martes, 13 de febrero de 2018

ORACIÓN “Salve, sancta Fácies nostri Redentóris”, A LA SANTA FAZ DE NUESTRO SEÑOR

  
Salve, sancta Fácies nostri Redentóris,
In qua nitet spécies divíni splendóris,
Impréssa pannículo nívei candóris
Dátaque Verónicæ signum ob amóris.
  
Salve, decus sǽculi, spéculum sanctórum,
Quod vidére cúpiunt Spíritus cœlórum,
Nos ab omni mácula purga vitiórum,
Atque nos consórtio junge beatórum.
 
Salve, Vultus Dómini, imágo beáta,
Ex æterno múnere miræ decoráta,
Lumen funde córdibus ex vi tibi data
Et a nostris sénsibus tolle colligáta.
 
Salve, robur fídei nostræ christiánæ,
Destrúens hæréticos, qui sunt mentis vane,
Horum auge méritum qui te credunt sane
Íllius effígiem qui rex fit ex pane.
 
Salve, nostrum gáudium in hac vita dura
Lábili et frágili cito peritúra;
O felix figúra, ad vidéndam Fáciem
Quæ est Christi pura nos deduc ad própria.
  
Salve, gemma nóbilis, vera margaríta,
Cœ́licis virtútibus, perfécte muníta,
Non depícta mánibus, sculpa vel pólita:
Hoc scit summus Póntifex, qui te fecit ita.
  
Ille color cœ́licus qui in te splendéscit,
In eódem permánet statu, nec decréscit;
Diutúrno témpore mínime palléscit,
Fecit te Rex glóriæ, fallére qui nescit.
 
Nésciens putrédinem, servans incorrúptum
Quod est a Christícolo coram te dedúctum,
Tu vertis in gáudium, gemítum et luctum,
Confer salubérrimum te vidéndi fructum.
 
Esto nobis, quǽsumus, scutum et juvámen,
Dulce refrigérium atque consolámen,
Ut nobis non nóceat hostíle gravámen,
Sed fruámur réquie in Cœli tecum. Amen.
  
ORATIO
Lætífica, Dómine, vultum famíliæ tuæ, et érue ánimas nostras ex inférno inferióri, ut tui vultus contemplatióne protécti, carnis desidéria calcáre valeámus, et te fácie ad fáciem veniéntem super nos júdicem secúri videámus, Jesum Christum Dóminum nostrum. Amen.
 
TRADUCCIÓN
Salve, Santa Faz de nuestro Redentor,
Cuya hermosura brilla con esplendor divino,
Impresa en un velo cual la nieve blanquísimo
Y dado a Verónica como prenda de amor puro.
  
Salve, honor de la tierra, espejo de los santos,
Que anhelan ver las almas que a los cielos llegaron;
Límpianos de la mancha de todos los pecados,
Y asócianos al coro de los bienaventurados.
   
Salve, imagen bendita de la Faz del Señor,
Por la eterna gracia que admirablemente te adornó,
Infunde luz a los corazones por la virtud en ti dada,
Y a nuestros sentidos quítale toda cadena.
  
Salve, fortaleza de nuestra Fe cristiana,
Destruye a los herejes que tienen almas vanas,
Y aumenta los méritos de cuantos creen
En la Efigie de Aquél que bajo la especie del pan se hace Rey.
  
Salve, oh gloria nuestra en esta vida amarga
Y pecadora y frágil que tan rápido pasa,
Condúcenos al cielo, ¡Oh Imagen venerada!,
Para admirar de Cristo la Faz hermosa y Santa.
 
Salve, gema noble, verdadera perla
De las celestes virtudes perfectamente adornada,
Que ninguna mano pintó, esculpió o pulió:
Fue el Sumo Artífice quien te hizo.
  
El color celeste que en ti resplandece,
Permanece en la misma sin ningún cambio,
Ni el pasar del tiempo la empalidece.
Te hizo el Rey de la gloria, en quien no cabe falta.
  
Tú no conoces la corrupción, y conservas incorrupto
Lo que el cristiano a Ti consagra;
Tú cambias en gozo el llanto y el luto:
Y haces que viéndote aumente en nosotros la gracia.
  
Según te lo rogamos, sé nuestro amparo cierto
Sé nuestro dulce alivio y nuestro consuelo,
Para que no nos dañe del enemigo el peso,
Sino que gocemos el descanso en el Cielo. Amén.
 
ORACIÓN
Alegra, oh Señor Jesucristo, el rostro de tus siervos, y libra nuestras almas del lugar de los muertos, para que, protegidos por la contemplación de tu Rostro, podamos hollar los deseos de la carne, y un día verte confiadamente cara a cara, cuando vengas como Juez. Amén.
   
Oración compuesta por el Papa Juan XXII en 1316, quien otorgó Indulgencia de 25 años cada vez que se rece ante la imagen de la Santa Faz que se venera en la Basílica de San Pedro, o ante copias auténticas de la misma.

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