La diócesis de Eßen (Alemania) se ha convertido en la primera en permitirle a las mujeres realizar la “iniciación cristiana” (que no Bautismo), argumentando la falta de presbíteros, reportó la agencia de noticias Crux.
La diócesis informó mediante comunicado el lunes que el obispón Franz-Josef Overbeck Ostgathe confirió a 18 ministros laicos (17 de ellos mujeres) la autoridad para administrar la iniciación, durante una ceremonia el fin de semana. Esta autorización será inicialmente por un período de tres años.
«Una y otra vez, en los últimos 2.000 años, la Iglesia ha reaccionado a circunstancias externas», dijo Theresa Kohlmeyer, jefe del departamento de creencia, liturgia y cultura, explicando la decisión.
Católicamente, el ministro ordinario del Bautismo es el sacerdote, pero en circunstancias graves, como el peligro de muerte, puede ser conferido por un laico o una mujer, incluso por un infiel, siempre que se administre observando la materia (la triple infusión del agua) y la forma («Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo»), quedando en el sacerdote la tarea de completarlo cuando se supere el peligro. El problema en la secta del Concilio es que esta, además de no contar con sacerdocio válido desde 1968, sus presbíteros y diáconos emplean formas inválidas para el bautismo (que fue remplazado por la “iniciación” en 1972), tanto que el Vaticano admitió que la mayoría de sus “iniciaciones” deben rehacerse (si es que logran encontrar vivos a los desdichados que las recibieron).
Así pues, esta escena (en los anglicanos) pronto se verá en la Diócesis conciliar de Essen, y luego en el mundo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.