lunes, 24 de diciembre de 2012

¿CÓMO TE PREPARAS PARA LA NAVIDAD?

Desde SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS

Queridos hermanos, estamos en la víspera del nacimiento del Santo Niño Jesús; muchos de nuestros hermanos confundidos por el ruido de la vida, viven de lo exterior, de lo intrascendente, de lo que el viento se lleva…

Se apresuran a comprar algunas cosas, a preparar alguna cena, algún brindis, y esas cosas… Ruido por todas partes, ruido en la calle, en tu casa y en tu alma.

¿Dónde queda el Niñito Jesús?, ¿Cómo te preparas tú para la navidad?... también piensas comprar una botella de vino y hacer una buena cena…

Disculpa la pregunta, pero ¿vas a comulgar esta navidad?, ¿no te gustaría darle un regalo al niño pobre que ese día, como muchos otros, se acostara a dormir con hambre…?

El Santo niño Jesús nació en la misma pobreza, y en cambio nosotros, queremos tenerlo todo…

Este día de navidad, Dios te va a visitar, tenlo por seguro; y se quedara contigo si tú lo recibes, si tú le abres las puertas de tu corazón. Y sabes… el Santo Niño Jesús no pide grandes cosas, es tan bueno que se conforma con tan poco… Un corazón contrito y humillado.

¿Verdad que te gustaría hacer una buena confesión?, verdad que sí, háblale a quien tiene mucho que le guardas sentimiento y si no es mucho pedir, apártate de los demás y dile al Santo Niño Jesús que te cambie, que te haga de nuevo y sobre todo que te de fuerzas para resistir a la tentación…

No te impacientes, ten calma, quita poco a poco lo que te separa de Dios, quita lo intrascendente, el ruido y podrás escuchar mejor al Señor en tu corazón.

La soledad y el silencio nos ayudan tanto a encontrarnos a nosotros mismos, a ver la vanidad del mundo, a encontrar el camino perdido.

Qué ironía, hoy como hace dos mil años, no hay lugar para Dios; dice el Santo Evangelio: "Y dio a luz a su Hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada…" ahora tampoco hay lugar en muchas almas para arrepentirse de corazón, para recibirlo… no tienen lugar porque están ocupados en mil bagatelas, en tantas prisas que ya no saben ni lo que quieren… que no te pase a ti lo mismo.

Querido hermano, cuando tengas un momento de soledad, pídele perdón al Santo Niño Jesús y que te ayude con tu pobre y miserable naturaleza humana; ten confianza, el niñito Jesús es muy bueno… y te quiere tanto, que por ti, solo por ti, quiere sufrir hambre y miseria, para que tú seas feliz…
Santo Niño Jesús, te pido con todas la fuerzas de mi pobre corazón, por todos mis hermanos, por todos los hombres, para que tu mano santa nos bendiga esta navidad; aunque miserables pecadores, en el fondo de nuestro corazón llevamos escondida la sed de ti, de paz y de amor.

Que Dios y María Santísima los bendiga.

+ Pbro. Hernán Arturo Vergara Monroy

martes, 18 de diciembre de 2012

EL TERCER SECRETO DE FÁTIMA

Tomado del libro “ESCOGÍ LA VERDAD: EL FIN DE LOS TIEMPOS”, cap. 4: El Castigo.

"Cómo advertí y advertí que Satanás entraría en los reinos más altos de la jerarquía en Roma. El Tercer Secreto, hija Mía, es que Satanás entraría en la Iglesia de Mi Hijo." – Nuestra Señora a Verónica Lueken, 13 de Mayo, 1978

En el Tercer Secreto nosotros tenemos profetizado en el más mínimo detalle, exactamente cual será la naturaleza del Gran Castigo. El Papa Pío XII dijo, y fue apenas después que el mundo experimentara los horrores de la Segunda Guerra Mundial, que la gente estuviera anhelando la paz: “El mundo pronto va a experimentar sufrimientos tales como nunca existieron en su historia. Pronto la raza humana va a padecer los peores sufrimientos como nunca los ha habido”. Esa es la sustancia del Tercer Secreto de Fátima pero NO ES TODO...

Pío XII (que recibió en sus manos el Tercer Secreto de Fátima), proclamó que para estos últimos tiempos (desde 1942 hasta que Dios disponga), habrá grandes calamidades en el mundo 

El Papa Juan Pablo II, en el Congreso Eucarístico de Filadelfia en 1976, cuando aún no era Papa –él era todavía el Cardenal Wojtyla– dijo sobre ese persecución, que tal es la substancia del Tercer Secreto de Fátima. Y él dijo que la Iglesia tendría que soportar una gran prueba, que será la lucha entre la Iglesia y la anti-Iglesia; entre el Evangelio y el anti-Evangelio. Y reiteró que la Iglesia pronto tendría que soportar grandes pruebas.

Juan Pablo II señaló que el Tercer Secreto de Fátima trata sobre la persecución que sufre la Iglesia y la Gran Apostasía

El hostigamiento que se prevé contra la Iglesia será muy distinto de todos los que han ocurrido en el transcurso de la Historia humana. Sucederán cosas aparentemente imposibles; sin embargo, todo eso está previsto en la parte no publicada del Tercer Secreto y en las Sagradas Escrituras.

