Traducción del artículo publicado en TRADITION IN ACTION.
REVOLUCIÓN ECLESIÁSTICA EN IMÁGENES: LA PROFANACIÓN DE LA SAGRADA EUCARISTÍA POR LA ADOPCIÓN DE HOSTIAS GRANDES.
Aprendemos de la Liturgia, el Catecismo y la Tradición Católicas que en la Consagración de las Sagradas Especies en la Misa, la hostia debe tener un tamaño que se ajuste al cáliz, como se muestra en las dos imágenes debajo de la primera fila. Así fue en el pasado y así debe ser por siempre.
El tamaño de la hostia tradicional se determina cuidadosamente para evitar que cualquiera de las partículas del Sagrado Cuerpo de Nuestro Señor caiga en cualquier lugar excepto el cáliz que contiene la Preciosa Sangre. Los rituales de Comunión y Purificación en la Misa son extremadamente cuidadosos en este sentido. Además, dado que la Sagrada Hostia que se consagra a la vista de los fieles debe ser tomada por el sacerdote, debe ser de un tamaño que un hombre pueda consumir rápida y convenientemente.
Una de las novedades más desagradables de la Reforma Litúrgica del Vaticano II fue el aumento desproporcionado en el tamaño de la Sagrada Hostia, como se muestra arriba, y abajo, segunda y tercera filas.
Al consagrar Hostias tan enormes, las partículas del Cuerpo de Cristo necesariamente caerán fuera de los límites del cáliz, facilitando la profanación de la Sagrada Eucaristía. Además, normalmente un solo hombre no puede consumir esa hostia del tamaño de una pizza, lo que obliga al sacerdote a partirla en muchas partes para distribuirla entre los fieles y, de nuevo, aumentar las posibilidades de profanación.
¿Cuál es la verdadera razón que inspiró este extravagante cambio excepto disminuir la importancia de la Sagrada Eucaristía? ¿No pretende complacer a los protestantes que no creen en la Sagrada Comunión? Si esto es así, entonces los Papas y sacerdotes católicos adoptan una posición descuidada hacia la Eucaristía para complacer a los herejes. Uno sólo puede preguntarse si todavía creen en la Transustanciación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Preferiblemente, los comentarios (y sus respuestas) deben guardar relación al contenido del artículo. De otro modo, su publicación dependerá de la pertinencia del contenido. La blasfemia está estrictamente prohibida. La administración del blog se reserva el derecho de publicación (sin que necesariamente signifique adhesión a su contenido), y renuncia expresa e irrevocablemente a TODA responsabilidad (civil, penal, administrativa, canónica, etc.) por comentarios que no sean de su autoría.