domingo, 29 de agosto de 2021

PRESBÍTERO CONCILIAR: «CUPICH PROHIBIÓ LA ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL»

   
Las Preces, u “Oraciones Pío-Leoninas”, que el Papa León XIII ordenó en 1886 sean rezadas en las Misas rezadas simples, incluyendo la poderosa oración a San Miguel Arcángel “contra la perversidad y las asechanzas del demonio”, y la Iglesia Conciliar del Nuevo Orden suprimió en 1964.
Muchos católicos se han pregutado si la supresión conciliar de esta poderosa oración exorcista ha contribuido a la actual disolución rápida de la Antiiglesia y sus Antipapas.
    
El 22 de Agosto de 2021, fiesta tradicional del Inmaculado Corazón de María, que la Iglesia Conciliar ha talado junto con otras fiestas marianas, el presbítero Jesús Emanuel Torres Fuentes de 42 años (nacido en Jalapa, México; instalado el 19 de Mayo de 2018 para la archidiócesis de Chicago), pastor asociado de San José en Libertyville, IL, anunció que el “cardenal” Blase Joseph Cupich Mayhan, sedicente “arzobispo” de Chicago y uno de los peores modernistas en la Iglesia Conciliar (permitió dar la “comunión” a la alcaldesa de la ciudad, siendo ella protestante, lesbiana y comunista; y ordenó a su “clero” y empleados ponerse la coronavacuna), exigió cancelar la oración de las tres Ave Marías y la oración de San Miguel Arcángel (las “Preces pío-leoninas”) después del servicio Novus Ordo. La rígida ordenanza fue anunciada antes de la bendición final por Torres Fuentes:
«Tengo un anuncio, pero voy a decirlo con mucho respeto.
   
Siguiendo la directriz del cardenal Cupich, queremos recordarles a todos que la oración a San Miguel [Arcángel] no se dirá públicamente después de la Misa. Esta oración devocional puede ser rezada privadamente, respetando a los demás en la iglesia, ¿está bien?
   
También vosotros os dais cuenta que a mí me gusta decir el Ave María al final de la eucaristía diaria, pero ahora se me dijo que cantara en lugar, ah, del Ave María.
  
¿Qué?, ah, como sacerdote, tengo que obedecer, ah, y si obedezco debería estar en paz, entonces mi corazón está en paz, ¿está bien?.
  
Estuve reflexionando sobre esto. Ahora digo, está bien. Eso está bien. [hace un gesto con la mano]. Si el cardenal Cupich dice esto, tengo que hacerlo, ¿correcto? Pero en paz, ¿ok? Gracias.
   
℣. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
   
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre. Amén.
  
Glorificad al Señor con vuestra vida. Cantemos el himno “Immaculate Mary, your praises we sing” (Inmaculada María, tus alabanzas cantamos)».  
   
Jesús Emanuel Torres Fuentes
  
Ante el revuelo causado por el presunto ukaze de Cupich (que después se comprobó era inexistente –AL MENOS EN FÍSICO, si fue una instrucción verbal, no se sabe–), el presbítero conciliar John Trout, de 60 años (nacido en Athy, condado de Kildare, Irlanda; instalado presbítero el 17 de Junio de 1989 en Dublín para la Sociedad de San Patricio para las Misiones Extranjeras, incardinado en la archidiócesis de Chicago en 2011), párroco de San José de Libertyville, publicó en la cuenta de Facebook de la parroquia de marras la siguiente carta con el fin de hacer “control de daños”.
   
   
TRADUCCIÓN
28 de Agosto de 2021
   
Queridos parroquianos,
   
Los fieles siempre son bienvenidos para reunirse en la Iglesia para la oración personal como individuos o como grupo. Al mismo tiempo, en conformidad con la sólida práctica litúrgica y en observancia de las normas archidiocesanas, las cuales confirmé personalmente con el Cardenal, el rezo de oraciones nunca debe interferir, interrumpir o distraer de la liturgia pública de la Iglesia. Ni puede esto convertirse en una imposición sobre el resto de los fieles en la Iglesia, que tienen derecho a permanecer al final de la Misa rezando privadamente según su voluntad. Es también importante que tales oraciones deben siempre alentar la unidad de la Iglesia, la cual es garantizada por el Sucesor de San Pedro, a quien nunca dejamos de mostrar nuestro más profundo respeto y dedicado apoyo como nuestro Santo Padre.
   
