Novena
compuesta por un religioso de la provincia franciscana descalza de San
Diego de México, e impresa en Puebla de los Ángeles por los herederos de
la viuda de Miguel Ortega, año 1774, con aprobación eclesiástica.
MOTIVO DE ESTA NOVENA Y MODO DE HACERLA
Siendo el número de los Santos del Cielo incontable, como imposible
hacerles Novena a todos, ni aun a los que más se esmeran en favorecer a
sus Devotos. Por tanto te ofresco, piadoso Cristiano, un conjunto de
Devociones, y una quinta esencia con que todos se den por obligados de
interponer su intercesión para que Dios no niegue a tu aflicción el
remedio; pues a la multiplicación de Intercesores tantos no puede dejar
su piedad de darse por entendida.
Nueve días antes de la Festividad de Todos Santos, que es el día primero
de Noviembre, comenzarás esta Devoción en veinte y tres de Octubre,
para acabarla en la víspera. Consagrarás el primer día a Dios Trino y
Uno, el segundo a María Santísima, Señora y Madre nuestra, el tercero a
los nueve Angélicos Coros, el cuarto a los Santos Patriarcas y Profetas,
el quinto a los Santos Apóstoles y Evangelistas y Discípulos del Señor,
el sexto a los Santos Mártires, el séptimo a los Santos Doctores y
Confesores, el octavo a las Santas Vírgenes, y el noveno, que es el
último, a las Santas Viudas.
Consultarás tu devoción con un prudente Confesor, y le pedirás te dé
conveniente régimen para los ejercicios de aquestos nueve días de retiro
del comercio humano, de oración, frecuencia de Sacramentos, limosnas,
visita de Hospitales y de otras caritativas y provechosas obras, siendo
la principal el evitar y huir la ocasión más remota de ni en lo más
mínimo pecar; has de poner todo tu esfuerzo en este cuidadoso desvelo,
en que consiste todo el espiritual bien y aprovechamiento.
NOVENA EN SAGRADO CULTO Y VENERACIÓN DE TODOS LOS SANTOS, PARA IMPETRAR POR SU INTERCESIÓN LAS GRACIAS Y MERCEDES DIVINAS
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios
y Señor Todopoderoso, en Esencia Uno, en Personas Trino, Dueño amoroso
de las almas, que deseoso de que ninguna se perdiese y se salvasen todas
usasteis de tan eficaces y poderosos medios para que este fin se
consiguiese. Siendo yo uno de los redimidos con la preciosa Sangre del
Divino Cordero, y marcado con la preciosa Imagen de la Esencia Divina y
Trinidad de las Personas, siendo mi desvarío tanto que tantas veces
borré esta Divina preciosísima Imagen y conculqué tan estimable
divinizada Sangre cuantas veces pequé; digo, Señor, que me arrepiento de
todo corazón por ser quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas,
de haber ofendido a una tan adorable Majestad, y de haber malogrado tantas y tan oportunas
ocasiones de ser Santo, que si las hubiera aprovechado y valídome de los
divinos auxilios, estuviera ya adornado de todas las virtudes que tan
exactamente los Santos del Cielo practicaron en esta mortal vida y
ejecutan los Justos de la Tierra. Por la intercesión de tanto sin número
de Santos, amoroso Dios y Padre mío, te suplico me des dolor de mis
pecados, tan intenso como lo necesita mi dureza, un propósito tan firme y
tan estable, que antes pierda la vida que me atreva a ofenderos:
Propongo con tu divina asistencia no volver a pecar más; protesto el
confesar las culpas hasta aquí cometidas, y de evitar todas las
ocasiones de volver a ofenderte; y por la preciosa Sangre de mi
Redentor, por la Unidad de la Esencia y Trinidad de las Personas,
trasladada a la racional Alma; por los santísimos méritos de MARÍA
Purísima, Señora y Madre nuestra; por la gloria de los Coros Angélicos;
por los merecimientos de los Patriarcas y Profetas; por la dignidad de
los Santos Apóstoles, Evangelistas y Discípulos; por la constancia de
los invictos Mártires; por el celo de los Santos Doctores y tesón de los
Confesores, Anacoretas y Ermitaños; por la fortaleza de las Vírgenes y
permanencia de las Santas Viudas; y últimamente por lo mucho que obraron
todos los Santos de la Corte del Cielo, y por la consecución de las
Coronas que en la Gloria inaccesiblemente ciñen en sus cabezas, sea oída
esta mi petición, siendo, Señor, el fin de esta Novena el darte culto y
adoración y gloria a Ti, Dios Uno y Trino, a MARÍA Santísima, mi
dulcísima Madre, y veneración a toda tu Celestial Corte de Ángeles y
Santps, para que intercediendo todos sea, mientras viva, del número de
los Justos, y después de la muerte asociado con los Santos del Cielo por
toda la eternidad. Amén.
