jueves, 29 de marzo de 2018

BERGOGLIO INSULTANDO A LA BEATA IMELDA LAMBERTINI

“CAVE, BERGÓGLIUM LÓQUITUR EST!” (¡CUIDADO, BERGOGLIO ESTÁ HABLANDO!)
   
Durante la Reunión presinodal con los jóvenes en el Pontificio Colegio Internacional “María Mater Ecclésiæ”, el pasado 19 de Marzo, Bergoglio se dirigió al auditorio y al final respondió preguntas del auditorio. Ante la pregunta del seminarista greco-católico ucraniano Yulian Vendzilovych sobre cómo afrontar el sacerdocio en el mundo contemporáneo, le respondió diciendo:
«[...] He aquí la relación entre el sacerdote y la comunidad: también la relación debe ser testimonial. Porque hay una enfermedad muy grande, que es el clericalismo, y nosotros debemos salir de esta enfermedad. Algunos de vosotros no sois católicos, otros no sois creyentes, pero lo digo con tanta humildad: es una de las enfermedades más feas de la Iglesia. El clericalismo. Cuando una comunidad busca a un sacerdote y no encuentra a un padre y a un hermano, sino a un doctor, a un profesor o a un príncipe… Y esta es una de las enfermedades que hacen tanto mal a la Iglesia. Yo estoy preocupado por esto, porque se confunde el rol paternal del sacerdote y se reduce a un papel de dirigente: el “jefe”. El “jefe” de la empresa, el dirigente… Y me preocupan también comportamientos no paternos, no fraternales del sacerdote que en la relación con la comunidad no lo hacen ser testigo de Cristo. Por ejemplo, el espiritualismo exagerado: cuando te encuentras a estos sacerdotes que piensan estar siempre en el cielo, que son incapaces de comprender, creo que con una actitud así –como digo yo– “con la cara de la beata Imelda” [Risas de Bergoglio y el auditorio], así no, no funciona… Cuando tú has cometido una de esas caídas que se cometen en la vida, ¿cómo vas a contársela a él? ¡Pero tú tienes miedo! No encuentras en él el testimonio de la misericordia de Cristo. O cuando tú ves a un sacerdote que es rígido, que va siempre adelante con rigidez, pero ¿cómo la comunidad puede ir a él? Falta el testimonio. Y cuando ves un sacerdote mundano, es feo, es peor. Reza por ellos, para que el Señor los convierta».
  
Además de mostrarse irrespetuoso frente a la vocación sacerdotal (cosa que NI BERGOGLIO TIENE, ni en la Deuterovaticanidad existe) al tratarlos como poca cosa y hablando en contra del clericalismo que ÉL MISMO REPRESENTA, Bergoglio se burla del Santo Sacrificio de la Misa, que a tantos Católicos ha sostenido y sostiene en su camino hacia la eternidad, como el caso de la Beata Imelda Lambertini OP, quien, habiendo deseado fervientemente recibir a Jesús Sacramentado (a pesar que en el siglo XIV la Comunión no se recibía sino a los 14 años), la víspera de la Ascención del año 1333 vio en plena Misa que una Hostia salió del ciborio y se posó sobre nuestra religiosa, ante lo cual el Sacerdote le dio la Comunión, y ella murió al poco tiempo. La hermana Imelda fue beatificada en 1826, y ante su ejemplo, San Pío X la proclamó Patrona de los primeros comulgantes y dispuso mediante el decreto “Quam Singulári Christus amóre” del 8 de Agosto de 1910 que una vez los niños llegaren a la edad de razón (7 años aproximadamente) deben ser admitidos a la Sagrada Comunión.
  
Beata Imelda Lambertini OP
  
Nuevamente esta es una evidencia más de que Bergoglio, si no es el Anticristo, sí es uno de sus émulos y precursores, ya que al igual que él, abre la boca para blasfemar contra Dios, y su Tabernáculo, y los habitantes del Cielo (cf. Apoc. XIII, 6). Además, él está irremisiblemente atado al lenguaje altisonante y escandalizador, actitudes que no quedan bien a nadie, y menos a una persona de su edad. Pero bueno, ya no se puede hacer más: cuando él vea las estadísticas de su Anuario Pontificio, y cómo las cifras de fieles y de “vocaciones” van en picado, QUE NO SE QUEJE. Y menos cuando en el divino Tribunal le toque rendir cuentas de todas sus pocasvergüenzas.
    
Hoy Jueves Santo, pidamos por intercesión de la Beata Imelda Lambertini que Dios nuestro Señor encienda en nosotros el santo anhelo de acercarnos con recta conciencia para recibirle (sea sacramental o espiritualmente) y merezcamos estar eternamente con Él en el Cielo:
Dómine Jesu Christe, qui beátam Vírginem Iméldam igníto caritátis amóre sauciátam, et immaculátaHóstia mirabíliter reféctam, in cœlum suscepísti: fac nos ejus intercessióne, eódem caritátis fervóre ad sacram mensam accédere; ut appetámus dissólvi, et esse tecum mereámur: Qui vivis et regnas cum Deo Patre, in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum. Amen. (Oh Señor Jesucristo, que recibiste en el Cielo a la bienaventurada virgen Imelda, herida de ardiente caridad, tras alimentarla admirablemente con la inmaculada Hostia: haz que por su intercesión nos acerquemos a la sagrada Mesa con la misma caridad, para que deseemos morir y merezcamos estar contigo, que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén) [Misal de la Orden de Predicadores, Oración colecta en honor a la Beata Imelda Lambertini -13 de Mayo-]
  
JORGE RONDÓN SANTOS
29 de Marzo de 2018.
Jueves Santo.

lunes, 26 de marzo de 2018

EL PADRE JEAN SIEGEL PARTIÓ A RECIBIR LA CORONA INMORTAL

  
El pasado Viernes 23 de Marzo de 2018, Viernes de Pasión y conmemoración de los Siete Dolores de Nuestra Señora, falleció en Thal-Drulingen (Bajo Rin, región de Alsacia, Francia), el padre Jean Siegel a los 93 años de edad.
 
El Padre Siegel nació en 1925, fue ordenado sacerdote en 1949 bajo el pontificado de Pío XII y designado en 1955 párroco de Berg y Thal-Druligen. Rechazó las doctrinas heréticas y la misa inválida de Montini Alghisi/Pablo VI, cosa que le valió la más agria y despiadada persecución de Léon-Arthur Elchinger, el obispo modernista de Estrasburgo, luego de que un grupo de sacerdotes alsacianos fieles al Catolicismo (entre ellos el P. Siegel) ocuparon la iglesia estrasburguesa de San Juan Bautista el 25 de Septiembre de 1977, pocos meses después de ser tomada en París la iglesia de San Nicolás de Chardonnet por el Padre Louis Coache.
  
Elchinger, con tal de silenciar al P. Siegel, envió en Octubre de ese año una carta a sus feligreses con un lenguaje hipócrita, pero luego pasó al ataque directo: envió gendarmes, suspensiones, prohibiciones, amenazas (una vez, el padre Siegel encontró su coche lleno de proyectiles de fusil). En noviembre de 1977, Elchinger publicó su decreto contra el padre Siegel, pretendiendo abatir su parroquia y ordenándole someterse a Montini. Como el esfuerzo fue en vano, el pérfido obispo ordenó que el Estado dejara de pagarle el estipendio, pero la justicia secular de Alsacia-Mosella revocó tan perversa decisión en 1980. Elchinger pasó a rendir cuentas de sus exacciones ante Dios el 3 de Julio de 1998.
  
El P. Siegel continuó en su iglesia de Thal-Drulingen ofreciendo el Santo Sacrificio de la Misa y predicando la Fe Católica Tradicional hasta Noviembre del año pasado. Fue un digno atleta de la Fe, un Miles Christi a carta cabal. Dios nuestro Señor le reciba en su Gloria, e interceda por cuantos quedamos todavía combatiendo en la línea de fuego.
 
QUI NOS PRÆCESSÉRUNT IN FIDE, REQUIÉSCANT IN PACE. AMEN.

PRIMER MINISTRO DE LA INDIA: «BERGOGLIO, NO TE VISTAS, QUE NO VENDRÁS»

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
  
MIENTRAS LA REPUTACIÓN DE BERGOGLIO VA EN PICADO, INDIA RECHAZA NUEVAMENTE UNA INVITACIÓN PARA UN VIAJE PAPAL
  
La foto habla por sí sola: el primer ministro indio Narendra Modi (izquierda) rechazó la petición presentada por el cardenal Oswald Gracias para la llegada de Bergoglio a su país.
   
Una vez más, la India ha ignorado al Antipapa marxista Francisco Bergoglio. Hablando por 1,500’000.000 ciudadanos de la India, el segundo país más poblado del mundo después de la China roja, el primer ministro Narendra Modi le dijo a Bergoglio que siguiera esperando en Roma. Fue la más reciente cachetada a Bergoglio, quien ahora está afectado en todos los frentes por su doctrina herética, su incitación a la pedofilia entre su clero conciliar, y por sus mentiras manifiestas a la prensa internacional.
   
El 20 de Marzo de 2018, el cardenal deuterovaticano Oswald Gracias salió de la sede de gobierno de Nueva Delhi con las manos vacías. Bergoglio ansiaba tomar un viaje a la India en 2019. Se suponía que Bergoglio recibiría una invitación para el año 2018, pero eso no tuvo lugar. Gracias le habló al Primer Minstro sobre el supuesto «gran amor y aceptación que tiene el papa entre los pueblos del mundo, también en la India, y que tenerlo en la India beneficiaría al país».
  
Modi no compró esa perorata bergogliana. Modi sabe bien que Bergoglio está siendo rechazado cada vez más por el mundo a causa de su hipocresía e inmoralidad. [Parte de la información para este Comentario proviene de UCA News, Servicio Católico independiente de noticias de Asia].
  
Verdaderos Católicos, el Primer ministro indio Modi tiene justas razones para rechazar a Bergoglio. El agente de Bergoglio, el cardenal Mar George Alencherry de los Siro-malabares y parte de su personal, han sido acusados penalmente en la India por corrupción en relación a unos títulos de propiedad para la neo-iglesia. Cada vez más, Bergoglio se está convirtiendo en persona non grata alrededor del mundo, pero la mayoría de los medios izquierdistas escasamente darán cobertura a los hechos sobre su portaestandarte, el Antipapa marxista, que quiere destruir el Catolicismo y la Cristiandad.

