La catedral de San Esteban de Metz fue escenario el sábado 5 de Septiembre de 2022 de un evento organizado por el club deportivo de balonmano femenino Metz Handball, conocido como “Las Dragonas”, con motivo del comienzo de la temporada 2022-2023.
Al evento acudieron varios políticos locales, entre ellos el presidente del consejo departamental de la Mosela Patrick Weiten (Unión de Demócratas e Independientes) y el alcalde de la ciudad François Grosdidier Belliol (Los Republicanos), y hubo discursos del presidente del club Thierry Weizman y del canónigo rector Dominique Thiry (no perdáis su nombre, que es protagonista de lo que sigue), desfile de ropa deportiva y casual, y una presentación musical de las jugadoras del club (que se coronaron campeonas de la primera división francesa y ocuparon el tercer puesto en la Liga de Campeones de Europa en 2002) con el coro de la catedral.
Canónigo Dominique Thiry, rector de la catedral de San Esteban y vicario general diocesano de Metz (captura de pantalla de YouTube).
Por esa causa, se convocó por parte de los fieles un acto de reparación el sábado 17 de Septiembre, al que acudieron treinta fieles con estandartes de Santa Juana de Arco y San Miguel Arcángel. Circunstancia que molestó al canónigo Thiry, vicario general diocesano y uno de los que aprobó el desfile, el cual acompañado de una mujer, llamó a la policía, que reseñó las identidades de los asistentes y e hizo sacar manu militári del lugar a los líderes (como se ve en la imagen que abre este artículo) cuando iban por el cuarto misterio doloroso. El resto de los asistentes continuó rezando hasta el fin, no obstante la ira del canónigo y su acompañante.
Si no puede reproducirse el vídeo, clic aquí.
Cassandre Fristot, una de las participantes del acto de reparación y miembro de la regional Gran Este de Cívitas, declaró en Riposte Catholique acerca de lo sucedido (en Médias Presse se encuentra más desarrollado):
«Pudimos rezar en la catedral, aunque nos sorprendió mucho la actitud de un canónigo, que ordenó a la policía que nos evacuara por nuestras normas religiosas, luego porque supuestamente estábamos en el acceso de emergencia. Hubo fieles y gente que estuvo allí por los días del patrimonio que vieron esto y quedaron muy impactados por la actitud de este canónigo.Además, cuando entramos exigió que no se nos escuchara rezar, ¡el colmo para unsacerdote! Parecía más perturbado por el rosario y el estandarte de San Miguel, que por la pelota de balonmano y las jugadoras semidesnudas alrededor del altar.Por lo tanto, la policía nos sacó físicamente y tomó nuestras identidades. Por otro lado notamos que a la mujer que acompañaba al canónigo a todos lados, y que nos decía: “Id a quemaros en el infierno”, nadie le tomó la identidad. Aprovechamos para hacer un exorcismo y llenar la pila de agua bendita que llevaba dos años vacía».
Es claro que a Thiry (y la prensa oligárquica que citó como justificante la Loi de Séparaion de 1905 –que dicho sea de paso, NO aplica ni en Alsacia-Mosela ni en Lorena, mucho menos en los territorios de ultramar–) le molestaba más el Rosario y la imagen de San Miguel (ante la cual literalmente echaba humo) que el desfile seglar e inmodesto (para el cual tuvo elogios como «sorprendente, inédito y audaz»). Pero bueno, para lo que han quedado los templos usurpados por la secta novusordita.
Por su parte, Alain Escada, presidente de Cívitas, llamó mediante un comunicado publicado en Telegram, Twitter y Médias Presse a protestas contra Philippe Gabriel Marie Augustin Ballot, arzobispón ad persónam de Metz (recién posesionado el 23 de Julio, después de 13 años y medio como arzobispón Ǽque principáliter de Chambéry-San Juan de Mairena-Darentasia), que si bien estuvo ausente durante los eventos, no por ello deja de ser responsable de los mismos.
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