lunes, 14 de octubre de 2024

LOS LAICOS SIEMPRE HAN ESTADO EN LA ACTIVIDAD DE LA IGLESIA

¡Con qué consuelo y qué alegría se desborda Nuestro corazón ante el espectáculo de vuestra imponente asamblea, donde os vemos reunidos ante Nuestros ojos, a vosotros, Nuestros Venerables hermanos en el episcopado, y también a vosotros, queridos hijos y queridas hijas, acudidos en masa de todos los continentes y todas las regiones en el centro de la Iglesia, para celebrar este Congreso Mundial sobre el Apostolado seglar. Has estudiado su naturaleza y propósito, has considerado su estado presente y has meditado sobre los importantes deberes que le incumben en anticipación del futuro. Fueron para vosotros días de oración instantánea, de serio examen de conciencia, de intercambio de opiniones y de experiencias. Para concluir, habéis venido a renovar la expresión de vuestra fe, de vuestra devoción, de vuestra fidelidad al Vicario de Jesucristo y a pedirle que fertilice con su bendición vuestros propósitos y vuestra actividad.

Muchas veces, durante Nuestro pontificado, hemos hablado, en circunstancias y aspectos muy variados, de este apostolado de los laicos, en Nuestros mensajes a todos los fieles o dirigiéndonos a la Acción Católica, a las congregaciones marianas, a los trabajadores, a los maestros, a los médicos. y abogados, y también a los círculos específicamente femeninos, para insistir en sus deberes actuales incluso en la vida pública, y también a los demás. Fueron tantas oportunidades para nosotros de abordar, de manera incidental o expresa, cuestiones que esta semana encontraron claramente su lugar en su orden del día.

Esta vez, en presencia de una elite tan numerosa de sacerdotes y de fieles, todos muy conscientes de su responsabilidad en o hacia este apostolado, quisiéramos, en unas palabras muy breves, “situar” su lugar y su papel en la actualidad a la luz de la historia pasada de la Iglesia. Nunca estuvo ausente; pero sería interesante e instructivo seguir su evolución a lo largo del tiempo.

A menudo gustamos decir que durante los cuatro últimos  siglos la Iglesia ha sido exclusivamente clerical, como reacción contra la crisis que en el siglo XVI pretendía lograr la abolición pura y simple de la jerarquía y, sobre todo, insinuamos que es hora de que amplíe su marco.

Semejante juicio está tan lejos de la realidad que es precisamente a partir del santo Concilio de Trento cuando el laicado se ha encuadrado y ha progresado en la actividad apostólica . La cosa es fácil de ver; basta recordar dos hechos históricos patentes entre muchos otros: las congregaciones marianas de hombres ejerciendo activamente el apostolado de los laicos en todos los ámbitos de la vida pública, la progresiva introducción de la mujer en el apostolado moderno. Y conviene, a este respecto, recordar dos grandes figuras de la historia católica: una, la de Marie Ward, esta mujer incomparable que, en las horas más oscuras y sangrientas, la Inglaterra católica entregó a la Iglesia; el otro, el de San Vicente de Paúl, sin duda en primera línea entre los fundadores y promotores de las obras de caridad católica.

Tampoco debemos pasar desapercibidos, ni sin reconocer la influencia benéfica, la estrecha unión que, hasta la Revolución Francesa, puso en relación mutua, en el mundo católico, las dos autoridades instituidas por Dios: la Iglesia y el Estado. La intimidad de sus relaciones en el terreno común de la vida pública creó —en general— una atmósfera de espíritu cristiano, que prescindió en gran parte del delicado trabajo que los sacerdotes y sacerdotes deben acometer hoy los laicos para aportar su valor salvaguardista y práctico. de la fe.

A finales del siglo XVIII entró en juego un nuevo factor: por un lado, la Constitución de los Estados Unidos de América del Norte —que se estaba desarrollando extraordinariamente rápidamente y donde la Iglesia pronto iba a crecer considerablemente en vida y en fuerza—. y, por otra parte, la revolución francesa, con sus consecuencias tanto en Europa como en ultramar, tuvo como resultado la separación de la Iglesia del Estado. Sin tener lugar en todas partes al mismo tiempo ni en el mismo grado, este desprendimiento tuvo en todas partes la consecuencia lógica de dejar que la Iglesia se ocupara con sus propios medios de asegurar su acción, el cumplimiento de su misión, la defensa de sus derechos y de su libertad. Éste fue el origen de lo que llamamos movimientos católicos que, bajo la dirección de sacerdotes y laicos, atraen, con su compacto número y su sincera fidelidad, a la gran masa de creyentes al combate y a la victoria. ¿No es esto ya una iniciación y una introducción de los laicos al apostolado?

En esta solemne ocasión, tenemos el dulce deber de dirigir una palabra de gratitud a todos aquellos, sacerdotes y fieles, hombres y mujeres, que se han comprometido en estos movimientos por la causa de Dios y de la Iglesia y cuyos nombres merecen ser citado en todas partes con honor.

Trabajaron, lucharon, uniendo sus esfuerzos dispersos lo mejor que pudieron. Aún no había llegado el momento para un congreso como el que acaban de celebrar. Entonces, ¿cómo maduraron a lo largo de este medio siglo? Sabéis que, a un ritmo cada vez más acelerado, se ha ampliado y profundizado la culpa que durante mucho tiempo había separado las mentes y los corazones en dos partes, a favor o en contra de Dios, la Iglesia, la religión; ha trazado, quizás no en todas partes con la misma claridad, una frontera en el seno mismo de los pueblos y las familias.

Es cierto que existe toda una masa confusa de personas tibias, indecisas y vacilantes, para quienes la religión es quizás todavía algo, pero algo muy vago, sin ninguna influencia en sus vidas. Esta turba amorfa, como enseña la experiencia, puede ser, un día u otro, inesperadamente necesaria para tomar una decisión.

En cuanto a la Iglesia, tiene hacia todos una triple misión que cumplir: elevar a los creyentes fervientes al nivel de las exigencias del tiempo presente; introducir a quienes permanecen en el umbral en la cálida y saludable intimidad del hogar; hacer volver a aquellos que se han desviado de la religión y a quienes ésta, sin embargo, no puede abandonar a su miserable destino. Una gran tarea para la Iglesia, pero muy difícil por el hecho de que, si en su conjunto ha crecido mucho, su clero no ha aumentado proporcionalmente. Sin embargo, el clero debe reservarse sobre todo para el ejercicio de su ministerio propiamente sacerdotal, donde nadie puede sustituirlo.

Por lo tanto, es una necesidad indispensable el apoyo adicional proporcionado por los laicos al apostolado. Que es de un valor precioso, la experiencia de la hermandad en las armas o el cautiverio u otras pruebas de la guerra está ahí para atestiguarlo. Atestigua, especialmente en materia de religión, la influencia profunda y eficaz de los compañeros en la profesión, la condición y la vida. Estos factores y muchos otros, debido a las circunstancias de los lugares y de las personas, han abierto más las puertas a la colaboración de los laicos en el apostolado de la Iglesia.

La abundancia de sugerencias y experiencias intercambiadas durante vuestro congreso, así como lo dicho en las ocasiones ya mencionadas, Nos exime de entrar en mayor detalle sobre el actual apostolado de los laicos. Por tanto, nos contentaremos con exponerles algunas consideraciones que pueden arrojar un poco más de luz sobre uno u otro de los problemas que se plantean.

1. Todos los fieles, sin excepción, son miembros del cuerpo místico de Jesucristo. De ello se deduce que la ley de la naturaleza y, más apremiantemente, la ley de Cristo, les impone la obligación de dar un buen ejemplo de vida verdaderamente cristiana: «Christi bonus odor sumus Deo in iis qui salvi fiunt, et in iis qui péreunt»: «Somos para Dios el buen aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden» ( 2 Cor II, 15). Todos ellos se comprometen también, y hoy cada vez más, a pensar, en la oración y en el sacrificio, no sólo en sus necesidades privadas, sino también en las grandes intenciones del Reino de Dios en el mundo, según el espíritu del “Pater noster”, que enseñó el mismo Jesucristo.

¿Podemos afirmar que todos están igualmente llamados al apostolado en el sentido estricto del término? Dios no le ha dado a todos la posibilidad o las habilidades. No podemos exigir que la esposa, la madre, que cría cristianamente a sus hijos y que además debe trabajar en casa para ayudar a su marido a alimentar a su familia, asuma la responsabilidad de las obras de este apostolado. Por tanto, la vocación de apóstoles no se dirige a todos.

Ciertamente, es difícil trazar con precisión la línea de demarcación desde la que parte propiamente el apostolado de los laicos. ¿Deberíamos incluir, por ejemplo: la educación impartida por la madre de familia o por maestros santos y celosos en el ejercicio de su profesión docente; o la conducta del médico renombrado y francamente católico, cuya conciencia nunca transige cuando está en juego la ley natural y divina, y que milita con todas sus fuerzas a favor de la dignidad cristiana de los cónyuges, de los derechos sagrados de su descendencia; ¿O la acción de un estadista católico a favor de una amplia política de vivienda a favor de los menos afortunados?

Muchos se inclinarían hacia lo negativo, viendo en todo esto sólo el simple cumplimiento, muy loable, pero obligatorio, del deber de Estado.

Sin embargo, sabemos el valor poderoso e insustituible, para el bien de las almas, de este simple cumplimiento del deber estatal por parte de millones y millones de fieles concienzudos y ejemplares.
   
El apostolado de los laicos, en sentido literal, está sin duda organizado en gran medida en la Acción Católica y en otras instituciones de actividad apostólica aprobadas por la Iglesia; pero, fuera de éstos, puede haber y hay apóstoles laicos, hombres y mujeres, que miran el bien a hacer, las posibilidades y los medios para hacerlo; y lo hacen, ansiosos únicamente de ganar almas para la verdad y la gracia. Pensamos también en tantos excelentes laicos que, en regiones donde la Iglesia es perseguida como lo fue en los primeros siglos del cristianismo, reemplazando lo mejor que pueden a los sacerdotes encarcelados, incluso a riesgo de sus vidas, enseñan sobre la doctrina cristiana, instruirlos en la vida religiosa y en el correcto pensamiento católico, conducirlos a la frecuencia de los sacramentos y a la práctica de las devociones, especialmente la devoción eucarística. Ves a todos estos laicos trabajando; no se moleste en preguntar a qué organización pertenecen; más bien admirar y reconocer de todo corazón el bien que hacen.