DEL EJEMPLO DE LAS ABEJAS

  
Vuestra presencia en tan gran número, vuestro deseo de encontraros reunidos delante de Nos, queridos hijos, Nos procura un verdadero consuelo, por lo que os expresamos de corazón Nuestra gratitud por vuestros homenajes y por vuestros dones, unos y otros particularmente gratos. Más allá del valor material o técnico, el trabajo que representan, ofrece por su naturaleza y por su significado, un interés psicológico, moral, social, incluso también religioso, de no poco valor. Las abejas, ¿no han sido quizás unánimemente cantadas por la poesía tanto sacra como profana, de todos los tiempos?
 
Estas abejas, movidas y dirigidas por el instinto, vestigio y testimonio visible de la sabiduría invisible del Creador, ¡qué lecciones dan a los hombres, que son –o deberían ser- guiados por la razón, vivo reflejo del intelecto divino!
  
Ejemplo de vida y de actividad social, en cada una de sus categorías tiene su oficio que realizar, y lo cumple exactamente –se estaría casi tentado de decir: conscientemente-, sin envidia, sin rivalidad, con orden, en el puesto asignado a cada una, con cuidado y amor. También el observador más inexperto en materia de apicultura admira la delicadeza y la perfección de este trabajo. Muy diferente de la mariposa que revolotea de flor en flor por pura distracción, de la avispa o del avispón, agresores brutales, que parecen no querer otra cosa que el mal, sin beneficio para nadie: la abeja penetra hasta el fondo del cáliz, diligente, activa y tan delicada que, una vez recogido su precioso botín, deja dulcemente las flores, sin haber lesionado mínimamente siquiera el ligero tejido de su vestido, sin haber hecho perder a uno sólo de sus pétalos su inmaculada frescura.
  
Después, cargada del néctar perfumado, del polen, de los propóleos, sin rodeos caprichosos, sin retrasos indolentes, rápida como una flecha, con un vuelo de una precisión impecable y segura, vuelve a entrar en la colmena, donde el trabajo animoso prosigue intenso, para la elaboración de las riquezas cuidadosamente recogidas y la producción de la cera y de la miel. «Fervet opus, redoléntque thymo fragrántia mella» [bullen de actividad; la fragante miel exhala vivos aromas de tomillo] (Virgilio, Geórgicas, 4, 169).
  
¡Ah! Si los hombres quisieran y supieran escuchar la lección de las abejas; si cada uno supiese hacer con orden y con amor, en el puesto señalado por la Providencia, su deber cotidiano; si cada uno supiera gustar, amar, valorizar, en la colaboración íntima del hogar doméstico, los pequeños tesoros acumulados durante su jornada de trabajo fuera de casa; si los hombres supieran sacar provecho con delicadeza, con elegancia (hablando a la manera humana), con caridad (hablando cristianamente), en las relaciones con sus semejantes, de todo lo que éstos han conseguido en su espíritu de verdadero y hermoso, de todo lo bueno y honesto que ellos llevan en el fondo de sus corazones, sin ofenderlos, y discreta y honestamente, sin alterarse, sin celos y sin orgullo, las riquezas adquiridas en el contacto con sus hermanos y elaborarlas luego por su cuenta; si, en una palabra, aprendiesen a hacer mediante su inteligencia y su entendimiento lo que las abejas hacen instintivamente, ¡cuánto mejor estaría el mundo! 
  
Trabajando como las abejas, con orden y con paz, los hombres aprenderán a gustar, a hacer gustar a los demás, el fruto de sus fatigas, la miel y la cera, la dulzura y la luz de esta vida mortal. En cambio, cuántas veces, por desgracia, estropean lo mejor y lo más hermoso con su aspereza, su violencia y malicia. ¡Cuántas veces no saben buscar y hallar en todo sino la imperfección y el mal, desnaturalizando hasta las intenciones más rectas; convertir en amargura hasta el bien!
  
Aprended, pues, a penetrar con respeto, con confianza y con caridad discreta, pero profundamente, en la inteligencia y en el corazón de vuestros semejantes, y entonces sabrán descubrir, como las abejas, en las almas más humildes, el perfume de nobles cualidades, de eminentes virtudes, ignoradas a veces hasta por los mismos que las poseen. Sabrán discernir en el fondo de las inteligencias más obtusas, de los espíritus más incultos, en el fondo mismo de los pensamientos de sus adversarios, alguna traza, por lo menos, de sano juicio, algún vislumbre de verdad y bondad.
   
En cuanto a vosotros, queridos hijos, que, inclinados sobre vuestras colmenas, realizáis con todo cuidado las más variadas y delicadas operaciones de la apicultura, dejad que vuestro espíritu se eleve a un místico vuelo, para gustar la suavidad de Dios, la dulzura de su palabra y de su ley (Ps. 18,2; 118,103), para contemplar la luz divina, de la que es símbolo la llama encendida del cirio, producto de la madre abeja, como canta en su maravillosa del Sábado Santo: «Álitur enim liquántibus ceris, quas in substántiam pretiósæ hujus lámpadis apis mater edúxit» [Pues se alimenta de la cera derretida, que sacó la madre abeja para sustancia de esta preciosa llama].
   
PÍO XII, Discurso a los participantes en el Congreso nacional italiano de apicultura, 27 de Noviembre de 1947 - Traducción de Javier Sánchez Martínez

domingo, 25 de marzo de 2018

NO TE AVERGÜENCES DE HACER LA SEÑAL DE LA CRUZ

“Por tanto, no nos debemos avergonzar de la Cruz de Cristo; pero aunque otro la oculte, sígnate abiertamente sobre tu frente, para que los demonios puedan ver el sello real y huyan lejos temblando. Haz entonces esta señal al comer y beber, al sentarte, al acostarte, al despertar, al hablar, al caminar: en una palabra, en todo acto”. (San Cirilo de Jerusalén).

BUGNINI QUERÍA TAMBIÉN CAMBIAR EL ROSARIO

En el hinchado y regodeante libro La Reforma de la Liturgia: 1948-1975 del masón y arquitecto del Novus Ordo Aníbal Bugnini Ranieri, hombre plagado de superioridad de pavo real, ego monumental y desprecio al bimilenario Rito Romano Tradicional, se puede encontrar entre las páginas 874-877 que él, que tanto enfatizaba en la “noble simplicidad”, la eliminación de “repeticiones inútiles” y “añadiduras históricas”, también quería destruir el Rosario. ¿Cómo planeaba hacerlo? Primero, él iba a limitar el Padre nuestro a una sola vez al comienzo del Rosario. Esto es, que al comienzo de cada década. Una “versión pública” del Rosario contendría solamente una década de Avemarías.
  
No solamente tuvo la increíble iniciativa para destruir una oración rezada por millones de católicos a lo largo de la historia y cuya procedencia viene de la misma Virgen Santísima, quien se lo reveló a Santo Domingo de Guzmán y los mismos Papas (hasta Pío XII inclusive) enriquecieron con indulgencias, sino que iba a demoler el Ave María removiéndole las partes “no bíblicas”. Esto es, todo desde “Santa María, Madre de Dios” sería suprimido, quedando solamente el Dios te salve María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre» (la palabra Jesús al final de esta segunda mitad del Rosario sería también eliminada) y así, por 10 veces (finalizando cada decena con el “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte” previamente eliminado), en el muy moderno y modificado Rosario de Bugnini. Tan “generoso” él.
  
En cuanto al “Rosario público” –para los modernistas, el Rosario tradicional ha sido un agravio a los protestantes, y Bugnini haría todo lo posible para apaciguarlos (sin éxito discernible)–, éste hubiera sido extremadamente irreconocible como tal, como quiera que solamente una década del Ave María truncado anteriormente estaría presente, siendo el resto remplazado por pasajes de la Escritura, himnos (y podréis imaginaros qué tipo de jolgorio hubiera traído consigo), y fragmentos de los escritos de varios exégetas modernistas.
   
Montini/Pablo VI estaba entonces con cierta simpatía hacia la idea, pero sentía que el resentimiento de los fieles sería una carga demasiado grande para él (se cuenta que sus secretarios le escuchaban decir como frenético “No quiero traicionar a Cristo”). Bugnini cuenta en la pág. 876 que Pablo VI replicó a través de su Secretario de Estado: «Los fieles concluirían que “el Papa ha cambiado el Rosario”, y el efecto sicológico sería desastroso… Cualquier cambio en él no puede menos que disminuir la confianza de los sencillos y los pobres».  Conclusión sumamente irónica al provenir del mismo hombre que no tuvo reparo en darle el nihil obstat e imprimátur al cambio sobre la Misa a la que muchos católicos se habían habituado.
  
Sin arredrarse por este rechazo, Bugnini se obstinó en presentar dos esquemas más apelando a revisiones a varias prácticas devotas en honor de la Virgen. Bugnini en todos los esquemas introducía de contrabando más párrafos pidiendo revisar el Rosario. El tercer esquema motivó que Pablo VI le demandara específicamente «eliminar algunos párrafos sobre el Rosario y remover también toda referencia a alterar el orden de los Misterios». Él le advirtió a Bugnini que «el Rosario debe permanecer intacto en su forma y sin cambio alguno respecto a lo que ahora es. Que cualquier nueva forma de devoción mariana tome su lugar en torno al Rosario». Derrotado, Bugnini reconoce en la página siguiente que «en el cuarto esquema todas las referencias para una revisión del Rosario han desaparecido».
  
Dos años después, Montini publica la exhortación apostólica Mariális Cultus, donde defiende el orden tradicional del Santo Rosario, CONDENANDO ANTICIPADAMENTE A WOJTYŁA KATZ y sus “Misterios Luminosos”. En cuanto a Bugnini (que ambicionaba el capelo), fue enviado a Teherán como pro-nuncio apostólico en 1976, tras salir a la luz la Lista Pecorelli de prelados masones, donde aparecía con el n.º 25, nombre masónico secreto BUAN, fecha de iniciación 23 de abril de 1963 y contraseña secreta 136-75 [Cfr. Bulletin de l’Occident Chrétien núm. 12 (Julio de 1976), Bourg-le-Roi, Francia]. Allí le tocó presenciar la Revolución Islámica y la crisis de los rehenes. Posteriormente regresó a Roma, donde murió el 3 de Julio de 1982 en la clínica Pío XI.
  