En carta dirigida al Profesor Baumgartner, el Cardenal Mario Luigi Ciappi reveló: “En el Tercer Secreto se predice, entre otras cosas, que la gran apostasía en la Iglesia comenzará por lo alto”. Esto corresponde a lo que se lee en el Libro de las Lamentaciones: “No creían los reyes de la Tierra, todos los habitantes del Mundo que el opresor y el enemigo atravesaría las puertas de Jerusalén (Lam 4:12). Lo que se predice es que los secuaces del Demonio ocuparán la Curia Romana bajo el reinado de un antipapa masón.

En 1998, el fallecido P. Malachi Martin afirmó en el programa “The Art Bell Show” que, a principios de febrero de 1960, cuando era Secretario del Cardenal Bea, tuvo la oportunidad de leer el Tercer Secreto de Fátima, que, según él, estaba escrito en una sola hoja de papel. Dijo que las palabras de Nuestra Señora eran muy escuetas y específicas, y hablaban de un futuro “papa” —un impostor— que usurparía la Sede Romana, estando totalmente dominado por el Demonio. Así, pues, el Tercer Secreto de Fátima revela el “misterio de iniquidad” (2 Tes 2:7): La falsa Iglesia “Católica” —la contra Iglesia, la anti Iglesia— el misterio del dragón, cuya cola derribó la tercera parte de las “estrellas del Cielo”, esto es, la tercera parte de la Jerarquía católica, bajo el liderato del antipapa herético.

El padre Malachi Martin afirmó que el Terecer Secreto de Fátima está escrito en UNA SOLA HOJA DE PAPEL; y habla sobre la Apostasía y el Falso papa. ¿Será este el verdadero Tercer Secreto?

Ha sido esto lo que el Papa Juan Pablo II revelo enigmáticamente (13 de Mayo del 2000):
“El Mensaje de Fátima es un llamamiento a la conversión, alertando a la Humanidad para que no haga el juego del «dragón», cuya «cola arrastró una tercera parte de las estrellas del Cielo, y las lanzó sobre la Tierra»” (Ap 12:4).

Cuando hablé con el P. Malachi Martin sobre el antipapa herético de la apostasía profetizada en el Tercer Secreto, el P. Malachi respondió:
¡Ojalá que fuera sólo eso!” El antipapa y sus colaboradores apóstatas serán (como dice la Hermana Lucía: ‘os partidários do demônio’) los secuaces del Demonio, [que] trabajan para el mal y no tienen miedo de nada”. Estos “secuaces del Demonio” constituyen la “tercera parte de las estrellas del Cielo” arrastradas por la cola del dragón. Estos hombres, que se presentan como clérigos ‘católicos’, son miembros secretos de la secta y están consagrados al Demonio. Llegarán a controlar el aparato de estado del Vaticano y a implantar el ramo ‘católico’ de una nueva religión ecuménica mundial
 
 ¿No estamos viendo que ‘os partidários do demônio’ controlan el Vaticano, y que están preparando el camino para la religión ecuménica mundial?

Su falsa ‘iglesia’ tendrá de ‘católica’ solamente el nombre. Constituirá la parte ‘católica’ de la religión oficial, del Nuevo Orden Mundial. El auténtico Catolicismo será proscrito, y los que todavía mantuvieren su Fe católica arrostrarán la persecución más brutal que jamás haya ocurrido en la Historia Universal.
 
Los católicos no serán bienvenidos a la Civilización del Amor: el exclusivismo de sus dogmas (por ejemplo, Extra Ecclésiam nulla salus -Fuera de la Iglesia no hay salvación-) hará que sean considerados unos peligrosos “fanáticos” y “terroristas”. Por lo tanto, la situación de la Iglesia será equivalente a la que había durante las persecuciones romanas, cuando la Iglesia era considerada una organización subversiva y criminal.

Para que puedan evitar la desgracia de la persecución y del martirio, se les ofrecerá a los católicos una alternativa: el exilio (1). La gran mayoría caerá en el engaño y cometerá apostasía. A semejanza de lo que ocurre hoy en China, tendrán su latín, su incienso, su “Misa”, etc. —pero con la condición de estar en comunión con la iglesia oficial— la que, a esa altura, se habrá transformado en una Roma apóstata. Se les obligará a someterse al papa impostor, cuya falsa iglesia formará parte de la Gran Iglesia Ecuménica, que reunirá todas las religiones.

En China, el Partido comunista controla la práctica de la religión católica, y nombra sus obispos en rebeldía con el Vaticano. Los católicos que no tienen parte en las filas comunistas son perseguidos sin piedad

(1) Como mas adelante veremos en “La futura grandeza de España” está profetizado, que España será el asilo de todos los católicos proscritos - desterrados por la fuerza.

Aquellos que tuvieren la gracia y la fortaleza de mantenerse fieles a la Fe católica se negarán a abandonar la verdadera religión católica tradicional. Y por haberse negado, serán considerados fanáticos incorregibles y cismáticos obstinados.

Sobre esta persecución, escribió en su profecía San Metodio (+358):
Llegará un tiempo en que los enemigos de Cristo se habrán de vanagloriar: ‘Hemos subyugado la Tierra y todos sus habitantes, y los cristianos no podrán huir de nuestras manos’”.

