sábado, 3 de septiembre de 2022

MIRÁ QUIÉNES HABLAN, Y POR QUÉ (A propósito del “atentado” en Argentina)


El día 1 de Septiembre, la vicepresidenta de la Nación argentina, Cristina Elisabeth Fernández Wilhelm Vda. de Kirchner, fue objeto de una tentativa de homicidio (?) a manos de Fernando Andrés Sabag Montiel, mientras se dirigía a su casa en el bonaerense barrio de Recoleta, en medio de una manifestación a favor de ella frente a la imputación hecha por el Ministerio Público en el marco de la causa “Vialidad” por presuntos actos de corrupción en unos contratos de vías en la provincia de Santa Cruz, y por el cual, de se hallada culpable, tendría que pagar doce años de cárcel (no queremos aventurar hipótesis, pero nos planteamos por el contexto que el fallido atentado sea un caso de “falsa bandera” para distraer a la opinión pública).
   
Ante el hecho, las reacciones de los políticos suramericanos no se hizo esperar (entre ellos el presidente venezolano Nicolás Maduro Moros, y el alcalde de la ciudad de Medellín en Colombia, Daniel Quintero Calle a. “Pinturita”, quien dijo que «hay que proteger» al “presidente” Gustavo Petro), pero también las de los jerarcas modernistas como Francisco Bergoglio, que mandó un telegrama:
  

Y la Conferencia Episcopal Argentina, con un comunicado conjunto con la DAIA judía, el Centro Islámico, y el Instituto de Diálogo Interreligioso:
  

Claro, por más discrepancias que haya con alguien, no es aceptable ningún acto de violencia, ni quitarle la vida a nadie sin justa causa (guerra justa, legítima defensa, o pena de muerte emitida por autoridad competente en proceso penal –por más que Bergoglio insista, con vídeo propagandístico y todo, que es “inmoral”–). El problema es que los obispetes modernistas (en particular los argentinos) se han hecho los de la vista gorda ante la crisis económica que por años lleva arrastrando el país y que se ha empeorado con el gobierno de Alberto Ángel Fernández Pérez, la inseguridad que se vive en las calles, y la corrupción en el gobierno. Además, no se debe olvidar el silencio que guardaron ante la ley del aborto, la connivencia con las coronarestricciones, y –lo más chocante– el encubrimiento (por órdenes expresas de Bergoglio) que han hecho por los presbíteros y obispones pederastas como Julio César Grassi o Gustavo Óscar Zanchetta, y la persecución contra el clero y el otrora seminario de la Diócesis de San Rafael. Son cosas ante las cuales, los “jerarcas” novusorditas son dignos de desprecio y desdén ante los hombres, pero más importante y grave, de ser reprobados de Dios como malos pastores que se apacientan a sí mismos (Ezequiel XXXIV), perros mudos que no ladran (Isaías LVI, 10), y mercenarios que solo les interesa su paga y huyen ante el peligro (Zacarías XI; San Juan X, 12).

2 comentarios:

  1. ¿ Cómo así? ¿ Podría explicar el por qué no es un atentado? Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Decimos que se trata de una “falsa bandera” por el contexto inmediato (manifestación de apoyo a Cristina, acusada de corrupción por la Fiscalía federal de Argentina, y la distracción de los elementos de seguridad) y las circunstancias macro que se dieron (la división en las filas del gobierno de Alberto Fernández, que ha sido fuertemente criticado por la crisis económica y social del país). Aparte, el hecho que el presunto tirador sea brasileño le suma un elemento importante, dada la campaña electoral en curso, porque servirá para atacar a Bolsonaro.

      Eliminar

Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.