Traducción del artículo publicado en GLORIA NEWS.
El 19 de marzo de 1940, la hermana Lucía dos Santos, una de las videntes de Fátima, escribió una carta al historiador de la Iglesia Alemana, el padre Ludwig Fischer (1890-1975), un fervoroso promotor de Fátima, informa la página web Kirchliche Umschau. La hermana Lucía le escribió diciendo que Alemania “retornará al refugio de ovejas del Señor”, pero “este momento se acerca muy lentamente y muy laboriosamente, pero en algún momento llegará, y los corazones de Jesús y María reinarán con esplendor”.
Ese mismo día la hermana Lucia informó a su confesor, el padre José Bernardo Gonçalves S.J. (1894-1967), que le había escrito a Fischer sobre una “promesa” que ella había recibido en una visión, sin fecha, mientras rezaba frente al Santísimo Sacramento. Elló escuchó en su alma: “Alemania regresará a mi rebaño, pero este momento se acerca muy lentamente. Se acerca –esto es seguro–, pero muy, muy lentamente”.
El 19 de marzo de 1940, la hermana Lucía dos Santos, una de las videntes de Fátima, escribió una carta al historiador de la Iglesia Alemana, el padre Ludwig Fischer (1890-1975), un fervoroso promotor de Fátima, informa la página web Kirchliche Umschau. La hermana Lucía le escribió diciendo que Alemania “retornará al refugio de ovejas del Señor”, pero “este momento se acerca muy lentamente y muy laboriosamente, pero en algún momento llegará, y los corazones de Jesús y María reinarán con esplendor”.
Ese mismo día la hermana Lucia informó a su confesor, el padre José Bernardo Gonçalves S.J. (1894-1967), que le había escrito a Fischer sobre una “promesa” que ella había recibido en una visión, sin fecha, mientras rezaba frente al Santísimo Sacramento. Elló escuchó en su alma: “Alemania regresará a mi rebaño, pero este momento se acerca muy lentamente. Se acerca –esto es seguro–, pero muy, muy lentamente”.
- De la Carta de la hermana Lucía redactada el 19 de Marzo de 1940:
«¡Reverendo Señor Dr. Fi[s]cher!
A través de Su Excelencia, el venerable Señor Obispo de Leiría, recibí la imagen que amablemente me ha enviado, como también las palabras que escribió para agradecerme por mis pobres oraciones. Me parece que es mi deber, como lo he prometido.
Tengo un verdadero sentimiento de gratitud a Vd. por la bendición que ha recibido del Santo Padre para mí y por la cual había pedido tanto. Y finalmente, por el alto nivel de esfuerzo y sufrimiento para la gloria y honra de nuestro buen Dios y su amada Madre del Cielo.
Hacía mucho deseaba mostrarle mi gratitud, pero no me atrevía. Hoy, cuando Su Excelencia, el venerable Obispo, me sugirió enviar mi carta, aprovecho la oportunidad. Puesto que estamos tan cerca de la Pascua, le envío mis sinceros deseos para el tiempo pascual, si hay tiempo como lo experimentamos: el Señor que nos purifica por la guerra y la persecución; Él es nuestra fortaleza y nuestro auxilio
En mis pobres oraciones no olvido a Alemania, que retornará al refugio de ovejas del Señor; este momento se acerca muy lentamente y muy laboriosamente, pero en algún momento llegará, y los corazones de Jesús y María reinarán con esplendor. Le envío una pobre imagen como agradecimiento a Su Reverencia.
Su humilde sierva. +
María Lucía de Jesús».
- Extracto de ll Carta a su director espiritual José Bernardo Gonçalves S.J. del 19 de Marzo de 1940:
«Mientras pasaba algunas horas delante del Santísimo Sacramento, oraba por varias cosas, entre ellas por Alemania. Entonces, por algunos momentos de mística unión, sentí y escuché en mi alma: “Alemania regresará a mi rebaño, pero este momento se acerca muy lentamente. Se acerca –esto es seguro–, pero muy, muy lentamente”. Por caridad, en la Carta al Dr. Fischer le conté esta promesa del Señor, y para responderle su carta».
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