Según la profecía de San Cesáreo de Arlés (469-543):
habrá una gran mortandad, (...) los altares y los templos serán destruidos, (...) los pastores de la Iglesia abandonarán sus púlpitos, y la propia Iglesia será despojada de todos sus bienes temporales”.

Es particularmente significativa la profecía del Obispo George Michael Wittman (+1833):
¡Ay de mí! Están llegando días tristes para la Santa Iglesia de Jesucristo. La Pasión de Jesús será renovada de la manera más dolorosa en la Iglesia y Su Jefe Supremo -El papa-. En todas las partes del Mundo habrá guerras y revoluciones, y correrá mucha sangre. Por toda parte serán inmensas las angustias, los desastres y la pobreza, porque las enfermedades contagiosas, la carestía y otras desgracias vendrán unas tras de otras”.(2)
 
Manos violentes serán colocadas sobre el Jefe Supremo de la Iglesia Católica; obispos y padres serán perseguidos, y se producirá un cisma, y el desorden reinará entre todas las clases. Tiempos vendrán tan extraordinariamente aciagos que parecerá que los enemigos de Cristo y de Su Santa Iglesia, fundada por Él con Su Sangre, están en la inminencia de triunfar sobre Ella. (...) Sociedades secretas acarrearán una gran destrucción(3). y ejercerán un extraordinario poder económico, y muchos se cegarán por medio de éste, y serán infectados con los más nefastos errores. Sin embargo, todo eso será en vano, [porque] serán incapaces de mover la roca sobre la cual Cristo edificó Su Iglesia: ‘Portæ Ínferi non prævalébunt’”.
 
(2) No cesará la tribulación hasta que no se haya consumado la purificación del mundo. Así está explicado en las profecías más importantes: “El mal será inmenso y parecera que el mundo va a desaparecer pero al final Satanás perderá: ...Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt. 16,18)
 
(3) No puede ser otra que la MASONERÍA, la falsa iglesia del diablo, donde él tiene a sus almas “engañadas” espiritualmente, para que le hagan el trabajo maligno, cuyo premio será el infierno eterno.
 
La beata Ana Catalina Emmerick vio el ataque de la masonería contra la Iglesia Católica: “Tuve de nuevo la visión de la secta secreta socavando por todas partes la iglesia de San Pedro. Vi una enorme cantidad de hombres que trabajaban en invertirla Estas personas, haciendo su trabajo de destrucción, parecían seguir ciertas prescripciones y una cierta regla: llevaban delantales blancos rodeados de una cinta azul y proveídos de bolsillos, con paletas de albañil en la cintura. Vi con horror que había también entre ellos sacerdotes católicos”.
  
Más adelante veremos como estas corifeos del diablo, tendrá su merecido, pero ahora nos centraremos, en lo que nos dice una de las tres videntes de Fatima:
 
La desorientación es diabólica (4) —escribió la Hermana Lucía [29 de diciembre de 1969]—; no se deje engañar”. La desorientación es doctrinal: “en estos tiempos de orientación diabólica, no nos dejemos engañar por falsas doctrinas” [12 de abril de 1970]. Es un “cáncer” en la Iglesia [29 de mayo de 1970], que afecta a los “sacerdotes” y a las “almas consagradas” que “se han descarriado”: “¡Es doloroso —escribió la Hermana Lucía [16 de septiembre de 1970]— ver tanta desorientación, y en tantas personas que ocupan cargos de responsabilidad! (...) Son como ciegos guiando a otros ciegos”. Por consiguiente, aquellos que ocupan las posiciones más elevadas en la Curia Romana han sido los que prepararon el camino para la Gran Apostasía.

(4) Vemos a modo de ejemplo y sin ser la última, esta desorientación diabólica en la comunión en la mano (sacrilegio aceptado y gravísimo desconcierto que resta subliminalidad al gran misterio que es la Misa) ¡¡¡Hasta los cuadros llevan márgenes en forma de marcos para impedir que las manos curiosas puedan tocar lo que con ser visto, basta!!!
  
Durante el exorcismo realizado el 14 de Agosto de 1975, el demonio Akabor confiesa que la comunión en la mano fue IDEADA EN EL INFIERNO, y que los cardenales la impusieron (cuando el Papa mismo se opuso a ello)

Entre otras almas privilegiadas, la Beata Ana Catalina Emmerick vio (en revelaciones dadas por N. S. Jesucristo) como Cristo no repartió la comunión en la mano, sino en la boca a sus apóstoles. Los mismos diablos en exorcismos recientes, se burlan de los sacerdotes que creen esta “práctica” como “instaurada” por Dios, cuando la realidad es que fue introducida por la masonería instalada en el Vaticano (sin cuya participación seria imposible que esta anarquía diabólica que es tocar al Señor sin las manos consagradas (para eso está el sacerdote) tuviera tan grande aceptación, en tan poco tiempo y no teniendo que ver con que si las manos están limpias o sucias (debido a nuestra baja Fe tomamos por natural lo que ni el mismo Dios hizo con su propio cuerpo prefigurado (“prohibido”) en la cena que dio a sus apóstoles). Todo esto no nos saldrá GRATIS. Esto esta incluido y descontado, en el castigo. El hombre ha querido ser mas que Dios y ahora el diablo viene a cobrarse la pieza y no serán cabezas lo que rodarán, sino naciones enteras.