DÍA PRIMERO – 23 DE OCTUBRE
A DIOS UNO Y TRINO
Una Esencia en tres Personas
Primero invoco en mi abono,
Los Santos a su Real Trono
Rindan postrados Coronas.
Primero invoco en mi abono,
Los Santos a su Real Trono
Rindan postrados Coronas.
Este
día, rezados tres Padre nuestros y tres Ave Marías y tres Credos, y
hechos Actos de Fe, Esperanza y Caridad, dirás la siguiente Oración:
Dios
y Señor y Dueño mío, en Esencia UNO y TRINO en las Personas, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, postrado ante tu Divina Majestad como la más
indigna Criatura tuya, incapaz de llamar a las puertas de tu clemencia
soberana; pero porque me alentáis a que llame, empeñada tu divina
palabra a responderme, me atrevo a invocaros, a que atendáis a mi
miseria con el auxilio de vuestra liberalísima clemencia, restaurando en
mí con los coloridos de tu Gracia la hermosísima imagen que en mí borró
el pecado, y que de día en día vaya perfeccionando en mí esta divina
semejanza con obras de caridad perfecta y de otras virtudes con que no
pierda ocasión de más y más perfeccionarme, obligándome así a que tu
liberalidad me otorgue el favor que te pido, si a mí para mi salvación
me es conveniente: Pídote también por las necesidades comunes de la
Iglesia, por su Cabeza nuestro Santísimo Padre el Romano Pontífice, por
nuestro Católico Monarca, por la exaltación de nuestra santa Fe
Católica, extirpación de Idólatras, Herejes, Gentiles y Cismáticos,
penitencia para los pecadores, para los Justos gracia perseverante y
favor para todos, y en especial para los que ejercitando esta Novena
imploran la consecución de vuestra Gracia, medio con que después de esta
vida consigamos la Gloria eterna. Amén.
Antífona:
Ángeles y Arcángeles, Tronos y Dominaciones, Principados y Potestades,
Virtudes de los Cielos, Querubines y Serafines, Patriarcas, Profetas,
Santos, Doctores de la Ley, Apóstoles, Mártires y Confesores,
Anacoretas, Vírgenes y Viudas, y Santos todos de la Celestial Corte,
interceded por los que os invocamos.
℣. Alegraos, Justos del Señor, y complaceos.
℟. Y los Justos todos de corazón, alegraos.
ORACIÓN
Omnipotente
y Sempiterno Dios, que nos concedísteis que debajo de una solemnidad
venerásemos a todos los Santos: Suplicámoste que multiplicados los
Intercesores nos concedas la deseada abundancia de tu propiciación. Por
Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina en unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los siglos eternos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 24 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A MARÍA SANTÍSIMA
A la Gran Reina del Cielo
Dedico el día segundo,
No hay poder otro en el mundo
Dedico el día segundo,
No hay poder otro en el mundo
Que mejor nos dé consuelo.
