Los Carmelitas veneran a este santo y sabio varón, aunque su culto no ha sido nunca oficialmente confirmado por la Santa Sede. Tomás nació en Saffrori Walden, del Essex, hacia 1375. Su apellido era Netter. Tomó el hábito del Carmelo en Londres e hizo sus estudios en Oxford, donde obtuvo el grado de doctor en teología. Alrededor del año de 1400, fue ordenado sacerdote. En vista de la fama de que gozaba como profesor, fue enviado en 1409 al Concilio de Pisa, donde, según se dice, apoyó la elección de Alejandro V. A su vuelta a Inglaterra, fray Tomás hizo guerra abierta a los lolardos y otros partidarios de Juan Wyclif, de suerte que se le considera como el más brillante defensor de la fe contra esos herejes. El santo tomó parte en el juicio que se hizo a los cabecillas de los lolardos, particularmente a Sir John Oldcastle. Contra ellos dirigió sus principales escritos, entre los que se destaca el Doctrinále antiquitátum fídei. En aquella época, los nobles solían confesarse con los carmelitas. Santo Tomás Netter fue nombrado confesor de Enrique V, al mismo tiempo que desempeñaba el cargo de provincial de su orden en Inglaterra, aunque probablemente aún no había cumplido cuarenta años. Fue también uno de los legados de Inglaterra al Concilio de Constanza, que condenó la doctrina de Wyclif y Hus e inmediatamente después fue a Polonia como embajador del Papa y del emperador. Según se dice, fundó conventos de su orden en Lituania y Prusia.
En 1422, acompañó a Francia a Enrique V, quien murió en sus brazos, en Vincennes. Los guardianes del infante Enrique VI le nombraron más tarde tutor del futuro monarca, de modo que la santidad de éste puede atribuirse, en cierto sentido, a Santo Tomás Netter. Aunque el santo se opuso a los herejes con tenacidad y aún con violencia, era un hombre bondadoso y afectuoso. En 1430, acompañó a Francia al joven Enrique VI y murió en Ruán, el 2 de noviembre. Los milagros obrados en su sepulcro confirmaron su fama de santidad. Los numerosos escritos del santo, alabados por el Papa Martín V, le merecieron el título de Doctor præstantíssimus y Doctor authénticus. En su tratado De sacramentálibus hay una discusión sobre la canonización, que es muy importante para la historia de ese tema.
Los bolandistas no mencionan a Tomás Netter ni siquiera entre los prætérmissi (olvidados). Su nombre no figura tampoco en el Menology de Stanton, ni en los martirologios de Whitford y Wilson. B. Zimmerman, Monuménta histórica Carmelitána (1907), pp. 442-482, indica las principales fuentes disponibles; véase también el artículo de este distinguido autor en Catholic Encyclopedia, vol. X, pp. 764-765. Cf. R. L. Hine, History of Hitchin (1927); vol. I, pp. 133-138. De joven, Santo Tomás Netter estuvo en el convento de Hitchin.
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