Tomado del Epítome de la vida de San Brocardo, segundo General latino del Sagrado Orden de Nuestra Señora del Carmen, escrito por el Padre Maestro D. Juan de Sada y Gallega,
Monje Cisterciense del Monasterio de Santa María
la Real de Piedra; Reino de Aragón, y Benemérito del Sagrado Orden del Cister, Examinador
Sinodal del Arciprestazgo de Agar y Obispado de Lérida, Consultor General de su Congregación
de Aragón y Navarra, y Visitador que fue del Monasterio de Santa Susana de la Trapa; y publicada en Madrid por la imprenta de Vega y familia en 1800.
PRÓLOGO
A ESTE NOVENARIO.
Después de implorar la divina protección con las mas
fervorosas y humildes rogativas San Cipriano en Cartago, y en Roma San Gregorio, durante la horrible mortandad que padecían ambos
pueblos, echaron mano a sus plumas para relevar su
abatimiento y aflicción. Lo
mismo harán nuestros Pastores, que son herederos riquísimos de su Celo y su luz, sino se digna Dios de cesar en su enojo, prestando oído favorable a nuestros ruegos, y
calma a la tempestad que padecemos en la pestilencia
que hoy sufrimos, y para que
los devotos puedan continuar
privadamente en sus casas las
rogaciones públicas, mandadas por sus Prelados, de acuerdo con el Rey (que Dios guarde); pareció conveniente el
añadir a este epítome un breve formulario de oraciones y
meditaciones con que imploren por espacio de nueve días
el auxilio de Dios, mediante la intercesión de un Santo que recibió de sus manos el don
de curar contagios en el mundo, y le sirve de gloria accidental en el cielo. Hagamos con fervor y pureza estas
plegarias, para que no lloren
por las plumas los corazones
y ojos de nuestros Obispos
que derramaron tantos suspiros y lágrimas.
MODO DE HACER CON UTILIDAD ESTA NOVENA Y TODA ORACIÓN A DIOS.
El orar sin preparar el corazón
es tentar a Dios. La gran preparación de la oración es la
buena vida, pues al justo oye
Dios con agrado sus oraciones y
aun sus deseos, dice el Salmo:
Desidérium páuperum exaudívit
Dóminus, pero como también
debe orar el injusto para justificarse, es preciso decirle que su
mejor preparación es conocer
su iniquidad y desear su justificación, porque la lengua de toda oración es el deseo que forma la petición; y nadie ora, sino el que desea lo que suplica;
mas es preciso que suplique
bien, pues dice Santiago, pedís
y no recibís, porque pedís mal.
Petítis et non accípitis eo quod
male petítis.
Pide mal el que pide lo
que no conviene, o no pide como debe lo que conviene. Solo
nos conviene la salvación, como dijo el Señor a Santa Marta, unum est necessárium, y solo
esto se le debe pedir como fin,
y cualquier otro bien temporal
o espiritual, como medio para
poderlo conseguir. El que así
pide hace la mitad de lo que debe para conseguir su petición,
pidiendo la única cosa necesaria que debemos pedir, y le resta la
otra mitad que es el pedirla
bien.
Pide bien el que pide considerando seriamente el gran
poder que tiene para dar Dios
a quien se pide, y como no basta poder sin querer, cree que
quiere darnos cuanto le pidamos, pues dice, os dará mi Padre, cuanto le pidáis en mi nombre. Quodcúmque petiéritis Patrem in nómine meo dabit vobis.
Pide bien el que solo desea
convertir la cosa pedida en gloria de Dios y salvación de su
alma, pues pide mal, dice Santiago, el que pide bienes para
convertirles en satisfacción de sus apetitos. Ut in concupiscéntias vestras eátis.
Pide bien el que pide con
fervor, y pide con él quien desea mucho lo que pide, pues solo este hace violencia al demandado, y solo ha prometido el
Reyno de los cielos al que la hizo para arrebatarla de. sus manos. Regnum cœlórum vim pátitur, et violénti rápiunt illud.
Tenga por infalible el logro de
su súplica, quien hace al Señor
una violencia tan grata.
