Traducción de la noticia publicada en THE TICO TIMES. Imágenes tomadas de internet.
La Iglesia Católica
de Costa Rica fue declarada culpable de abuso sexual contra un menor.
Un tribunal costarricense ordenó en Agosto que la iglesia tenía que
pagar una compensación de 65 millones de colones (US$100.000) y las
costas legales, equivalentes a 10,6 millones de colones, alrededor de
US$16.000.
La sentencia establece que la Conferencia Episcopal de Costa Rica,
las Temporalidades de la Archidiócesis de San José, y el Arzobispo
de San
José, José Rafael Quirós Quirós, deben hacer un pago solidario por los
daños causados a la víctima por el abuso sexual del ex presbítero
Mauricio Víquez Lizano.
En Marzo, el tribunal penal costarricense sentenció a Víquez Lizano a 20 años de prisión. El tribunal halló al ex presbítero culpable de abuso sexual y violación de un niño de 11 años en 2003.
Adicionalmente, el tribunal indicó que las autoridades eclesiásticas encubrieron los crímenes.
«Frente a [Carlos Alberto] Muñoz Quirós (la víctima) son solidariamente responsables Quirós Quirós (el arzobispo),
Temporalidades de la Archidiócesis de San José y la Conferencia
Episcopal de Costa Rica, en virtud de la relación de dependencia del exsacerdote Víquez Lizano, quien estuvo incardinado en la Archidiócesis de San José, cuando cometió las ofensas sexuales contra el actor y el respectivo encubrimiento de dichas acciones», indicó la Agencia Católica de Noticias.
El
abogado del denunciante, Rodolfo Alvarado Muñoz, explicó que esta
decisión marca un hito en la historia judicial de Costa Rica porque es
un fallo condenatorio en contra de la Iglesia Católica, lo cual es inédito por la gravedad de estos delitos.
Alvarado agregó que el proceso reveló las responsabilidades de la Iglesia Católica, que sabía desde 2002 que estos hechos estaban ocurriendo y falló en detenerlos y ayudar a la víctima.
Víquez Lizano fue portavoz para la iglesia en Costa Rica. Él fue expulsado en 2019 por el Arzobispo Quirós, luego de su juicio canónico.
Después de conocer la acusación, Víquez huyó a Méjico en 2018, donde fue arrestado un año después y extraditado a Costa Rica en Mayo de 2021.
En un comunicado de prensa, la Archidiócesis se refirió a la decisión y aseguró que la apelará.
«Contra
la sentencia presentaremos formal Recurso de Casación, ante la Sala
Primera de la Corte Suprema, de manera que hasta que la Sala no resuelva
el recurso, la sentencia no estará firme», explicó la Archidiócesis.
La Archidiócesis reiterará «la existencia de la prescripción» y «pedirá a la Sala la correcta aplicación del derecho».
Finalmente,
afirmaron su confianza en el sistema judicial de Costa Rica, y
declararon que aceptarán la decisión final. «Tal como hemos indicado
desde el inicio del juicio, confiamos plenamente en sistema judicial y
en los jueces costarricenses, y acataremos lo que se resuelva en
sentencia final», concluyeron los representantes de la Iglesia Católica.
Según el abogado de la víctima, la actitud de la iglesia es vergonzosa, y va contra las directrices promulgadas por el Papa Francisco, que ha ordenado a sus subordinados compensar a las víctimas de estos crímenes.
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