Este día se rezarán nueve Salves, y se ejercitan las virtudes que a esta Señora más agradan, y se dice esta Oración:
¡Oh
Gloriosísima MARÍA, mi Madre y Señora! ¡Oh dignísima y dichosísima
Madre de Dios! ¡Oh Madre piadosísima de todos los hijos de Eva, la más
amante de sus hijos, aunque de mí la menos correspondida! Yo el que
entre todos como el menos merecedor del título de Hijo, por esta
indignidad más confiado porque a los más indignos miran con piedad más
atenta vuestros misericordiosísimos ojos; postrados a vuestras virgíneas
sacratísimas plantas, que si pisaron al primer paso que dieron la
cerviz infernal, huellen a mi humillación ellas lo que en mí hubiere de
infernal veneno, para que destruída la menor reliquia de este tósigo
merezca que des, Señora, a mi súplica oídos, y se mueva tu maternal
clemencia a socorrerme; que si es decreto de la Divina Providencia no
hacer bien a los hombres sin que pase el favor por tus virgíneas manos,
bien puedo, Señora piadosísima, asegurarme del remedio de la aflicción
en que me hallo y congoja que tengo, la cual me estimula a hacer esta
Novena. ¿Quién, Señora, llegó a tus puertas, que le dieses con ellas en
la cara? ¿Quién se llegó a pedir, que luego no fuese socorrido con el
buen despacho de su súplica? Tú eres, Señora, la Plenipotenciaria del
Divino Poder; Tú eres, Señora, la que a Dios Justiciero, cual León de
Judá, le humanaste e hiciste blanda carne de Cordero tiernísimo; Tú la
que contienes como en perenne manantial las gracias y dones que Dios ha
repartido entre sus criaturas: Por Ti los Ángeles, en nueve Coros
repartidos, obtienen encumbrados asientos en el Cielo y atienden a los
hombres en el suelo: Por Ti los Patriarcas fueron de Dios tan
sublimados, y los Profetas merecieron del Espíritu Santo activas luces:
Tú doctrinaste a los Apóstoles, dictaste a los Evangelistas sus
Historias, y diste lección a los Discípulos: Tú fortaleciste en sus
tormentos a los Mártires: De Ti aprendieron a iluminar el mundo los
Doctores: Tú hiciste a los Confesores en la virtud perseverantes; a los
Anacoretas diste alientos, a las Vírgenes pureza incorruptible, a las
Viudas hiciste de santa y ejemplar vida; y en fin todos los Justos deben
a Ti las perfecciones que practican. Por tanto, espero me adornes,
Madre mía, con los dones de la Divina Gracia, y que después de esta vida
se conmuten en gloria para siempre. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 25 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LOS SANTOS ÁNGELES
Los nueve Angélicos CorosOcupan tercer lugar,
Día es hoy de proclamar
Súplicas, cantos sonoros.
Hoy se rezan nueve Padre nuestros y Ave Marías, y se dice esta Oración:
Soberanos
Príncipes, Validos del Supremo Monarca de los Cielos, Jerarquías
Angélicas, abrasados Espíritus y nobilísimos Ministros de la Divina
Providencia para asistir a los humanos pecadores en la penosa
peregrinación que hacemos a la Patria, y sin faltar en ella a la vista
fruitiva de Dios nos asistís en nuestros peligrosos continuados riesgos.
Por tanto, al mismo paso que venero vuestra Soberanía, admiro vuestra
abatida dignación; siendo de grandes favorecer a los pequeños,
mereciendo yo menos que ninguno vuestra conmiseración a mi miseria,
confiado no obstante invoco en mi abono al General de vuestro Ejército
el Señor San Miguel, que es el primero que aboga por los hombres; a San
Gabriel Arcángel, que trajo la Embajada de nuestra Redención; a San
Rafael, Medicina de Dios, que cura las dolencias de todos; a todos los
otros Príncipes Soberanos Espíritus, con todos los que integran sus
Jerarquías y Milicias; y puesto que todos vencieron a Luzbel con sus
secuaces, me ayudés a vencer a la infernal serpiente, con todas mis
pasiones, vicios e inclinaciones, disponiéndome así para obtener el
beneficio que en esta súplica pretendo, si es del divino beneplácito, y
si no es conveniente, consiga solo la gracia de mi Dios, para cuya
conservación imploro a mi Ángel Custodio, que si es en mi peregrinación
mi compañero, sea mi especial Defensor para que nunca triunfen de mí los
enemigos, sino que libre me introduzca hasta gozar perpetuamente de
vuestra compañía. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 26 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LOS SANTOS PATRIARCAS Y PROFETAS
Patriarcas de ambas Leyes,Con los Profetas unidos,
Los cuales son atendidos
Los cuales son atendidos
Como honoríficos Reyes.
