jueves, 18 de diciembre de 2025

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD DE OAXACA

Novena dispuesta por el Padre José Cantú Corro, Pro Secretario de la Academia Mexicana de Nuestra Señora de Guadalupe, y publicada en Ciudad de México por la Librería Guadalupe, con licencia eclesiástica.
  

Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
  
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
   
ORACIÓN PREPARATORIA 
¡Oh Madre de Dios y Madre mía!, al pie de la Cruz te encargó el Divino Redentor que nos aceptaras por hijos, y al momento nos acogiste como tales con maternal predilección. 
  
Estamos ante tu imagen, Virgen atribulada, para contemplar tu Soledad; venimos a llorar contigo, a enjugar tus lágrimas, a acompañarte en tu mística desolación. 
  
Enséñanos a sufrir como sufriste tú, infúndenos el valor que necesitamos, las virtudes que nos hacen falta y la abundancia de los méritos de Jesús. 
  
Queremos alabarte, ensalzarte e imitarte. 
   
Pedimos tu maternal protección para que con ella cumplamos nuestros deberes, vivamos en el santo temor de Dios, y cerremos nuestros ojos en su amistad para después gozar contigo el premio de la Bienaventuranza. Amén. 
  
DÍA PRIMERO
MEDITACION.—SOLEDAD EN LA INFANCIA 
Punto primero.—La soledad de la Santísima Virgen María no se contrajo únicamente a los años posteriores a la muerte de Jesús, sino abarcó los actos principales de nuestra Señora y, en cierto sentido, abarco toda su vida.
 
Niñita de tres años, cuando comenzaba a vivir, dejó el regazo materno, los brazos de sus virtuosos padres San Joaquín y Santa Ana y se fue al Santuario para consagarse a Dios y vivir sola.
  
Considera la soledad de María en los años primeros de su vida. 
a). Sola, sin sus padres a quienes voluntariamente abandonó por servir a Dios. Los amaba como nadie había amado a los suyos, y, sin embargo, se impuso este sacrificio inconcebible. 
b). Sola en el retiro por su silencio, sus místicas conversaciones con Dios, su abstracción de las demás doncellas. 
c). Sola, porque nadie podría comprenderla. Su santidad, su misión y sus virtudes estaban muy por encima de lo que podían pensar no sólo las compañeras, sino los superiores de la pequéña Miriam. 
  
Punto segundo.—¿Cómo fuiste en la infancia? ¿No procuras que los que viven esa edad inocente y bulliciosa estén solos respecto del mundo, esto es, alejándolos de sus escándalos y peligros? ¿Procuras días de retiro a los niños para preservar su candor, instruirlos en la Religión y aficionarlos a la piedad? 
Fruto.—En honor de la primera Soledad de María, llevarle el corazón de los niños.
  
Aspiración. —¡Oh Niña solitaria!, conserva cerca de ti a las almas candorosas.

℣. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de la Soledad! 
℟. Para que seamos dignos de alpanzar las promesas de Jesucristo.
  
ORACIÓN
¡Oh Dios, que nos dejaste, a los pobres hombres, a tu Madre augusta como madre tierna y amorosa, te rogamos que por la Sangre de Jesús y las lágrimas de María, nos concedas arrepentimos del pecado, conserva la gracia y morir en tu amistad para ser dignos del galardón sempiterno. Por el mismo Jesucristo, Nuestro señor. Amén.
  
LETANÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
  
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
   
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo atiéndenos.
  
Dios, Padre celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que sois un solo Dios, Ten piedad de nosotros.
  
Santa María, Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, Ruega por nosotros.
Madre Crucificada, Ruega por nosotros.
Madre Dolorosa, Ruega por nosotros.
Madre lacrimosa, Ruega por nosotros.
Madre aflicta, Ruega por nosotros.
Madre abandonada, Ruega por nosotros.
Madre desolada, Ruega por nosotros.
Madre despojada de su Hijo, Ruega por nosotros.
Madre traspasada por la espada, Ruega por nosotros.
Madre consumida por el infortunio, Ruega por nosotros.
Madre repleta de angustias, Ruega por nosotros.
Madre con el corazón clavado a la Cruz, Ruega por nosotros.
Madre tristísima, Ruega por nosotros.
Fuente de lágrimas, Ruega por nosotros.
Auge de sufrimiento, Ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, Ruega por nosotros.
Roca de constancia, Ruega por nosotros.
Áncora de confianza, Ruega por nosotros.
Refugio de los desamparados, Ruega por nosotros.
Escudo de los oprimidos, Ruega por nosotros.
Vencedora de los incrédulos, Ruega por nosotros.
Consuelo de los miserables, Ruega por nosotros.
Remedio de los enfermos, Ruega por nosotros.
Fortaleza de los flacos, Ruega por nosotros.
Puerto de los náufragos, Ruega por nosotros.
Bonanza en las borrascas, Ruega por nosotros.
Recurso de los afligidos, Ruega por nosotros.
Terror de los que arman celadas, Ruega por nosotros.
Tesoro de los fieles, Ruega por nosotros.
Vista de los Profetas, Ruega por nosotros.
Báculo de los Apóstoles, Ruega por nosotros.
Corona de los Mártires, Ruega por nosotros.
Luz de los Confesores, Ruega por nosotros.
Perla de las Vírgenes, Ruega por nosotros.
Consolación de las viudas, Ruega por nosotros.
Alegría de todos los Santos, Ruega por nosotros.
  
