Noticia tomada de GLORIA NEWS. Imágenes tomadas de internet.
El presidente sirio Bashar al-Ásad visitó Abu Dabi el 18 de Marzo, donde se reunió con el príncipe heredero Mohammed bin Zayed, amigo de Francisco Bergoglio y dictador local.
Abu Dabi, aliado de Estados Unidos, apoyó a los yihadistas que lucharon contra el gobierno plural de Assad. El régimen estadounidense expresó su “profunda decepción” por la recepción de Ásad en Abu Dabi.
Al día siguiente, Ásad se reunió con los participantes de la conferencia internacional “La Iglesia, casa de caridad” en Damasco.
La conferencia fue organizada por las diferentes confesiones católicas de Siria, la Congregación para las Iglesias Orientales y el Nuncio Apostólico, el cardenal Mario Zenari.
En un mensaje dirigido al congreso, Ásad dijo que Siria debe luchar contra aquellos –apoyados por Israel y los regímenes occidentales– que «quieren una nación de un solo color [islámico]».
Añadió durante la reunión del 19 de Marzo que «los ciudadanos cristianos son un componente original de la sociedad siria», argumentando que hay que defender la identidad plural de las sociedades de Oriente Medio contra los proyectos de homogeneización sectaria [occidentales].
Desde 2011, los regímenes de la OTAN y los dictadores del Golfo están organizando una guerra contra Siria que ha matado al menos a 500.000 personas y ha desplazado a 10 millones. Las sanciones occidentales contra Siria han tenido un efecto devastador en la población, especialmente en los niños.
Ni los activistas mediáticos de los oligarcas ni la gente de Occidente derraman lágrimas por esto.
Abu Dabi, aliado de Estados Unidos, apoyó a los yihadistas que lucharon contra el gobierno plural de Assad. El régimen estadounidense expresó su “profunda decepción” por la recepción de Ásad en Abu Dabi.
Al día siguiente, Ásad se reunió con los participantes de la conferencia internacional “La Iglesia, casa de caridad” en Damasco.
La conferencia fue organizada por las diferentes confesiones católicas de Siria, la Congregación para las Iglesias Orientales y el Nuncio Apostólico, el cardenal Mario Zenari.
En un mensaje dirigido al congreso, Ásad dijo que Siria debe luchar contra aquellos –apoyados por Israel y los regímenes occidentales– que «quieren una nación de un solo color [islámico]».
Añadió durante la reunión del 19 de Marzo que «los ciudadanos cristianos son un componente original de la sociedad siria», argumentando que hay que defender la identidad plural de las sociedades de Oriente Medio contra los proyectos de homogeneización sectaria [occidentales].
Desde 2011, los regímenes de la OTAN y los dictadores del Golfo están organizando una guerra contra Siria que ha matado al menos a 500.000 personas y ha desplazado a 10 millones. Las sanciones occidentales contra Siria han tenido un efecto devastador en la población, especialmente en los niños.
Ni los activistas mediáticos de los oligarcas ni la gente de Occidente derraman lágrimas por esto.
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