sábado, 20 de mayo de 2023

IRRUMPEN EN COCHE HACIA EL VATICANO PARA «HABLAR DEL DEMONIO»


En la noche del jueves 18 de Mayo, hacia las 20:00h, un hombre de 40 años ingresó con su vehículo a toda velocidad al Vaticano después de ser rechazado dos veces en un puesto de control de la Guardia Suiza.
   
Un inspector de la Gendarmería del Vaticano que estaba de guardia en la Puerta de Santa Ana abrió fuego contra los neumáticos delanteros del coche Fiat “Panda” blanco, pero este siguió su marcha, por lo que se activó inmediatamente la alarma para impedir el acceso a la parte posterior de la plaza de San Pedro.
   
El conductor intentaba llegar al Patio de San Dámaso (un área restringida, donde se ubica la Casa Santa Marta, donde reside Bergoglio porque «tiene miedo al Palacio Apostólico»). Allí fue detenido nada más bajarse del vehículo.
   
El sujeto fue identificado como Simone Baldovino, de 40 años de edad y nacionalidad italiana, sin ninguna relación con el Vaticano. Tenía antecedentes de porte y consumo de drogas. No se le encontraron armas ni explosivos. Tendrá que responder por resistencia a la autoridad, y (de comprobarse intención contra los guardias) por tentativa de homicidio.

En su interrogatorio, Baldovino decía que «quería hablar con el Papa» de unas presuntas visiones del demonio que tenía. Posteriormente, fue conducido de una celda de la Gendarmería al pabellón psiquiátrico del Hospital del Espíritu Santo en Sassia, donde los médicos hallaron que Baldovino se encontraba en un estado de alteración psicofísica y suspendido su medicación días antes.
  
Un demonólogo que asistió al encuentro de la Asociación Internacional de Exorcistas fue consultado al respecto por la agencia Zenit y dijo:
«Independientemente de este caso y llevando la reflexión a un ámbito más general, si bien es prudente referir a un psiquiatra a una persona en una tal alteración, no resulta descartable que alguien con historial de drogadicción sea susceptible de posesión o de visiones».
   
Por su parte, Fabio Conestà, secretario general del Movimiento Sindical Autónomo de Policías y miembro del Inspectorado de Seguridad Pública del Vaticano, dijo al diario romano Sette Colli que este fue un episodio gravísimo y que
«Hay la extrema necesidad de invertir en el Inspectorado vaticano e incrementar el número de hombres. El nuestro es un oficio de gran importancia. Actualmente es dirigido por el doctor Antonino Messineo, recién posesionado, que en seguida ha mostrado gran sensibilidad no solo por las exigencias de los colegas, sino que ha puesto a disposición toda su profesionalidad para el funcionamiento de la oficina. Con él incidiremos en modo positivo sobre el Departamento a fin que sea incrementado el personal».
  
En Junio de 2022, la policía militar italiana disparó a las llantas de un automóvil que se dirigía hacia la plaza de San Pedro mientras los visitantes se reunían para el Ángelus dominical. El vehículo era conducido por un albanés de 39 años, y transitaba entre la plaza del Santo Oficio y la vía Pablo VI. La Gendarmería detuvo el vehículo atravesando una patrulla en la plaza Gregorio VII como medida de precaución. El hombre fue reducido mediante una pistola de electrochoques, pero se descartó que hubieran fines de terrorismo. En el 2018, hubo otro episodio similar.
   
COMENTARIO: En limpio se concluyen tres cosas:
  1. El Vaticano tiene fuerzas de seguridad que usan y se entrenan para usar armas de fuego que fueron fabricadas y comercializadas.
  2. Tiene puestos de control fronterizo y áreas restringidas, y cualquier intento de intrusión es repelido por las fuerzas de seguridad.
  3. Todavía se aplican sus propias leyes penales, sin intromisión o cortapisas de los gobiernos extranjeros o de las organizaciones internacionales.
Todo lo contrario y a la visconversa de lo que Francisco Bergoglio “pontifica” (juego de palabras) para los otros países.

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