Cuando Jesús instituyó el Sacramento de la Eucaristía, repartió la sagrada Comunión en la boca a los Apóstoles (los cuales estaban de rodillas), NO EN LA MANO.

Esta es la denuncia contra el aparato de estado del Vaticano acerca del Tercer Secreto: Por su negligencia, los responsables de la desorientación diabólica en el seno de la Iglesia son las más altas Autoridades. El resultado es que “la crisis de la Fe se ha instalado en todos los niveles.” Prueba de ello es que se enseñan herejías en el nivel más elevado en Roma: En nombre del “magisterio vivo” y de la “tradición viva” de la “Iglesia”, se están modificando el sentido y la exégesis del dogma, según fue definido anteriormente.

La Santísima Virgen dice “el Dogma de la Fe no ha sido conservado en Roma”, y que por ello, la Apostasía ha calado tan profundamente en tan poco tiempo

Lo que hemos presentado constituye un ejemplo, entre tantos, de la desorientación diabólica en el nivel más alto de la Iglesia. Puesto que la doctrina de la Fe, revelada por Dios (...) ha sido confiada a la esposa de Cristo como un depósito divino, para que ella lo guardase fielmente y lo interpretase de una manera infalible.

La Sagrada Doctrina de la Fe católica, por su propia naturaleza, es inmutable. No se puede cambiar, ni tocar una coma a no ser que esta sea introducida por el mismo “PAPA” en una correcion. Lo demas es un gravisimo sacrilegio, que lleva a muchas almas al infierno. DE DIOS NADIE SE BURLA.

El Tercer Secreto de Fátima ha sido hasta ahora, ocultado, deliberadamente cortado -editado-, falsificado en la verdad que integramente debiera haberse “comunicado” y todo esto hara que la iglesia sufra de una forma que se podria haber evitado, nunca antes vista.

CREER EN DIOS SERÁ DELITO EN FRANCIA

¿Será que volveremos a ver esta escena? Pues no estamos tan lejos, cuando arranque en Francia el observatorio anti-religión. (Caricatura "La gloria de la revolución francesa", por James Gillray)

Sabemos que en la revolución anticristiana que acaeció en Francia entre 1789 y 1800, ser católico era un delito cuya condena era la muerte. Ahora, el presidente socialista francés François Hollande creó un organismo con el fin de impedir que las personas vivan conforme a su fe y se opongan a la inmoralidad que se impone en el país. Esta ley está dirigida especialmente contra los católicos y los musulmanes, que han sido los únicos que no se han corrompido con la ideología liberal-masónico-comunista conciliar. (Noticia tomada de RADIO CRISTIANDAD; imágenes y comentarios son nuestros).

Nueva ley del Gobierno francés: Hollande actuará contra católicos, judíos y musulmanes que tengan una “patología religiosa”

El gobierno socialista de Francia anunció la creación de un “Observatorio Nacional de Laicidad”, una iniciativa que en la práctica se traduciría en una violación a la libertad religiosa con la deportación de musulmanes, judíos y cristianos que sean considerados portadores de una “patología religiosa”. (Nota: "patología religiosa" = honestidad y testimonio de fe)

El presidente Francois Hollande, que en su campaña electoral ofreció legalizar las uniones homosexuales equiparadas al matrimonio, dijo el pasado 10 de diciembre que en el año 2013 se establecerá el citado Observatorio.

Francois Hollande, presidente socialista de Francia

Este organismo, señala un comunicado oficial de la presidencia, “tendrá como tarea formular propuestas sobre la transmisión de la ‘moral pública’ para darle un lugar digno de ella en la escuela”.

Opiniones violentas… patología religiosa

Aunque el comunicado no precisa los alcances del Observatorio, ha sido el Ministro del Interior, Manuel Valls (masón a cuál más), quien explicó su misión. El ministro indicó que “el objetivo no es combatir las opiniones con la fuerza, sino detectar y comprender cuando una opinión se hace potencialmente violenta y llega al exceso criminal. El objetivo es identificar cuando es bueno intervenir para lidiar con lo que se convierte en una patología religiosa”.

Manuel Valls, minsitro francés del interior (aunque descendiente de republicanos españoles).

Señalar a los extremistas de todos los credos

Valls –cuyo gobierno permite la pornografía con muchachas de 18 años de edad– resaltó que el Observatorio se enfocará en extremistas de todos los credos y puso como ejemplo al grupo lefebvrista Civitas, cuyas acciones consideró “en los límites de la legalidad“, cuando ha protestado en más de una ocasión contra el aborto, la ley de uniones gay y en defensa de la libertad religiosa.

El Instituto Civitas es un grupo católico tradicionalista que defiende la vida (desde la concepción hasta la muerte natural), la familia (el hombre, la mujer y los hijos), y la libre práctica religiosa

Para completar el cuadro, el señor Valls en su gobierno ¡permitió que las muchachas de 18 años trabajen en la pornografía!

