia Dei espera todavía la respuesta de Fellay a la última versión del “preámbulo doctrinal” que fue entregado en junio de este año.
De cualquier forma, más allá de las anticipaciones de kreuz.net, no ha habido ninguna noticia en la Casa generalicia de los lefebvrianos y, aunque en el ámbito de la Fraternidad haya muchos que esperan que se sancione a Williamson, no será inminente.
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