Pide bien el que entra en
éste rapto, digamos robo gratísimo al Señor, con la humildad y animosidad que presta
una necesidad extremada, semejante a la del Profeta que
decía: soy tan menesteroso, que
toda mi vida paso pensando sin
cesar en mi pobreza. Ego vir
videm paupertátem meam, y mi
indigencia me autoriza para
asaltar con rubor y valor a un
Señor, que solo quiere dar al
que humildemente osa violentar
y forzar las puertas de su dulcísimo corazón con importunidad, y por eso:
Pide bien todo importuno,
pues a este tiene prometido
Cristo el cumplimiento de su
deseo. Saltim propter importunitátem dabit ei, y el que pide por largos intervalos, con
desconfianza y desaliento, puede fiar muy poco de un Señor,
que manda orar en todo tiempo.
Omni témpore orántes, y solo
prometió salvación al que persevera pidiéndola hasta el fin.
Qui perseveráverit usque in finem, hic salvus erit.
Finalmente pide bien a Díos
el que pone en manos de su
Madre todos sus memoriales y
peticiones, pues dice San Bernardo, que por solo este conducto los despacha favorablemente. Nihil nos habére vóluit,
quod per Maríæ manus non transíret, y aunque todos los Santos
son poderosísimos, para poder
obligar con su empeño a esta
gran Reina, también hay en su corte algunos especiales favoritos, que merecen sus particulares atenciones, por haberle servido con mayor fineza; y uno
de estos es San Brocardo, según
consta de la historia de su vida,
y así pide muy bien el que pide
a María por Brocardo la gracia
de esta Novena, observando las
circunstancias sobredichas.
NOVENARIO PARA IMPLORAR
LA PROTECCIÓN DE DIOS
EN TODA ENFERMEDAD CONTAGIOSA,
MEDIANTE LA INTERCESIÓN DE SAN BROCARDO,
SEGUNDO GENERAL LATINO
DEL SAGRADO ORDEN
DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
A ti Señor, que perdonas la
maldad de todos los que la quieren confesar con dolor;
confieso que pequé, y pues me
dais este impulso, que solo puede venir de vuestra mano, dadme la gracia eficacísima que
cría en las entrañas del alma
pecadora aquel espíritu recto,
corazón limpio, contrito y humillado, a quien basta decir confesaré mis injusticias a Dios, para que no le despreciéis y perdonéis, según nos ofrecisteis por David: Pequé, Señor, habed misericordia de mí.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Dios, en cuya mano está
nuestra salud y enfermedad, y
para remedio de esta diste al
mundo a Brocardo con el don
de curar lepra y demás enfermedades pestilentes y contagiosas, renovando en crédito de esta comisión sus antiguas maravillas y virtud a las misteriosas aguas del Jordán, con que sanó
al Sultán Brocardo, y a este concediste el espíritu de su
gran Padre y Profeta Eliseo,
que curó con las mismas aguas la lepra de Naamán Sirio, mandadle continuar con nosotros el uso
de su Legacía, curando y preservando de la presente pestilencia, a todos los que laven sus
culpas en el Jordán de la penitencia, predicada por el Bautista
a las orillas de este sagrado río,
santificado en el antiguo testamento por ministerio de Eliseo,
y en el nuevo por Cristo y por
Brocardo. Amén.
DÍA PRIMERO – 24 DE AGOSTO
ORACIÓN
Si nos aflige Señor, tu mano
poderosa con calamidades públicas, sabemos que solo nos
angustia para convertirnos a Vos, y convertir a vuestra ira en
aquellos efectos de clemencia
con que decís: convertiros a mí,
para que yo me convierta a vosotros, y pues estamos, según podemos presumir de vuestra piedad, convertidos, confesados y
contritos, os rogamos por los
méritos de San Brocardo, que
convirtáis vuestro enojo en
misericordia, y entretanto permitid, que clamemos al pie de
vuestro trono con aquellas palabras dictadas por vuestro santo espíritu, para nuestro remedio
en semejantes trabajos: cese ya la
ira que muestras a tu pueblo, para que no sea desolada la tierra sin que quede alma viva. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE LA MUERTE
Considera que nadie está libre
de este trance, en que fenece
todo lo que deseas y temes, menos el premio del justo y castigo del malo, que comienzan entonces para siempre. Esta consideración fue la principal que
hizo Santos A todos los que lo
fueron, y su olvido tiene perdido el mundo, pues dice el Señor, que está desolada la Ciudad
porque nadie la recapacita en su
corazón: Ídeo desoláta est civítas,
quia non est qui recógitet corde.
Sea el fruto de este breve rato
meditar esta suprema verdad pidiendo a Dios con Job, que la
escriba con pluma de diamante
en láminas de bronce dentro de
tu corazón.