Lejos de Nosotros denigrar la organización o subestimar su valor como factor de apostolado. Al contrario, la consideramos muy fuerte, especialmente en un mundo donde los adversarios de la Iglesia la atacan con la masa compacta de sus organizaciones. Pero no debe conducir a un exclusivismo mezquino, a lo que el Apóstol llamó «esploráre libertátem»: «espiar la libertad» (Gál. II, 4). En el marco de vuestra organización, dejad a cada uno gran libertad para desplegar sus cualidades y dones personales en todo aquello que pueda servir al bien y a la edificación: «in bonum et ædificatiónem» (Rom. XV, 2), y alegraos cuando, fuera de vuestras filas, veáis otros, «guiados por el espíritu de Dios» (Gál V, 18), ganando a sus hermanos para Cristo.

2. El clero y los laicos en el apostolado. No hace falta decir que el apostolado laico está subordinado a la jerarquía eclesiástica. Esto es de institución divina. Por tanto, no puede ser independiente de ella. Pensar de otro modo sería socavar desde la base el muro sobre el que el mismo Cristo construyó su Iglesia.

Dicho esto, seguiría siendo erróneo creer que, dentro de la jurisdicción de la diócesis, la estructura tradicional de la Iglesia o su forma actual sitúa esencialmente el apostolado de los laicos en una línea paralela al apostolado jerárquico, de modo que incluso un El obispo no puede someter al párroco el apostolado parroquial de los laicos. Él puede y puede establecer como regla que las obras del apostolado laico destinadas a la propia parroquia estén bajo la autoridad del párroco. El obispo lo ha nombrado párroco de toda la parroquia y, como tal, es responsable de la salvación de todo su rebaño.

Que puede haber, por otra parte, obras de apostolado laico extraparroquiales e incluso extradiocesanas —más bien diríamos obras supraparroquiales y supradiocesanas— según lo requiera el bien común de la Iglesia; no es necesario repetirlo.

En Nuestro discurso del 3 de Mayo a la Acción Católica Italiana (n. 6), Hemos sugerido que la dependencia del apostolado laico de la jerarquía admite grados. Esta dependencia es la más cercana para la Acción Católica. De hecho, esto representa el apostolado oficial de los laicos. Ella es un instrumento en manos de la jerarquía, debe ser como la extensión de su brazo, por lo que está sujeta por naturaleza a la dirección del superior eclesiástico. Otras obras de apostolado laical, organizadas o no, pueden dejarse más a su libre iniciativa, con la libertad que requieran los objetivos a alcanzar. Huelga decir que, en cualquier caso, la iniciativa de los laicos, en el ejercicio del apostolado, debe permanecer siempre dentro de los límites de la ortodoxia y no oponerse a las prescripciones legítimas de las autoridades eclesiásticas competentes.

Cuando comparamos al apóstol laico, o más precisamente a los fieles de la Acción Católica, a un instrumento en manos de la jerarquía, según la expresión que se ha vuelto corriente, entendemos la comparación en el sentido de que los superiores eclesiásticos lo utilizan para modo en que el Creador y Señor utiliza a las criaturas razonables como instrumentos, como causas secundarias, «con mansedumbre y consideración» (Sab. XII, 18). Por tanto, que lo utilicen, conscientes de su grave responsabilidad, animándoles, sugiriéndoles iniciativas y acogiendo de buen corazón las que les propongan, y aprobándolas, según la oportunidad, con amplitud de miras. En las batallas decisivas, a veces es desde el frente donde comienzan las iniciativas más felices. La historia de la Iglesia ofrece numerosos ejemplos.

En general, en el trabajo apostólico es deseable que reine la más cordial comprensión entre sacerdotes y laicos. El apostolado de unos no está en competencia con el de otros. Incluso, a decir verdad, la expresión “emancipación de los laicos”, escuchada aquí y allá, apenas Nos agrada. Hace un sonido ligeramente desagradable; es, además, históricamente inexacto. ¿Eran entonces niños, menores y debían esperar su emancipación estos grandes condottieri, a quienes nos referíamos cuando hablábamos del movimiento católico de los últimos ciento cincuenta años? Además, en el reino de la gracia todos son considerados adultos. Y eso es lo que cuenta.

El llamado de ayuda de los laicos no se debe a la falta o fracaso del clero en afrontar su tarea actual. Que haya fallas individuales es la miseria inevitable de la naturaleza humana, y las encontramos en ambos lados. Pero, hablando en general, el sacerdote tiene ojos tan buenos como los del profano para discernir los signos de los tiempos y su oído no es menos sensible a la auscultación del corazón humano. El laico está llamado al apostolado como colaborador del sacerdote, colaborador a menudo muy precioso, e incluso necesario por la escasez de clérigos, demasiado pocos, decíamos, para poder satisfacer, solo él, su misión.

3. No podemos terminar, queridos hijos y queridas hijas, sin recordar la labor práctica que el apostolado laico ha realizado y está realizando en todo el mundo, en todos los ámbitos de la vida humana individual y social, labor cuya tarea entre vosotros habéis confrontado y discutido resultados y experiencias de estos días: apostolado al servicio del matrimonio cristiano, de la familia, del niño, de la educación y de la escuela, de los jóvenes y de las jóvenes; apostolado de la caridad y asistencia en sus innumerables aspectos hoy; apostolado para una mejora práctica de los desórdenes sociales y la pobreza; apostolado en misiones, o a favor de emigrantes e inmigrantes; apostolado en el campo de la vida intelectual y cultural; apostolado del juego y el deporte. Finalmente, y no menos importante, el apostolado de la opinión pública.

Recomendamos y alabamos vuestro esfuerzo y vuestro trabajo, y sobre todo el vigor de buena voluntad y de celo apostólico, que lleváis dentro de vosotros, que habéis manifestado espontáneamente durante el mismo Congreso, y que, como poderosas fuentes de aguas vivificantes, hicieron sus deliberaciones fructíferas.

Os felicitamos por vuestra resistencia a esta tendencia dañina, que reina incluso entre los católicos, y que quisiera limitar a la Iglesia a cuestiones llamadas «puramente religiosas»: no es que nos tomemos la molestia de saber exactamente qué entendemos por que: con tal que se esconda en el santuario y en la sacristía, y que deje perezosamente a la humanidad luchar afuera en sus angustias y en sus necesidades, no se le pide más.

Es muy cierto: en ciertos países, se ve obligada a enclaustrarse de esta manera: incluso en este caso, entre las cuatro paredes del templo, debe hacer lo mejor que pueda con lo poco que le queda. No se retira espontánea ni voluntariamente.

Necesaria y continuamente la vida humana, privada y social, se encuentra en contacto con la ley y el espíritu de Cristo. Esto resulta, por la fuerza de las circunstancias, en una interpenetración recíproca del apostolado religioso y la acción política. Política, en el sentido elevado de la palabra, no significa otra cosa que colaboración por el bien de la Ciudad, πόλις. Pero este bien de la Ciudad se extiende a lo largo y ancho y, en consecuencia, es en el terreno político donde se debaten y dictan las leyes del más alto alcance, como las relativas al matrimonio, la familia, la infancia, la escuela, para limitarnos a ellas. ejemplos. ¿No son éstas cuestiones que conciernen principalmente a la religión? ¿Pueden dejar a un apóstol indiferente, apático? En el discurso citado anteriormente (3 de Mayo de 1951, n. 5) trazamos la línea entre la acción católica y la acción política. La acción católica no debe entrar en la política partidista. Pero, como también dijimos a los miembros de la Conferencia de Olivaint, «por mucho que sea loable permanecer por encima de las disputas contingentes que inflaman las luchas de los partidos…, por mucho que sería reprochable dejar el campo abierto, dirigir los asuntos del Estado, a los indignos o incapaces» (Discurso del 28 de Marzo de 1948). ¿Hasta qué punto puede y debe el apóstol mantenerse alejado de este límite? Es difícil formular una norma uniforme para todos a este respecto. Las circunstancias y la mentalidad no son las mismas en todas partes.

Aceptamos con mucho gusto sus resoluciones; expresan vuestra firme voluntad de tender la mano unos a otros más allá de las fronteras nacionales, para lograr prácticamente una colaboración plena y eficaz en la caridad universal. Si hay un poder en el mundo capaz de derribar las pequeñas barreras del prejuicio y la parcialidad, y de disponer las almas a la franca reconciliación y la unión fraternal entre los pueblos, esa es la Iglesia Católica. Podéis recordarlo con orgullo. Depende de vosotros contribuir con todas vuestras fuerzas.

¿Podríamos dar a vuestro Congreso una mejor conclusión que repitiendo las admirables palabras del Apóstol de las Naciones: «Además, hermanos míos, estad alegres, perfeccionaos, animaos unos a otros, unánimes, vivid en paz y el Dios de amor y de paz estará con vosotros» (2 Cor. XIII, 11)? Y cuando el Apóstol concluye: «Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, la caridad de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros» (ib, v. 13), expresa precisamente el hecho de que toda vuestra acción busca para llevar a los hombres. Que este regalo llene también vuestras almas y corazones.

¡Que este sea Nuestro último deseo! Que Dios os lo conceda y os llene a vosotros y a todo el universo católico de sus mejores gracias, en prenda de las cuales os damos, en toda la efusión de Nuestro Corazón, Nuestra Bendición Apostólica

PÍO XII, Discurso al Primer Congreso mundial de Apostolado seglar, 14 de Octubre de 1951. En Discursos y radiomensajes de S. S. Pío XII, tomo XIII, 2 de Marzo de 1951 - 1 de Marzo de 1952, págs. 293-301.

MES DE LOS SANTOS ÁNGELES – DÍA DECIMOCUARTO

Dispuesto por el padre Alejo Romero, y publicado en Morelia en 1893, con licencia eclesiástica.
  
MES DE OCTUBRE, CONSAGRADO A LOS SANTOS ÁNGELES, EN QUE SE EXPONEN SUS EXCELENCIAS, PRERROGATIVAS Y OFICIOS, SEGÚN LAS ENSEÑANZAS DE LA SAGRADA ESCRITURA, LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA.
 