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Atiéndenos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros, Jesús.
  
ORACIÓN
Oh María, Reina de todos los mártires, te suplicamos, por los dolores de tu soledad, que nos alcances merecer los frutos de la Redención de tu Hijo Santísimo que, después de morir, vive y reina con Dios Padre y el Espíritu Santo en unidad perfecta por los siglos de los siglos. Amén. 
  
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACION.—SOLEDAD EN LA ORFANDAD 
Punto primero.—La Virgen María amaba con intensidad incomparable, con filial ternura, con predilecciones que no es posible decir, a San Joaquín y a Santa Ana. 
Eran el imán de su corazón, el objeto de sus delicias, los representantes de Dios en su hogar. 
La Soledad al abandonarlos ella, porque Dios así lo quería, llegó hasta el extremo cuando Yahvé los llamó de este mundo.
Considera la soledad de María al morir sus padres. Sola en la tierra, sin el amparo de los que la vieron nacer, sin ayuda ni consuelos apuró el cáliz amargo de la orfandad.
Esta soledad la hizo sufrir sobremanera. 
a). Con resignación en la voluntad de Dios. 
b). Intensamente, por el amor inmenso que les profesaba. 
c). Constantemente, por la grandeza de sus afectos. 
Punto segundo.—Si eres huérfano, ¿cómo aceptaste esa soledad, cómo la has soportado, cómo has honrado la memoria de tus padres? Si éstos viven, ¿das gracias a Dios, porque te los conserva? ¿Los amas de veras, los obedeces, sirves y socorres? 
Fruto.—Ver a los padres como representantes de Dios. 
Aspiración.— ¡Oh hija bendita de Dios!, enséñame a sufrir como sufriste la soledad de ser huérfana.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA TERCERO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACION—SOLEDAD EN EL MATRIMONIO 
Punto primero.—La Virgen Santísima se unió en matrimonio a San José, porque así lo dispuso la Divina Providencia. La vara del Patriarca floreció, y la Virgen israelita fue la esposa del varón más santo que había pisado esta tierra. 
En el estado conyugal estuvo místicamente sola. 
a). Soledad, por la continua oración de su alma privilegiada y absorta. 
b). Soledad, porque José, siendo tan Santo y tan perfecto, no llegaba hasta el nivel asombroso en que estaba colocada su santísima consorte. 
c). Soledad de sus parientes y allegados, a quienes trataba para hacerles el bien, darles consejos y edificarlos con su santidad. 
Punto segundo—¿Cuál es el concepto que tienes acerca del matrimonio? ¿Crees que este sacramento es para fomentar pasiones, deleitarse según el mundo y pasar la vida en diversión y vanidades? ¿La compañía del matrimonio sirve para que vivas en la soledad de otras personas, te abstengas de compañerismos inconvenientes, te consagras a tu hogar, a tu familia, a tus deberes de casa sin olvidar tus deberes para con Dios...? ¿Procuras la meditación en tu hogar? ¿La soledad piadosa? ¿Permites reuniones peligrosas, bailes y escándalos en tu casa? 
Fruto.—Vivir en matrimonio ante la presencia de Dios. 
Aspiración.—¡Oh santa Companera de José!, deseo que los casados imiten tu mística soledad matrimonial.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA CUARTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACION.—SOLEDAD EN EL DESTIERRO 
Punto primero.—Tuvo la Augusta Madre de Jesús que huir lejos de Palestina, por orden de Dios, para librar al pequeño Jesús de las furias de Herodes que lo perseguía.
Sufrió entonces incomparable Soledad. 
a). Por la ausencia de la Patria querida, de proverbial hermosura y a la que amaba entrañablemente. 
b). Soledad en Egipto, porque nadie la conocía. 
c). Porque no hablaba el idioma. 
d). Porque en aquel país tenían otras costumbres, y eran enemigos tradicionales de los israelitas. 
e). Soledad espiritual, porque profesaban los habitantes de allí religión idolátrica y absurda, diversa de la única verdadera que consuela el corazón y salva él alma. 
Punto segundo.—¿Consideras el mundo como destierro en el que debes estar de paso hacia la Patria verdadera? ¿Estás contento con las frivolidades del mundo? ¿Qué haces para alcanzar la eterna Bienaventuranza? 
Fruto.—Aspirar constantemente al Cielo, que es el centro de las almas y el imán de los corazones. 
