miércoles, 26 de septiembre de 2018

DE LA PAZ INTERIOR Y MANSEDUMBRE DEL CORAZÓN

Paciencia, grabado de Giovanni Battista de’Cavalieri siguiendo a Hans Sebald Beham, 1561
  
Ya has comprendido, hija mía, cuánto te conviene ser paciente, y conservar la mansedumbre en la paciencia, esto es, llevando todas las cosas con igualdad de ánimo, y paz y tranquilidad de corazón. Porque mansedumbre no es otra cosa que una tranquilidad, fruto de la verdadera paciencia, de tal manera que nada sea capaz de contristarte, ni perturbarte, ya sea cosa temporal, ya eterna, con tal que no quieras estar fuera de mi gracia y amistad, ni apartada de mi voluntad. Porque esta en ninguna manera se debe descuidar, sino que antes debes procurar con todo cuidado el estar unida conmigo por la caridad. A más de esto, en cualquier pena o consolación que te viniere en cualquier lugar, si fuere para mi gloria y según mi voluntad, debes alegrarte de estar sujeta a ella, y siempre dispuesta para recibir la consolación o la tribulación, según lo que yo dispusiere. Si te hallares en esta disposición, ninguna cosa que te suceda exteriormente te podrá contristar, porque ninguna cosa te sucederá contra tu voluntad, mientras mi voluntad sea siempre la tuya, y no tengas otro querer que el mío; y así se hará siempre tu voluntad (como te he dicho) en todo. Porque en lo que te has de alegrar sumamente es en que se cumpla en ti mi voluntad, y con esta disposición tu interior estará en paz, aunque en lo exterior estés atribulada y desconsolada, pues no quieres sino lo que yo quiero. De este modo pues, hija mía, has de conservar la tranquilidad, procurando que no haya en ti turbación ni queja alguna, que la parte irascible esté inmoble y en silencio, y la concupiscible fundada en las virtudes esté elevada a mí, la parte racional alegrándose de esto, la conciencia en paz y serenidad, y toda el alma posea una entera tranquilidad.
   
JUAN JUSTO LANSPERGIO O.Cart., “Carta o coloquio interior de Cristo nuestro Redentor al alma devota” -traducción de fray Andrés Capella O.Cart., obispo de Urgel-, cap. XXVI. Vich, imprenta de Ignacio Valls 1822, págs 118-120.

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