Deportará imanes extranjeros…

Sobre esta iniciativa del gobierno francés, la agencia Reuters señala que “Francia deportará a imanes extranjeros y radicales desbandados de grupos religiosos, incluyendo a los tradicionalistas católicos de línea dura, si una nueva política de seguridad revela que sufren de una ‘patología religiosa’ y pueden hacerse violentos”.

No sólo los católicos están en peligro con la ley de laicidad: de aplicarse dicha norma, los musulmanes serán expulsados de Francia

Vivir separadamente del mundo moderno

Valls dijo además que “los creacionistas en Estados Unidos y en el mundo islámico, los extremistas musulmanes y los católicos ultratradicionalistas y los judíos ultraortodoxos quieren vivir separadamente del mundo moderno”.

Con este Observatorio, el gobierno de Francia sería quien decida quiénes son los católicos “que se portan bien” cuando en el país se debate una ley para legalizar las uniones homosexuales que fue rechazada el pasado 17 de noviembre por una marea humana de un cuarto de millón de personas, aproximadamente, que salío a las calles de las principales ciudades del país.

"PARÍS SERÁ ENTERAMENTE DESTRUIDA. Será tan completa la destrucción, que pasados 20 años, los padres se pasearán con sus hijos sobre las ruinas, y para satisfacer a sus preguntas, les dirán: Hijo mío, aquí hubo una gran ciudad, DIOS LA DESTRUYÓ POR CAUSA DE SUS CRÍMENES". (Profecía del padre Nectou, S. I.)

EXPECTACIÓN DEL PARTO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Nuestra Señora de la Expectación

Esperar al Señor que ha de venir es el tema principal del santo tiempo de Adviento que precede a la gran fiesta de Navidad. La liturgia de este período está llena de deseos de la venida del Salvador y recoge los sentimientos de expectación, que empezaron en el momento mismo de la caída de nuestros primeros padres. En aquella ocasión Dios anunció la venida de un Salvador. La humanidad estuvo desde entonces pendiente de esta promesa y adquiere este tema tal importancia que la concreción religiosa del pueblo de Israel se reduce en uno de sus puntos principales a esta espera del Señor. Esperaban los patriarcas, los profetas, los reyes y los justos, todas las almas buenas del Antiguo Testamento. De este ambiente de expectación toma la Iglesia las expresiones anhelantes, vivas y adecuadas para la preparación del misterio de la “nueva Natividad” del salvador Jesús.
  
En el punto culminante de esta expectación se halla la Santísima Virgen María. Todas aquellas esperanzas culminan en Ella, la que fue elegida entre todas las mujeres para formar en su seno el verdadero Hijo de Dios.
  
Sobre Ella se ciernen los vaticinios antiguos, en concreto los de Isaías; Ella es la que, como nadie, prepara los caminos del Señor.
  
Invócala sin cesar la Iglesia en el devotísimo tiempo de Adviento, auténtico mes de María, ya que por Ella hemos de recibir a Cristo.
 
Con una profunda y delicada visión de estas verdades y del ambiente del susodicho período litúrgico, los padres del décimo concilio de Toledo (656) instituyeron la fiesta que se llamó muy pronto de la Expectación del Parto, y que debía celebrarse ocho días antes de la solemnidad natalicia de nuestro Redentor, o sea el 18 de diciembre.
  
La razón de su institución la dan los padres del concilio: no todos los años se puede celebrar con el esplendor conveniente la Anunciación de la Santísima Virgen, al coincidir con el tiempo de Cuaresma o la solemnidad pascual, en cuyos días no siempre tienen cabida las fiestas de santos ni es conveniente celebrar un misterio que dice relación con el comienzo de nuestra salvación. Por esto, “Speciáli constitutióne sáncitur, ut ante octávum diem, quo natus est Dóminus, Genitrícis quóque ejus dies habeátur celebérrimus, et præclárus” (Se establece por especial decreto que el día octavo antes de la Natividad del Señor se tenga dicho día como celebérrimo y preclaro en honor de su santísima Madre).
  
En este decreto se alude a la celebración de tal fiesta en “muchas otras Iglesias lejanas” y se ordena que se retenga esta costumbre; aunque, para conformarse con la Iglesia romana, se celebrará también la fiesta del 25 de marzo. De hecho, fue en España una de las fiestas más solemnes, y consta que de Toledo pasó a muchas otras iglesias, tanto de la Península como de fuera de ella. Fue llamada también “día de Santa María”, y, como hoy, de “Nuestra Señora de la O”, por empezar en la víspera de esta fiesta las grandes antífonas de la O en las Vísperas.

Además de los padres que estuvieron presentes en el décimo concilio de Toledo, en especial del entonces obispo de aquella sede, San Eugenio III, intervino en su expansión —y también a él se debe el título concreto de Expectación del Parto— aquel otro gran prelado de la misma sede San Ildefonso, que tanto se distinguió por su amor a la Señora.
 