Bugnini, en su arrogancia tras haber logrado convertir el bimilenario Santo Sacrificio de la Misa por una cena comunal como lo es el servicio Novus Ordo, pudiera haber pensado del Santo Rosario de Nuestra Señora: «Hmmm…, esa oración que los Católicos han rezado por más de setecientos años y que creen que ha sido revelada directamente por María es realmente deficiente y retrógrada, y ciertamente no es “ecuménica”. Necesita seriamente ser actualizada y cambiada, sobre todo para que los “hermanos separados” dejen de acusarnos de idólatras». Pero Dios nuestro Señor, quien se vale incluso de los infieles para hacer cumplir su Voluntad, y hizo que un Montini en parte decepcionado tras las múltiples quejas tras la imposición del Novus Ordo, rechazara las propuestas de Bugnini; y tras saber que éste era masón, le desterrase de la Curia. Y ciertamente la Virgen tampoco vería con beneplácito el proyecto bugniniano de metérsele con SU salterio, el cual fue revelado a Santo Domingo de Guzmán para honrarla a ella e implorar su intercesión para aplacar la ira de Dios y fortalecer a los fieles en los tiempos de tribulación y apostasía.
  
JORGE RONDÓN SANTOS
25 de Marzo de 2018 (hoy Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado)
Domingo de Ramos

sábado, 24 de marzo de 2018

ORACIÓN DE SAN BUENAVENTURA A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

   
Oh Virgen dolorosa, unidme al menos a las humillaciones y llagas de vuestro Hijo, para que tanto Él como Vos podáis encontrar alivio al haber alguien que comparta vuestros sufrimientos. ¡Ah, cuán felíz sería yo si pudiese hacer esto! ¿Habrá quizás algo más grande, dulcísimo, o más ventajoso para una persona? ¿Por qué no me concedéis lo que os pido? Si os he ofendido, sed justa y traspasad mi corazón. Si os he sido fiel, no me dejéis sin recompensa, dadme vuestros dolores.

jueves, 22 de marzo de 2018

ORACIÓN DE SAN NICOLÁS DE FLÜE

 
LATÍN
Dómine meus ac Deus meus, áufer a me quídquid ad Te me impédit!
Dómine meus ac Deus meus, da mihi quidquid ad Te me addúcit!
Dómine meus ac Deus meus, solve me a me et da me totum Tibi esse próprium!
 
TRADUCCIÓN
Señor mío y Dios mío, aleja de mí todo lo que me aleje de Ti.
Señor mío y Dios mío, concédeme todo lo que me acerque a Ti.
Señor mío y Dios mío, líbrame de mí mismo y concédeme poseerte sólo a Ti.

martes, 20 de marzo de 2018

UNA COSA ES CORREGIR, Y OTRA ES TOLERAR A LOS HEREJES

San Nicolás de Bari abofeteando a Arrio (Giovanni Gasparro)
    
Objeciones por las que parece que deben ser tolerados los herejes:
  1. En la carta a Timoteo dice el Apóstol: A un siervo del Señor (le conviene) ser sufrido y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad y volver al buen sentido, librándose de los lazos del diablo (2 Tim. 2, 24). Ahora bien, si no se tolera a los herejes, sino que se les entrega a la muerte, se les quita la oportunidad de arrepentirse. Y entonces parece que se obra contra el mandato del Apóstol.
  2. Se debe tolerar lo que sea necesario en la Iglesia. Pues bien, en la Iglesia son necesarias las herejías, ya que afirma el Apóstol: Tiene que haber también entre vosotros discusiones para que se ponga de manifiesto quiénes entre vosotros son de probada virtud (1 Cor. 11, 19). Parece, pues, que deben ser tolerados los herejes.
  3. El Señor mandó a sus siervos (Mat. 13, 30) que dejasen crecer la cizaña hasta la siega, que es el fin del mundo, según se expresa allí mismo (ver. 39). Mas por la cizaña, en expresión de los santos, están significados los herejes. Por lo tanto, se debe tolerar a los herejes.
Contra esto: está lo que escribe el Apóstol: Después de una primera y segunda corrección, rehuye al hereje, sabiendo que está pervertido (Tito 3, 10-11).
 
Respondo: En los herejes hay que considerar dos aspectos: uno, por parte de ellos; otro, por parte de la Iglesia. Por parte de ellos hay en realidad pecado por el que merecieron no solamente la separación de la Iglesia por la excomunión, sino también la exclusión del mundo con la muerte. En realidad, es mucho más grave corromper la fe, vida del alma, que falsificar moneda con que se sustenta la vida temporal. Por eso, si quienes falsifican moneda, u otro tipo de malhechores, justamente son entregados, sin más, a la muerte por los príncipes seculares, con mayor razón los herejes convictos de herejía podrían no solamente ser excomulgados, sino también entregados con toda justicia a la pena de muerte.
 
Mas por parte de la Iglesia está la misericordia en favor de la conversión de los que yerran, y por eso no se les condena, sin más, sino después de una primera y segunda amonestación (Tito 3,10), como enseña el Apóstol. Pero después de esto, si sigue todavía pertinaz, la Iglesia, sin esperanza ya de su conversión, mira por la salvación de los demás, y los separa de sí por sentencia de excomunión. Y aún va más allá relajándolos al juicio secular para su exterminio del mundo con la muerte. A este propósito afirma San Jerónimo (Sobre Gálatas 5) y se lee en el Decreto de Graciano (Parte segunda, causa 24, quǽstio 3, cap. XVI “Mali ab Ecclésia sunt eliminándi”): Hay que remondar las carnes podridas, y a la oveja sarnosa hay que separarla del aprisco, no sea que toda la casa arda, la masa se corrompa, la carne se pudra y el ganado se pierda. Arrio, en Alejandría, fue una chispa, pero, por no ser sofocada al instante, todo el orbe se vio arrasado con su llama.
 
A las objeciones:
  1. A esa moderación incumbe corregir una y otra vez. Y si se niega a volver de nuevo, se le considera pervertido, como consta por la autoridad aducida del Apóstol (Tito 3, 10).
  2. La utilidad de las herejías es ajena a la intención de los herejes. Es decir, la firmeza de los fieles, como afirma el Apóstol, queda comprobada y ella parece sacudir la pereza y penetrar con mayor solicitud en las divinas Escrituras, como escribe San Agustín (Comentario del Génesis contra los Maniqueos, libro primero, cap. I, 2). La intención, en cambio, de los herejes es corromper la fe, que es el mayor perjuicio. Por esa razón hay que prestar mayor atención a lo que directamente pretenden, para excluirlos, que a lo que está fuera de su intención, para tolerarlos.
  3. Según consta en el Decreto (Parte segunda, causa 24, quǽstio 3, cap. XXXVII “Non contradícit, set pótius obœ́dis Evangélio, qui malos excommunícat”, de la carta del Papa Urbano II), una cosa es la excomunión y otra la extirpación, pues se excomulga a uno, como dice el Apóstol, para que su alma se salve en el día del Señor. Mas si, por otra parte, son extirpados por la muerte los herejes, eso no va contra el mandamiento del Señor. Ese mandamiento se ha de entender para el caso de que no se pueda extirpar la cizaña sin el trigo, como ya dijimos al tratar de los infieles en general (quǽstio 10, art. 8, ad objéctio 1.).
  
SANTO TOMÁS DE AQUINO. Suma Teológica, parte II-IIæ, cuestión 11, art. 3: “¿Hay que tolerar a los herejes?”.

DE LA RESPUESTA DE NUESTRO SEÑOR A PILATOS (Joann. XIX, 11)


“Ecce Homo!” (Mihály Munkácsy).
  
Los judíos lanzaron finalmente el grito decisivo:
“Nosotros tenemos una Ley y, según esta Ley, debe morir, porque se ha hecho Hijo de Dios”.
  
Ante estas palabras, remarca San Juan (XIX, 8), Pilatos temió aún más. Al entrar de nuevo al pretorio, le dijo a Jesús:
“¿De dónde eres Tú?”.
Jesús no le dio respuesta.
“Díjole, entonces, Pilatos: “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo el poder de librarte y el poder de crucificarte?”.
  
Esta vez, Jesús responde:
“No tendrías sobre Mí ningún poder, si (poder) no te hubiera sido dado de lo alto, por esto quien me entregó a ti, tiene mayor pecado”.
  
Después de esta respuesta, nota todavía San Juan (XIX, 12), Pilatos busca salvar a Jesús.
     
En esta breve respuesta de Nuestro Señor, hay al menos cinco elementos que los comentadores han interpretado en forma diversa.
  1. El poder reconocido a Pilatos: ¿Es un poder legítimo, privilegio del gobernador romano, o bien una pura licencia de obrar, común a todos los enemigos de Cristo, cuya hora ha venido junto con el poder de las Tinieblas? (Luc. XXII, 53). 
  2. El origen de ese poder: ¿Es Dios que inviste a Pilatos de una particular autoridad o al menos permitiéndole hacer crucificar a Jesús, o bien Satán cuyo “reino es de una región superior a la nuestra”? (Cfr. Mons. Émile Le Camus, Vie de Notre-Seigneur, tomo III, pág. 324, nota 3).
  3. El hecho que agrava el pecado del que ha entregado a Jesús: ¿Está sobreentendido (y entonces no queda más el apuro de la elección) o bien es el poder reconocido a Pilatos, o no es más bien el carácter condicional de ese poder? (cfr. Jansenio Gandaviense).
  4. El que ha entregado a Jesús a Pilatos: ¿Es Satanás, Judas, Caifás, los judíos en general o incluso todos los pecadores por cuya salvación Dios sacrificó a su Hijo?
  5. El pecado menos grande que sobreentiende el pecado más grande del traidor, sea quien sea: ¿Es, según la opinión recibida, el pecado de Pilatos? ¿No es más bien el pecado del traidor, pero en una hipótesis no realizada? ¿En la hipótesis en que Pilatos no hubiera tenido ninguna clase de poder sobre Jesús (opinión de Alfred Loisy descartada por el P. Réginald Garrigou-Lagrange), o bien en la hipótesis en que Pilatos hubiera tenido todo poder sobre el acusado, es decir, si este hubiera sido un hombre como otro y no el Hijo de Dios?
   
