domingo, 24 de septiembre de 2023

SOBRE LOS FUNERALES “CIVILES”

Francisco Bergoglio en la “cámara ardiente” del ateo y comunista expresidente italiano Giorgio Napolitano.

«Para el funeral civil diremos con Pascal: “La inmortalidad del alma es algo que nos interesa y nos toca tan de cerca, y tan profundamente que necesita haberse perdido el sentido para estar en la indiferencia de saber qué sea”.
   
Quien sin embargo no cree en Dios no puede creer en el alma; y el Crucificado Señor negado en vida viene negado en muerte. El funeral civil es un retroceso al paganismo, incluso peor, porque el paganismo aun tenía sus ritos para los difuntos, tenía los Manes, admitía el Tártaro y los Elíseos, y creían en el juicio de Minos. Pero el funeral civil no admite nada, nada cree, y tantas veces es impuesto al difunto, al cual en los últimos extremos de su vida se le vetó el recurrir al Dios de las misericordias y el perdón.
   
¡Oh!, verdaderamente, el bello progreso, la bella victoria, el magnífico paso que son el matrimonio civil que destruye a la familia, el funeral civil que no se sabe a qué clase de civilización pertenecía, y que con indiferencia semejante a la de los brutos arroja en una fosa los avances de un hombre que sin embargo, tuvo un alma racional e inmortal. “Basta haber perdido el sentido para estar en esta indiferencia”. ¡Repetiremos las palabras de Pascal!
  
[…] 
  
¿Y se osaría decir que esto es progreso, victoria y paso de emancipación? Esta es ruina y muerte. Ruina no ya para la Iglesia (como querría indicase con aquella palabra victoria) porque la Iglesia vencerá siempre, y el Señor que está en los cielos se reirá de estos estultos e impíos: “Qui habítat in cœlis irridébit eos”. Pero ruina y muerte de las almas así bárbaramente sacrificadas al demonio, ruina y muerte a la sociedad porque la sociedad nunca podrá tener de esto buenos ciudadanos de los cuales tener necesidad, y de los cuales honrarse, y rechaza la oferta de aquellos que sin religión y sin moral la ponen al desconcierto de cualquier cosa: amar la Patria es lo mismo que amar al prójimo (Ver Anales, pág. 85 de 1880), ¿y cómo se puede amar al prójimo y la Patria sin conocer y amar a Dios y su ley? Se amará la Patria mientras le convenga, y después se la traicionará».

Il progresso che si vorrebe dare all’Italia” (El progreso que se quiere dar a la Italia). En “Annali degli avvocati di San Pietro. Periodico religioso, scientifico, legale” (año III, n.º 7, 4 de Abril de 1881, págs. 104-105). Traducción propia.

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