Hoy se rezan siete Padre nuestros y Ave Marías, y esta Oración:
¡Oh
Patriarcas dichosísimos! ¡Oh Profetas ilustres! Elegidos de Dios para
Prosapia suya unos, y para propagación de Evangélicos Héroes los otros.
¡Oh Varones, por cuyas bocas como Arcaduces Celestiales nos dio a
entender sus divinos secretos! Por lo mucho que con Vosotros hijo, y el
mucho lado que con su Majestad tuvisteis, oigan mi súplica vuestros
oídos, atentos al remedio del mundo; y si es del gusto de Dios remediad
prontamente esta necesidad que os manifiesto, la cual me excita a hacer
esta Novena, y cuando no merezca el remedio de ella, interceded con Dios
para que sea de vuestras obras imitador puntualísimo: El primer Trono
vuestro obtendrá mi Señor San José, Esposo de la Reina del Cielo y Padre
putativo de mi JESÚS dulcísimo; sea de su poderosísimo Patrocinio
auxiliado para aquel lance último, pues en las agonías de mi muerte me
he de ver acometido de toda la infernal furia; imite, pues, por esto la
Penitencia del Bautista, del Padre de las Gentes Abrahán la Fe, de Isaac
y Jacob la Esperanza, y de todos los otros las virtudes, cuya práctica
ignoro, para que de ellas adornado acabe mi jornada, y eternamente
acompañándoos en la Gloria nos gocemos con Dios. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 27 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LOS SANTOS APÓSTOLES Y EVANGELISTAS
Están en quinto lugarLos Apóstoles Sagrados,
A tu Grandeza postrados
Hoy los hemos de invocar.
Hoy se rezan doce Credos, y esta Oración:
¡Oh Sagrados Apóstoles! ¡Oh Basas fundamentales de la Iglesia! ¡Oh Clarínes de la Evangélica Doctrina! ¡Oh Nubes fecundísimas, que inundásteis el Mundo con los cristales de la Gracia! ¡Oh Héroes, anumerados por divina elección en el Apostólico Colegio! ¡Oh Evangelistas, Cronistas de la Vida y Pasión de nuestro dulcísimo JESÚS! ¡Oh Discípulos todos del Divino Maestro! Con decir que fuisteis elegidos por Jesucristo para haceros de su Doctrina imitadores, Vasos de Santidad que llevasen su nombre por el mundo; con saber que fuisteis de la Familia y Casa de JESÚS, comensales y compañeros en sus peregrinaciones y trabajos, y testigos divinas obras, oculares a sus milagros y portentos, se dice cuánta felicidad lograsteis en la Tierra, y cuánto es vuestro poder en el Cielo: Por tanto, postrado a vuestras apostólicas plantas me atrevo a suplicaros me consigáis el remedio de esta necesidad que me aflige, y si no es conveniente, por la paciencia con que sufristeis peregrinaciones, hambres, persecuciones, desprecios, testimonios y martirios hasta perder la vida a manos de tiranos, comunicadme un ardentísimo deseo de padecer por Cristo, y un celo fervorosísimo de que sea adorado y conocido de todas las bárbaras naciones; y de mí especialmente jamás sea ofendido, y que perseverando toda mi vida en su amistad y gracia merezca alabarle en vuestra compañía para siempre en la Gloria. Amén.