Creemos que hay que adoptar esta última hipótesis. El segundo término de la comparación no es el pecado de Pilatos (todavía futuro), sino el del traidor en el estado aparente de las cosas que Pilatos ha formulado en su exabrupto y que Nuestro Señor desmiente en su respuesta. Esta respuesta deviene menos oscura si invertimos el orden de las proposiciones, invirtiendo al mismo tiempo el sentido de su conjunción: el que me ha entregado a ti tiene un pecado más grande[1], porque tú no tendrías sobre mí ningún poder, si no te hubiera sido dado de lo alto, es decir, porque, siendo Hijo de Dios, estoy naturalmente fuera de tu jurisdicción.
  
Admitido esto, todas las dificultades desaparecen.
  1. El poder de Pilatos es un poder precario, condicional, naturalmente irreal, del cual no usará el detentador sino en cuanto se lo permita el mismo acusado. Jansenio el Grande (1596) ya lo había remarcado, pero sin adivinar, parece, por qué la naturaleza débil del poder de Pilatos agravaba la falta de los judíos. Es que el contexto pone allí la afirmación del carácter divino del acusado, y que entregar un Dios (sacrilegio) es más grave que entregar un puro hombre (injusticia).
  2. El permiso que hace capaz a Pilatos de hacer bien o mal a Jesús viene evidentemente de Dios.
  3. El hecho que agrava el pecado del que entregó a Jesús a Pilatos, es que Pilatos no tendría ningún poder sobre Jesús sin el permiso divino; es toda la primera proposición: “no tendrías… si…”, y no el sobreentendido del irreal: “pero tú has de hecho…”.
  4. No importa para nada saber nominalmente quién entregó al Hijo de Dios, porque se trata del hecho de entregarlo, la formalidad misma del que entrega al Hijo de Dios, es eso lo que Nuestro Señor tiene en cuenta aquí y no otra cosa.
  5. En cuanto a la falta futura de Pilatos, ella no puede ser vista directamente, como se ha creído generalmente. Sin embargo, está implícita en el mismo juicio dado sobre la falta de los judíos: si es más grave entregar al Hijo de Dios, es más grave aún condenarlo.
  
La interpretación que proponemos hace más que resolver las dificultades del texto. Relaciona el texto con el contexto y explica la actitud de Nuestro Señor. Al responder al exabrupto de Pilatos, Nuestro Señor responde al mismo tiempo la pregunta precedente: “¿De dónde eres?”. Pues, negar que el juez tenga naturalmente al acusado en su poder, es afirmar que ese acusado es de una condición excepcional, que es verdaderamente lo que los judíos le señalan y que hay en Él ese Dios escondido cuyo presentimiento aumentó la inquietud de Pilatos. El majus peccátum es un eco del magis tímuit.
  
Nuestro Señor es, pues, condescendiente. También es justo. Está muy lejos de decirle al dubitante Pilatos que su pecado eventual será siempre menor que el de los judíos; por el contrario, le declara que el pecado de los judíos es más grave que lo que se imagina y que, por lo tanto, debe pensar dos veces cooperar con él. Y Pilatos comprendió bien la lección. Redobló los esfuerzos para salvar al misterioso desconocido. Pero ¡ay!, el miedo al César acallará finalmente el miedo al Dios escondido.
  
P. RENÉ THIBAUT SJ. Revista Nouvelle Revue Théologique, Tomo LIV (1927), págs. 208-211.
   
NOTA (del traductor original)
[1] “Tiene un pecado más grande… que el que te imaginas”, como se vé más abajo.

lunes, 19 de marzo de 2018

LETANÍA AL CASTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ

  
LATÍN
Kýrie, eléison.
Christe, eleison.
Kýrie, eléison.
  
Christe, audi nos.
Christe, exáudi nos.
  
Pater de cœlis Deus, miserére nobis.
Fili Redémptor mundi Deus, miserére nobis.
Spíritus Sancte Deus, miserére nobis.
Sancta Trínitas unus Deus, miserére nobis.
  
Cor Jesu Sacratíssimum, in te confído.
Cor Maríæ Immaculátum, esto salus nostra.
Cor Joseph Castíssimum, nobis esto præsídium.
Cor Joseph Castíssimum, in sinu matris sanctificátum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, sancto intelléctu gratificátum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, divína caritáte ornátum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, de domo Jacob, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, fili David, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, de rádice Jesse, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, præpósitus divíni Regis, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, novus Mardochǽus, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, qui cum Ángelis somnis communicásti, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, cui nomen Salvatóris Spíritus Sancti revelátus est, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, cui mystérium Incarnatiónis concréditum est, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, qui Sátanæ consília disturbásti, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, beátæ Maríæ Vírginis protéctor, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, custos Christi, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, qui anxietátes et aerúmnas cognovísti, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, qui persecutiónem ac exúlem passus es, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, lætórum córdium sodális, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, sponsórum ac patruum exémplar, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, Sácribus Córdibus Jesu et Maríæ unítum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, servus Dei diléctus, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, Dei voluntáti obœdientíssimus, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, divíno amóre plenum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, innocentíssimum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, fidelíssimum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, sperantíssimum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, lætíssimum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, humíllimum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, qui in bráchiis Jesu et Maríæ ex hac vita migrásti, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, a mórtuis resurréctum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, in cœlum assúmptum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, a Deo coronátum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, adjútor Christianórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, pater orphanórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, tutor viduárum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, ánimus opíficum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, auxiliátor inoperantium, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, confúgium exagitatórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, solácium exsulórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, báculus vetulórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, asýlum peccatórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, sánitas ægrotórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, confortátor moriéntium, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, terror dæmónum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, contra mendácia et hæréses defénsor, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, amícus Angelórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, princeps Patriarchárum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, arcánum Prophetárum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, præcúrsor Apostolórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, firmátor Mártyrum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, patrónum Confessórum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, archetýpus Vírginum, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, gáudium Sanctórum ómnium, ora pro nobis.
Cor Joseph Castíssimum, nauclérus sanctæ Ecclésiæ, ora pro nobis.
   
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, parce nobis, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, exáudi nobis, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, miserére nobis.
  
Antiphonam: Constítuit eum Dóminum Domus suæ, et Príncipem omnis possessiónis suæ.
V. Ora pro nobis, Cor Joseph Castíssimum.
R. Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.
  
Oremus: Sanctíssimæ Genitricis tuæ Sponsi, quǽsumus Dómine, méritis adjuvémur: ut quod possibílitas nostra non óbtinet, ejus nobis intercessióne donétur. Qui vivis et regnas, Deus, in sǽcula sæculórum. Amen.
 
TRADUCCIÓN
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Inmaculado Corazón de María, sé nuestra salvación.
Castísimo Corazón de San José, sé nuestro amparo.
Castísimo Corazón de San José, santificado en el seno materno, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, gratificado con intelecto santo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, adornado de divina caridad, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, de la casa de Jacob, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, hijo de David, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, de la estirpe de Jesé, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, prepósito del Rey divino, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, nuevo Mardoqueo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, que con los Ángeles conversaste en sueños, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, a quien el Espíritu Santo reveló el nombre del Salvador, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, a quien fue confiado el misterio de la Encarnación, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, que disturbaste el consejo de satanás, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, protector de la Bienaventurada Virgen María, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, custodio de Cristo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, que conociste la ansiedad y la necesidad, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, que padeciste persecución y exilio, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, compañero de los alegres de corazón, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, ejemplar de esposos y padres, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, unido a los Sagrados Corazones de Jesús y María, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, siervo amado de Dios, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, obedientísimo a la voluntad de Dios, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, lleno del amor divino, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, inocentísimo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, esperantísimo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, felicísimo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, humílimo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, que partiste de esta vida en los brazos de Jesús y María, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, resucitado de entre los muertos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, asunto al Cielo, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, coronado por Dios, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, ayudador de los Cristianos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, padre de los huérfanos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, defensor de las viudas, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, ánimo de los trabajadores, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, auxiliador de los parados, ora pro nobis.
Castísimo Corazón de San José, refugio de los perseguidos, ora pro nobis.
Castísimo Corazón de San José, solaz de los exiliados, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, báculo de los ancianos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, asilo de los pecadores, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, confortator de los moribundos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Defensor contra las mentiras y herejías, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Amigo de los Ángeles, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Príncipe de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Arcano de los Profetas, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Precursor de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Fortalecedor de los Mártires, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Patrono de los Confesores, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Arquetipo de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Gozo de todos los Santos, ruega por nosotros.
Castísimo Corazón de San José, Conductor de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.
  
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
  
Antífona: Le constituyó Señor de su Casa, y Príncipe de su heredad.
V. Ruega por nosotros, Castísimo Corazón de San José.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
  
Oremos: Te suplicamos, Señor, que nos ayuden los méritos del esposo de tu Santísima Madre, a fin de que nos sea dado por su intercesión lo que nuestras posibilidades no obtienen. Tú que, siendo Dios, vives y reinas, por todos los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 18 de marzo de 2018

SACERDOTE POLACO: «BERGOGLIO ESTÁ ALEJADO DE JESÚS, Y PUEDO ROGARLE A DIOS PARA QUE MUERA PRONTO»

Traducción de la noticia publicada en el diario RZECZPOSPOLITA y en POLONIA CHRISTIANA (Polonia).
  
En su homilía del pasado 25 de Febrero ante las hermanas de San Félix de Cantalicio (orden religiosa fundada por la bienaventurada Ángela Truszkowska en 1885) en la iglesia del Inmaculado Corazón de María en Cracovia, el sacerdote Edward Staniek (77 años) dijo que el Papa Francisco «enseña puntos de vista erróneos», y que ora a Dios para que le saque pronto de esta vida.
  