La fiesta de hoy tenía en los antiguos breviarios y misales su rezo y misa propios. Los textos del oficio, de rito doble mayor, tienen, además de su sabor mariano, el carácter peculiar del tiempo de Adviento, a base de las profecías de Isaías y de otros textos apropiados como los himnos. Nuestro Misal conserva todavía para la presente fecha una misa, toda a base de textos del Adviento. Es un resumen del ardiente suspiro de María, del pueblo de Israel, de la Iglesia y del alma por el Mesías que ha de venir. Sus textos —casi coinciden con la misa del miércoles de las témporas de Adviento, y todavía más con la misa votiva de la Virgen, propia de este período—son de Isaías (introito, epístola y comunión) y del evangelio de la Anunciación. Las oraciones son las propias de la Virgen en el tiempo de Adviento.

Precisamente en la víspera de este día dan comienzo las antífonas mayores de la O, llamadas así, por empezar todas ellas con antífonas mayores del Magnificat: O Sapientia, O Adonai, O Emmanuel..., veni!
 
ROMUALDO Mª DÍAZ CARBONELL OSB.
  
ORACIÓN
Oh Dios, que quisisteis por el anuncio del Ángel que vuestro Verbo se hiciera carne en el seno de la bienaventurada Virgen María, concedednos os suplicamos, que cuantos la creemos verdaderamente como Madre de Dios, podamos ser socorridos por su intercesión ante Vos. Por el mismo J. C. N. S. Amén.

sábado, 8 de diciembre de 2012

ORACIÓN “SUB TUUM PRÆSÍDIUM” (“Bajo tu amparo nos acogemos”)

Luego de un mes de silencio y oración (dado que estuvimos rezando el “Mes de María”), retomamos la misión apostólica que desde este humilde blog realizamos. Y qué mejor manera de regresar que redactando un artículo sobre la Santísima Virgen María (pues hoy es la Solemnidad de la Inmaculada Concepción). A este propósito, hablaremos sobre la oración “Sub tuum præsídium” (en latín “Bajo tu amparo nos acogemos”), que es (para los estudiosos), la oración mariana más antigua que existe, y para los fieles una de las más devotas y hermosas (desde luego, después del “Ave María”) que se pueden dirigir a la Santísima Virgen. Sin más prólogo, les presentamos este artículo (tomado de PRIMEROSCRISTIANOS.COM - imágenes propias del editor):

La oración más antigua dirigida a la Virgen: “Sub tuum præsídium”
Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
   
Edgar Lobel, experto en papirología de la Universidad de Oxford, dedicó su vida al estudio de los papiros encontrados en Egipto. Como es conocido, el clima extremadamente seco de la mayor parte de Egipto ha hecho que se conserven multitud de fragmentos de papiros antiquísimos, con textos de hace milenios, en griego y en copto. Muchos de estos textos se habían perdido. En otros casos, los papiros sirven para confirmar la antigüedad de textos que sí que se habían conservado a través de sucesivas copias o traducciones.
 
Uno de estos papiros, descubierto en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino una plegaria que continuamos rezando hoy en día, la oración Sub tuum præsídium. La versión latina es:
Sub tuum præsídium confúgimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecatiónes ne despícias
in necessitátibus nostris,
sed a perículis cunctis líbera nos semper,
Virgo gloriósa et benedícta.
   
La versión castellana, es muy conocida:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
 
Y la versión en griego clásico, que es precisamente la que se encontró en el papiro. Basta fijarse con detenimiento en la foto del papiro para reconocer las palabras griegas originales:
Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.
  
Papiro “Sub tuum præsídium”, hallado en Oxirrinco (Egipto), fechado hacia el siglo III.
  
Cabe destacar la presencia del término Theotokos (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”. Dos siglos después, en el Concilio de Éfeso, se reconoció de forma solemne que este título era adecuado para la Virgen María, contra el parecer de Nestorio. Es decir, en Éfeso, la Tradición de la Iglesia fue defendida contra los que preferían sus propios razonamientos a la enseñanza de siempre de la Iglesia.
   
Sobre la Divina maternidad de María Santísima, el Concilio de Éfeso (año 431), declaró: “[...] no nació primeramente un hombre vulgar, de la santa Virgen, y luego descendió sobre Él el Verbo; sino que, unido desde el seno materno, se dice que se sometió [el Verbo] a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne... De esta manera [los Santos Padres] no tuvieron inconveniente en llamar Madre de Dios a la santa Virgen”. (Fresco “Concilio de Éfeso”, Basílica de la Visitación en Ain Karem, Tierra Santa).
 
Resulta impresionante rezar esta oración, sabiendo que los cristianos la rezaban ya, por lo menos, en el año 250 d.C., que es la fecha en la que Edgar Lobel dató el papiro en el que se encontraba. Nosotros no la hemos recibido de los arqueólogos, sino de la tradición de la Iglesia, a través del latín en el caso de la Iglesia Latina o del griego y el eslavonio antiguo en Oriente. Resulta agradable, sin embargo, que la arqueología nos muestre una vez más que la tradición no es algo inventado, sino que verdaderamente nos transmite la herencia que los primeros cristianos recibieron de Cristo y de los Apóstoles.
 
THEOTOKOS, LA MADRE DE DIOS
La oración Sub tuum præsídium es un testimonio entrañable, probablemente el más antiguo y el más importante en torno a la devoción a Santa María. Se trata de un tropario (himno bizantino) que llega hasta nosotros lleno de juventud. Es quizás el texto más antiguo en que se llama Theotokos a la Virgen, e indiscutiblemente es la primera vez que este término aparece en un contexto oracional e invocativo.
 