¡Oh Sagrados Apóstoles! ¡Oh Basas fundamentales de la Iglesia! ¡Oh Clarínes de la Evangélica Doctrina! ¡Oh Nubes fecundísimas, que inundásteis el Mundo con los cristales de la Gracia! ¡Oh Héroes, anumerados por divina elección en el Apostólico Colegio! ¡Oh Evangelistas, Cronistas de la Vida y Pasión de nuestro dulcísimo JESÚS! ¡Oh Discípulos todos del Divino Maestro! Con decir que fuisteis elegidos por Jesucristo para haceros de su Doctrina imitadores, Vasos de Santidad que llevasen su nombre por el mundo; con saber que fuisteis de la Familia y Casa de JESÚS, comensales y compañeros en sus peregrinaciones y trabajos, y testigos divinas obras, oculares a sus milagros y portentos, se dice cuánta felicidad lograsteis en la Tierra, y cuánto es vuestro poder en el Cielo: Por tanto, postrado a vuestras apostólicas plantas me atrevo a suplicaros me consigáis el remedio de esta necesidad que me aflige, y si no es conveniente, por la paciencia con que sufristeis peregrinaciones, hambres, persecuciones, desprecios, testimonios y martirios hasta perder la vida a manos de tiranos, comunicadme un ardentísimo deseo de padecer por Cristo, y un celo fervorosísimo de que sea adorado y conocido de todas las bárbaras naciones; y de mí especialmente jamás sea ofendido, y que perseverando toda mi vida en su amistad y gracia merezca alabarle en vuestra compañía para siempre en la Gloria. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 28 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LOS SANTOS MÁRTIRES
Mártires innumerablesAl sexto día se invocan,
Tanta es la gloria que tocan,
Cuantos padecieron males.
Hoy se rezan siete Padre nuestros y Ave Marías, y esta Oración:
¡Oh Invictos y esforzados Soldados de la Milicia de JESÚS! ¡Oh Gloriosos Mártires! Que despreciando vuestras vidas las pospusisteis, perdiéndolas a manos de tiranos por la defensa y confesión de la Fe, venciendo con vuestro sufrimiento las osadas rebeldes voluntades de los cruelísimos verdugos, que proclamando el triunfo por juzgaros vencidos a sus pies, cuando os dieron la muerte, fuisteis más victoriosos, porque perdiendo la vida temporal obtuvisteis la eterna que ellos ciegos perdieron: Postrado a vuestros pies, Gloriosísimos Mártires, os pido la consecución de esta mi súplica, que es el remedio de la necesidad que al presente me aflige, si me conviene empeñaos con Dios que la remedie, y si no que se haga en todo su voluntad santísima; Lo que sí quiere Dios que os imite, pues sea por vuestra intercesión viva mi Fe, constante mi Esperanza, mi Caridad ardiente, y mi Paciencia inmutable, imitándoos en todas las virtudes perseverante hasta la muerte, para que entonces consiga acompañaros para siempre en la Gloria. Amén.
¡Oh Invictos y esforzados Soldados de la Milicia de JESÚS! ¡Oh Gloriosos Mártires! Que despreciando vuestras vidas las pospusisteis, perdiéndolas a manos de tiranos por la defensa y confesión de la Fe, venciendo con vuestro sufrimiento las osadas rebeldes voluntades de los cruelísimos verdugos, que proclamando el triunfo por juzgaros vencidos a sus pies, cuando os dieron la muerte, fuisteis más victoriosos, porque perdiendo la vida temporal obtuvisteis la eterna que ellos ciegos perdieron: Postrado a vuestros pies, Gloriosísimos Mártires, os pido la consecución de esta mi súplica, que es el remedio de la necesidad que al presente me aflige, si me conviene empeñaos con Dios que la remedie, y si no que se haga en todo su voluntad santísima; Lo que sí quiere Dios que os imite, pues sea por vuestra intercesión viva mi Fe, constante mi Esperanza, mi Caridad ardiente, y mi Paciencia inmutable, imitándoos en todas las virtudes perseverante hasta la muerte, para que entonces consiga acompañaros para siempre en la Gloria. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 29 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LOS SANTOS DOCTORES Y CONFESORES
Un sin fin de ConfesoresVienen al séptimo día,
Con toda la Jerarquía
De los Sabios y Doctores.