Edward Staniek

«¿Cuál es la dirección del Papa? No lo sé. ¿Cuál es el propósito de su discurso? Tampoco lo sé. Sí sé cómo estas declaraciones son utilizadas en los medios dedicados a la destrucción de Jesús y su Iglesia. Yo ruego para que el Papa tenga sabiduría y abra su corazón al Espíritu Santo. Y si no lo hace, ruego por su pronta partida a la casa del Padre. Siempre puedo pedirle a Dios por una muerte feliz para él, porque una muerte feliz es una gran gracia», dijo.
  
Staniek, quien fuera ordenado el 11 de Abril de 1965 por el entonces arzobispo Karol Wojtyla y entre 1993 y 2001 fue rector del seminario de Cracovia y miembro del Comité de Ciencias Teológicas de la Academia de Ciencias de Polonia, criticó la asunción automática de autoridad por quienes ejercen funciones eclesiásticas, desde el Papa y los cardenales hasta los obispos, superiores provinciales y los curas párrocos. «Tú no recibes autoridad, tú creces en ella. La autoridad no se recibe, la autoridad crece. En la Iglesia, la única autoridad es Jesús. No el Papa, ni la jerarquía, ni los superiores. Jesús. Y basada en su autoridad, la Iglesia vive. Quien está a la vista pública en la Iglesia y en su vida imita a Jesús, irradia su autoridad. Una alta posición da poder, pero no da autoridad», aseguró, recalcando que quien está a la vista de todos puede no sólo no tener autoridad, sino también hasta desmoralizar.

«Para Abrahán, la más alta autoridad era Dios, y él hacía lo que Dios le ordenaba. Este es el acto de fe en Dios. En él está el reconocimiento de Dios como la autoridad suprema y contar solamente con Él. En las páginas del Evangelio, Dios Padre hace notar la autoridad de su Hijo. Desde un punto de vista, el Señor mostró a los apóstoles que la autoridad de Jesucristo es más grande que la que tuvieron las mayores autoridades del Antiguo Testamento: el legislador Moisés y el profeta Elías», explicó.
   
Afirmó que Francisco Bergoglio claramente se aparta de Jesús en dos puntos:
  1. «Malinterpretando su misericordia, al abrirle la puerta de las parroquias y las diócesis a los seguidores del islam, una religión que está en contra del Evangelio y de la Iglesia. Ellos mataron a millones en guerras religiosas. Nosotros los polacos étnicos, recordando la victoria sobre su ejército cerca de Viena (12 de septiembre de 1683), entendemos mejor que otros que no hay forma de dialogar con ellos. Podemos mostrar misericordia a los creyentes musulmanes que se mueren de hambre o sed, pero las puertas de la diócesis y la parroquia solo pueden abrirse a los creyentes en Jesucristo».
  2. «Abriéndole la puerta a la Eucaristía, el alimento de los santos, a las personas que eligen el pecado como su mundo. Ellos pueden tener acceso a la Eucaristía siempre que se arrepientan de su pecado. Aquellos saben lo que es la Santa Comunión y prefieren doblar la rodilla ante el Pan Santo y golpearse el pecho diciendo: “Bendíceme, Padre, porque he pecado” en lugar de extender sus manos y lenguas con el fin de recibir el Pan Santo. Pero éste es un alimento mortal para los impíos, porque es un sacrilegio. Admitir a personas impías en lo santo de la Iglesia es una profanación de los Sacramentos».
«Si el Papa no escucha a Jesús desde el Monte Tabor, él no está participando en Su autoridad. La Iglesia de Cristo no está construída sobre el poder, sino sobre la autoridad. Aquellos que valoran el poder más que la autoridad son un cuerpo extraño en la Iglesia de Cristo. Escuchemos a Jesús como su Padre nos dijo en el Monte Tabor que hiciéramos», concluyó

sábado, 17 de marzo de 2018

EL TEMA LITÚRGICO EN CHINA

En el libro “Escogí la Verdad: el fin de los tiempos” (cuyo capítulo cuarto, título primero: “El Verdadero Tercer Secreto de Fátima” reprodujimos alguna vez), el autor, cuyo seudónimo era GodLoveus, decía lo siguiente:
«Para que puedan evitar la desgracia de la persecución y del martirio, se les ofrecerá a los católicos una alternativa: el exilio. La gran mayoría caerá en el engaño y cometerá apostasía. A semejanza de lo que ocurre hoy en China, tendrán su latín, su incienso, su Misa, etc. —pero con la condición de estar en comunión con la iglesia oficial— la que, a esa altura, se habrá transformado en una Roma apóstata. Se les obligará a someterse al papa impostor, cuya falsa iglesia formará parte de la Gran Iglesia Ecuménica, que reunirá todas las religiones». (Negrillas fuera del original)
  
Acontece respecto al el párrafo citado que, actualmente, ese “latín, incienso y Misa” está desapareciendo en la China comunista porque, como cruel ironía, la Asociación Patriótica de Católicos Chinos que lo conservaba en oposición a la “injerencia extranjera imperialista” del Vaticano, en virtud de las capitulaciones de esta última ante el Partido, acogió y está expandiendo el Novus Ordo impulsado por la “Iglesia clandestina”. Pero dejemos que la doctora Marian T. Horvat nos detalle sobre la situación (artículo  publicado en TRADITION IN ACTION, traducido por don Antonio Moiño Munitiz).
 
LÍNEAS CRUZADAS ENTRE LA MISA NOVUS ORDO Y LA MISA TRIDENTINA EN CHINA
Por Marian T. Horvat, Ph.D.
  
Mi amiga Jan recientemente hizo algunas preguntas sobre los artículos que Tradition In Action ha publicado sobre la Asociación Patriótica China (APC, la denominada iglesia católica controlada por los comunistas) y la Iglesia Católica Clandestina.
 
“Parece que tienes razón”, dijo, “en la acusación que haces al Vaticano de traicionar a la Iglesia clandestina, al pedir a dos de sus obispos que dimitan o renuncien a favor de los obispos nombrados por los comunistas. Además, parece que habrá un Acuerdo sino-vaticano por el que el gobierno comunista podría elegir a los obispos (el Papa solo tendría la última palabra); los obispos ordenados ilícitamente (algunos casados y con hijos) serían reconocidos, y la Iglesia clandestina esencialmente forzada a unirse a la APC o desaparecer”.

Otra cruz removida recientemente de una catedral católica (Sagrado Corazón de Jesús en Shanqiu, provincia de Henan) por las autoridades comunistas
  
“Sin embargo”, continuó mi amiga Jan, “he oído que la Asociación Patriótica dice Misas en latín (el rito tridentino) mientras que la Iglesia clandestina las dice por el Novus Ordo. ¿Que esta pasando? ¿No parece que deberías señalar la traición a la tradición de la Iglesia Clandestina? Y de todos modos, ¿cómo es que pasa eso entre ellos?”.
  
Una situación confusa
Estás en lo cierto, Jan, al decir que la situación en China es cada vez peor para la Iglesia Católica clandestina, después de haber sufrido décadas de persecución por su negativa a aceptar la autoridad del gobierno comunista sobre la Iglesia Católica y haber profesado lealtad a Roma y al Santo Padre.
  
También tienes razón cuando dices que estos fieles católicos chinos han sido traicionados por el Vaticano y el Papa, no solo por Francisco sino también por sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes han reconocido los obispos de la APC, apoyaron los seminarios de la ACP, financiaron sus iniciativas y alentaron el acercamiento entre la falsa APC y la auténtica Iglesia Católica Clandestina.
  
Una compleja situación litúrgica
Por un lado, la Asociación Patriótica China había proscrito primero la liturgia en lengua vernácula que imponía Pablo VI después del Vaticano II, precisamente para oponerse a las directivas de una “potencia extranjera” (el Papa). Por lo tanto, irónicamente, la APC controlada por los comunistas, cuyos obispos eran elegidos por el gobierno y cuyas enseñanzas de la doctrina completa de la Iglesia (sobre el aborto, la moral, la propiedad privada, etc.) fueron prohibidas, mantuvo la misa tridentina.
  
Por otro lado, la Iglesia china subterránea, en su objetivo de permanecer fiel a Roma y al Papa, adoptó los servicios del Novus Ordo. Fueron sólo algunos de los Obispos y sacerdotes de la Iglesia Clandestina quienes lo pusieron en práctica, aunque no fueron específicamente los clérigos tradicionales más antiguos o los de las parroquias rurales. Pero, algunos de los sacerdotes jóvenes, apoyados por grupos conservadores como la Fundación Mindszenty que ayudarían con fondos para que los seminaristas de la Iglesia subterránea vinieran a estudiar en seminarios extranjeros, aprenderían el Novus Ordo Missæ.
 
Ahora la “comunión” en la mano es dada regularmente en las iglesias de la APC controlada por los comunistas
  
Esos jóvenes volverían para servir a la Iglesia clandestina, conscientes de que podrían enfrentar la prisión, los campos de trabajo y la persecución de las autoridades comunistas por su “fidelidad” al Papa. Poco dispuestos a seguir a la APC aprobada por el gobierno, creían que debían seguir a Roma, sin darse cuenta de la “protestantización” de la nueva liturgia o las ambigüedades del Vaticano II, que les llevaría a adootar una errónea doctrina modernista.
  
Matices en la imagen
Sin embargo, la mayoría de los sacerdotes ordenados por los obispos clandestinos, así como los propios prelados, no profesaban esta enseñanza modernista y continuaron diciendo la misa tridentina, especialmente en las provincias rurales. Los fieles, cómodos con la Iglesia jerárquica anterior al Vaticano II, también deseaban la pompa y la ceremonia del antiguo rito.
  
Como en la década de 1980 Roma había cedido facultades a la Iglesia clandestina para ordenar a los sucesores de los obispos sin la aprobación de Roma, así como para ordenar sacerdotes sin que fuera obligada su formación en el seminario, muchos de estos nuevos clérigos carecían de la formación propua del Vaticano II. Esta fue, de hecho, una de las quejas de Benedicto XVI en su desastrosa Carta a los católicos chinos de 2007, por la que se revocaron esos privilegios, necesarios para la supervivencia de la Iglesia clandestina, y alentaba a la Iglesia clandestina “a satisfacer sus necesidades espirituales” uniéndose a “la ACP que no estaba en comunión con el Papa”.
  