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Soberano Señor del mundo, ante quien doblan reverentes la rodilla todas las criaturas del cielo, de la tierra y del infierno; miradnos aquí postrados en vuestra divina presencia para rendiros los homenajes de amor, adoración y respeto que son debidos a vuestra excelsa majestad y elevada grandeza. Venimos a contemplar durante este mes las excelencias, prerrogativas y oficios con que habéis enriquecido en beneficio nuestro a esos espíritus sublimes que, como lámparas ardientes, están eternamente alrededor de vuestro trono, haciendo brillar vuestras divinas perfecciones. Oh Sol hermoso de las inteligencias, que llenáis de inmensos resplandores todo el empíreo, arrojad sobre nuestras almas un destello de esos fulgores, a fin de que, conociendo la malicia profunda del pecado, lo aborrezcamos con todas nuestras fuerzas, y se encienda en nuestros corazones la viva llama del amor divino, para que podamos camina por los senderos de la virtud, hasta llegar a la celestial Jerusalén, donde unamos nuestras alabanzas a las de los angélicos espíritus y bienaventurados, para glorificarlos por toda la eternidad. Amén.
   
DÍA DECIMOCUARTO – PENA DE LOS DEMONIOS
   
MEDITACIÓN
PUNTO 1º. Considera alma mía, que los Ángeles malos no perdieron en su caída los dones puramente naturales con que fueron enriquecidos, y el conocimiento de su propia belleza intelectual es para ellos su mayor suplicio, pues que privados del conocimiento sobrenatural de Dios, se desesperan y rabian al verse despojado de esta felicidad. Criados para un Dios de bondad y para Él solo, sienten en el fondo de su naturaleza una viva y poderosa inclinación hacia Él, como el único centro de su felicidad, como el término y objeto final de todas sus facultades. Sienten y conocen que han sido criados para Dios, como el ave para volar, como el pez para el agua, como el ojo para la luz, como el corazón para el amor; pero al mismo tiempo su voluntad obstinada en el mal se vuelve henchida de cólera y orgullo contra su Criador, su principio y su fin, y al contemplar a sus hermanos los Ángeles buenos en posesión de una bienaventuranza infinita que jamás perderán, porque jamás podrán pecar, la envidia los despedaza y padecen amargamente. La voluntad del demonio no es como la del hombre mientras vive sobre la tierra: el hombre no se adhiere al mal inamoviblemente, porque después de la elección del pecado, puede arrepentirse y volver a la virtud; el Ángel malo, por el contrario, una vez que ha elegido el mal, permanece adherido a él fija, inamovible, inflexiblemente para siempre, he aquí per qué su infierno o su tormento es eterno.
   
PUNTO 2º. Considera que los demonios emplean todos sus dones naturales no sólo en su propio mal, sino también en el mal de los hombres, de cuya desgracia son los más eficaces cooperadores; las luces de su inteligencia se han convertido en astucia y artificios malignos, y podemos apostrofarlos con Bossuet diciéndoles: «Oh ministros injustos de la justicia de Dios, vosotros habéis sido los primeros en experimentarla: vosotros aumentáis vuestros tormentos, haciendo experimentar al hombre vuestros celosos rigores: vuestra tiranía hace vuestra gloria, y no sois capaces sino de este placer negro y maligno, si es que se le puede llamar así, que proporciona un orgullo ciego y una baja envidia. Vosotros sois aquellos espíritus privados de amor que no viven más que del veneno de los celos y del odio. ¿Y cómo se ha verificado en vosotros tamaña mudanza? Os habéis retirado de Dios y Él se ha retirado de vosotros: he aquí vuestro gran suplicio y su grande y admirable justicia. Gemís bajo los golpes incesantemente redoblados de su mano invencible e incansable: por sus órdenes soberanas la criatura corpórea que estaba a vosotros sometida, os domina y os castiga; el fuego os atormenta, su humo, por decirlo así, os ahoga; espesas tinieblas os tienen cautivos en aquellas prisiones eternas: malditos espíritus, aborrecidos del Dios odiado de vosotros, ¿cómo habéis caído tan bajo? Vosotros lo habéis querido, lo queréis aún, puesto que queréis siempre ser soberbios, y que por vuestro orgullo indómito vivís obstinados en vuestra desgracia. Hombres soberbios y rebeldes, tomad ejemplo del príncipe de la rebelión y del orgullo; y ved y considerad y entended lo que un solo sentimiento de orgullo ha hecho en él y en todos sus secuaces. Huyamos, huyamos, huyamos de nosotros mismos: volvamos a entrar en nuestra nada y entreguémonos a Dios, nuestro apoyo como nuestro amor».
    
JACULATORIA
Ángeles santos, alcanzadnos la gracia de tener el valor de sufrir todas las penas de esta vida, a fin de no sufrir la mayor y más terrible pena de vernos privados de la visión de Dios y de su amor.
   
PRÁCTICA
Sufrid con paciencia y resignación todos los trabajos con que el Señor quiere probaros, considerando que por vuestros pecados habéis merecido las penas del Infierno. Se rezan tres Padre Nuestros y tres Ave Marías con Gloria Patri, y se ofrecen con la siguiente:
   
ORACIÓN
Espíritus gloriosos, que vivís en medio de un torrente de delicias, sin que jamás el más leve de los males perturbe vuestro reposo y bienaventuranza, que no deseáis otra cosa de nosotros los mortales de este mundo, sino que participemos de vuestra inmortal ventura, rogad a vuestro supremo Señor, que, fortaleciendo nuestras almas, nos dé la conformidad en nuestras penas, a fin de que nos veamos libres de los tormentos eternos del Infierno. Amén.
 
EJEMPLO
Un religioso de la Compañía de Jesús, el P. Juan José Surin, célebre en el siglo decimoséptimo por sus virtudes, su ciencia y sus desgracias, experimentó durante cerca de veinte años las angustias de tan terrible estado (el de la condenación eterna) para arrancar á una pobre y santa religiosa de la posesión del demonio, que había resistido a tres meses largos de exorcismos, oraciones y austeridades; el caritativo Padre llevó su heroísmo hasta ofrecerse el mismo por víctima, si la divina Misericordia se dignaba al fin escuchar sus votos y librar a una infortunada criatura. Fue escuchado, y Nuestro Señor permitió, para la santificación de su servidor, que el demonio tomase posesión de su cuerpo y lo atormentase durante largos años. Nada más auténtico que los extraños y públicos hechos que marcaron esta posesión del pobre Padre Surin y que sería largo referir aquí. Después de su libertad, recopiló en un escrito, que nos ha sido conservado, lo que recordaba de aquel estado sobrenatural en que el demonio, apoderándose materialmente, por decirlo así, de sus facultades y sentidos, le hacía experimentar una parte de sus propias impresiones y de su desesperación de condenado. «Parecía, dice, que todo mi ser, que todas las potencias de mi alma y de mi cuerpo se dirigían con indecible vehemencia hacia el Señor mi Dios; que veía era mi suprema dicha, mi bien infinito, el objeto único de mi existencia; y al mismo tiempo sentía una fuerza irresistible que me apartaba de Él, que me retenía lejos de Él: de suerte que, criado para vivir, me veía, me sentía privado de Aquel que es la Vida; criado para la verdad y la luz me veía absolutamente repelido por la Luz y la Verdad; criado para amar, estaba sin amor, estaba rechazado por el Amor; criado para el bien, estaba sumergido en el abismo del mal». «No podría, añade, comparar las angustias y la desesperación de aquella inexplicable situación sino con el estado de una flecha vigorosamente lanzada hacia un objeto, del cual la repele incesantemente una fuerza invencible: irresistiblemente impelida hacia adelante, y siempre a invenciblemente rechazada hacia atrás». Y esto no es más que una pálida imagen de aquella espantosa realidad que se llama la condenación. (Mons. Luis de Ségur, El Infierno).
     
ORACIÓN A LA REINA DE LOS ÁNGELES PARA TODOS LOS DÍAS
Oh, María, la más pura de las vírgenes, que por vuestra grande humildad y heroicas virtudes, merecisteis ser la Madre del Redentor del mundo, y por esto mismo ser constituida Reina del universo y colocada en un majestuoso trono, desde donde tierna y compasiva miráis las desgracias de la humanidad, para remediarlas con solicitud maternal; compadeceos, augusta Madre, de nuestras grandes desventuras. El mundo no ha dejado en nosotros más que tristes decepciones y amargos desengaños; en vano hemos corrido en pos de la felicidad mentida que promete a sus adoradores, pues no hemos probado otra cosa que la hiel amarga del remordimiento, y nuestros ojos han derramado abundantes lágrimas que no han podido enjugar nuestros hermanos. Por todas partes nos persiguen legiones infernales incitándonos al mal, y no tenemos otro abrigo que refugiarnos bajo los pliegues de vuestro manto virginal, como los polluelos perseguidos por el milano no tienen otro asilo que agruparse bajo las alas del ave que les dio el ser. Por esto, desde el fondo de nuestras amarguras clamamos a Vos para que enviéis hasta nosotros y para nuestra defensa a los espíritus angélicos, de quienes sois la Reina y Soberana, a fin de que nos libren de sus astutas asechanzas y nos guíen por el recto camino de la felicidad. Amén.

domingo, 13 de octubre de 2024

UNA EVALUACIÓN CATÓLICA SOBRE KAMALA HARRIS

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

El presidente de la Liga Católica por los Derechos religiosos y civiles William Anthony “Bill” Donohue representa a la mayor organización de libertad religiosa de los Estados Unidos. Aquí él evalúa a la candidata presidencial Kamala Harris:
Hay muchas maneras de evaluar a cualquier persona pública. Mi interés aquí es evaluar a Kamala Harris desde una perspectiva católica. Emitiendo una versión abreviada de este artículo a finales de Julio, el último comunicado de prensa que escribí sobre Harris fue en Mayo. Fue ocasionado por su boca sucia. Todo el mundo admite que los políticos de todo tipo son conocidos por maldecir, pero por lo general lo hacen entre ellos, o en eventos privados. No es el caso de ella.
   
El 13 de Mayo, con las cámaras grabando, habló en una organización asiática estadounidense, diciendo: «Tenemos que saber que a veces la gente te abrirá la puerta y la dejará abierta. A veces no lo hacen, y luego tienes que patear esa maldita puerta». Luego descendió a su proverbial cacareo.
    
¿Por qué la obscenidad en un foro público? Ella es la vicepresidenta de los Estados Unidos. Un buen modelo a seguir para las jóvenes de minorías.
    
A veces Harris dice cosas que avergüenzan a su familia. Su padre, que es de Jamaica, se ofendió por un comentario que hizo sugiriendo que los jamaiquinos son todos un montón de drogadictos.
     
En 2019, se le preguntó a Harris en un programa de radio si apoyaba la legalización de la marihuana. Ella respondió: «La mitad de mi familia es de Jamaica. ¿Me estás tomando el pelo?».
    