Rezar una Salve.
Antífona (a Santa María): Bajo tu amparo nos refugiamos Santa Madre de Dios;
no deseches nuestras oraciones
en nuestras necesidades, antes
bien líbranos siempre de todos
los peligros, oh gloriosa y bienaventurada Virgen.
℣. Ruega por nosotros, Salud de los enfermos.
℟. Para que seamos libres de males de alma y cuerpo.
℣. En toda tribulación y angustia.
℟. Socórrenos, piísima Virgen María.
ORACIÓN
Os rogamos, Señor, que defendáis de toda adversidad, por
intercesión de la bienaventurada Virgen María, a esta familia,
y que postrada de todo corazón
a vuestros pies, la resguarde
vuestra clemencia de todas las
asechanzas enemigas, atendiendo a los méritos de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Antífona (a San Brocardo): Este varón, de Dios, despreciando al mundo y triunfando de todo lo terreno, atesoró con obras y palabras riquezas para el Cielo.
℣. Ruega por nosotros, bienaventurado Brocardo.
℟. Para que seamos dignos
de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Santifica, Señor, a tus siervos, mediante la veneración de
San Brocardo, habitante que fue del Monte Carmelo y Confesor
tuyo, por cuyos méritos humildemente os rogamos, que su saludable protección dirija nuestra vida en toda adversidad, por
los méritos de Cristo. Amén.
Antífona (a San José): José, hijo de David, recibe sin temor a María tu esposa, pues es obra del Espíritu
Santo lo que ha nacido en ella.
℣. El Señor lo hizo dueño
de su casa.
℟. Y príncipe de todo lo
que tenía en ella.
ORACIÓN
Os rogamos, Señor, que nos
ayuden los méritos del esposo de vuestra Madre Santísima A conseguir por su intercesión lo que no alcanza nuestra
posibilidad. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 25 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Pedid y se os dará nos dice, no
un Ángel sino Vos que sois la
verdad esencial. Pedimos ayer,
pedimos hoy, y no cesaremos de
pedir hasta merecer con humildad, o arrancar con importunidad vuestro favor en la presente calamidad, pues así nos lo
mandáis en el Evangelio por
San Juan, y para que nuestro
mal modo de pedir no pueda
inhibir la concesión a vuestra soberana dignación, pasamos esta súplica a manos de
San Brocardo, rogando que la dirija de un modo digno de vuestro agrado, y acreedor al cumplimiento de nuestro deseo.
Amén.
MEDITACIÓN SOBRE EL JUICIO
Considera que ni el más iluminado de Dios puede entender la magnitud de su enojo, según dijo David: Quis novit potestátem iræ tuæ? Y que el silencio con que lo tiene represado desde la creación del mundo hasta el día del juicio, romperá en un estallido que ha de reducir al universo en cenizas, como el fuego que abrasa los montes y selvas: Sicut ignis, qui combúrit silvam, et sicut flamma combúrens montes: persiguiendo a los réprobos la ira del Señor entronizada en el torbellino de tan horrible tempestad hasta el infierno: Ita, persécueris illos in tempestáte tua, et in ira tua turbábis eos. Pídele su luz para conocer la consternación que ha de ocasionar esta turbulencia de su enojo; y gracia para evadirlo, pues así te lo manda Jesucristo, diciendo: Velad y orad en todo tiempo, si queréis evitarlo: Vigiláte omni témpore orántes, ut digni habeámini fúgere ista ómnia.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO – 26 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Madrugad en el día tercero de
la tribulación para convertiros a
Dios, porque ya comenzó y os
sanará, os herirá y os curará, y
en este mismo día os resucitará, para que viváis con Él, nos dice, Señor, de vuestra parte Oseas. Estamos, Dios mío, en este día
tercero de resurrección espiritual y conversión a Vos, firmísimamente esperanzados de obligar a vuestra piedad, en cumplimiento de su promesa, a curar
las heridas que nos hizo su justicia en ésta pestilencia, para vivir con Vos, a quien dice David, que no llega el azote, ni otro mal.