Pareciera que Benedicto estaba diciendo: “Estos sacerdotes mal entrenados aún se aferran a los viejos ritos y formas. Necesitan ser mejor entrenados por aquéllos que han aceptado las innovaciones del Vaticano II”. Entonces, la mayor parte de la APC estaba en camino de decir la Misa del Novus Ordo, como veremos a continuación.

La formación patrocinada por el Vaticano a los catequistas de la APC en Roma introduce la nueva liturgia y sus enseñanzas
 
Conclusión: Muchos obispos y sacerdotes de la Iglesia clandestina todavía dicen la Misa tridentina, pero Roma los está presionando fuertemente para que la abandonen y digan el Novus Ordo.
  
El Novus Ordo se está convirtiendo en dominante en la APC
Ahora, con respecto a la APC, la imagen también hay que matizarla. Desde mediados de la década de 1980 venía presión por parte del Vaticano -que enviaba fondos y ofrecía apoyo tácito a la APC controlada por los comunistas- para que abandonase su práctica de decir la Misa Tridentina y se introdujese el Novus Ordo y las reformas del Concilio Vaticano II.
  
Esta tarea fue asumida por el P. Aloisius Jin Luxian SJ, quien después de pasar casi tres décadas bajo arresto domiciliario, en campos de reeducación y prisión, salió de esa “reeducación” en 1982 como un firme defensor del diálogo y el compromiso con el gobierno comunista.
  
El obispo Aloisius Jin Luxian (fallecido en 2014, a la derecha de su sucesor escogido a dedo Joseph Xing Wenzhi), presionó por la introducción del Novus Ordo en China
  
Luxian aceptó ser consagrado ilícitamente por los obispos de la APC y llegó a ser obispo de Shanghái sin la aprobación del Vaticano y recibiendo el seminario de Shanghái para dirigirlo. Rechazado por y sin la confianza del heroico exiliado Card. Ignatius Gong Pin-Mei, el nuevo obispo Jin Luxian fue, sin embargo, apoyado y aprobado por Juan Pablo II.
   
Bajo su política de acomodación con Roma, el gobierno chino permitió al obispo Jin Luxian traducir la misa al idioma vernáculo y dar más relevancia al papel de los laicos. Como consecuencia, la primera misa Novus Ordo en idioma chino se celebró en Shanghái el 30 de septiembre de 1989.
 
¿Quién fue el sacerdote que celebró esa Nueva Misa? No era otro que el Padre Joseph Zen Ze-kiun (hoy Cardenal). Así pues, el Card. Zen, ahora alabado como héroe de la resistencia al actual acuerdo Roma-Pekín, ha defendido desde el principio que se acometieran las reformas Novus Ordo Missæ y del Vaticano II en China.

En 1989, el P. Joseph Zen (hoy cardenal) ofreció la primera Nueva Misa en China

Un nuevo misal de la APC fue oficialmente autorizado por el Vaticano a nivel nacional en 1993 y, poco después, la Nueva Misa en chino con el sacerdote cara al pueblo se empezó a propagar a través de la APC.
 
Desde 1985, el P. Thomas Law Kwok-fai, nombrado para la Comisión de Liturgia Diocesana de Hong Kong, recibió la responsabilidad de implementar el Novus Ordo en China continental.

Rev. Thomas Law Kwok-Fai, instalado en 1979 con el Rito Montini-bugniniano
   
Para actualizar a los sacerdotes de la APC con la liturgia posterior al Vaticano II, él ha publicado artículos en un sitio web popular para ayudarlos a comprender el espíritu y el significado de la Misa en el contexto del Concilio Vaticano II. Muchos de sus estudiantes han obtenido títulos en liturgia y ahora llevan a cabo la tarea de enseñar a los seminaristas chinos de la APC el Novus Ordo.
 
Otra consecuencia de las concesiones hechas por Benedicto XVI a la APC en su Carta de 2007 fue la relajación gubernamental sobre las restricciones de viaje para el clero. Así pues, el número de sacerdotes continentales que viajó a Hong Kong para recibir enseñanza sobre el Novus Ordo, aumentó exponencialmente, estimulando así la propagación del Novus Ordo en la APC. 
  
Seminaristas de la APC entrenados en el seminario romano de Propagánda Fide
  
Poco a poco el Novus Ordo en chino se está introduciendo en todas las parroquias de la APC, según el P. Law Kwok-fai. Solo unas pocas parroquias en Shanghái, la ciudad más poblada del mundo con 24 millones de personas, organizan misas en latín para feligreses ancianos, temprano por la mañana, y el mismo proceso está ocurriendo en todo la APC.
   
En resumen, vemos que la situación original se ha invertido. Hoy la APC, apoyado por Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, está promoviendo la liturgia Novus Ordo y las innovaciones del Vaticano II. Son los pocos fieles en la Iglesia clandestina, al darse cuenta de la traición del Vaticano, quienes tienen el potencial de guardar o regresar a la Misa Tridentina. Oremos para que hagan una fuerte resistencia no solo a la vergonzosa alianza entre Roma y Pekín, sino también a la Misa Novus Ordo y la mala doctrina que vino del Vaticano II.

Los seminaristas de la APC en China ahora son formados para seguir la liturgia del Vaticano II.

DE LA “NUEVA” FIESTA MARIANA EN LA NOVUSORDIANIDAD

ADVERTIMOS QUE EN EL PRESENTE ARTÍCULO NO PRETENDEMOS ATACAR A LA BIENAVENTURADA VIRGEN SANTA MARÍA Y LA DEVOCIÓN QUE A ELLA SE LE DEBE TENER, SINO EL USO HIPÓCRITA QUE HACEN DE ELLA EN LA APÓSTATA SECTA DEL VATICANO II.
 
Incluso muchos Católicos tradicionales probablemente piensen que lo único que el Deuterovaticano concilio (1962-1965) hizo fue “traducir” la Misa Latina Tradicional a las lenguas vernáculas -Suajili, Chino, Inglés, Español, etc.-. NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD:
  • Suprimieron dos terceras partes del Ordo de la Misa, sustituyéndola con la verborrea de los servicios judeo-protestantes.
  • El Sagrado Canon, que desde los tiempos apostólicos había permanecido intacto y ningún Papa se atrevía a tocarlo, fue esencialmente descartado (puesto que como hay 10 -exactamente 14, considerando que la “Plegaria Eucarística V” tiene cuatro variantes-, y los presbíteros novusordianos prefieren usar la II y la III) y adulterado al incluirle dos “epíclesis”, que en resultas es un servicio inválido, herético, sacrílego, idólatra y blasfemo, no la Misa Católica.
 
Otro chanchullo conciliar que no se menciona habitualmente es que se han eliminado varios Santos y las piezas que se cantan en sus festividades, por lo que ahora ningún fiel conciliar (y menos su falso clero), tienen la menor idea de qué Santo corresponde cada día. San Cristóbal se fue, San Valentín se fue (y ni preguntemos por Santa Filomena o por Santa Catalina de Alejandría). Los tres Arcángeles fueron degradados y encasillados a un solo día. Incluso, a Santa María Virgen la diezmaron en 1960, eliminando varias festividades en su honor dizque “por estar repetidas y basarse en el fervor devoto medieval”.

Ahora, el 3 de Marzo de 2018, Francisco Bergoglio, por medio de su secretario para la sedicente Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal nigeriano Robert “condeno los abusos litúrgicos concitados por el Novus Ordo Missæ, pero celebro esa liturgia espuria” Sarah, promulgó un decreto (firmado el pasado 11 de Febrero) en el cual se extiende para toda la iglesia conciliar la misa de María como Madre de la Iglesia (puede leerse en el Boletín de Prensa del Vaticano), fijándola para el lunes de Pentecostés (este año corresponde a 21 de Mayo) como memoria (no se sabe si facultativa u obligatoria).
  
Este título de Santa María como Madre de la Iglesia, se dice que fue acuñado por San Ambrosio (no con tales palabras, pero se puede inferir del capítulo XVI de su Institución de las vírgenes y sobre la Virginidad perpetua de Santa María a Eusebio; la Epístola 63 a los cristianos de Vercelas y su Exposición sobre San Lucas II, 7), y consta en el Magisterio de la Iglesia:
  
Benedicto XIV en 1748 expresa:
«Pues así como Dios omnipotente llenó a esta felicísima Virgen -escogida entre millares y levantada por el anuncio del Ángel a la inefable dignidad de Madre de Dios- con los dones de su gracia más abundantemente que a todas las demás criaturas y la adornó con brillantísima corona de gloria por encima de todas las obras de sus manos; así también la Iglesia Católica, enseñada por el magisterio del Espíritu Santo, ha procurado honrarla con innumerables obsequios, como la Madre de su Señor y Redentor, y como la Reina de cielos y tierra, y se ha interesado en amarla con afecto y piedad filial, propiamente como su Madre amantísima, recibida como tal de los labios de su Esposo moribundo» [Papa Benedicto XIV, Bula dorada Gloriósæ Dóminæ, aprobando las Congregaciones Marianas, 27 de Septiembre de 1748]
  
León XIII en 1895:
«Es en este sentido que San Anselmo Cantuariense dice: “Qué cosa puede concebirse de más digno, que tú, ¡oh Virgen!, seas Madre de aquellos de quienes Cristo se digna ser Padre y hermano?” (Oración XLVII a Santa María, en Migne, Patrología Latina CLVIII, col. 945). Con generoso corazón María asumió y desempeñó los deberes de su alto pero demandante oficio, cuyo comienzo fue consagrado en el Cenáculo. Con admirable cuidado Ella alimentó a los primeros Cristianos con su santo ejemplo, la autoridad de sus consejos, sus dulces consolaciones y sus fructíferas oraciones. Ella fue, en verdad, la Madre de la Iglesia, la Maestra y Reina de los Apóstoles, a los cuales, además, Ella confió una no pequeña parte de los divinos misterios que Ella guardaba en su Corazón (cf. Luc. 2, 19)». [Papa León XIII, encíclica Adjutrícem pópuli sobre el Santo Rosario, 5 de Septiembre de 1895]
Es de advertir que en este párrafo de la encíclica, León XIII explica que, de acuerdo a la interpretación de la Iglesia sobre San Juan 19, 26-27, en el cual Nuestro Señor encomienda el cuidado de la Santísima Virgen al Discípulo amado, San Juan, el cual representa al género humano, en especial a los que forman y formarán parte del Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.
  