Su padre, Donald Harris, rápidamente la reprendió, diciendo que sus abuelas y padres fallecidos «deben estar revolcándose en sus tumbas ahora mismo al ver que el nombre de su familia, su reputación y su orgullosa identidad jamaiquina están conectados, de alguna manera, en broma o no, con el estereotipo fraudulento de un buscador de alegría fumador de marihuana y en la búsqueda de la política de identidad. Hablando en nombre mío y de mi familia jamaiquina inmediata, deseamos desvincularnos categóricamente de esta farsa».
    
Harris no solo hace comentarios ofensivos, sus puntos de vista feministas son tan extremos que de manera refleja se pone del lado de las mujeres que acusan a los hombres de acoso sexual.
   
Cuando Brett Kavanaugh estaba siendo considerado para un asiento en la Corte Suprema, fue acusado por Christine Blasey Ford de agredirla sexualmente cuando eran adolescentes. Pero bajo un duro interrogatorio, su relato se vino abajo. En Marzo de 2024, el Washington Examiner publicó un artículo que lo decía todo. «Media década después, Christine Blasey Ford todavía no tiene un testigo que lo corrobore».
   
En ese momento, Harris se sentó en el Comité Judicial del Senado; estaba encargada de evaluar la idoneidad de Kavanaugh para estar en la Corte Suprema. Antes de pronunciar una palabra en la audiencia, Harris dijo de Ford: «Le creo». Después de que Ford salió como un fraude, Harris se mantuvo firme y tuiteó que Kavanaugh “mintió”.
   
Al menos es coherente. En 2019, cuando era senadora, Biden fue acusado por mujeres de tocarlas de manera inapropiada. En un evento de campaña presidencial en Nevada, dijo: «Las creo». Incluso escribió un artículo para The Hill que se tituló “Harris: ‘Le creo’ a acusadoras de Biden”. Afortunadamente para ella, los medios nunca le piden que se explique.
   
De interés primordial para los católicos es la posición de Harris en temas sociales y culturales. Comencemos por evaluar su definición de cultura. Ella habló sobre esto en el Festival de Cultura Essence 2023 en Nueva Orleans.
     
«La cultura es un reflejo de nuestro momento y de nuestro tiempo, ¿cierto? Y la cultura presente es la forma en que expresamos lo que sentimos en el momento y siempre debemos encontrar momentos para expresar lo que sentimos en el momento. Eso es un reflejo de la alegría. Porque, ya sabes… viene por la mañana». Entonces ella se echó a reír. Pero ella no había terminado.
    
«Tenemos que encontrar maneras de expresar también la forma en que nos sentimos sobre el momento en términos de simplemente tener lenguaje y una conexión con la forma en que las personas están experimentando la vida. Y yo pienso de esa manera, también». Nadie sabía de qué estaba hablando.
     
Harris puede ser incoherente en sus discursos, pero sus decisiones políticas, especialmente en temas sociales y culturales, no están en duda.
    
El 13 de Septiembre de 2019, escribí un comunicado de prensa titulado “La lujuria de Kamala Harris por el aborto”. A principios de año, dije, ella defendía el aborto en cualquier momento durante el embarazo, hasta el nacimiento. También quería obligar a los estados que restringen los abortos a obtener la aprobación federal del Departamento de Justicia antes de implementarlos.
    
Cuando Harris fue fiscal general de California, atacó al activista pro-vida David Daleiden. Él usó videos encubiertos para exponer cómo los operadores de aborto cosechan y venden órganos fetales abortados. Ella autorizó a su oficina que allanara su casa: confiscaron su equipo de cámara y copias de videos reveladores que implicaron a muchos de los que trabajan en la industria del aborto.
    
En su papel como fiscal general de California también trató de paralizar los centros de embarazo de crisis con regulaciones draconianas. Específicamente, apoyó un proyecto de ley que obligaría a estos centros a informar a las clientes dónde podían obtener un aborto. Fue demandada y perdida en la Corte Suprema tres años después.
    
Como muchos otros demócratas, Harris no se contenta con sancionar el abuso infantil en el útero. Incluso cuando nacen, ella está de acuerdo con dejar que los que sobreviven a un aborto mueran.
    
Para ser específicos, el 25 de Febrero de 2020, la senadora Harris votó en contra de la Ley de protección a sobrevivientes de aborto parcial, un proyecto de ley que «prohibiría a un profesional de la salud no ejercer el grado adecuado de atención en el caso de un niño que sobrevive a un aborto o intento de aborto». Eso se llama infanticidio.
  
El historial de Harris sobre el aborto y el infanticidio está en desacuerdo con su oposición a la pena de muerte. Cuando se trata de violadores en serie condenados y asesinos en masa, ella quiere salvar sus vidas. En 2019, se le preguntó explícitamente si se oponía a la pena de muerte por actos de traición. Ella dijo que sí.
    
Ahí lo tenemos. Harris dice que aquellos que ponen en peligro la seguridad de todos los estadounidenses intentando un derrocamiento violento del gobierno, o espiando a los militares para un enemigo extranjero, deberían tener sus vidas perdonadas, pero los niños inocentes que están a momentos de nacer no tienen derecho a que se les perdone la vida. Y los niños que sobreviven a un aborto, pero necesitan atención médica, pueden dejarse morir en la mesa, y nadie será responsabilizado.
    
El Partido Demócrata es el orgulloso partido de los activistas homosexuales y los radicales transgénero.
   
Harris está tan feliz de ver “casarse” a dos personas del mismo sexo que en realidad realizó “matrimonios” entre parejas homosexuales en 2004. También se opuso a la Proposición 8, la iniciativa de California que prohíbe el matrimonio gay. El pueblo habló votaron por ello pero ella no cree en el poder para el pueblo: ella cree en el poder para la clase dominante (que ganó en la Corte Suprema). No es de extrañar que su historial de votación le haya ganado una puntuación perfecta del 100% por el gigante gay anti-mujer y anti-ciencia, Human Rights Campaign.
    
Cuando el gobernador de Florida, Ron DeSantis, apoyó un proyecto de ley que prohibiría a los maestros de los primeros grados, Jardín a tercer grado, ser adoctrinados con propaganda gay y transgénero, ella se opuso. Al hacerlo, también mostró su desprecio por los derechos de los padres, porque el proyecto de ley prohibía los esfuerzos para socavarlos.
    
El entusiasmo de Harris por los derechos de las personas transgénero incluye permitir que las mujeres que dicen ser hombres se unan al ejército y los hombres que dicen ser mujeres compitan contra las niñas y las mujeres en los deportes.
    
La libertad religiosa es un derecho de la Primera Enmienda, pero sus acciones sugieren que no la apoya. Ella es buena en “hablar de Dios” (cuando se refiere a un año específico, ocasionalmente dice «en el año de nuestro Señor»). Pero hablar es barato. Como senadora de los Estados Unidos, co-patrocinó la Ley No dañar que obligaría a las instituciones religiosas a violar sus prerrogativas doctrinales.
   
Harris incluso copatrocinó el proyecto de ley más anti-libertad religiosa jamás presentado, la Ley de Igualdad. Este obligaría a los médicos y hospitales católicos a practicar abortos y mutilar los genitales de los jóvenes que buscan hacer la transición al sexo opuesto. Este proyecto de ley dejaría de lado la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa, un proyecto de ley aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Bill Clinton asegurando que el gobierno no invada los derechos religiosos.
    
En 2018, la Liga Católica fue una de las primeras organizaciones en la nación en protestar por su ataque a un candidato católico para un puesto de juez de distrito federal. Ella acosó a Brian Buescher en una audiencia, simplemente porque era miembro de los Caballeros de Colón, una entidad masculina.
     
Como señalé en ese momento, Harris nunca se ha opuesto a los grupos de mujeres judías o a la Liga de Mujeres Votantes. Sólo a un grupo masculino católico. Lo que realmente le molestó fue la membresía de Buescher en una organización católica que es pro-vida y pro-matrimonio, correctamente entendido. En otras palabras, ella estaba invocando una prueba religiosa para un cargo público, que es inconstitucional.
     
No sólo Harris alberga una animosidad contra los católicos, ella no tiene respeto por la separación de la Iglesia y el Estado. En 2021, creó un video para ser reproducido en las iglesias negras de Virginia instando a todos a votar por el candidato demócrata a gobernador Terry McAuliffe. El video se emitió en 300 iglesias durante varias semanas. Harris protagonizó el metraje, invitando a los feligreses a votar por él.
    
Harris no es amiga de los negros pobres. Ella ha votado constantemente en contra de la elección de la escuela, manteniendo así a los negros del centro de la ciudad en su lugar. Si realmente creyera en la justicia social, trabajaría para que los negros pobres tuvieran la misma oportunidad de enviar a sus hijos a la escuela de su elección. En cambio, los envía a escuelas que ningún miembro de la clase dominante elegiría para sus propios hijos.
     
Su biografía explica por qué es tan insensible a los negros pobres. Se crió en un hogar privilegiado, y ha vivido una vida privilegiada desde entonces. Ha explotado con éxito sus conexiones para avanzar en su carrera, habiendo sido ungida en la mayoría de sus puestos. Incluso consiguió su primer trabajo fuera de la escuela de derecho como fiscal de distrito adjunto en el condado de Alameda a pesar de que no era abogada (no aprobó el examen de abogacía la primera vez).
    
Ser una beneficiaria del privilegio negro explica por qué es tan poco caritativa. Cuando era fiscal general de California, sus declaraciones de impuestos de 2011-2013 mostraron que ganó 158.000 dólares pero no dio ni un centavo a la caridad. Los liberales [= socialdemócratas] no creen que necesiten tener ninguna piel en el juego es el trabajo del gobierno pagar por los pobres.
    
Otra forma en que se supone que el gobierno cumple su agenda de justicia social es apoyando las reparaciones por la esclavitud. Cuando estaba en el Senado, co-patrocinó un proyecto de ley para hacer eso. Al hacerlo, se puso en una situación incómoda. Sus antepasados eran esclavistas.
   
Su padre, Donald Harris, quien es profesor de economía de Stanford, dijo en 2018 que su abuela era descendiente de Hamilton Brown, quien era un terrateniente y dueño de esclavos en el norte de Jamaica. Brown no era dueño de uno o dos esclavos, era dueño de muchos. La mayoría de ellos fueron traídos de África, que tiene una larga historia de esclavitud (todavía existe en algunos países).
    
Como dije hace cuatro años, «si el estadounidense promedio tiene que pagar X cantidad por la esclavitud, Harris debería al menos tener que pagar 10X. ¿No se trata de eso la justicia redistributiva? Los católicos necesitan saberlo».