Esperamos este bien, apoyados
en los méritos y ruegos de
vuestro grande amigo San Brocardo. Puedan ellos con Vos lo
que desmerece y no puede presumir nuestra indignidad. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE EL INFIERNO
Bajen los vivos al Infierno, dice Dios en el Salmo, para que no bajen los muertos, añade San Bernardo: Descéndant in Inférnum vivéntes, ne descéndant moriéntes. Baja: y puesto en este lugar de horror y muerte perdurable, para que no te conturbe su infinita muchedumbre de espantosas imágenes, piensa en dos cosas, que sin aniquilar el corazón lo pueden compungir, y son la ingrata habitación de un lugar donde todos son malos para Dios, para sí, y para ti, si les vas á acompañar, y donde has de carecer de todos los buenos, y del Dios que te creó y te redimió: y después de haber paseado por las tinieblas de esta cárcel, di a Dios con David que no deje a tu alma en los infiernos, y que repose tu carne sobre un lecho de esperanza en su misericordia. Quóniam non derelínques ánimam meam in inférno: ínsuper et caro mea requiéscet in spe.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO – 27 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Si guardáis mis mandamientos (nos decís, Señor, por Moisés) que no pasará la espada de vuestra ira por nuestros términos. Todos vuestros mandatos se reducen a dos solos, y ambos hemos cumplido en la contrición y confesión de nuestros pecados. Solo resta la perseverancia que no podemos merecer, y la esperamos de vuestra piedad, mediante la poderosa intercesión a San Brocardo, para que no llegue a nuestros términos la formidable espada de la peste que lloramos en otros y amenaza a los nuestros si no aplacamos con frutos de verdadera penitencia a vuestro enojo. Los pedimos, Señor, los pide Brocardo por nosotros, ¿y Vos los negareis? No lo hagáis por quien sois. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE LA GLORIA
Considera que este inmenso palacio, comparado a todos los suntuosos y más ricos, los angosta y envilece de modo que no merecen su nombre, y que lo creó por su mano, para que reines en él, donde mandarás y serás obedecido de más estrellas, sol, luna y otras criaturas, que arenas hay en las aguas y átomos en el suelo y en el aire, y donde todo Dios se pondrá con todas las cosas en ti. Erit ómnia in ómnibus. Piensa en todas las criaturas pasadas, venideras y posibles, y hallarás que de un modo inefable estarán todas en ti; y lo que es más, el mismo Dios, y que esta infinidad de bienes te se dará solo porque le ames de todo corazón. Pídele este amor cuando amanece, sin cesar hasta la noche.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO – 28 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
A todos los que llegaban enfermos a Jesús curaba sobre la marcha, menos a los apestados de lepra, reservando esta cura, para después de verlos caminar con afectos, o pasos de verdadera penitencia, en busca de los Sacerdotes a quienes debían mostrarla. Desde el primer día de la Novena, Señor, comenzamos, y seguimos sin cesar esta carrera de contrición y confesión de nuestras culpas, en la que sin duda nos habéis curado la peste y lepra de las almas. Curad la de los cuerpos a los muchos que confesaron sus pecados en los países apestados, preservando, de este contagio a los nuestros por los méritos que hicieron digno a San Brocardo de curar a los leprosos. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE EL AMOR DE DIOS
Considera que el obrar por fin distingue del bruto al racional, y el de éste en todas sus acciones es amar a Dios, pues le dice el Apóstol: que el impulso final de todas ellas sea la caridad. Ómnia vestra in caritátem fíant. Y si solo el ser hombre induce obligación perenne de expresar al Creador su amor en toda operación, la cristiandad, o carácter bautismal, que perfecciona la racionalidad con una segunda creación o regeneración , multiplica esta deuda racional y cristiana; y pues no la puedes pagar sin gracia especialísima, haciendo que todas tus obras corporales y mentales nazcan de la fuente de un amor a Dios nunca interrumpido: cumplirás esta obligación haciendo todo lo posible para frecuentarlo, y rogando que se digne de abreviar las pausas que padece en tan soberano ejercicio tu miseria, y que se contente su misericordia con la disposición habitual en que vives de amarle, y del precio y estima que reciben de la gracia santificante tus obras, aunque no sean expresiones actuales del amor que le debías tener, y no le tienes.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO – 29 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Hasta que matábais, Señor, a los Judíos, no se convertían a Vos, según dice David, y aun entonces os hallaban favorable, sin embargo de que érais y os llama este Profeta Dios de las venganzas; mas hoy que os apellida Padre de misericordia y Dios de toda consolación el Príncipe de los Apóstoles, ¿no seréis flexible a mis ruegos humildes, desterrando el azote de la peste de mis espaldas, y alzando a mis hermanos el que sufren? Permitidme, Señor, que abrace como Jacob a vuestros pies, y jure que no los dejaré hasta conseguir de vuestra piedad este favor por los ruegos y méritos de San Brocardo. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE EL AMOR A JESUCRISTO