Nuestra Señora de la Misericordia (Ludovico Brea)
  
San Pío X, en su encíclica Ad diem illum, dice también:
«Así pues, todos cuantos estamos unidos con Cristo y los que, como dice el Apóstol, somos miembros de su cuerpo, partícipes de su carne y de sus huesos (Efesios 5, 30), hemos salido del vientre de María, como partes del cuerpo que permanece unido a la cabeza. De donde, de un modo ciertamente espiritual y místico, también nosotros nos llamamos hijos de María y ella es la madre de todos nosotros. Madre en espíritu... pero evidentemente madre de los miembros de Cristo que somos nosotros (San Agustín, de Sancta Virginitáte, cap. 6)». [Papa San Pío X, encíclica Ad diem illum, sobre el quincuagésimo aniversario de la definición dogmática de la Inmaculada Concepción, 2 de Febrero de 1904]
 
Y Pío XII, en Mýstici Córporis Christi, dedica estas palabras a la Virgen Santísima:
Ella, la que, libre de toda mancha personal y original, unida siempre estrechísimamente con su Hijo, lo ofreció como nueva Eva al Eterno Padre en el Gólgota, juntamente con el holocausto de sus derechos maternos y de su materno amor, por todos los hijos de Adán manchados con su deplorable pecado; de tal suerte que la que era Madre corporal de nuestra Cabeza, fuera, por un nuevo título de dolor y de gloria, Madre espiritual de todos sus miembros. Ella, la que por medio de sus eficacísimas súplicas consiguió que el Espíritu del Divino Redentor, otorgado ya en la Cruz, se comunicara en prodigiosos dones a la Iglesia recién nacida, el día de Pentecostés». [Papa Pío XII, encíclica Mýstici Córporis Christi, sobre la Iglesia como el Cuerpo Místico de Cristo, 29 de Junio de 1943]
  
Ahora, este título llegó a ser muy caro para el Vaticano II, hasta el punto que fue establecido por Montini el día 21 de Noviembre de 1964 (el mismo día en que fueron aprobadas las infames declaraciones Dignitátis Humánæ y Nostra Ætáte), y en 1975 elaboró una Misa votiva que fue incluida en la 2ª edición del Misal Romano como indulto a los obispos de Argentina y Polonia. Wojtyla concedió también la facultad de añadir la invocación de este título en las Letanías Lauretanas en 1980, y publicó otros formularios en el Compendio de las misas de la bienaventurada Virgen María (1986).
   
Robert Sarah dice que el deseo de su señor Francisco Bergoglio con la extensión de esta memoria es el de «incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana» (es interesante saber cómo, si por una parte le niegan trasfondo doctrinal y litúrgico en aras del “ecumenismo”, y por el otro condonan groseras burlas que promueven la falsa devoción como lo son los programas “La Rosa de Guadalupe” o “A cada quien su santo”).
  
Para los interesados en conocer los propios que esta “nueva fiesta” tendrá, bien pueden remitirse al Anexo «Additiónes in Libris litúrgicis Ritus Románi de memória B. Maríæ Vírginis Ecclésiæ Matris» para consultarlos en su original latín (queda en las Conferencias episcopales la tarea traducirlos). Aquí nos concentraremos en hacer un comentario, comenzando por la Misa, y luego por el Breviario (Los textos latinos de la Misa son de la edición típica del año 2002; y salvo las Oraciones y el Prefacio, las traducciones que llegaren a hacerse en este estudio son exclusivamente a fines del desarrollo del presente artículo):
  • El Introito es tomado de Hechos 2, 14.
  • La Oración colecta (que también se registra en las Laudes y Vísperas de la novusordiana Liturgia de las Horas) dice:
    «Deus, misericordiárum Pater, cujus Unigénitus, cruci affíxus, beátam Maríam Vírginem, Genetrícem suam, Matrem quoque nostram constítuit, concéde, quǽsumus, ut, ejus cooperánte caritáte, Ecclésia tua, in dies fecúndior, prolis sanctitáte exsúltet et in grémium suum cunctas áttrahat famílias populórum. Per Dóminum» (Señor, Padre de misericordia, cuyo Hijo, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a su Madre, santa María virgen; concédenos por su mediación amorosa, que tu Iglesia, cada día más fecunda, se llene de gozo por la santidad de sus hijos, y atraiga a su seno a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo).
    Preguntamos: ¿hay “fecundidad” en la iglesia conciliar? Solamente en escándalos y deserciones, porque en vocaciones... eso como que no suena bien (y menos en cifras de bautizados, toda vez que Bergoglio una vez dijo que sus súbditos no podían ser “como conejos”). Y no hablemos de “atraer a su seno a todos los pueblos”, porque aparte de no hacer proselitismo, precisamente se ve que casi no hay país donde no los quieran recibir o que les hacen la vida de cuadritos (Arabia Saudita, la China roja, Corea del Norte o Israel, por sólo nombrar). Y en los que medio “mejor” les va, los fieles se le van con los protestantes (en especial con los pentecostales) o los ateos.
     
  • La “lectura” queda ad líbitum, pudiendo escogerse Génesis 3, 9-15+20, o Hechos 1, 12-14. Es de advertir que en la Nova Vulgáta, la versión bíblica oficial de la secta deuterovaticana, el verso 15 del capítulo tercero del Génesis dice «ipsum contéret caput tuum» (él te aplastará la cabeza) en lugar de «ipsa contéret caput tuum» (ella te aplastará la cabeza) como lo lee la Iglesia Católica tradicional, negando ellos de este modo que es María Santísima la que, con su Inmaculada Concepción y su humildad, aplastó la cabeza de la serpiente infernal.
  • El salmo responsorial (no existe el Gradual ni el Tracto en la Misa montiniana), es tomado del salmo 86 (87 si se sigue la numeración hebrea), versos 1-2, 3+5; 6-7, con el responso tomado del verso 3: «Gloriosas cosas se dicen de ti, ¡oh Ciudad de Dios!».
  • El verso antes del Evangelio dice: «O felix Virgo, quæ Dóminum genuísti; o beáta Mater Ecclésiæ, quæ in nobis foves Spíritum Fílii tui Jesu Christi!» (¡Oh feliz Virgen, que engendraste al Señor; oh santa Madre de la Iglesia, que en nosotros alimentas el Espíritu de tu Hijo Jesucristo!). El comienzo hace recordar un poco el responsorio «Beáta es, Virgo María, quæ Dóminum portásti Creatórem mundi: * Genuísti qui te fecit, et in ætérnum permánes Virgo» (Bienaventurada eres, Virgen María, que llevaste a nuestro Señor, el Creador del mundo: * Engendraste al que te creó, y permaneciste eternamente Virgen), de las Maitines correspondientes al Miércoles y Sábado en el Oficio Parvo de Nuestra Señora, pero hasta aquí llegaron las coincidencias, porque todo lo demás es de nueva factura.
  • La perícopa evangélica es de San Juan, capítulo 19, del verso 25 al 34.
  • Toda vez que en el Novus Ordo no existe antífona de Ofertorio, pasemos a la Oración sobre las Ofrendas (no se le puede llamar “Secreta” porque SE DICE EN ALTA VOZ):
    «Súscipe, Dómine, oblatiónes nostras et in mystérium salútis convérte, cujus virtúte et caritáte Vírginis Maríæ, Ecclésiæ Matris, inflammémur et óperi redemptiónis cum ea árctius sociári mereámur. Per Christum» (Señor, acepta nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la salvación, que nos encienda por su poder, y por el amor de la Virgen María, Madre de la Iglesia, merezcamos ser asociados con ella más íntimamente a la obra de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor).
       
  • El prefacio, llamado De María, forma et Matre Ecclésiæ (María, modelo y Madre de la Iglesia), va en este tenor:
    «Et te in celebratióne beátæ Maríæ Vírginis débitis magnificáre præcóniis. Quæ Verbum tuum immaculáto Corde suscípiens virgíneo méruit sinu concípere atque, páriens Conditórem, Ecclésiæ fovit exórdia. Quæ juxta Crucem testaméntum divínæ caritátis accípiens, univérsos hómines in fílios assúmpsit, Christi morte ad supérnam vitam generátos. Quæ, cum Apóstoli Promíssum exspectárent tuum, supplicatiónem suam discipulórum précibus jungens, exémplar éxstitit orántis Ecclésiæ. Ad glóriam autem evécta cœlórum, Ecclésiam peregrinántem matérno proséquitur amóre ejúsque gressus ad pátriam tuétur benígna, donec dies Dómini gloriósus advéniat. Et ídeo cum Sanctis et Ángelis univérsis te collaudámus, sine fine dicéntes» (En esta celebración de la Virgen María, quien al recibir a tu Verbo en su corazón inmaculado, mereció recibirlo en su seno virginal y, dando a luz a su Creador, también con amor, preparó el nacimiento de la Iglesia. Ella, aceptando junto a la cruz el testimonio del amor divino, adoptó como hijos a todos los hombres, nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo. Ella, unida a los Apóstoles en espera del Espíritu Santo prometido, asoció su oración a la de los discípulos, y se convirtió en modelo de la Iglesia orante. Elevada a la gloria de los cielos acompaña a la Iglesia peregrina con amor materno, y con bondad cuida sus pasos hacia la patria, hasta que llegue el día glorioso del Señor. Por eso, con todos los ángeles y santos te alabamos, diciendo sin cesar)
     
  • Con la antífona de comunión ocurre casi lo mismo que en la lectura: queda a elección del celebrante, puesto que las opciones son San Juan 2, 1+11, o los versos 26 y 27 del capítulo 19 ut supra.
  • La postcomunión:
    «Sumpto, Dómine, pígnore redemptiónis et vitæ, súpplices adprecámur, ut Ecclésia tua, matérna Vírginis ope, et Evangélii præcónio univérsas gentes erúdiat et Spíritus effusióne orbem terrárum adímpleat. Per Christum» (Señor, después de recibir la prenda de la redención y de la vida, te suplicamos humildemente que tu Iglesia, por la mediación materna de la Virgen María, ilumine a todas las naciones con la luz del Evangelio y colme el mundo entero de la efusión del Espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor).
    La oración es una mutilación de la Postcomunión registrada en uno de varios formularios de la Misa votiva Pro vivis et defúnctis del Sacramentario Gelasiano Antiguo, un antiguo libro litúrgico romano-galicano compilado en París entre los años 710 y 725 que contenía fórmulas litúrgicas atribuidas al Papa San Gelasio -reinó entre los años 492 y 496- (Biblioteca Apostólica Vaticana, Manuscrito Reginense latino 316):
    «Læti, Dómine, súmpsimus Sacraménta cœléstia: quǽsumus, ut intercedénte pro nobis beáta et gloriósa sempérque Vírgine Dei genetríce María, et ómnibus sanctis Apóstolis et Martýribus, Confessóribus et Virgínibus tuis, ad vitam nobis profíciant sempitérnam. Per Christum» (Habiendo gozosamente recibido, Señor, los sacramentos celestiales, te suplicamos que, por la intercesión de la Bienaventurada y gloriosa siempre Virgen María, Madre de Dios, y de todos tus santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes, nos aprovechen para la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor).
    Ítem lo anterior, no hace falta más disertación sobre el hecho de que en el Novus Ordo la transubstanciación no tiene lugar. Aparte, cabe preguntarse ¿cuál es el Evangelio que ellos predican? Porque hace rato abandonaron el Evangelio de Cristo, y ahora proclaman otros: el de Marx, el de Beauvoir, el de Al Gore, el del hijoputa ese de Schwartz/Soros, et álibi aliórum. En todo caso, como dijera San Pablo, ANATHÉMA SUNT!
  
