Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
El Vaticano conciliar está ahora en serias dificultades: En el centro de tantas tormentas morales, financieras y espirituales que puede no tengan suficiente dinero para cargar los gastos de una elección completa para el sucesor de Francisco Bergoglio.
El Vaticano conciliar está en serias dificultades, llevado al borde de la bancarrota moral, financiera y espiritual bajo el régimen modernista/marxista de Francisco Bergoglio. He aquí solo unos pocos ejemplos de los problemas asfixiantes que enfrenta la neoiglesia.
Primero, el Vaticano puede no tener suficiente dinero para cargar los gastos de una elección completa para el sucesor de Francisco Bergoglio. El Vaticano tiene un abrumador pasivo pensional sin fondos, inversiones fallidas y responsabilidades por el monto de millardos de dólares estadounidenses, y donaciones decrecientes a la fraudulenta caridad bergogliana, el Óbolo de San Pedro, que ha cometido hurto al convertir las donaciones caritativas de los fieles en puntales para los funcionarios vaticanos y evitar la bancarrota.
Segundo, el Gran Holocausto Sexual y Malversación continúa fuera de control, mientras Bergoglio rehúsa disciplinar a sus cardenales, obispones y presbíteros pedófilos. En cambio, Bergoglio se niega a reconocer el problema –excepto por unas pocas declaraciones publicitarias enlatadas–, y culpa a los niños.
Tercero, la iglesia conciliar alemana está a punto de irse en cisma. Le ha vuelto la espalda a Bergoglio y está comprometida en implementar una agenda izquierdista radical de homosexualidad, divorcio y presbíteras.
Cuarto, la iglesia conciliar en la China comunista, un país con 1.500’000.000 de almas, está en apuros desesperados luego que Bergoglio se tornara traidor a sus feligreses y transfiriera el control de esta y la selección de sus obispones a las manos del gobierno comunista ateo Xi Jinping y permitiera que la iglesia local sea perseguida y diezmada. [Parte de la información para este Comentario proviene de Denver Catholic].
Verdaderos Católicos, cuando el arzobispo católico tradicional Marcel Lefebvre consagró cuatro obispos tradicionales, el Vaticano afirmó que él se excomulgó a sí mismo. Ahora Francisco Bergoglio ha volcado enteramente el nombramiento de obispos a un gobierno comunista ateo, ¿y él no se ha auto-excomulgado por ello? Uno puede irse tan atrás a Benedicto XV, que prácticamente dejó a la Iglesia en bancarrota después de la I Guerra Mundial, para encontrar una situación similar –y Benedicto no tuvo que bregar con un clero pedófilo, una China comunista y un cisma generalizado–.
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