Traducción de la noticia publicada en GLORIA NEWS.
La Congregación para la Doctrina de la Fe declinó por cambios de procedimiento considerar un recurso presentado en 2019 por los Esclavos del Inmaculado Corazón de María (Mancípia Immaculáti Cordis Maríæ, MICM) dirigidos por el hermano André Marie (en el siglo Louis) Villarrubia MICM y basados en el Centro San Benito en Richmond, Nueva Hampshire.
Esta comunidad veteroritualista feeneyita consistente en hermanos y hermanas, tiene sus raíces en el grupo fundado por el famoso Padre Leonard Feeney SJ († 1978), que insistía en la defensa del dogma “fuera de la Iglesia no hay salvación”, siendo excomulgado por el arzobispo apóstata de Boston Richard J. Cushing a instancias de su amigo Robert Francis Kennedy. Bajo la dirección del hermano Francis (en el siglo Fakhri Boutros) Maluf MICM († 2009), quien fuera discípulo del padre Feeney, se establecieron en Richmond a mediados de los 80.
El 20 de Octubre de 2016, el monseñor Giacomo Morandi Malatesta, entonces subsecretario de la CDF dijo que la interpretación estricta del dogma, y por consiguiente, el considerar que el el catecismo wojtyliano y el documento Dóminus Jesus de la referida congregación contradicen la doctrina de la Iglesia es “inaceptable”, y que la posibilidad de que por gracia de Dios hay salvación fuera de la Iglesia Católica no era materia discutible.
Supuestamente, el obispón de Manchester Peter Libasci, de 69 años, les dijo a la comunidad en una carta del 7 de Enero de 2019 firmada por su vicario judicial y de asuntos canónicos Georges de Laire y su entonces canciller Diane Quinlan (hoy Directora Asistente para organizaciones de caridad del Departamento de Justicia de Nueva Hampshire) que dejaran de representarse como católicos, les prohibió la celebración de los sacramentos en su Centro San Benito, y retiró al padre John Earl que los servía. Al final, Libasci dispuso que un presbítero la Fraternidad Sacerdotal San Pedro viajase cada domingo desde Nashua para oficiar en el rito antiguo en la cercana parroquia de San Estanislao en Winchester para los que estuviesen vinculados a la comunidad.
Asombra la falta de misericordia de la CDF que usualmente tiene un excelente estómago para las (verdaderas) herejías, mientras que el mismo Francisco Bergoglio está lleno de eslóganes de “diálogo” (que en el caso no parecen darse, visto que el hermano André Marie había solicitado aclaraciones a De Laire, sin obtener respuesta alguna hasta el presente) y de “Fratelli Tutti”.
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