EL MILAGRO DEL SOL, RELATADO POR UN PERIODISTA ANTICATÓLICO

https://etnoscredidimvscaritati.wordpress.com/2017/10/13/o-sol-bailou-fatima-100-anos/

¡COSAS ASOMBROSAS! ¡CÓMO EL SOL BAILÓ EN FATIMA AL MEDIODÍA!

Las apariciones de la Virgen - Lo que constituyó la señal del cielo - Muchos miles de personas afirman que se produjo un milagro - Guerra y paz

Lucía, 10 años; Francisco, de 9 años, y Jacinta, de 7, que en el páramo de Fátima, en el municipio de Vila Nova de Ourem, dicen haber hablado con la Virgen María
   
OUREM, 13 de octubre
Cuando me bajé, después de un largo viaje, para las dieciséis horas de Ourem, en la estación Chão de Maçãs, donde también desmontaban religiosos de tierras lejanas para presenciar el “milagro”, le pregunté, de repente, a un chico de los “char-á-bancs” [carruaje con bancos] de la carrera si ya había visto a la Señora. Con su sonrisa sardónica y su mirada de reojo, no dudó en responderme:
- ¡Allí sólo vi piedras, carros, automóviles, caballos y personas!

Por un fácil error, el tren que nos llevaría a Judá Ruah y a mí al pueblo no apareció y decidimos caminar valientemente unas dos leguas, ya que no había sitio para nosotros en la diligencia y estuvieron, durante un largo rato, abarrotados los vagones que esperaban a los pasajeros. En el camino nos topamos con los primeros ranchos que se dirigían hacia el lugar santo, a más de veinte kilómetros bien medidos. 

Casi todos los hombres y mujeres van descalzos: ellos con sacos en la cabeza, cubiertos por los zapatos; Se acercaban unos a otros con gruesos palos y cautelosamente equipados con un paraguas. Generalmente decían que estaban ajenos a lo que pasaba a su alrededor, con un gran desinterés por el paisaje y por los demás viajeros, como inmersos en un sueño, rezando el rosario con una melodía triste. Una mujer irrumpe en la primera parte del Avemaría, el saludo; los compañeros, a coro, continúan con la segunda parte, la súplica. Con paso seguro y rítmico, recorren el polvoriento camino, entre pinos y olivos, para llegar antes de que caiga la noche al lugar de la aparición, donde, al aire libre y a la fría luz de las estrellas, planean dormir, custodiando los primeros lugares junto a la preciosa encina - para que hoy puedas verla mejor.

A la entrada del pueblo, mujeres del pueblo, a quienes el ambiente ya ha contagiado con el virus del escepticismo, comentan, en tono burlón, sobre el caso del día: - Entonces, ¿vas a ver a la santa por la mañana? - Yo no. ¡Si ella todavía viniera aquí!

Y ríen a carcajadas, mientras los devotos continúan indiferentes ante todo lo que no sea el objetivo de su peregrinación. En Ourem, una posada sólo es posible gracias a una extrema bondad. Durante la noche, los más variados vehículos se reúnen en la plaza del pueblo llevando a creyentes y curiosos, sin faltar las ancianas vestidas de oscuro, ya encorvadas por el peso de los años, pero brillando en sus ojos el fuego ardiente de la fe que las animaba en ese momento el acto valiente de abandonar por un día el rincón inseparable de su hogar. Al amanecer, nuevos ranchos aparecen intrépidos y atraviesan, sin detenerse un momento, el pueblo, cuyo silencio rompen con la armonía de las canciones que voces femeninas, fuertemente armadas, entonan en violento contraste con la rudeza de los tipos…

Sale el sol, pero el cielo amenaza con tormenta. Las nubes negras se concentran precisamente en las afueras de Fátima. Nada, sin embargo, detiene a quienes allí convergen por todos los caminos y utilizando todos los medios de transporte. Coches de lujo pasan vertiginosamente haciendo sonar sus bocinas; las carretas de bueyes avanzan lentamente por un lado del camino; las galeras, las victorias, los carruajes cerrados, los carros en los que se improvisaban asientos, están lo más apiñados posible. Casi todos se llevan con sus comidas más o menos modestas a su boca cristiana la ración de esquisto para los irracionales que el "poverelo" de Asís llamaba nuestros hermanos y que desempeñan su tarea con valentía... Piensa en uno o dos conejillos de indias, ves un carro adornado con boj; sin embargo, el aire festivo es discreto, los modales son serenos y el orden absoluto… Los burritos se apiñan al borde de la carretera y los ciclistas, muy numerosos, hacen maravillas para no chocar con los coches.

Alrededor de las diez, el cielo se nubló completamente y no pasó mucho tiempo antes de que empezara a llover copiosamente. Las cuerdas de agua, azotadas por un fuerte viento, golpearon los rostros, empapando el macadán y dejando a los caminantes despojados de sombreros y cualquier otra protección hasta los huesos. Pero nadie se impacienta ni desiste de continuar y, si algunos se refugian bajo las copas de los árboles, cerca de los muros de las fincas o en las casas lejanas que bordean el camino, otros continúan la marcha con impresionante resistencia, ¡fijándose en algunas damas cuyos vestidos pegados a sus cuerpos, debido a la fuerza y ​​persistencia de la lluvia, moldean sus formas como si acabaran de salir de la ducha!
   
El lugar de los campos de Fátima donde se dice que la Virgen se apareció a los pastorcitos de la aldeíta de Aljustrel, es dominado en una enorme extensión por la carretera que lleva a Leiria, y a lo largo de la cual se estacionaron los vehículos que allá condujeron a los peregrinos y a los mirones. Más de cien automóviles contó alguien y más de cien bicicletas, y sería imposible contar los diversos vehículos que obstaculizaban la carretera, uno de ellos el auto-ómnibus de Torres Novas, dentro del cual se hermanaban personas de todas las condiciones sociales.
    
Pero el grueso de los peregrinos, miles de creaturas que llegaron desde muchas leguas alrededor y a las que se juntaron fieles venidos de varias provincias, gente del Alentejo y el Algarve, el Minho y la Beira, se congregan en torno de la pequeña encina que, a decir de los pastorcitos, la visión escogió como su pedestal y que podría considerarse como que el centro de un amplio círculo en cuyo borde otros espectadores y otros devotos se acomodan. Visto desde la carretera, el conjunto es simplemente fantástico. Los prudentes campesinos, bajo sus enormes paraguas que parecen carpas cobijándolos, reducían sus parcas meriendas acompañándolas, muchos de ellos, con la guarnición espiritual de los himnos sacros y las decenas del rosario.

Nadie teme enterrar los pies en la arcilla empapada, para tener la dicha de ver de cerca la encina sobre la cual levantaron un tosco pórtico en el que bambolean dos linternas… Se alternan los grupos que cantan las alabanzas a la Virgen, y una liebre despavorida, que salta fuera del matorral, apenas si desvía las atenciones de media docena de zagales que la alcanzan y abaten a palos...

¿Y los pastorcitos? Lucía, de 10 años, la vidente, y sus pequeños compañeros, Francisco, de 9, y Jacinta, de 7, aún no han llegado. Su presencia es notada tal vez media hora antes de la indicada, que es la de la aparición. Conducen a las jovencitas, coronadas con diademas de flores, al sitio en que se levanta el pórtico. La lluvia cae incesantemente pero nadie desespera. Carros con los atrasados llegan a la carretera. Grupos de fieles se arrodillan en el lodo y Lucía les pide, les ordena, que cierren los paraguas. Se transmite la orden, que es obedecida inmediatamente, sin la menor renuencia. Hay gente, mucha gente como que en éxtasis; gente conmovida, en cuyos labios secos la oración se paralizó; gente pasmada, con las manos en posición de oración y los ojos burbujeantes; gente que parece sentir, tocar lo sobrenatural…

La niña afirma que la Señora le habló una vez más, y el cielo, aún caliginoso, comienza, de súbito, a clarear en lo alto; la lluvia cesa y se presiente que el sol va a inundar de luz el paisaje que la mañana invernal tornó aún más triste…

La “hora antigua” es la que vale para esta muchedumbre*, que era, según cálculos desapasionados de personas cultas y completamente extrañas a influencias místicas, de treinta a cuarenta mil personas… La manifestación milagrosa, la señal visible está a punto de producirse, afirman muchos peregrinos… Y uno asiste a un espectáculo único e increíble para aquellos que no lo han presenciado. Desde lo alto de la carretera, donde se amontonan los carros y donde se hallan centenares de personas que no han tenido aliento para adentrarse en el barro, se ve a toda la inmensa multitud volverse hacia el sol, que se muestra liberado de nubes, en el cenit. El astro recuerda a una placa de plata sin brillo y es posible fijar la vista en el disco sin el mínimo esfuerzo. No quema, no ciega. Se diría que está ocurriendo un eclipse. Pero he aquí que un alarido colosal se levanta, y a los espectadores que se encuentran más cerca se les oye gritar: “¡Milagro, milagro! ¡Maravilla, maravilla!”.
  
Ante los admirados ojos de este pueblo, cuya actitud nos traslada a los tiempos bíblicos y que, presa de espanto, descubierta la cabeza, mira hacia el cielo azul, el sol ha temblado, ha realizado unos movimientos bruscos nunca vistos, fuera de todas las leyes cósmicas; el sol “ha danzado”, según la expresión típica de los campesinos… Subido sobre el estribo del coche de Torres Novas, un anciano cuya estatura y fisonomía suave, y a la vez enérgica, recuerdas las de Paul Déroulède, reza, vuelto hacia el sol y con grandes voces, el credo, desde el principio hasta el fin. Pregunto quién es y me dicen que es el Sr. João María Amado de Melo Ramalho da Cunha Vasconcelos. 

Luego lo veo dirigirse a quienes lo rodeaban, que permanecían con el sombrero en la cabeza, rogándoles con vehemencia que se descubrieran ante tan extraordinaria demostración de la existencia de Dios. Idénticas escenas se repiten en otros puntos y una señora grita, bañada en lágrimas angustiosas y casi asfixiantes:

- ¡Qué vergüenza! ¡Hay todavía hombres que no se descubren ante tan estupendo milagro!

Inmediatamente las gentes se preguntan unos a otros si han visto alguna cosa y qué es lo que han visto. La mayor parte confiesan que lo que han visto es el movimiento o la danza del sol; otros afirman haber visto el rostro sonriente de la Virgen, o juran que el sol ha dado una vuelta sobre sí mismo, como si fuese una rueda de fuegos de artificio que ha descendido hasta quemar la tierra con sus rayos… Alguien dice, en fin, que ha visto cómo cambiaba sucesivamente de color…

Son cerca de las  las quince.

