sábado, 30 de abril de 2022

4 MILLONES DE EUROS EN UNA VISITA DE ¡SOLO DOS DÍAS! (Y para cerrar la estadía del Nuncio)


Fuentes eclesiales revelaron al diario The Shift que la visita de dos días de Francisco Bergoglio a Malta costó un total de 4 millones de euros, de los cuales 3 millones fueron aportados por el estado (= los contribuyentes) y el millón restante por las diócesis.
   
El diario recoge que ambos sectores fueron criticados muy duramente por malgastar el dinero en cosas innecesarias: el estado por construir en el puerto de Mġarr (isla de Gozo) una rampa que costó 45.000 euros y se empleó durante ¡200 segundos! para que Bergoglio y su comitiva abordasen un catamarán (y fue demolida dos semanas después); en tanto que la Curia gastó miles de euros para traer directamente desde Roma el coche Fiat Cinquecento de matrícula SCV-1 (en vez de comprar uno al importador local).
   
También se menciona que otra parte del dinero aportado por la curia fue usada por el Nuncio en Malta Alessandro D’Errico Vitale para ‘remodelar’ su villa en el 20/22 de la calle Pietru Caxaru en el suburbio de Tal-Virtù de la ciudad de Rabat, para que Bergoglio pasara la noche.
   
Un alto cargo eclesiástico contó a The Shift bajo anonimato que el nuncio D’Errico, de 71 años de edad, instalado presbítero el 24 de Marzo de 1974 por Antonio Cece y arzobispón titular de Hyccara (actual Carini, Sicilia) el 6 de Enero de 1999 por Juan Pablo II Wojtyła (ambas con el inválido rito montini-bugniniano; por tanto, NO ES SACERDOTE NI OBISPO CATÓLICO) fue el responsable porque el viaje de Bergoglio a Malta se llevara a cabo en la fecha en que se hizo y no meses después como querían las autoridades eclesiásticas (con el arzobispón maltés Charles Scicluna Falzon a la cabeza). Reputado por su estrecha cercanía al gobierno, apoyó la fecha propuesta por el recién electo Robert Abela porque “coincidía con su retiro como diplomático”. En efecto, presentó su renuncia el 4 de Abril (al día siguiente de concluido el viaje) después de 45 años de servicio para la diplomacia vaticana [fue secretario en la Nunciatura de Tailandia (que entonces cubría también Laos, Malasia y Singapur) entre 1977 y 1981, en la de Brasil entre 1981 y 1984, en la de Grecia entre 1984 y 1986, en la de Italia entre 1987 y 1992, y la de Polonia entre 1992 y 1998; Nuncio en Pakistán entre 1998 y 2005, en Bosnia y Herzegovina entre 2005 y 2012 (recibió la Nunciatura en Montenegro en 2010), en Croacia desde 2012 hasta 2017 y en Malta y Libia desde 2017 hasta 2022], la cual le fue aceptada el día de hoy 30 de Abril.
  
Fiesta de despedida del nuncio Alessandro D’Errico Vitale.
   
Si bien Bergoglio dijo en su discurso en el Palacio presidencial a las autoridades de Malta (harto señaladas de corruptas; discurso que –dicho sea de paso– fue censurado por la cadena pública PBS Malta) que «para asegurar una buena convivencia social, no basta con consolidar el sentido de pertenencia; es necesario fortalecer los cimientos de la convivencia, que descansa en el derecho y la legalidad. La honestidad, la justicia, el sentido del deber y la transparencia son pilares esenciales de una sociedad civilmente avanzada», al ser consultada por el diario The Shift al respecto, la Curia maltesa declinó responder. Un portavoz archidiocesano simplemente declaró que «cualquier consulta sobre los vehículos utilizados por la delegación de la Santa Sede, o sobre el mandato del Nuncio Apostólico, debe dirigirse a la Nunciatura y/o la oficina de prensa de la Santa Sede», lo que demuestra que la jerarquía conciliar maltesa es tan corrupta como el gobierno seglar (cosas que evidentemente, ni San Pablo Apóstol ni San Juan Bautista aprobarían).

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