Algo que reseñar es que, como el Lunes después de Pentecostés es parte del tempus per annum en el Novus Ordo (es de advertir que en el Novus Ordo la Octava de Pentecostés NO EXISTE), y ninguna de las lecciones para la nueva memoria son indicadas como propias de ésta, las lecturas feriales seguirán usándose normalmente en el servicio (cf. Introducción General al Leccionario de la Misa-Segunda edición típica, parte 2ª, cap. I, num. 82).
  
Pasemos ahora a la Liturgia de las Horas:
  • A esto se sintetiza el por qué de la memoria:
    «Beátæ Maríæ Vírgini tribútus est títulus Matris Ecclésiæ, cum ipsa genuísset Christum, Ecclésiæ Caput, et redemptórum facta esset Mater antéquam Fílius in cruce emisísset spíritum. Beátus Paulus papa VI. eándem appellatiónem  sollémniter confirmávit in allocutióne ad Patres Concílii Vaticáni II., die 21 novémbris 1964 habíta, atque státuit ut “suavíssimo hoc nómine jam nunc univérsus christiánus pópulus magis adhuc honórem Deíparæ” tribúeret» (El título de Madre de la Iglesia es tributado a la Bienaventurada Virgen María porque Cristo su Hijo, Cabeza y Redentor de la Iglesia, la hizo Madre de ésta antes de entregar su espíritu en la cruz. El papa beato Pablo VI, confirmó solemnemente este apelativo en la alocución que tuvo ante los Padres del Concilio Vaticano II el día 21 de noviembre de 1964, y declaró que “de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título”).
    ¡Vaya una cosa: Montini, antimariano como el que más en su tiempo, promoviendo un nuevo título para la Virgen! (para horror de Henri de Lubac, Yves Congar, Francis Xavier Murphy alias “Xavier Rynne” y demás modernistas), cuando el hecho titulante (la Iglesia) ha sido desvirtuado con los decretos conciliares aprobados en esa fatídica jornada en la cual no sólo se demolió la Iglesia como unidad perfecta, sino también que se le negó a la Virgen el reconocimiento como Medianera de las Gracias.
      
  • En la lección del Oficio de Lectura (que remplazó los Maitines y Laudes), se echó mano de la alocución de Montini en la fatídica jornada del 21-N de 1964, párrafos 26 a 30 (de la traducción española). Y los himnos: «O virgo mater, fília» y «Quæ caritátis fúlgidum» fueron compuestos por Dom Anselmo Lentini OSB a partir de la versión latina del Paraíso, canto XXXIII, 1-21, de la Divina Comedia (aparentemente a Montini le gustaba tal obra). Es algo doblemente inaudito: incluir piezas de origen literario vernáculo en el Oficio Divino como alternativa a los himnos de Santa María en Sábado y, más todavía, que las composiciones de Lentini son una significativa mayoría en la edición latina de la Liturgia de las horas (se sabe que en su libro de 1984 Te decet hymnus: l’innario della “Litúrgia horárum”, de 291 himnos comentados, 42 son confirmadamente de su autoría, sin contar las alteraciones que hiciera en algunos de otros autores. Por ello a Lentini se le considera el “Bugnini del Breviario”).
  • Y como colofón, el el Martirologio se añadirá entre los elogios de las fiestas móviles: «Feria II post Domínicam Pentecosten[sic]: Memória beátæ Maríæ Vírginis, Ecclésiæ Matris, a Christo discípulis suis commendátæ, ut perseverántes in oratióne Spíritui Sancto coóperent in Evangélium proclamándum» (Lunes después de la Domínica de Pentecostés: Memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, encomendada por Cristo a sus discípulos para que, perseverantes en la oración al Espíritu Santo, cooperase en la proclamación del Evangelio).
  
Su bergoglianidad aparente y alegadamente ha de estar tan distraído por tantos escándalos de pedofilia y corrupción (aparte de los preparativos para la “canonización” de Montini Alghisi/Pablo VI y las eventuales exequias de Ratzinger Tauber) que se le olvidó que ya hubo una fiesta en honor a la Divina Maternidad de María Santísima, que se celebraba el 11 de Octubre. Esta fiesta se remonta a 1751, cuando el Papa Benedicto XIV le concedió al rey José I de Portugal que en las diócesis de su reino se celebrase litúrgicamente este Privilegio mariano, extendiéndose posteriormente a toda la Iglesia universal por Pío XI en 1931 con motivo del sesquimilenario de la convocación del Santo y Dogmático Concilio de Éfeso. Esta fiesta litúrgica fue de las primeras en ser afectadas con la reforma roncalliana de 1961, pasando a desaparecer con el Novus Ordo.

Incluso desde el Tradicionalismo hay quienes afirman que reconocerle a la Santísima Virgen el título “Mater Ecclésiæ” es un acto casi idólatra, porque -dicen- sería ponerla por encima incluso de Cristo. A ellos, teológicamente dignísimos de compasión, hay que recordarles que María Santísima es, en efecto, parte del Cuerpo Místico de Cristo por el hecho del Bautismo. Pero Ella es, entre los miembros de la Iglesia (de la que Jesucristo es su Cabeza en los cielos y la tierra), sumamente singular, como afirma Pío XII, pues todas las gracias y dignidades juntas de los hombres y los Ángeles no igualan ni superan la dignidad que tiene por ser la Madre de Dios [cf. Alocución radial Inter Complúres al Congreso Mariológico Internacional, 24 de Octubre de 1954], y el ser la más perfecta de todas las obras de Dios. Aparte, estando asociada a la obra de la Redención desde que estuvo al pie de la Cruz, es menester que cooperase en la formación y nacimiento de la Iglesia, como quiera que, al decir de San Luis María de Montfort, todas las gracias que su Hijo Jesús quiere conceder pasan por medio de María Santísima. En pocas palabras,
«María fue predestinada para Madre de Dios y de los hombres porque, según han enseñado los Padres y los Pontí­fices (entre éstos muy particularmente San Pío X y Pío XII), su condición de Madre de la Cabeza del Cuerpo místico la hace, a la vez, espiritualmente, Madre de los miembros.

La Iglesia, según esto, depende en su constitución misma, en todo su ser y en toda su vida, de la maternidad espiritual de María, aunque esta maternidad es en todo dependiente y en todo subordinadamente cooperante a la actividad regeneradora y salvadora de Jesús» [Informe de los consultores españoles en el Vaticano II sobre el esquema de Beáta María Vírgine, Ecclésiæ matre, 1 de Septiembre de 1963. En «Ephemérides Mariológicæ», vol. XVIII (1968), págs. 159-161]
 
Un hecho digno de reseñar es que los obispos españoles presentes en el Vaticano II postularon que el tema de la Santísima Virgen debía tratarse en un esquema distinto al de la Iglesia, porque de otro modo (y eso pretendían los modernistas para complacer a los observadores protestantes) Le impondrían unos condicionamientos y unos límites eclesiales que empequeñecen su grandeza y su misión supraeclesial, despojándola de los atributos y ministerios que la Revelación y el Magisterio han proclamado de Ella (como finalmente sucedió: lo insertaron dentro de Lumen Géntium, visiblemente reducido).
  
A nosotros los Católicos Tradicionales ni nos afecta ni interesa decreto conciliar alguno, porque son inválidos y nulos de pleno derecho al provenir de autoridades heréticas y usurpadoras. Es más, consideramos que Francisco Bergoglio no puede ahora “resucitar” la fiesta de la Maternidad de Santa María (en cuanto al título de “Madre de la Iglesia” en sí, éste tiene un origen legítimo en el Magisterio preconciliar) para cubrir las blasfemias e irreverencias que tanto él como sus antecesores conciliares han dirigido contra Ella, y menos para distraer a sus súbditos ni a la opinión pública luego de revelarse por medio de la AP que él mismo apoya a los obispos y presbíteros pedófilos. El chiste está en que, si bien en el calendario novusordiano no existe la Octava de Pentecostés, ésta aún existe para los Ecclésia Dei y los Ordinariatos anglicanos, lo que dificultará en extremo la aplicación del novel decreto. Por otra parte, en países como Alemania, la costumbre ha sido que, sin importar el propio del día (tanto de Témpore como de Sanctis), el lunes de Pentecostés compulsoriamente se dice Misa votiva del Espíritu Santo. Por tanto, cabe decir, de nuevo, que MARÍA SANTÍSIMA ESTÁ DESTERRADA DE LA NEOIGLESIA, pero que ELLA TAMPOCO DESEARÁ VOLVER ALLÍ JAMÁS.
  
JORGE RONDÓN SANTOS
17 de Marzo de 2018
Fiesta de San Patricio Obispo y Confesor, y aniversario de la institución del Oficio de Nuestra Señora por el Beato Urbano II.