El cielo se cubre de nubes y el sol sigue su curso con el esplendor habitual que nadie se atreve a afrontar de frente. ¿Y los pastorcitos? Lucía, la que habla con la Virgen, anuncia, con gestos dramáticos, en el regazo de un hombre, que la lleva de grupo en grupo, que la guerra ha terminado y que nuestros soldados van a regresar… Semejante noticia, sin embargo, no aumenta la alegría de quienes escuchan. La señal celestial lo era todo. Hay una intensa curiosidad por ver a las dos niñas con sus guirnaldas de rosas, hay quienes intentan estrechar las manos de las "santas", una de las cuales, Jacinta, está más a punto de desmayarse que de bailar", pero lo que todos estaban - la señal del cielo - fue suficiente para satisfacerlos, para radicalizarlos en su fe de carbonero: los vendedores ambulantes ofrecen retratos de niños en postales y otras notas que representan a un soldado del Cuerpo Expedicionario Portugués "pensando en el auxilio de su protectora para la salvación de la Patria" e incluso una imagen de la Virgen como figura de la visión…

Era muy buen negocio eso y seguramente entraron más céntimos en los bolsillos de los vendedores y en el baúl de las limosnas para los pastorcillos que en los tendidos y manos abiertas de los leprosos y de los ciegos que, empujándose con los peregrinos, lanzaban al aire sus gritos desgarradores…

La dispersión se realiza de forma rápida, sin dificultad, sin sombra de desorden, sin necesidad de que ninguna patrulla de guardia la regule. Los peregrinos que retroceden más rápido, corriendo camino abajo, son los que llegaron primero, a pie y descalzos con los zapatos en la cabeza o colgados de los postes. Ellos, con alma lausperena, llevarán la buena nueva a los pueblos que no han sido completamente despoblados. ¿Y los sacerdotes? Algunos llegaron al lugar sonriendo, haciendo fila más con los espectadores curiosos que con los peregrinos ávidos de favores celestiales. Tal vez uno u otro no podría ocultar la satisfacción que tantas veces se expresa en los rostros de los triunfantes…

Queda a los competentes hablar de su justicia sobre la macabra danza del sol que hoy, en Fátima, hizo hosannas explotan del pecho de los fieles y quedan naturalmente impresionados - lo cual me aseguraron los librepensadores y otras personas sin preocupaciones de carácter religioso que acudieron en masa al ahora célebre páramo.

AVELINO DE ALMEIDA: "O Século", Lisboa (edición matutina) 37 (l2.876) 15 de octubre de 1917, p. 1, columnas. 6-7; PAG. 2, col. 1. 

CUESTIÓN ÚNICA
* La “hora antigua” [A hora antiga] alude a que el gobierno republicano adoptó con el Decreto Ley del 26 de Mayo de 1911 el meridiano de Greenwich para fijar la hora legal en Portugal continental, abandonando la hora según el meridiano de Lisboa (que tenía una diferencia de 36 minutos y 44,68 segundos). El Milagro del Sol ocurrió a las 13:00h en la “hora nueva” (12:23:15h en el estilo antiguo).

SAN GERALDO DE AURILLAC, NOBLE Y MODELO DE CABALLERÍA

   
San Geraldo (850-909), noble de Aurillac (Alta Auvernia, Francia), después de varias peripecias, se confirmó en su resolución de ser “célibe por el Reino de los Cielos” y vivir en todo según el Evangelio. Se mortificaba en secreto, rezaba mucho, daba buen ejemplo y estaba constantemente en presencia de Dios. Consideraba a sus siervos como sus hermanos y procuraba ayudarlos en todo. Era muy clemente, y nada le gustaba tanto como perdonar a los que cometían algún delito. Geraldo perdió la vista siete años antes de morir. Fue sepultado en la bella abadía de Aurillac que él había fundado, y su tumba atrajo allí a numerosos peregrinos. San Odón de Cluny, quien antes fue abad de Aurillac, escribió una Vida (traducida al francés por el canónigo Compaign, cura de Savéne) presentando a San Geraldo como modelo de caballero cristiano, que pone su fuerza y riquezas al servicio de la justicia y la paz.
   
ORACIÓN
Oh Dios todopoderoso y misericordioso, que por un favor singular preservaste a tu bienaventurado Confesor San Geraldo de la transgresión de tus mandamientos en medio incluso de la corrupción de su tiempo, concédenos por tu  gracia, que imitándolo, estemos tan inviolablemente unidos a tu ley, que evitemos todo pecado y que cumplamos toda justicia. Por J. C. N. S. Amén.

MES DE LOS SANTOS ÁNGELES – DÍA DECIMOTERCERO

Dispuesto por el padre Alejo Romero, y publicado en Morelia en 1893, con licencia eclesiástica.
  
MES DE OCTUBRE, CONSAGRADO A LOS SANTOS ÁNGELES, EN QUE SE EXPONEN SUS EXCELENCIAS, PRERROGATIVAS Y OFICIOS, SEGÚN LAS ENSEÑANZAS DE LA SAGRADA ESCRITURA, LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA.
 
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Soberano Señor del mundo, ante quien doblan reverentes la rodilla todas las criaturas del cielo, de la tierra y del infierno; miradnos aquí postrados en vuestra divina presencia para rendiros los homenajes de amor, adoración y respeto que son debidos a vuestra excelsa majestad y elevada grandeza. Venimos a contemplar durante este mes las excelencias, prerrogativas y oficios con que habéis enriquecido en beneficio nuestro a esos espíritus sublimes que, como lámparas ardientes, están eternamente alrededor de vuestro trono, haciendo brillar vuestras divinas perfecciones. Oh Sol hermoso de las inteligencias, que llenáis de inmensos resplandores todo el empíreo, arrojad sobre nuestras almas un destello de esos fulgores, a fin de que, conociendo la malicia profunda del pecado, lo aborrezcamos con todas nuestras fuerzas, y se encienda en nuestros corazones la viva llama del amor divino, para que podamos camina por los senderos de la virtud, hasta llegar a la celestial Jerusalén, donde unamos nuestras alabanzas a las de los angélicos espíritus y bienaventurados, para glorificarlos por toda la eternidad. Amén.
   
DÍA DECIMOTERCERO – CAÍDA DE LOS ÁNGELES
   
MEDITACIÓN
PUNTO 1º. Considera, alma mía, que el más hermoso de los Ángeles, aquel cuya excelencia sobrepujaba y excedía a todos los angélicos coros, mismo, admiró su propia belleza y como si así se la hubiera dado a sí mismo, exclamó: «Yo soy hermoso, yo soy perfecto, yo soy todo resplandeciente de luz», y en vez de reconocer de dónde le venía este resplandor, ha querido como Dios, complacerse en sí mismo, y ha querido todavía más, porque ha dicho: «Yo me elevaré hasta los cielos y seré semejante al Altísimo». Y como un nuevo Dios ha querido gozar de sí mismo. ¡Pero en realidad ha creído que podía igualarse a la majestad de Dios? No, porque este espíritu sabía muy bien que por más que se perfeccionase su ser siendo finito, jamás igualaría al Infinito; y aun supuesto que esto fuera posible, comprendía muy bien que convertido en otro ser perdería la conciencia de su propia personalidad y dejaría de ser el que era; su osadía le llevó hasta el grado de aspirar a la felicidad suprema de ver a Dios, sin contar para llegar a este término sublime más que con sus propias fuerzas naturales; en una palabra, Lucifer no ha querido tener la felicidad más que de sí mismo, lo cual es propio de solo Dios. Su crimen fue el primer crimen del orgullo.
 
PUNTO 2º. Considera que, como dice Santo Tomás, "después del pecado de soberbia se siguió en el Ángel pecador el mal de la envidia, en cuanto se dolió del bien cuál fue este bien que excitó tan vivamente la diabólica envidia». La Encarnación del divino Verbo, nuestra pobre humanidad elevada a una grandeza en cierto modo infinita. Dios, dice el Apóstol al introducir a su Unigénito Hijo en el mundo, ordenó por segunda vez que sus Ángeles le adorasen: «Et cum íterum introdúxit primogénitum in orbem terræ, dicit: Et adorent eum omnes Ángeli ejus». Esta voz segunda supone otra primera. Por esto podemos creer apoyados en el testimonio de innumerables santos doctores y eminentes teólogos, que el plan total de la creación fue revelado a todos los Ángeles desde el principio, y que en este plan les mostró Dios al Verbo encarnado en las purísimas entrañas de una mujer virgen, y al mismo tiempo les pidió un cántico de adoración para este primer predestinado y esta criatura que había de ser su Reina y soberana. Innumerables voces resonaron al momento entonando al Verbo hecho carne un «Allelúja». Pero Lucifer y sus secuaces, excitados por el orgullo, cerrados sus lacerados corazones a la esperanza, y ardiendo en mortal ira contra la naturaleza humana; prorrumpieron en murmullos que atronaron el espacio y sólo se escucharon estas voces: «Non sérviam, non sérviam: no obedeceré, no obedecer黫No, no, grita el infiel arcángel, el hijo de la mujer no ha de ser mi Dios, la hija del hombre no ha de ser mi Reina». Entonces el Verbo pronunciando contra ellos terrible sentencia, les respondió: «Apartaos, malditos: ite, maledícti». Y a estas palabras, heridos como de un rayo, rodando de abismo en abismo, fueron precipitados más abajo de nosotros en aquel lugar de tormentos en donde gimen y lloran para siempre sus perdidos tronos de gloria y de felicidad.
    
JACULATORIA
Ángeles bienaventurados, que fuisteis testigos de la caída espantosa y terrible de vuestros celestes compañeros; preservadnos con vuestra intercesión de la funesta caída del pecado mortal.
   
PRÁCTICA
Rezad con frecuencia el Santo Rosario de la Reina de los ángeles, meditando sus misterios, y así os preservareis de caer en pecados mortales. Se rezan tres Padre Nuestros y tres Ave Marías con Gloria Patri, y se ofrecen con la siguiente:
   
ORACIÓN
Sublimes inteligencias, espíritus fieles, Ángeles Santos, que presenciasteis aquella espantosa guerra de vuestros hermanos soberbios contra su Criador; que escuchasteis los gritos de rebelión contra el Unigénito del Padre Celestial, y que visteis descender al abismo de las tinieblas a una porción inmensa de vuestros compañeros, interceded por nosotros para que jamás despreciemos la divina gracia; ni los lazos de la soberbia aten nuestros corazones y caigamos en los abismos tenebrosos del pecado; sino que, fortalecidos siempre con los auxilios de Dios, merezcamos un día ocupar los tronos vacíos de los Ángeles infieles por toda la eternidad. Amén.
 