Considera que Cristo, en cuanto Dios, merece todo nuestro amor apreciativo, y en cuanto hombre, todas las delicias del dulce y afectuoso debido al amigo, al hermano, al esposo, al bienhechor y al medianero, que nos hace todos estos oficios con una benevolencia incomprehensible. Asombra la inmensa obligación de gratitud que nos impone cada uno de estos atributos. Considera el que más te pueda enternecer el corazón, y derrámalo como agua por tus ojos a sus pies, diciendo, ya con San Pedro, que se aparte de un monstruo de ingratitud tan horrible, y ya con la Magdalena, que no lo haga sin perdonar todas tus culpas; y abraza sus sagradas plantas, diciendo con la esposa: ya te abracé, y jamás te dejaré, mi esposo todo para mí, y yo toda para él, y a fin de darle una prueba sensible de este amor y gratitud ofrece que con todas tus obras, pensamientos y palabras honrarás su santo nombre, obedeciendo a su Apóstol que dice: todo cuanto hagas o digas, sea en nombre de nuestro Señor Jesucristo, y en hacimiento de gracias a su Padre por habérnoslo dado. Ómnia quæcúmque fácitis in verbo, aut in ópere, ómnia in nómine Dómini nostri Jesu Christi fácite, grátias agéntes Patri per ipsum.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 30 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Si con nosotros, Señor, estáis en la tribulación, no plegados los brazos para deleitaros en
vernos padecer, sino a fin de libertar y dilatar el corazón de su
opresión, según nos dijiste por
David, para siempre que clamemos a Vos; ¿cómo podemos desconfiar de vuestra clemencia, ni dudar de esta palabra en el socorro de la necesidad que padecemos muchos, y tememos todos,
y menos recomendando nuestra
súplica un servidor vuestro, destinado en el mundo por Vos para curar los apestados de lepra? No permitáis que desconfiemos
ni veamos frustrada la esperanza del indulto del contagio, que
os pedimos en esta Novena, por
los méritos de San Brocardo. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE EL TEMOR DE DIOS
Clava, Señor, mis carnes con el clavo de tu santo temor (dice David a Dios) porque tus juicios me hacen temer, y desear que quites mi temor con tu temor: Confíge timóre tuo carnes meas, a judíciis enim tuis tímui. Las pasiones, dice San Bernardo, son las carnes del alma por su movilidad y blandura, y el temor de Dios las clava. Teme el Profeta porque sabe que apenas el justo se salva: Justus vix salvábitur. Teme porque sabe que Dios ha de escudriñar a su conciencia con antorchas: Scrutábor Jerúsalem in lucérnis, que ha de juzgar hasta sus justicias: Ego justícias judicábo, y que ningún viviente se puede justificar en su presencia. Non justificábitur in conspectu tuo omnis vivens. Teme porque sabe que todas las justicias humanas son en su presencia tan inmundas como el lienzo más manchado: Omnes justítiæ nostræ, quasi pannus menstrátæ, y estas noticias le estremecen y hacen oponer con su temor un dique que fije y clave su corriente a la movilidad de las pasiones, y el fruto de este temor santo es desterrar del corazón toda inquietud y miedo servil, sacando un clavo con otro, es decir, el temor de esclavos que hace palpitar al corazón, con el de hijos que lo tranquiliza, inspirando amor y reverencia filial; y por eso dijo el sabio que quien teme a Dios jamás estará trémulo, ni despavorido, porque su temor será todo confianza para el. Qui timet Dóminum nihil trepidábit, et non patébit, quóniam ipse est spes ejus.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO – 31 DE AGOSTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Señor, si nos aflige vuestra mano para convertirnos, ya por vuestra piedad lo estamos; si para acrisolarnos en la tribulación, seáis bendito; pero ya veis que si bien a nadie dais pena superior a su poder, somos muchos en sufrir una misma aflicción con fuerza desigual; y si uno solo se rindiese a tan grave pesadumbre, perdería en él vuestro Hijo el precio inestimable de su Sangre, cuya pérdida, mayor que todo mal, no puede sufrir nuestra piedad sin rogar a la vuestra, que descanse el brazo de su enojo en el estrago que estamos padeciendo, para que no pierda con la vida el alma redimida a precio tan costoso ninguno de nuestros hermanos: y vos, santísimo Brocardo recomendad esta súplica a la Madre de misericordia, diciendo: que esperamos su favor con lágrimas, y no cesaremos de regar con ellas sus sagrados pies, y los vuestros hasta recibirlo. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE LA DEVOCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA
