Reflexión publicada por Soy Sedevacantista. Título y nota por el editor.
Hace poco (23 de Junio) una monja de la secta herética del Vaticano II falleció de cáncer y la noticia se hizo viral en la redes sociales para hacer que la gente se enternezca. La hermana Cecilia María de la Santa Faz* es venerada por modernistas porque vivió y murió sonriendo. ¡Vaya milagro!, pues es la primera vez en la historia del cristianismo que se considera la sonrisa un signo de santidad. Aparte, muchísimas monjas (verdaderas y modernistas) han vivido con una sonrisa y con deseo de llegar a encontrarse con Cristo, por lo que esta carmela no hizo nada de extraordinario. Es absurdo creer que una persona sea santa por morir sonriendo; como que cada vez se están pareciendo más a los evangélicos porque engrandecen cada pequeñez que hacen. Una vez me contaron una historia de una mujer evangélica que murió con una sonrisa leyendo la Biblia, y esto otro es lo mismo. Ya han hecho videos con su biografía, han dicho que es mártir, que es santa, ¿mártir de qué si nadie la mató? ¿Y por qué santa? ¿Porque sonreía? ¿Por qué no dan a conocer sus enseñanzas o reflexiones para saber si de verdad es santa? Sin embargo, hay un perverso plan en esta historia, y que por eso la gente engañada comparte esta publicación porque los promotores de eso quieren que se difunda y que todo el mundo sepa de ella. ¿Por qué la exaltan tanto? Porque ella ofreció sus sufrimientos por el “papa”; ahí está la respuesta. Así como sor Faustina fue la hereje canonizada para promover la apostasía de su compatriota Juan Pablo II, pese a haber sido rechazada y prohibida por la Iglesia Católica con la autoridad del papa Pío XII; seguramente a esta Cecilia María la van a querer canonizar para promover la apostasía de su compatriota Bergoglio.
Jesucristo dijo que en los últimos tiempos el engaño será tan grande que hasta los mismos elegidos podrían ser engañados. Es una pena muy grande que una persona con aparentes virtudes piadosas no pudo encontrar el camino hacia la salvación; pero más triste es que la gente crea por los prodigios y no por las obras de fe. Hay muchos sacerdotes y religiosos/as sedevacantistas que no son noticia; y los sacerdotes que dan misa cada día, y la misa sin fieles, son solo los sedevacantistas porque la Iglesia Católica instituyó que los sacerdotes deben ofrecer el sacrificio no solo cuando hay fieles sino todos los días para que el sacrificio no cese ningún día. Sin embargo en la secta del Vaticano II no se hace la misa en que solo el sacerdote comulga porque la razón de ser de sus misas es un espectáculo, un entretenimiento, por eso en vez de que el cura diga la consagración a Dios (en voz baja y ad orientem) se la dice al pueblo en el micrófono y cara al pueblo. Nunca han sido una feliz noticia los sacerdotes sedevacantistas por dedicar su vida a Cristo, y por obedecerle en tal manera que no se alían a la actual Roma apóstata. En la secta conciliar hay quienes elogian a Martín Lutero porque se reveló contra la “corrupción” del Vaticano, y al mismo tiempo desprecian a los sedevacantistas por hacer lo mismo. Hubo muchos sacerdotes que fueron perseguidos durante la actividad de Juan Pablo II por negarse a celebrar la nueva misa. Y ahora resulta que una monja se muere sonriendo y ya la tienen por ejemplo de vida y santa mártir milagrosa.
NOTA ÚNICA (Por el editor)
* Cecilia María de la Santa Faz OCD (en el siglo Cecilia María Sánchez-Sorondo y Bosch, * 1975 - †2016) era sobrina del obispón y canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Marcelo Sánchez-Sorondo y Moreno-Bunge (* 1942), hijo del político Marcelo Sánchez-Sorondo y Costa-Paz (* 1912 - † 2012)
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