Aspiración.—Llévame, ¡oh Virgen!, a través de las soledades de la tierra a la mansión de la eterna felicidad.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA QUINTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACIÓN – EN LA PERDIDA DE JESUS 
Punto primero.—La virgen Santíma perdió al Niño Jesús, por tres días, en Jerusalén cuando, a la edad de doce años, lo llevaron ella y San José al templo para acatar la ley israelita que les prescribía esos viajes. 
Al perder María al Niño Dios sufrió angustiosa Soledad. 
a). Por la creencia de haber perdido la gran felicidad de estar con Jesucristo por ser indignos ella y su casto esposo. 
b). Por el Hijo perfectísimo que perdía, lleno de encantos, de atributos excelentes, de incomparables cualidades. 
c). Porque, además, era su Dios al que amaba con todo su corazón y en cuya presencia se rendía con adorable acatamiento, a cada instante. 
d). Por ser Jesús el más bello de los hijos, el más amante, el más tierno, el más cautivador. 
e). Porque todos los privilegios y excelencias los debía la Virgen a Jesús. 
Punto segundo.—¿Extrañas la ausencia de Jesús? ¿Los pecados propios y los ajenos te hacen llorar? ¿Buscas en tu Soledad espiritual a Cristo como lo buscan con ansia San José y la Virgen? 
Fruto.—Buscar a Jesús, si no se posee, para jamás perderlo. 
Aspiración.—Lígame, Madre mía, con vínculos inefables de amor a Jesús, y no permitas que jamás lo pierda por el pecado.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA SEXTO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACION.—SOLEDAD EN NAZARET 
Punto primero.—Vivió la Virgen Santísima en Nazaret con su Hijo Divino, que crecía en edad y sabiduría delante de Dios y de los hombres. En esos años de gozo y felicidad, aun mirando a su Jesús, fue María, como en otras circunstancias, Virgen de la Soledad. 
a). Por la pequeña población en que vivía situada al Norte de Galilea, apartada de las grandes ciudades de importancia oficial como las de Judea y de los centros comerciales como los florecientes del mar de Tiberíades. 
Los grandes misterios de la Religión, los acontecimientos trascendentales que han conmovido al mundo, se realizan en los pequeños poblados. 
b). Por el aislamiento de su vida social. No frecuentó reuniones mundanas, ni tuvo amistades de significación. La Soledad, el retiro, la abstención de lo que el mundo adora y los vanidosos. 
c). Soledad mística por las elevaciones constantes de su espíritu a regiones ultraterrenas. Admira, bendice, glorifica a la santa Virgen Solitaria de Nazaret. 
Punto segundo.—¿ No quisieras huir, de vez en cuando, del ajetreo de los negocios, del ruido de las ciudades, de las agitaciones mundanas para meditar en Dios, pensar en tu alma y corregir tus defectos? ¿Deseas la opulencia de los magnates? ¿Temes la soledad de los que sirven a Dios ? 
Fruto.—Conservar el alma despegada de las vanidades de la tierra. 
Aspiración.—Madre de la Soledad, defiende mi espíritu de naufragar en las olas tumultuosas del pecado.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA SÉPTIMO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACION.—SOLEDAD EN LA VIUDEZ 
Punto primero.—Amaba María a su dignísimo esposo con afecto virginal, con ternura sin límites, con intensidad incomparable. 
Mientras el amor es más puro y nada tiene de carnal, es más elevado, más noble, más profundo. 
El amor de María era amor de Virgen, amor de verdadera Esposa, amor de Corredentora hacia San José. 
Al verlo morir, quedó en espantosa Soledad. 
a). Porque perdía al compañero elegido por Dios en su peregrinación sobre la tierra. 
b). Porque perdía un corazón lleno de cualidades excelentes y sagrario de la gracia divina. Aunque muy inferior San José a la Virgen en dignidad y méritos, era muy superior a todos los demás por privilegio del Cielo y por sus virtudes infusas y adquiridas. 
c). Porque perdía el apoyo material, moral y hast a sobrenatural que le prestaba. 
Punto segundo.—¿Respetas el estado de la viudez? ¿Lo honras en tu persona si has perdido a tu cónyuge, la memoria del que se fue, y los que pasan por esa época? ¿Te remuerde la conciencia en cuanto a afectos, palabras y acciones? ¿Has pretendido abusar de los intereses o debilidades de la viuda? 
Fruto.—En honor de la Soledad de María, después de la muerte de San José, honrar y proteger a las que han perdido a su esposo. 
Aspiración.—¡Oh Viuda inconsolable!, protege y santifica a las que lloran junto al sepulcro del que llamaron esposo.
   