EJEMPLO   
Para alentarnos a la fineza con que habemos de amar Dios por respecto a algún interés, es admirable el ejemplo de un monje mozo que en compañía de otro viejo vivía en el yermo con grande perfección. El demonio se le apareció al viejo en figura de Ángel del Señor, haciéndole saber de parte de Dios, que su compañero era prescito, y que por eso todas sus buenas obras y penitencias no le habían de aprovechar. Quedó el viejo tristísimo con esta revelación, y no pudiendo ocultar su sentimiento, que manifiesta con lágrimas continuas; lo advirtió el mancebo y a puros ruegos alcanzó por fin que le descubriese la causa de su dolor. Luego que oyó que la causa era haberle Dios revelado que había de condenarse. «No te desconsueles padre», le dijo, «ni te aflijas; porque te hago saber que yo hasta ahora no he servido a Dios por el interés de la gloria, sino sólo porque es infinitamente digno de ser servido por su bondad; al cual debo todo lo que soy y tengo; y como mi Señor, mi Dios y mi dueño puede hacer de mi lo que quisiere». Consolóse con esto el monje viejo, y mucho más cuando después por verdadera revelación del Ángel bueno supo que el demonio lo había engañado, y que era todo lo contrario, pues aquel mancebo era predestinado, y que por aquel acto tan generoso que había hecho y el ánimo con que estaba de servir a Dios por Dios, había agradado singularísimamente al Señor y alcanzado muy grandes merecimientos. (P. Eusebio Nieremberg, Hermosura de Dios, libro segundo, cap. XII).
     
ORACIÓN A LA REINA DE LOS ÁNGELES PARA TODOS LOS DÍAS
Oh, María, la más pura de las vírgenes, que por vuestra grande humildad y heroicas virtudes, merecisteis ser la Madre del Redentor del mundo, y por esto mismo ser constituida Reina del universo y colocada en un majestuoso trono, desde donde tierna y compasiva miráis las desgracias de la humanidad, para remediarlas con solicitud maternal; compadeceos, augusta Madre, de nuestras grandes desventuras. El mundo no ha dejado en nosotros más que tristes decepciones y amargos desengaños; en vano hemos corrido en pos de la felicidad mentida que promete a sus adoradores, pues no hemos probado otra cosa que la hiel amarga del remordimiento, y nuestros ojos han derramado abundantes lágrimas que no han podido enjugar nuestros hermanos. Por todas partes nos persiguen legiones infernales incitándonos al mal, y no tenemos otro abrigo que refugiarnos bajo los pliegues de vuestro manto virginal, como los polluelos perseguidos por el milano no tienen otro asilo que agruparse bajo las alas del ave que les dio el ser. Por esto, desde el fondo de nuestras amarguras clamamos a Vos para que enviéis hasta nosotros y para nuestra defensa a los espíritus angélicos, de quienes sois la Reina y Soberana, a fin de que nos libren de sus astutas asechanzas y nos guíen por el recto camino de la felicidad. Amén.

BEATA MAGDALENA PANATTIERI, VIRGEN DOMINICA


Muchos autores consideran el hábito de los hijos de Santo Domingo símbolo por excelencia de la caridad y entrega al servicio del prójimo. Esa idea estuvo muy generalizada en una época, y numerosas personas tomaban el hábito de la tercera orden de Santo Domingo y vivían en sus casas el espíritu de caridad característico del fundador. Santa Catalina de Siena es un ejemplo clásico; la Beata Magdalena Panattieri constituye otro. Magdalena nació y vivió toda su vida en el pueblecito de Trino-Vercellese del marquesado de Monte Ferrato, entre el Piamonte y la Lombardía. Antes de cumplir los veinte años, Magdalena hizo voto de castidad perpetua e ingresó como terciaria de Santo Domingo, en una cofradía de jóvenes que se consagraban a las obras de piedad y beneficencia. La vida de la Beata Magdalena no tiene nada de pintoresco. Cosa extraña: Magdalena no parece haber sido víctima de ninguna persecución y pronto llegó a ser un personaje de importancia en su pueblo. La caridad con que se consagraba al cuidado de los niños pobres, en cuyo favor realizó varios milagros, le facilitaba la tarea de convertir a los pecadores. Por estos últimos oraba y se imponía continuamente nuevas penitencias; pero no vacilaba en reprenderlos severamente, sobre todo a los usureros. La beata tenía gran facilidad de palabra y empezó a dar una serie de conferencias a las mujeres y a los niños en un salón llamado "la capilla del marqués", contiguo a la iglesia de los dominicos; pronto empezaron a acudir, a las conferencias también los hombres y aun los sacerdotes y religiosos, y el superior de los dominicos solía enviar a los novicios a escuchar las fervorosas exhortaciones de Magdalena.
   
Gracias a los esfuerzos de la beata, los dominicos empezaron, a practicar más estrictamente la observancia. El año de 1490, el Beato Sebastián Maggi fue de Milán a Vercellese para ratificar ese movimiento de reforma. Por entonces, los dominicos estaban envueltos en un pleito con uno de los miembros del consejo de Milán. El consejero abusó tanto de su poder, que fue excomulgado por Roma. En la terrible confusión que produjo esa sentencia, un joven abofeteó públicamente a Magdalena, la cual le presentó la otra mejilla diciendo "Hermano, aquí está la otra mejilla. Te la doy por amor de Jesucristo", cosa que no hizo sino enfurecer más al agresor. Los habitantes de Vercellese vieron una especie de señal del cielo en el hecho de que el violento joven, que se llamaba Bartolomé Perduto, murió trágicamente un año más tarde, y el consejero de Milán falleció también a consecuencia de una terrible enfermedad. La beata lloró esas muertes sinceramente. Según parece, Magdalena profeetizó las calamidades e invasiones que iban a abatirse sobre el norte de Italia en el siglo XVI. Los habitantes de Vercellese, que inexplicablemente no sufrieron daño alguno, atribuyeron a la intercesión de la beata ese favor. Sin embargo, en 1639, la población fue cañoneada por los españoles y los napolitanos, y las reliquias de Magdalena fueron destruidas, pero fueron halladas en 1964 y restablecidas en 1970.
   
Cuando Magdalena comprendió que se aproximaba el momento de su muerte, mandó llamar a todas las terciarias, a las que se unieron muchas otras personas, y les prometió orar por ellas en el cielo, diciendo: "No podría ser feliz en el cielo, si vosotras no estuviérais ahí." La beata entregó apaciblemente el alma a Dios luego de cantar los himnos “Jesu nostra Redémptio” y “Ave Maris stella”, en tanto que los presentes entonaban el salmo 30. Los habitantes de Trino-Vercellese veneraban a Magdalena como santa desde antes de su muerte, ocurrida el 13 de octubre de 1503. El Papa León XII confirmó el culto de la beata el 26 de Septiembre de 1827.
   
En el apéndice de octubre de Acta Sanctorum, los bolandistas publicaron un artículo muy completo sobre Magdalena Panattieri y reimprimieron la biografía publicada por Marchese en Sacro Diario Domenicano, vol. V. Véase también J. A. Iricus, Rerum Patriae Tridinesis. Entre las biografías italianas, citaremos las de S. M. Vallaro (1903) y G. Gereghino (1927). Puede verse un resumen biográfico en Procter, Lives of the Dominican Saints, pp. 291-294.

sábado, 12 de octubre de 2024

MONJA INDONESIA ROBABA JOYAS DE IGLESIAS

Una religiosa de 45 años perteneciente a la congregación de las Hermanas del Espíritu Santo (fundada el 2 de Febrero de 1896 por el obispo Andrea d’Agostino CM y sor Josefina –en el siglo Ernestina María Luisa– Arcucci Di Maggio), fue acusada de haberse robado más de 80.000 euros en oro y joyas que los fieles dejaban como exvotos en varias parroquias de la diócesis de Ariano Irpino-Lacedonia (provincia de Avelino, Italia).
   
La religiosa, identificada como Bernadette, de nacionalidad indonesia, es señalada de aprovecharse de su rol de superiora de la congregación y de la confianza que le depositaban, para robarse varios exvotos de tres iglesias de Ariano Irpino y en las de Castel Baronia, San Sosio Baronia, Bonito, Sanignano Irpino y Carife. Las joyas eran llevadas a su apartamento en la Curia diocesana o en la casa general de la orden en Roma. Incluso, se robó un medallón que tenía consigo una reliquia de San Nicolás de Bari.

Cuando el Ministerio Público de Benevento hizo un registro en su apartamento después de una denuncia del obispón local Sergio Melillo Matarazzo, encontró algunos exvotos entre la ropa sucia y un lingote de oro que fue confiscado a un comerciante local. Cuestionada, Bernadette confesó que hizo fundir el oro, y el dinero que obtenía de las ventas los consignaba a una cuenta bancaria a su nombre en el extranjero.
   
Bernadette, que en otro tiempo era apreciada por tocar el órgano de la catedral de la Asunción de Ariano Irpino y por su compromiso en favor de la comunidad diocesana, se encuentra bajo prisión domiciliaria provisional en la residencia San Francisco Javier en San Cesáreo (provincia de Roma), mientras continúan las investigaciones.

BERGOGLIO FANTASEANDO CON LA UNIDAD EN VIGILIA ECUMÉNICA

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
   

El 11 de Octubre en la Plaza de los Protomártires Romanos en el Vaticano, Francisco Bergoglio dirigió una “oración ecuménica” con los participantes del Sínodo para conmemorar rl aniversario de la apertura del Concilio Ladrón Vaticano (1962 a 1965).

Esta fue una idea excelente, ya que casi todos los participantes en el ex sínodo de Bergoglio no profesan la fe católica y por lo tanto necesitan algo “ecuménico”.

Un sermón de Bergoglio (basado en el decreto Unitátis Redintegrátio) fue distribuido a los presentes sin pronunciarlo.
   
Mientras que dentro de la Secta Conciliar la división y el conflicto se están convirtiendo en la regla, en este sermón Bergoglio fantaseó acerca de la “unidad” con los protestantes y los ortodoxos, y cómo esta es lo mismo que la sinodalidad:
«La unidad es un camino: madura en el movimiento. Así como no sabemos de antemano cuál será el resultado del Sínodo, tampoco sabemos exactamente cómo será la unidad a la que estamos llamados»
Luego expresó su «vergüenza por el escándalo de la división de los cristianos», pero no por la guerra civil que se desata dentro de su propia Iglesia.