El P. Emanuel, el pastor asociado, desea declarar que él se expresó inapropiadamente en una Misa reciente cuando falsamente atribuyó declaraciones al Cardenal Cupich. Por esta razón el vídeo de esa Misa ha sido removido para evitar cualquier confusión.
   
Con gratitud,
   
(Fdo.) P. John Trout
Párroco
  
Por supuesto, este último veto es solo más sinsentido novusordiano. Los Católicos tradicionales saben que la oración a San Miguel Arcángel se reza obligatoriamente después de una Misa rezada simple, después de tres Ave Marías, la Salve y la oración “Deus, refúgium nostrum et virtus”, seguida por la triple invocación «Cor Jesu sacratíssimum, Miserére nobis». El 26 de Septiembre de 1964, Pablo VI Montini, el apóstata antipapa modernista que promulgo todos y cada uno de los 16 documentos heréticos del Anticoncilio Vaticano II, suprimió las “Preces Pío-Leoninas” mediante la instrucción “Inter Œcuménici” (entró en vigor el 7 de Marzo de 1965).
   
Católicos tradicionales, incluso algunos prelados conciliares han llamado a rezar esta oración, pero solo a troche y moche, no como una práctica regular que siga a su inválida (falsa) Nueva Misa “Ordinaria” o su semi-novusordiana “Misa de 1962”. En todo caso, en la Iglesia Conciliar del Nuevo Orden, es solamente es solo una farsa, como lo indica la expresión «ponerle lápiz labial a un cerdo». Muchos católicos se han pregutado si la supresión conciliar de esta poderosa oración exorcista a Dios altísimo y al fidelísimo Arcángel ha contribuido a la actual disolución rápida de la Antiiglesia y sus Antipapas.
  
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DE LAS “PRECES PÍO LEONINAS” (Elementos tomados de TRADITIO y MILES CHRISTI RESÍSTENS, por Jorge Rondón Santos).
El Papa Pío IX, mediante la encíclica “Qui Nuper” del 18 de Septiembre de 1859 ordenó que después de las Misas Rezadas en todas las iglesias de los Estados Papales (y exhortó que se hiciera otro tanto en otros países) se ofreciesen oraciones por la incolumidad de los Estados Pontificios amenazados por las tropas del masón Garibaldi al servicio de la Casa de Saboya. Estas oraciones consistían en tres Ave Marías, la Salve y las colectas de Santa María “Concéde nos fámulos tuos”, por la remisión de los pecados “Deus, qui nullum réspuis”, por la paz “Deus, a quo sancta desidéria” y por los enemigos “Deus pacis, charitatísque amátor”.
  
El Papa León XIII mediante el decreto “Jam Indem ab Anno” del 6 de Enero de 1884 remplazó las cuatro oraciones por la colecta “Deus, refúgium nostrum et virtus” (dos años después remplazó la parte final «quod in præséntibus necessitátibus humíliter pétimus, efficáciter consequámur» por «quas pro conversióne peccatórum, pro libertáte et exaltatióne sanctæ Matris Ecclésiæ, preces effúndimus, miséricors et benígnus exáudi», y añadió la oración a San Miguel Arcángel que compuso luego de la visión del 13 de Octubre de 1884), y ordenó se recen obligatoriamente de rodillas después de la Misa Rezada (ellas no se dicen después de una Missa Cantata, o de una Misa Mayor), ratificando la Indulgencia anterior; San Pío X mediante decreto del 12 de Junio de 1904 añadió la triple invocación «Cor Jesu sacratíssimum, Miserére nobis», a la cual otorgó 7 años y otras tantas cuarentenas de Indulgencia aplicables a las Benditas Ánimas del Purgatorio, y Pío XI aumentó la Indulgencia a 10 años.
   
