El presbítero español Alfonso López Benito, de 80 años de edad y canónigo emérito de la catedral de Valencia, fue hallado muerto el martes 23 de Enero en su deartamento en el 22 de la calle Avellanas, al lado del Arzobispado y detrás de la Catedral. Su cadáver fue hallado en su cama, en calzoncillos y con signos de asfixia mecánica.
Al día siguiente, un hombre de nacionalidad peruana de 40 años fue detenido como sospechoso. En su poder se halló el teléfono móvil de López, el cual había usado para enviarle un mensaje de WhatsApp al portero diciendo que se iba por asuntos personales. La policía postula que López y su asesino mantenían una relación de índole sexual, y también se le acusó de de estafa por extraer dinero de la cuenta corriente de aquel con su tarjeta bancaria.
Vecinos informaron al diario Levante EMV que López solía llevar hombres jóvenes a su departamento so pretexto de ayudarlos en su situación de calle, y les ofrecía dinero, casi siempre 50 euros, por hacer distintos arreglos en la casa, si bien casi nunca les pagaba la cantidad acordada lo que que en más de una ocasión causó que la policía acudiese al sitio por altercados que se presentaban allí, como en 2022, cuando riñó con un joven rumano de 20 años por la desaparición de su móvil. Por tal motivo, el Arzobispado le llamó la atención y le instó a que cesase su conducta, lo que evidentemente no hizo.
Nacido el 23 de Junio de 1943 e instalado presbítero en 1969, Alfonso López Benito se doctoró en Derecho canónico en la Lateranense de Roma, y fue postulador en la causa de los mártires de la Guerra Civil Española. En 2016, el cardenal Antonio Cañizares Llovera lo nombró canónigo catedralicio.
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