G. Giamberardini, especialista en el cristianismo primitivo egipcio, en un documentado estudio ha mostrado la presencia del tropario en los más diversos ritos y las diversas variantes que encuentra, incluso en la liturgia latina. La universalidad de esta antífona hace pensar que ya a mediados del siglo III era usual invocar a Santa María como Theotokos, y que los teólogos, como Orígenes, comenzaron a prestarle atención, precisamente por la importancia que iba adquiriendo en la piedad popular. Simultáneamente esta invocación habría sido introducida en la liturgia.
 
En el rito romano, su presencia está ya testimoniada en el Liber Responsális, atribuido a San Gregorio Magno y es copiado en el siglo IX en la siguiente forma: “Sub tuum præsídium confúgimus, Sancta Dei Genítrix”. Algunos manuscritos de los siglos X y XI, presentan unas deliciosas variantes de esta oración, manteniendo intacta la expresión Sancta Dei Genítrix, en estricta fidelidad a la Theotokos del texto griego.
 
Se trata de traducciones fidelísimas del texto griego, tal y como aparece en el rito bizantino, en el que se utiliza la palabra griega eysplagknían (εὐσπλαγχνίαν), para referirse a las entrañas misericordiosas de la Madre de Dios. La consideración de la inmensa capacidad de las entrañas maternales de la Madre de Dios está en la base de la piedad popular que tanta importancia dio al título Theotokos para designar a la Madre de Jesús. Y quizás como lo más importante sea el hecho de que el testimonio del Sub tuum præsídium levanta la sospecha de que el título Theotokos se origina a mediados del siglo III en la piedad popular como invocación a las entrañas maternales de Aquella que llevó en su seno a Dios. Esta vez, quizás, la piedad popular fue por delante de la Teología. Al menos, es muy verosimil que así fuese.
 
Los fieles que, con sencillez, rezan esta oración a la Sancta Dei Genítrix, la Theotokos, la Madre de Dios, porque la han recibido de manos de la Iglesia, son los que están más cerca de lo que transmitieron los primeros cristianos y, por lo tanto, más cerca de Cristo.
 
La versión latina esta oración ha sido inmortalizada en la música especialmente por Antonio Salieri y Wolfgang Amadeus Mozart.
  
FUENTES:
Lucas F. Mateo-Seco, La devoción mariana en la primitiva Iglesia.
Bruno Moreno Ramos, InfoCatólica.
Cfr G. Giamberardini, Il “Sub tuum præsídium” e il titolo Theotokos nella tradizione egiziana, en “Marianum” 31 (1969) 350-351; A.M. Malo, La plus ancienne prière à notre Dame, en De primordis cultus mariani, cit., t. 2, 475-485.
  
ACTUALIZACIÓN
El Sub tuum praesidium combina una noble sencillez y consición de expresión con una fresca espontaneidad, encontrándose varias referencias bíblicas. Entre estas está el término “bendita”, referente al saludo de Santa Isabel:«Benedícta tu in muliéribus» (Luc. I, 42).
   

Su contexto histórico es el de una comunidad en peligro, para más señas, una persecución religiosa (¿Valeriano o Decio?) en Egipto, que busca su refugio particularmente en la Virgen María, cercanísima a sus sufrimientos y con gran poder de intercesión.
   
Teológicamente, se sintetizan tres verdades fundamentales:
  1. María escogida particularmente con Dios (“sola bendita”).
  2. La Virginidad perpetua de María (“sola pura”).
  3. La Divina Maternidad (“Madre de Dios”).
La designación de María como Theotokos durante el siglo III, por tanto, doscientos años antes de la discusión en torno a las teorías de Nestorio -resueltas en el Concilio de Éfeso- ya había creado problemas para Colin Henderson Roberts, el editor del papiro egipcio en Catalogue of the Greek and Latin Papyri in the John Rylands Library, III, Theological and literacy Texts, Manchester 1938, págs. 46-47. Se debe concluir que Theotokos ("Dei Genetrix") no es un invento del siglo V.

El término era popular en el siglo IV en el área de Alejandría (San Alejandro, San Atanasio el Grande, San Serapión de Thmuis, Dídimo el ciego), y también en Arabia (Tito de Bostra), en Palestina (Eusebio de Cesarea, San Cirilo Jerosolimitano), Capadocia (San Basilio el Grande, San Gregorio Nacianceno, Severiano de Gabala) e incluso entre los arrianos (Asterio el sofista).

Además, el historiador eclesiástico Sócrates (Hist. Eccl. VII, 32 - PG 67, 812 B) cuenta que Orígenes habría usado este término en su comentario sobre la Epístola a los Romanos (obra que no llegó a nuestros días). Su discípulo, el obispo Dionisio Alejandrino, usó el término Theotokos hacia el año 250 en una epístola al hereje Pablo de Samósata. Aún más, por la popularidad de la palabra (tanto en la Ley de creencia como en la Ley de oración), se puede entender la pugnacidad de San Cirilo Alejandrino contra Nestorio.
     