Las rúbricas prescriben que estas preces pueden omitirse después de una Misa Rezada que fue celebrada “con cierta solemnidad”. El padre John Berthram O’Connell en su libro The Celebration of Mass: A Study of the Rubrics of the Roman Missal, (La Celebración de la Misa: Un estudio de las Rúbricas del Misal Romano), vol. 1, Milwaukee: Bruce 1941, págs. 210–211, trae los siguientes ejemplos:
  1. Después de una Misa rezada que (a) tome el lugar de una Misa mayor, por ejemplo, una Misa conventual (o capitular) que no sea cantada, una Misa de Ordenación o la Misa de consagación de un obispo (cuando no es cantada), la Misa Exequial para un pobre (que no es cantada); o (b) tenga privilegio de Misa votiva solemne “pro re gravi”, por ejemplo, la Misa votiva del Sagrado Corazón del primer viernes de mes, o de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote el primer jueves –o sábado– del mes.
  2. Después de una Misa rezada que –como una Misa Conventual o una Misa votiva privilegiada– es celebrada con cierta solemnidad, o intrínseca o extrínseca, tanto que pueda considerarse casi comouna Misa mayor o tome el lugar de esta, por ejemplo, la Misa (rezada) celebrada en ocasión de un matrimonio, o de la administración de la Confirmación, o de una Comunión general [después de un Retiro espiritual o de una Misión General]. Otros ejemplos de una Misa rezada “con solemnidad”, que son dados por los rubricistas son: (i) las Misas de la Candelaria, el Miércoles de Ceniza, el Jueves Santo y el Sábado Santo cuando, en las iglesias parroquiales muy pequeñas, se sigue el rito del Memoriále Rítuum (recordatorio de los ritos para las parroquias pequeñas) y la Misa no es cantada; (ii) la “primera” Misa [después del día de la ordenación] de un sacerdote recién ordenado; (iii) una Misa Jubilar; (iv) una Misa (rezada) en la cual se hagan o renueven los votos de profesión religiosa
  3. Si cualquier “función sagrada o ejercicio piadoso siga inmediata y debidamente (de conformidad a la ley litúrgica), sin que el sacerdote abandone el altar”, por ejemplo, la Bendición con el Santísimo Sacramento, las oraciones de una novena, un sermón, la distribución de la ceniza, la presentación de una reliquia para ser besada, o la distribución de la Sagrada Comunión.
  4. Cuando se reza o se canta la hora de Tercia o alguna hora apropiada del Divino Oficio antes de la Misa.
  5. En la Misa “parroquial” del domingo, cuando es antecedida por el Aspérges (en tiempo pascual, el Vidi Aquam) y seguida por la oración por el Rey (en los países donde lo hay).
  
Debe señalarse que aunque en algunos lugares el rezo de las Preces Pío-Leoninas se hace en vernáculo, tal práctica contraviene el principio católico tradicional de que ante el altar y cuando el sacerdote está presente en el santuario, solo se puede usar el latín.
   
El 26 de Septiembre de 1964, Pablo VI Montini, el apóstata antipapa modernista que promulgo todos y cada uno de los 16 documentos heréticos del Latrocinio Vaticano, suprimió las “Preces Pío-Leoninas” mediante la instrucción “Inter Œcuménici” (entró en vigor el 7 de Marzo de 1965). Las Preces en ese momento (Pío XI en el Consistorio del 30 de Junio de 1930 mandó que se rezaran por la conversión de Rusia, y Pío XII reiteró tal intención en la Carta Apostólica “Sacro Vergénte Anno” del 7 de Julio de 1952) representaban una denuncia contra la “Ostpolitik” del cardenal Secretario de Estado y francmasón Agostino Casaroli Pallaroni (que incluyó tanto el deshielo de las relaciones de la Santa Sede con la URSS como la presencia de observadores “ortodoxos” en el Vaticano II a cambio de la no condena del comunismo ateo en las sesiones).
   
Si bien Karol Wojtyła en 1984 y Jorge Mario Bergoglio en 2018 pidieron que se volviese a rezar la oración a San Miguel Arcángel, esto no puede considerarse sino un remedio tardío e inútil para una institución que está ad portas de desaparecer como lo es la Secta Deuterovaticana, invadida por el “fumus sátanæ” (humo de satanás), como el mismo Montini lamentara el 29 de Junio de 1972, tres años después de promulgar el Novus Ordo Missæ.

2 comentarios:

  1. ¿Por que la moderna Iglesia Catolica quitaron toda mencion al Arcangel San Miguel?. Hoy en las Iglesias catolicas ni hay imagenes de ese Arcangel... no me explico la situacion

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    1. Y ya el proceso venía de más atrás, cuando empezaron a mutilar el exorcismo de León XIII.

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