HOSPITALIZADO FUTURO CARDENAL BERGOGLIANO

Noticia tomada de GLORIA NEWS.
  

El arzobispón Ángelo Acerbi, de 99 años, a quien Francisco Bergoglio pretende nombrar cardenal el 8 de Diciembre, se ha enfermado y ha sido hospitalizado, escribe MessaInLatino.it.
    
Hijo del abogado y notario Giovanni Battista Acerbi Sr. y hermano del partisano Giovanni Battista “Tino” Acerbi Jr., Ángelo ha sido un burócrata de la Iglesia toda su vida, entrando en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1954.
   
Trabajó en Nueva Zelanda, los Países Bajos, Colombia, Hungría y Moldavia.
   
El punto culminante de su carrera llegó durante su tiempo en Colombia, cuando el 27 de Febrero de 1980 fue tomado como rehén, junto con una docena de otros diplomáticos y más de cuarenta personas, cuando guerrilleros comunistas pertenecientes al “Movimiento 19 de Abril” (M-19) atacaron la embajada de la República Dominicana en Bogotá.
   
Fue uno de los últimos en ser liberado en La Habana el 28 de Abril. Acerbi fue autorizado a presidir la Eucaristía diaria en cautiverio.
   
Aparte de la perogrullada de que no podrá votar en el cónclave por pasar (y mucho) el límite de edad, hacer de Acerbi un cardenal tiene poco sentido, especialmente porque un cristiano no está interesado en honores mundanos que no tienen ningún significado para el reino de Dios.

MES DE LOS SANTOS ÁNGELES – DÍA DUODÉCIMO

Dispuesto por el padre Alejo Romero, y publicado en Morelia en 1893, con licencia eclesiástica.
  
MES DE OCTUBRE, CONSAGRADO A LOS SANTOS ÁNGELES, EN QUE SE EXPONEN SUS EXCELENCIAS, PRERROGATIVAS Y OFICIOS, SEGÚN LAS ENSEÑANZAS DE LA SAGRADA ESCRITURA, LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA.
 
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Soberano Señor del mundo, ante quien doblan reverentes la rodilla todas las criaturas del cielo, de la tierra y del infierno; miradnos aquí postrados en vuestra divina presencia para rendiros los homenajes de amor, adoración y respeto que son debidos a vuestra excelsa majestad y elevada grandeza. Venimos a contemplar durante este mes las excelencias, prerrogativas y oficios con que habéis enriquecido en beneficio nuestro a esos espíritus sublimes que, como lámparas ardientes, están eternamente alrededor de vuestro trono, haciendo brillar vuestras divinas perfecciones. Oh Sol hermoso de las inteligencias, que llenáis de inmensos resplandores todo el empíreo, arrojad sobre nuestras almas un destello de esos fulgores, a fin de que, conociendo la malicia profunda del pecado, lo aborrezcamos con todas nuestras fuerzas, y se encienda en nuestros corazones la viva llama del amor divino, para que podamos camina por los senderos de la virtud, hasta llegar a la celestial Jerusalén, donde unamos nuestras alabanzas a las de los angélicos espíritus y bienaventurados, para glorificarlos por toda la eternidad. Amén.
   
DÍA DUODÉCIMO – FELICIDAD Y BIENAVENTURANZA DE LOS ÁNGELES
   
MEDITACIÓN
PUNTO 1º. Considera, alma mía, que habiendo sido criados los espíritus angélicos para la bienaventuranza o felicidad sobre, era conveniente que Dios nuestro Señor les diese un auxilio superior a su naturaleza, es decir, la gracia, para que con su ayuda pudiesen merecer dicha tan elevada. Por tanto, en el momento mismo de la creación, recibieron juntamente con los dones de la naturaleza, el riquísimo don de la gracia, el cual era único que podía darles el derecho de llegar al reino de la gloria, pues como dice San Pablo: «Grátia Dei vita ætérna, la gracia de Dios es la vida eterna». ¿Pero cual fue para los Ángeles la fuente de la gracia sin la cual jamás habían alcanzado la suprema beatitud de la visión de la esencia divina? Muchos teólogos enseñan que el origen o principio de toda gracia y de toda gloria es la mediación de Jesucristo, Dios y Hombre: Santo Tomás expresamente enseña que Cristo, como cabeza de la Iglesia, es la causa universal de la gracia para todas las criaturas racionales, llamadas a vivir el don de la gracia. Esta sentencia puede confirmarse con lo que dice el Apóstol: que Jesucristo es el jefe de toda la Iglesia, y por Iglesia se entiende según el mismo Santo Doctor, los Ángeles y los hombres, pues los Ángeles son miembros del cuerpo místico de Jesucristo, quien da a estos miembros la vida sobrenatural de la gracia, para conducirlos a la gloria. Y más terminantemente lo declara el mismo Apóstol cuando dice Cristo: «que es cabeza de todo Principado y Potestad, y por igual razón de los demás órdenes de Ángeles: Qui est caput omnis principátus et potestátis».
 
PUNTO 2º. Considera que aunque Dios, por su poder absoluto, podría muy bien hacer salir de la nada una criatura perfecta consumada en gracia y en gloria en el instante primero de su existencia; sin embargo, su divina Sabiduría no ha querido dejar a su poder una tan gran libertad, porque es más conveniente, más digno y más conforme a la naturaleza de los seres inteligentes y libres que éstos, en virtud de un acto de su libre albedrío, ayudados por la fuerza de la gracia, sean por sí mismos cooperadores de su propia grandeza y felicidad. Los Ángeles debieron, pues, merecer la visión beatífica de Dios: a este fin se les concedió el don de la gracia proporcionado al don de la naturaleza, de modo que los más bellos en su ser participaran más de la gracia para poseer después mayor gloria. Imaginaos esos escuadrones angélicos, agrupados en turno de la Jerusalén dichosa, las puertas están cerradas, nadie puede penetrar sino con la condición de reconocer por un acto de humildad el origen de las propias perfecciones y belleza en la Trinidad augusta y de adorar su Majestad inaccesible; no hay tardanzas, no hay demoras en su resolución, un solo momento decide de su felicidad eterna, y en ese momento millones de Ángeles, desgraciadamente no todos, aceptan la bondad de Dios como el único objeto de sus corazones, y se postran reverentes ante el divino Verbo; en este instante se abren las puertas del cielo, la luz de la Divinidad despide los más vivos esplendores por todas partes; los riquísimos tronos de hermosa pedrería deslumbran los ojos atónitos de aquellos espíritus que van a ocuparlos, precipitante entonces aquellas apiñadas legiones, franquean las puertas y van a colocarse en aquellos tronos desde donde gozan con la visión divina, y prorrumpen en un dulcísimo himno cuyas melodías resuenan por toda la eternidad en las celestes bóvedas.
    
JACULATORIA
Ángeles bienaventurados, alcanzadnos del Espíritu Santo una fiel correspondencia a las divinas inspiraciones de la gracia.
   
PRÁCTICA
Orad todos los días, aunque sea unos breves instantes, y así obtendréis del Cielo abundancia de gracias, con que, obrando el bien, alcanzareis la eterna bienaventuranza. Se rezan tres Padre Nuestros y tres Ave Marías con Gloria Patri, y se ofrecen con la siguiente:
   
ORACIÓN
Espíritus bienaventurados que vivís tranquilos y felices en aquella Jerusalén hermosa, mansión de paz y de delicias, unidos a Dios y unidos entre sí con los lazos del amor, viendo eternamente el Rostro divino del Padre celestial, obedeciendo con sumisión sus órdenes sagradas, para imponerlas a los hombres de la tierra, escuchad nuestras plegarias, por las que os pedimos nos alcancéis el buen uso de nuestra libertad, para que, como vosotros, no elijamos otro bien que el Bien sumo, inmortal y eterno, que es Dios, y abrazándonos íntimamente a Él sin separarnos jamás, seamos dichosos en el tiempo y en la eternidad. Amén.
 
EJEMPLO
Refiere el P. Croisset en su obra intitulada “Año Cristiano” que en la ciudad de Zaragoza, habiendo predicado Santiago muchos días, convirtió a Jesucristo ocho varones, con los cuales trataba por el día del reino de Dios, y por la noche salía a la ribera del rio para tomar algún descanso en las eras. En este sitio dormían un rato, y después se entregaban a la oración, evitando de esta manera ser perturbados por los hombres y molestados por los gentiles. Pasados algunos días, estaba Santiago con los dichos fieles, a eso de medianoche, fatigados con la contemplación y la oración. Dormidos los ocho discípulos, el bienaventurado Santiago oyó a la hora de la media noche unas voces de Ángeles que cantaban: «Ave María, grátia plena», como si comenzasen el oficio de maitines de la Virgen con un dulce invitatorio, y poniéndose inmediatamente de rodillas, vip a la Virgen, Madre de Cristo, entre dos coros de miles de Ángeles, sentada sobre un pilar de mármol. El coro de la celestial milicia angélica acabó los maitines de la Virgen con el verso: «Benedicámus Dómino».
     
ORACIÓN A LA REINA DE LOS ÁNGELES PARA TODOS LOS DÍAS
Oh, María, la más pura de las vírgenes, que por vuestra grande humildad y heroicas virtudes, merecisteis ser la Madre del Redentor del mundo, y por esto mismo ser constituida Reina del universo y colocada en un majestuoso trono, desde donde tierna y compasiva miráis las desgracias de la humanidad, para remediarlas con solicitud maternal; compadeceos, augusta Madre, de nuestras grandes desventuras. El mundo no ha dejado en nosotros más que tristes decepciones y amargos desengaños; en vano hemos corrido en pos de la felicidad mentida que promete a sus adoradores, pues no hemos probado otra cosa que la hiel amarga del remordimiento, y nuestros ojos han derramado abundantes lágrimas que no han podido enjugar nuestros hermanos. Por todas partes nos persiguen legiones infernales incitándonos al mal, y no tenemos otro abrigo que refugiarnos bajo los pliegues de vuestro manto virginal, como los polluelos perseguidos por el milano no tienen otro asilo que agruparse bajo las alas del ave que les dio el ser. Por esto, desde el fondo de nuestras amarguras clamamos a Vos para que enviéis hasta nosotros y para nuestra defensa a los espíritus angélicos, de quienes sois la Reina y Soberana, a fin de que nos libren de sus astutas asechanzas y nos guíen por el recto camino de la felicidad. Amén.