Oh Dios misericordioso, ten piedad de aquellas almas que no tienen amigos e intercesores particulares que las recomienden a Ti, quienes, o por la negligencia de los vivos, o por el paso del tiempo, son olvidadas por sus amigos y por todos. Auxílialas, Señior, y acuérdate de tu propia misericordia, cuando otros se olviden de pedirla. No permitas que las almas que Tú has creado sean apartadas de Ti, que eres su Creador. Ellas son Tu obra, y aunque pecaron, han sido redimidas por Ti. Dígnate, por tanto, volverte a ellas y liberarlas del intolerable dolor de estar lejos de Ti, luz y amor de todas Tus creaturas. ¡Oh!, ponlas en el número de tus Santos y ciudadanos, por Jesucristo su Salvador. Amén.
Padre eterno, te ofrecemos la preciosa Sangre de Jesús por la remisión de nuestros pecados y las necesidades de la Santa Iglesia. (100 días de Indulgencia cada vez)
Muy bella oración y muy cierto lo que pide. Vivimos aquí ensimismados en el presente, sin pensar en la terrible eternidad cuando no habrá quien interceda por uno mismo.
ResponderEliminarEs una muy bella oración por tantas almitas olvidadas
ResponderEliminarEs una oración para esa pobre almas del.pulgatorio virgen María madre mía acuérdate de esa pobre almas intercepte ante tu hijo por esta almas abandonada amén
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