Hoy, rezados nueve Padre nuestros y Ave Marías, se dice esta Oración:
¡Oh
Gloriosísimos Confesores de Jesucristo! ¡Oh borlados Doctores de la
Iglesia! ¡Oh Antorchas lucidísimas! Que unos con sus ejemplos y
santísimas virtudes, otros con toda su Sabiduría, doctrinas eficaces y
obras sublimemente heroicas han alumbrado al Orbe todo, conduciendo a
muchos ciegos a las sendas de la Evangélica verdad, y veredas estrechas
de la más alta perfección: Yo, admirado de vuestra encumbrada santidad,
como atónito de vuestro mucho poder para con Dios, interpongo con tan
Soberana Majestad vuestro Patrocinio eficacísimo para que sea oído este
mi ruego, consiguiendo por intercesión vuestra mi remedio, si es del
beneplácito divino, y me conviene, y que consiga el que haciendo eco
vuestros ejemplos en mi Alma, me encienda en vivos deseos de imitaros,
venciendo al mundo con sus engañosas vanidades, al demonio con sus
sagacísimos ardides, a la carne con sus transitorios y fantásticos
gustos, a la rebelión de mis pasiones, para que no me arrastren a
cumplir mis gustos en ofensa de Dios; y últimamente que arreglando a la
Ley Divina mi vida, obre conforme a ella, sujetando mis inclinaciones y
costumbres, y mortificando mis sentidos practique obras virtuosas,
consiguiendo acabar mi carrera en Gracia, para que en vuestra compañía
pase a poseer la Gloria sempiterna. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 30 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LAS SANTAS VÍRGENES
Las Vírgenes con sus palmasSon la octava maravilla,
Y al Cordero sin mancilla
Siguen sus felices Almas.
Siguen sus felices Almas.
Hoy se rezan quince Ave Marías, y esta Oración:
¡Oh Candidísimas Esposas del Divino Cordero! ¡Oh fragantísimas y vistosas Azucenas del Huerto floridísimo de la Iglesia Católica! ¡Oh Cielos animados! ¡Oh Tesoros para el mundo escondidos, y abastecidos de riquezas, solo a Dios reservados! Que venciendo al mayor enemigo, que es la carne, que por ser tan de casa es el más fuerte; que encendidas en puro amor de Dios no consentisteis entrase en vuestras Almas otra especie que las pudiese macular, para lo cual tuvisteis las puertas de vuestros sentidos tan cerradas que nunca entró por ellas más objeto que Dios, armados vuestros cuerpos de cilicios, azotes, oración y abstinencia, y siendo este el caudal que llevasteis para los desposorios con JESÚS vida nuestra; el Esposo divino os dotó con mil preseas, que fueron las virtudes, sin las cuales no está la castidad hallada: Conociendo la cumbre a que llegasteis por electas Esposas del Cordero, y teniendo como tenéis tanta mano con Él, suplícoos lo primero me consigáis el favor que pretendo, si es del gusto de Dios y medio para salvarme; también os ruego no se manche mi alma con ascos de la más mímima impureza; que no ame mi voluntad otra cosa que a Dios, ni se prenda mi afecto de otro objeto que la pureza de su Esencia Divina, Perfecciones y Atributos; y siendo el medio de la consecución de aquesta Dicha mi amabilísimo JESÚS, que es camino derecho, no se ejerciten mis potencias más que en su Humanidad y sus Misterios, y más en el compendio de ellos, que lo es el Santísimo Sacramento del Altar, Manjar que engendra Vírgenes, que asegura la Gracia, y es prenda cierta de la Gloria. Amén.
¡Oh Candidísimas Esposas del Divino Cordero! ¡Oh fragantísimas y vistosas Azucenas del Huerto floridísimo de la Iglesia Católica! ¡Oh Cielos animados! ¡Oh Tesoros para el mundo escondidos, y abastecidos de riquezas, solo a Dios reservados! Que venciendo al mayor enemigo, que es la carne, que por ser tan de casa es el más fuerte; que encendidas en puro amor de Dios no consentisteis entrase en vuestras Almas otra especie que las pudiese macular, para lo cual tuvisteis las puertas de vuestros sentidos tan cerradas que nunca entró por ellas más objeto que Dios, armados vuestros cuerpos de cilicios, azotes, oración y abstinencia, y siendo este el caudal que llevasteis para los desposorios con JESÚS vida nuestra; el Esposo divino os dotó con mil preseas, que fueron las virtudes, sin las cuales no está la castidad hallada: Conociendo la cumbre a que llegasteis por electas Esposas del Cordero, y teniendo como tenéis tanta mano con Él, suplícoos lo primero me consigáis el favor que pretendo, si es del gusto de Dios y medio para salvarme; también os ruego no se manche mi alma con ascos de la más mímima impureza; que no ame mi voluntad otra cosa que a Dios, ni se prenda mi afecto de otro objeto que la pureza de su Esencia Divina, Perfecciones y Atributos; y siendo el medio de la consecución de aquesta Dicha mi amabilísimo JESÚS, que es camino derecho, no se ejerciten mis potencias más que en su Humanidad y sus Misterios, y más en el compendio de ellos, que lo es el Santísimo Sacramento del Altar, Manjar que engendra Vírgenes, que asegura la Gracia, y es prenda cierta de la Gloria. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 31 DE OCTUBRE
Por la señal…
Acto de contrición.