La Oración final se dirá todos los días.

DÍA OCTAVO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.

MEDITACIÓN — EN LA VIDA PÚBLICA DE JESÚS
Punto primero.—Vino Jesús a redimir las almas, a enseñarnos el camino del Cielo, a abrirnos las puertas de la Bienaventuranza Eterna. Por eso predicó, recorrió las ciudades y los pueblos, hizo milagros, perdonó pecadores, sufrió y murió. 
Sí, sufrió la Virgen por treinta años, al lado de Jesús, dolorosa Soledad; al ejercer sus altos ministerios de Redentor, durante los últimos tres años del Hijo, continuó la Madre apuran-do el acíbar de la Soledad. 
a).—Al despedirse Jesús de ella y comenzar con el ayuno de cuarenta días su vida pública. 
b).—Al quedarse ella en Nazaret mientras el divino Maestro recorría la Palestina enseñando, curando y repartiendo beneficios. 
c).—Al saber la Virgen las calum-nias de que hacían Víctima a su Divino Hijo, las intrigas de sus enemigos, la ingratitud de los que recibían favores, la ignorancia, el temor, la pequeñez de los discípulos. 
Sola, sin su Hijo, sin su Maestro.
Punto segundo. - ¿Para cumplir tus deberes, qué sacrificios te impones? Recuerda la frase de Jesucristo, «el que ama a su esposa, o a sus hijos más que a Mí, no es digno de Mí». «Si quieres ser perfecto, reparte tus bienes, deja tu casa, toma tu cruz, y sigúeme». ¿No quieres desprenderte hasta de los seres más queridos para servir a Dios? 
Fruto.—Amar a Dios sobre todas las cosas, con toda el alma, con todo el corazón, en todas nuestras fuerzas. 
Aspiración.- Reina de los cielos, Virgen de la Soledad, desarraiga mi corazón de afectos que no agraden a Dios.
   
La Oración final se dirá todos los días.
  
DÍA NOVENO
Por la señal…
Acto de contrición y Oración preparatoria.
   
MEDITACION.-SOLEDAD EN LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS
Punto primero.— Se multiplicaron los dolores de María con exceso inconcebible cuando sufrió su Hijo Santísimo. Entonces la Soledad de la Virgen fue dolorosísima en grado máximo. 
a).— Sin Jesús, a quien aprehendieron los esbirros, sin Jesús, que estuvo encarcelado, sin Jesús, juzgado inicuamente por injustos tribunales. 
b).—Sola en la Calle de la Amargura, al presenciar los ultrajes de la multitud, la cobardía de los discípulos y los suplicios del divino Mártir. 
c).—Sola, en el Calvario, al pie de la Cruz, cuando el Redentor expiraba en un mar de tormentos. 
d).—Sola, al recibir los despojos de la Víctima del mundo, al contemplar al que es la vida de la vida. 
e).—Sola, al enterrar el cuerpo de su Jesús adorado. 
f).— Sola, por veinticuatro años, después de la muerte de Cristo, sin recibir consuelos, sufriendo indecibles torturas…
Punto segundo.— Cuando Dios permite tribulaciones, ¿cuál es tu conducta? ¿No piensas que el dolor regenera, que la amargura santifica, que las penas te llevan al Señor? Cuando mueren los seres a quienes amas, ¿te resignas a la santa voluntad de Dios? ¿Lo bendices? Examina cuidadosamente tus sentimientos, rectifícalos, pide a María que te haga vivir en la ausencia (que es cierta Soledad) imitándola siquiera en lo que permita tu pequeñez. 
Fruto.—Resignarse en los trabajos que Dios nos envíe. 
Aspiración.— Virgen dolorosísima de la Soledad, sostén mi alma en las pruebas que Nuestro Señor me envíe.
   
La Oración final se dirá todos los días.

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