lunes, 26 de julio de 2021

LOS JUDÍOS TEMEN LA DESTRUCCIÓN DEL TERCER TEMPLO MÁS QUE LA DESAPARICIÓN DE SU ESTADO

Traducción del artículo publicado por el Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos de la Universidad Bar Ilán (Israel).
   
EL MIEDO DE ISRAEL: LA DESTRUCCIÓN DEL TERCER TEMPLO
    
Destrucción del Segundo Templo en Jerusalén por los Romanos, pintura por Francesco Hayez, imagen de Gallerie dell’Accademia vía Wikipedia.
  
Artículo de BESA Center Perspectives No. 2.101 por el Mayor General (res.) Gershon Hacohen*, 21 de Julio de 2021.
  
RESUMEN EJECUTIVO: Israel necesita formular una nueva historia judeo-israelí que se sintonice con los desafíos del futuro. Esto requiere un liderazgo político con una elevada estatura espiritual.
   
El ayuno del Tisha b’Av la semana pasada, que conmemoraba la destrucción del Segundo Templo, como también otros grandes desastres en la historia judía, realmente no tiene ningún lugar en la agenda israelí. Sin embargo, el miedo por la destrucción del “Tercer Templo” es compartido por muchos.
    
Algunos pensadores han advertido del “peligro de la octava década”. La monarquía de David y Salomón llegó a su fin como reino unido en la octava década, y el reino asmoneo tuvo un destino similar. Ari Shavit, en su nuevo libro “Tercer Templo”, analiza cómo en la octava década de su independencia, los israelíes se han convertido en sus propios enemigos: «Uno puede superar los desafíos de seguridad… pero no se puede superar la desintegración de la identidad». El director de cine Gidi Dar, en la primera presentación de “Leyenda de la Destrucción”, envió un mensaje similar, diciendo que tiene miedo que el país pueda dejar de existir.
    
No todos los ciudadanos de Israel tienen miedo de la aniquilación. Israel tiene muchos ciudadanos no judíos. Aunque disfrutan de plena equidad cívica con sus compatriotas judíos, ellos no comparten el temor de los judíos por el futuro del país. Esto es porque son solo los judíos israelíes, no todos los ciudadanos israelíes, quienes enfrentarán la completa aniqulación en tan horrible escenario existencial. Si bien es cierto que en tal situación los residentes de Umm al-Fahm o Taibe perderían el escudo protector del Estado de Israel, su existencia continuada en sus lugares de residencia, en el regazo del clan extendido, no estaría bajo amenaza.
    
Más allá de la supervivencia física, la destrucción del Tercer Templo del pueblo judío es de importancia espiritual. Sería una inmensa catástrofe la cual se duda que que el pueblo judío se recuperará. En este sentido, la ansiedad judía por la destrucción de Israel tiene un significado cósmico.
    
Esta ansiedad es un componente básico subyacente de la identidad y propósito de Israel como un estado judío. En este sentido, David Ben-Gurión repetidamente afirmó que el estado de Israel no es un fin en sí mismo sino un medio para el objetivo perenne de la “redención de Israel, reunión de los exiliados, y la independencia nacional”. Como él afirmó en 1950,
«Ni la seguridad ni el desarrollo del país es la verdadera misión del estado. Estos son solo condiciones necesarias para la verdadera misión. Porque Israel no es como este país, y no hay momento en la historia como el resurgimiento del estado de Israel: la unicidad de su resurgimiento refleja la unicidad de su destino…. El pueblo entero cargó la esperanza de la redención en su corazón, y el estado es solo el comienzo de la fruición de esa esperanza. Y la reunión de los exiliados es la tarea y el destino y la misión del estado de Israel. Sin este esfuerzo, está vacío de contenido histórico y sin ningún significado para el pueblo judío en nuestro día, en las generaciones que nos precedieron, y en las generaciones que vendrán».
Esa conciencia de una misión fue compartida en aquellos días por la abrumadora mayoría de judíos israelíes. El libro de Shavit ofrece un retrato magistral de los cambios que, desde los tiempos de Ben-Gurión, han formado una sociedad israelí completamente diferente. Estos cambios fueron influidos por tendencias globales, y no es solo en Israel que la estabilidad doméstica ha sido minada.
   
La amenaza interna tiene un significado único. En todos sus aspectos (incluyendo el respectivo a los árabes israelíes) está ligada con la historia del resurgimiento del estado. La amenaza de la destrucción del Tercer Templo es un miedo que gira en torno a la cuestión de la identidad del estado y su propósito como un estado judío.
    
Lo que se necesita no es solo reexaminar las raíces de los judíos israelíes, sino un esfuerzo cultural y religioso para formular una nueva historia judeo-israelí que esté sintonizada con los desafíos del futuro. En este asunto, el pueblo de Israel necesita un liderazgo político de elevada estatura espiritual más allá de las capacidades directivas requeridas.
     
Esta es una versión editada de un artículo publicado en el periódico Israel Hayom el 16 de Julio.

* El Mayor General (res.) Gershon Hacohen es un investigador principal en el Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos. Sirvió en las Fuerzas de Defensa de Israel por 42 años. Comandó tropas en batallas con Egipto y Siria. Anteriormente fue comandante de brigada y comandante de los Colegios Militares de la FDI.

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