Litúrgica y devocionalmente, está presente en muchos de los ritos y usos en Oriente y Occidente:
  • En la Liturgia Romana Tradicional, el Sub tuum præsídium es empleado como antífona antes del Nunc dimmítis en las Completas en el Oficio Parvo de Nuestra Señora (y a veces en el Divino Oficio fuera del tiempo pascual, en cuyo caso viene a ser, por ejemplo, el verso del Responsorio V del 2 nocturno en el Oficio de la Divina Maternidad de Santa María -11 de Octubre-); mientras que en el rito bracarense (de la archidiócesis de Braga en Portugal) es la antífona de conclusión del Santo Sacrificio de la Misa.
  • En el rito ambrosiano, propio del arzobispado de Milán, la traducción sigue la versión bizantina (a diferencia del Rito Romano, que sigue el original copto): 
    Sub tuam misericórdiam confúgimus, Dei Génitrix: ut nostram deprecatiónem ne indúcas in tentatiónem, sed de perículo líbera nos, sola casta et benedícta. (Bajo tu misericordia nos acogemos, oh Madre de Dios; para que no abandones nuestras súplicas en la tentación, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh sola casta y bendita!).
    Y es la 19ª antífona de las 21 que se cantan durante la procesión después de la bendición de las velas en la fiesta de la Purificación de Nuestra Señora, siguiendo una musicalidad similar al tono II del Canto Gregoriano; y como antífona post-Evangelio en las fiestas de Nuestra Señora del Carmen y la Dedicación de Santa María la Mayor, así como en la misa votiva de Santa María en sábado. La vigésima antífona, con la misma música, tiene una letra similar:
    Sub tuam protectiónem confúgimus, ubi infírmi suscepérunt virtútem, et propter hoc tibi psállimus, Dei Génitrix vera (Bajo tu protección nos acogemos, donde los débiles reciben fortaleza. Y por eso te cantamos a ti, verdadera Madre de Dios).
    Esta antífona tiene origen oriental (la procesión de la Candelaria fue introducida en Roma por San Sergio I, natural de Antioquía de Siria).
  • En el rito bizantino, esta oración es rezada entre las oraciones finales de las Vísperas de la Gran Cuaresma, después de tres troparios: el Ave María, un tropario a San Juan Bautista y otro a los Santos Apóstoles (por lo que viene a ser un tropario apolitikon, esto es, cambiante).
  • Rusia acoge esta oración como una devoción a lo largo del año, concluyendo con la triple invocación «Пресвѧтаѧ Богородице спаси насъ» («Santísima Madre de Dios, salvadnos»). De este himno se conservan dos versiones en eslavo eclesiástico: La primera, conservada por los Veteroritualistas de la Iglesia Ortodoxa rusa:
Подъ твою милость,
прибѣгаемъ богородице дѣво,
молитвъ нашихъ не презри в скорбѣхъ.
но ѿ бѣдъ избави насъ,
едина чистаѧ и благословеннаѧ.
(Debajo de tu piedad,
Nos refugiamos, Oh Virgen Madre de Dios:
No desaires las súplicas de nuestra aflicción,
Mas líbranos de los peligros,
Oh Única pura y bendita).
 
Y la segunda, que es la revisión hecha por el patriarca Nikón en 1666, y empleada en la iglesia ortodoxa rusa:
Подъ твое благѹтробїе
прибѣгаемъ Богородице,
моленїѧ наша не презри во ωбстоѧнїй,
но ѿ бѣдъ исбави ны,
едина Чистаѧ, едина Благословеннаѧ.
(Bajo tu ternura de corazón
Nos refugiamos, Oh Madre de Dios,
No desaires nuestras suplicas en la necesidad,
Mas líbranos de los peligros,
Oh Única pura y bendita).
  • En el Santo Rosario, esta oración es rezada al finalizar, después del Memoráre y antes del Magníficat. En Alemania, Letonia, Lituania y Polonia, el Sub tuum præsídium es rezado al final de las Letanías Lauretanas (los maronitas del Líbano también siguen esta costumbre, igual que en la parisina procesión por el Voto de Luis XIII -15 de Agosto-), añadiendo al final de ésta el verso «Dómina nostra, Mediátrix nostra, Advocáta nostra, tuo Fílio nos reconcília, tuo Fílio nos recomménda, tuo Fílio nos represénta, nunc et in hora mortis nostræ» («Señora nuestra, Medianera nuestra, Abogada nuestra, reconcílianos con tu Hijo, encomiéndanos a tu Hijo, represéntanos ante tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte»), compuesto por San Bernardo de Claraval, concluyendo el Rosario con las oraciones acostumbradas (Ora pro nobis, Sancta Dei genétrix..., y Concéde nos).
  • Los dominicos siguen la práctica del Rito Romano, con la particularidad que los frailes cantan la antífona de rodillas, y concluyen simplemente diciendo «Virgo benedícta»).
  • San Juan Bosco exhortaba a los salesianos a rezar la antífona junto con la jaculatoria «María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros». También los padres de San Sulpicio la rezan al final de las clases en sus seminarios.
  • La Legión de María reza el Sub tuum præsídium como la primera entre las oraciones finales de cada reunión.