Considera que siendo la devoción una virtud que nos inclina a obrar con diligencia, o sin pereza, las cosas concernientes al servicio de Dios o de sus Santos, haciendo lo que nos mandan de palabra o aconsejan con los ejemplos de sus obras, no podemos ser devotos de María sin cumplir el único mandato que hallamos dictado por su boca, cuando dijo antes de empeñarse con su Hijo para que convirtiese el agua en vino a los novios de Caná, que para lograr el fruto de su intercesión debían hacer cuanto les mandase Jesús: Quodcúmque dixérit vobis, fácite, y así nadie presuma ser devoto de María, ni conseguir su intercesión , sin pedir que ante todas las gracias le consiga la de cumplir quanto Dios manda, suplicando después el favor especial, que necesita, sin dudar,,que si conviene á su salvación lo conseguirá de Jesús por su mediación, pues dice San Bernardo: que su Hijo nos quiere dar por sus manos cuanto le pidamos. Totum nos habére vóluit per Maríam (Sermón De Aquedúctu). Formemos pues propósito firmísimo de anteponer a toda petición que hagamos a María su soberana intercesión para conseguir de Dios la gracia eficacísima de cumplir su voluntad en todas cosas, y de seguir con la posible inmediación los ejemplos de virtud que nos dejó, y en especial de su humildad, a quien debió los supremos elogios de todas las generaciones y siglos, según nos dice en su cántico: Quia respéxit humilitátem ancíllæ suæ, ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO – 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal…
Acto de contrición y Oración para todos los días
ORACIÓN
Mi Dios, que no deseáis la muerte del pecador, sino que viva para que se convierta, y convertido le perdonáis sin más mérito personal que el de su clamor a Vos, nacido de un corazón contrito y humillado, según nos dice por David vuestro Santo Espíritu; ya me convertí, ya me confesaré, ya clamé con todo mi corazón a Vos por el perdón. Ya tenéis en él cuanto me pedís, cuando decís por Salomón: Hijo, dame tu corazón; y así todo lo suplicado en esta Novena lo pedí para Vos más que para mí, pues ya no soy, ni quiero ser mío, sino tan vuestro, Soberano dueño de mi alma, como lo era David, cuando a impulso de una osadía santa os decía, lleno de confianza: vuestro soy, Señor, y sin falta me habéis de salvar, porque ningún poseedor sabio quiere perder lo que sabe y puede guardar. Guardadme, Señor, de esta calamidad, o guardad lo que es vuestro, por los méritos de San Brocardo. Amén.
MEDITACIÓN SOBRE LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ
Considera que la devoción de San José es tan universal, que apenas se hallará persona devota que no lo sea de un Santo, cuya protección canoniza la Iglesia consagrando una fiesta solemnísima en su honor y reverencia, la que a ningún otro patrocinio tributa fuera del de su esposa, cuya demostración nos avisa que nuestra suprema devoción, después de Dios, debe ser a María y José, ya por la dignidad de Madre y Padre de Jesús, y ya porque sus ruegos tienen un valimiento soberano en el pecho de un Niño que recibió de María el ser humano, y de José su conservación, que fue una continuada producción. Por tanto determina desde hoy no pedir nada a María sin José, ni a Dios sin empeñar este bendito par de protectores, destinados por Él y por su Iglesia para intercesores singulares con su Divina Majestad en toda necesidad. Pide a los demás justos que rueguen por ti a estos, pues así lo desea la Iglesia al celebrar un patrocinio, que si no es absolutamente necesario no deja de ser el más útil, para obligar a Dios en nuestro socorro; y serías mal pretendiente del reino de Dios si dejases lo más provechoso para conseguirlo, teniéndolo en tu mano. Ruégales que enderecen, y no permitan semejante torcido a tus peticiones, y que de hoy en más seas amantísimo de José. Dichoso de ti si le mereces este favor.
Rezar una Salve. Las demás Oraciones se rezarán todos los días.
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