A LAS SANTAS VIUDAS
Día es hoy de concluirCon aquesta devoción,
Y en él las Viudas son
Con quienes se ha de cumplir.
Hoy se rezan nueve Ave Marías, y esta Oración:
¡Oh
Santísimas Mujeres y Viudas! ¡Oh Campos fertilísimos del fruto a Dios
más sazonado! ¡Oh Tesoros en el Campo escondidos! ¡Oh Margaritas las más
preciosas, halladas en la más tosca tierra por el Mercader más
diligente, por Divino! ¡Oh fuertes incontrastables Rocas, más firmes
cuando más combatidas! ¡Oh Mujeres, que despreciando todo el ornato y
fausto humano, embelesadas con el trato divino conseguisteis una total
victoria del mundo, del demonio y la carne! Pasmado de vuestra celsitud
en sexo tan deleznable y frágil, como asombrado del mucho poder que
conseguisteis, teniendo tanta mano con DIos, que vuestras palmas están
abiertas siempre para el socorro del más necesitado, pobre, desvaldo y
mendigo, yo el mayor entre todos recurro a vuestro poderío con la
aflicción presente, con cierta confianza del remedio, si a Dios es
agradable, y a mí para salvarme conveniente: Alcanzadme que sea de
vuestras virtudes exacto imitador, y que prenda en mí aquel abrasador
inextinguible fuego del puro amor de Dios; no ame mi voluntad otra cosa
que a Dios, y que renuncie todo lo terreno: Esto os suplico, Santas
mías; y convirtiendo mis súplicas a esa Celestial Corte, a ese
incontable Ejército de Ángeles, en nueve Coros repartidos; a ese sin fin
de Patriarcas y Profetas; a ese Apostólico Colegio de doce Príncipes
jurados de la Tierra por el Supremo Monarca de los Cielos, con cuatro
Evangelistas, y Discípulos; a ese Ejércitos de Mártires, de Doctores, de
Obispos, de Confesores, Anacoretas y Pobladores de los desiertos de
Egipto y la Tebaida; a ese Coro de Vírgenes, de Viudas y Santas Mujeres:
Clamo diciendo a todos juntos mil parabienes de su gloria, mil plácemes
de estar en la Celestial Patria viendo a Dios cara a cara, sin el
sobresalto de perderle jamás: Suplícoos, Santos Míos, os compadezcáis de
mí en el destierro en que me veis de calamidades tan cercado, que
aunque es camino para esa Corte eterna, está lleno de mil veredas que me
pueden perder y extraviar de esa Celestial Patria. Vosotros también
fuisteis como ahora yo soy, Viadores; puesto que estais en la seguridad,
compadeceos de mis riesgos, y pedidle a Dios que nada de aquesto
transitorio me enamore, y que lleve en mi peregrinación a su Divina
Majestad por norte, a Vosotros por guía, a los trabajos, penitencias,
ayunos, pobrezas y desprecios por viático, por báculo a la Cruz, a mi
dulce JESÚS por camino seguro, y a MARÍA Señora por antorcha clarísima,
que si de JESÚS y MARÍA me viese protegido, me prometo viaje felicísimo,
llegando al fin a acompañaros en esa Patria eterna, en donde nos
gocemos para siempre en la Gloria. Amén.
La Antífona y la Oración se rezarán todos los días.
Esta muy linda la novena, de gran profundidad, muchas gracias por compartirla.
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