No obstante su condena (en primera instancia, y que planea apelar) a cinco años y seis meses de prisión, multa de 8.000 euros (8.700 dólares estadounidenses) e inhabilidad perpetua para ejercer cargos públicos en el Vaticano por cuenta del “fraude de Londres”, el cardenal Giovanni Angelo Becciu Curzu todavía conserva su apartamento de lujo en el Palacio del Santo Oficio (y además, pagando una renta nominal mensual por él), informó una fuente a The Pillar Catholic el día de hoy.
«Es irónico, porque por un lado ningún cardenal podría o debería poder permitirse los precios del mercado en un palacio así, pero por otro, si alguien tiene el dinero, probablemente sea el cardenal Becciu», dijo la fuente.
El apartamento de Becciu, con alojamiento para las religiosas que le hacen de ayudantes domésticos y una cocina de restaurante, había sido objeto de una remodelación en 2018-2019, cuando inició la investigación vaticana contra él. Su amiga Cecilia Marogna (también condenada), era visitante habitual del apartamento, tomándose allí fotos que subía a su cuenta de Facebook describiendo el lugar como «mi paraíso».
Invocando la “crisis económica”, y a pedido del prefecto de la Secretaría para la Economía, el laico español Maximino Caballero Ledo, Francisco Bergoglio eliminó el pasado Febrero los subsidios de alojamiento, viáticos y arriendo a los clérigos residentes en el Vaticano, teniendo que pagarlos a precio de mercado. Y la primera persona en quien recayó la medida fue el cardenal Raymond Leo Burke, a quien después que Bergoglio lo llamó «mi enemigo» y dijo que le quitaría su sueldo y su apartamento, le notificaron que a partir del 1 de Diciembre, debía pagar el valor comercial del alquiler de su apartamento o entregarlo antes del 29 de Febrero de 2024. A diferencia de Becciu, Burke no ha sido acusado (ni condenado) por delitos financieros o contra la administración pública, sino por crimen de lesa majestad al criticar a Bergoglio.
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